Partida Rol por web

Los malditos bichos no estaban dando ningún tipo de cuartel ni a los infantes ligeros, ni a nosotros y por lo visto mucho menos a la flota. Pero por ahora solo podíamos preocuparnos por nosotros mismos y el compañero que tuviéramos al lado. De las filas de los bichos aparte de decenas de guerreros furiosos y bichos voladores, emergió una esfera brillante que se dirigía hacia nuestra posición. Y aunque impactó lejos de nosotros las ondas de choque se notaron por el campo de batalla.

El golpe lo suficientemente fuerte como para lanzar al suelo a algunos de mis compañeros, al menos no me había afectado y podía seguir con las acciones que gritaban la sargento y el cabo. Busco a Gart entre los compañeros de pies y los caídos.

- ¡Gart conmigo! Ya tenemos las ordenes ahora a cumplirlas.

Me dirijo a la posición de Gart para poder replegarnos a la vez. Mientras hago esto me fijo en los guerreros próximos para abrir fuego sobre ellos y que no interfieran en nuestro repliegue.

La explosión es demasiado violenta o Garth no estaba preparado, el infante prefería pensar que era lo primera, pero el hecho era que estaba en el suelo y mientras se recomponía oyó las palabras de Rumsfeld y asintiendo lo acompañó en la acción de repliegue mientras recargaba su arma para la próxima embestida con el enemigo.

Mierda Mierda, ok cubreme mientras recargo. Y vayamos a por ellos.

Permanezco en pie y voy a desempolvar mi morita, hay ripples y apunto hacia ellos y disparo para cargarme a unos cuantos de esos bichos en apoyo a mis compañeros y siguiendo las órdenes....

-Morir putos bichos!-

Si momentos atrás la situación de las fuerzas de la federación se mostraba en desventaja, ahora las cosas empezaban a cambiar; con la llegada de un gran numero de lanzaderas, fueron muchos mas los infantes que la federación lograba poner en combate que los que caían victimas del enemigo. Con ello pronto empezaron a formarse grandes grupos de tropas que armaban pequeñas zonas defensivas de posicionamiento. Los escuadrones Gatling y Eco no podían verlos, pero si veían las cortinas de fuego que formaban los constantes disparos que escupían sus moritas.

También se escuchaba ya el rugir de vehículos terrestres en los alrededores así como el detonar de cañones y armas pesadas; lo cual era una gran noticia pues a pesar de las severas bajas, se estaba logrando el objetivo. Ahora era importante para los escuadrones Gatling y Eco hacer su parte y contribuir lo mejor que pudiesen para reducir las perdidas.

En el sur, las fuerzas del escuadrón Gatling habían lanzado una lluvia de fuego sobre los Ripplers aunque con muy mala puntería; a pesar de ello varios de estos bichos parecían haber perdido el control y ahora caían de forma caótica al suelo. Mas al sur, aquel tanque que hubiera surgido del suelo momentos atrás combatía contra varios infantes pesados que le hacían frente, uno de ellos ya había muerto envuelto en llamas y otro estaba mal herido y no tardaría en ser aplastado por el tanque.

Al norte la situación parecía ser mas beneficia si se omitía el hecho de los Ripplers que aun se acercaban. Una treintena de infantes pesados y ligeros se habían agrupado hacia el noreste y combatían con valentía a cerca de diez bichos guerreros que no podían evitar retroceder y sucumbir ante los disparos. Aunque, justo cuando la pequeña batalla parecía ganada, el caos se formó entre sus líneas al surgir de la tierra un extraño en inmenso bicho que engullo en un instante a dos de los infantes y lanzó a otros por los aires.

En el cielo, el sonido característico del aletear las alas de bichos aéreos empezaba a intensificarse, señal clara de que mas bichos del tipo Rippler o algún otra se agolpaban sobre ambos escuadrones. Para sorpresa de todos, súbitamente se escucho el rugir de explosiones y disparos en el cielo para luego por encima de ellos ver como a gran velocidad pasaban dos Thunderbolts Tac Figther. Por fin la flota empezaba a hacer su trabajo y les cubría los cielos.

-Soldado García- se escuchó una voz calmada del otro lado, -aquí el teniente Hammer, información recibida; continúen combatiendo sin cesar. La situación se ha balanceado y en diferentes zonas sea ha logrado repeler al imperio arácnido. Pronto todo esto acabará; aquí hemos consolidado la posición y ya han llegado fuerzas de artillería, déme sus coordenadas y enviare pronto a un par de escuadrones ligeros de apoyo con Gecko GK-12; cambio-.

Caos. Todo es Caos. Ya casi no puedo oler los cigarrillos... Pensó mientras el rugido de la Morita seguía inundando sus oidos, mientras los destellos de luz seguían iluminando el cielo. Desde su posición, no le era posible ver que estaba pasando en el campo de batalla, pero si era consciente. Escuchaba el número en aumento de los disparos de Morita, y el caracteristico sonido de los cañones de ánima lisa de gran calibre de los vehiculos más pesados.

La caballería ha llegado. Momento de limpiar en casa. Pudo ver como las lanzaderas caían y dejaban sus valiosas cargas en el suelo, y por el sonido, como salían escupiendo fuego sobre el enemigo como si no hubiera un mañana. Y posiblemente, si no seguían escupiendo plomo, no habría un mañana.

Siguió disparando hacia el cielo, hacia aquellos Ripplers segundos despues de que pasara el apoyo aéreo. Por desgracia seguían quedado enemigos en el aire. ¡Ripplers acercandose! Comentó mientras volvía a apretar el gatillo contra las chinches voladoras.

Gallagher le dio unos golpes a la morita tratando de sacar el casquillo de la recamara al ver que no lo sacaba escupió en ella y finalmente salio, miró al cielo y vio a los mosquitos acercandose

-seguid presionando... Llorens, stukov, frost, fuego supresivo en el objetivo el resto en auto, ¡quiero a todos disparando!

Después de disiparse la onda expansiva que dio por tierra a varios de nosotros y ver como las granadas salieron desviadas miro como el tanque abate a otro infante y deja herido de muerte a otro más. Tomo las granadas de mi cinturón para recargar mi querida triple y cierro el arma.

De nuevo con una rodilla en tierra levanto el arma y apunto de nuevo a la cabeza del tanque, un blanco mucho más discernible ahora. Dejo de respirar un momento conteniendo el aire en mis pulmones, llevo el dedo al gatillo. - Muere excremento de cucaracha. - Las dos granadas salen despedidas casi al mismo tiempo y puedo verlas avanzar a gran velocidad directo al blanco. Las explosiones se suceden tan rápidas que parecen una sola haciendo que el bicho se balanceé hacia atrás.

Como buen soldado sigo con mi labor de exterminar bichos, apunto al montón y aprieto el gatillo en automático para vaciar el cargador sobre los putos ripples que nos acechan....

-Morir!!! putos bichos con alas!!- Mi elocuencia me asombra en estos casos de tensión...

Hago un perfecto fuego de cobertura vaciando el cargador....

Las llamas y las ocasionales explosiones combatían contra la feroz oscuridad de la noche acentuando el dramatismo y la violencia que rodeaba a la lanzadera accidentada. Disparó sin piedad contra las bestias aladas que se lanzaban hacia ellos y, aunque no estaba de seguro de haber derribado a alguna, se contentó viendo las reacciones descontroladas de unos pocos ripplers. El claqueteo del arma de Jenkins le hacía saber que su morita se quedó sin munición. Pero eso no era excusa para no cumplir las órdenes que gritaban a voces tanto su sargento como el cabo Frost.

Com movimientos mecánicos fruto del entrenamiento, McNillon sacó un nuevo cargador de su cinturón y se dispuso a recargar su arma. Sin decir una sola palabras descargó su fuego sobre aquellas criaturas.

Miller empezó a notar aquella sensación. Ese sentir que te hace pensar que las cosas están saliendo bien, esa euforia que da ganas de vitorear cada vez que una Thunderbolt pasa por la cabeza arrancando surtidores de nieve con su artillería, esa maldita percepción de que vas a salir vivo de esta. Es un error, momentos antes casi les cae encima una bola de plasma y todo podía cambiar en cualquier momento. No podían relajarse, no debían.

Bien hecho micos, buen despliegue, casi no se ha notado que nos hemos cagado en los pantalones con esa bola de plasma.

Abrió de nuevo fuego con su arma para contener a los bichos que se acercaban pero de nuevo la ráfaga salió desviada.

Dar caña a los voladores, que no lleguen hasta nosotros.

Les dijo a los infantes, desde luego hoy tocaba que otros mataran bichos, él no estaba fino.

Habái explosiones por todas partes, un autentico caos, mirara donde mirara. El joven sargento parecía haber reaccionado, la idea era clara disparar y acabar con los bichos aéreos fuera como fuera. Sin pensarlo dos veces levanto el rifle hacia el cielo, y apretó el gatillo, click,   un sonido sordo que solo podía decir una cosa la jodida morita se había vuelto a encasquillar, para que van a darnos equipo de calidad, cuando pille a uno de esos de intendencia le voy a meter la morita por ... - giró el rifle dejando el lado hacia arriba, y de pronto le soltó un mamporro en todo el cargador que hizo que la bala que se había encasquillado saltara hacia afuera. Comprobó el arma, correcto, parecía que la poco ortodoxa forma de desencasquillar había dado resultado, ahora había que esperar si podía volver a utilizarla antes de que llegaran los bichos. 

-Soldado García- se escuchó una voz calmada del otro lado del auricular -aquí el teniente Hammer, información recibida: continúen combatiendo sin cesar. La situación se ha balanceado y en diferentes zonas sea ha logrado repeler al imperio arácnido. Pronto todo esto acabará; aquí hemos consolidado la posición y ya han llegado fuerzas de artillería, deme sus coordenadas y enviaré pronto a un par de escuadrones ligeros de apoyo con Gecko GK-12; cambio.

 - Recibido teniente. Le remito las coordenadas sin demora. Cambio y corto. - Mia resopló aliviada al saber que, en teoría, el plan estaba yendo según lo previsto. Situación balanceada... Posiciones consolidadas... Fuego de artillería... todo parece ir bien. El rugido inconfundible de dos Thunderbolts Tac Figther sobre su cabeza le sirvió para confirmar la información recibida del Puesto de Mando. ¡Y apoyo aéreo! La victoria parece que se perfila en el horizonte...

- ¡Sargento! ¡Cabo! - Mia gritó para que sus noticias se oyesen por encima del fuego de las Moritas, desconectando el comunicador momentáneamente - ¡Tengo información de suma importancia! ¡Debemos mantener la posición sin tregua ni cuartel pues la batalla se encuentra balanceada y el imperio arácnido se repliega en algunas zonas! ¡Además, el Puesto de Mando ha consolidado su posición y allí comienzan a desplegar fuerzas de artillería! ... es más... ¡Nos envían dos escuadrones de apoyo con Gecko GK-12! - Añadió la Consejero García con una ligera sonrisa dibujada en su rostro. 

Sin más demora que la necesaria para comunicar a sus superiores las órdenes del teniente Hammer, Mia procedió a enviar las coordenadas. Su euforia casi le juega otra mala pasada, pues a punto estuvo de dejar caer el dispositivo de comunicación al suelo. - Teniente Hammer, aquí la Consejero Táctico de la Gatling. Coordenadas enviadas al Puesto de Mando y órdenes transferidas al escuadrón. Repito. Coordenadas enviadas al Puesto de Mando y órdenes transferidas al escuadrón. Cambio.

Tras cumplir con su cometido, la atención de Mia se volvió a centrar en el arma de Stukov. A ver qué coño pasa contigo, Morita rebelde. No obstante, la soldado volvió a fracasar en su intento por hacer funcionar el rifle. ¡Mierda! ¿Qué estoy pasando por alto? Parezco una novata en sus primeras prácticas... Mientras le daba vueltas a la cabeza sobre qué alternativas tenía, el comunicador le sorprendió:

Gatling, Gatling, aquí Eco, nos replegamos junto a los Infantes Ligeros para apoyarlos. Confirmen que lo han recibido.

- Recibido Eco. - Mia contestó a McAllen algo recelosa por oír la palabra "repliegue" - Especifiquen la localización a la que se repliegan. La Gatling mantiene su posición. Acabamos de contactar con el Puesto de Mando, le informo: se han desplegado exitosamente, comienzan a desplegar artillería y nos envían dos escuadrones de apoyo. Cambio.

- ¡Sargento! ¡Cabo! - Mia volvió a gritar a sus superiores, dando gracias por tener una voz fuerte. - ¡La Eco se agrupa con otros Infantes hacia el Norte! - Sabía que hablar de repliegue podría minar la moral de sus compañeros, por lo que prefirió reservarse ese "detalle" hasta que McAllen le aclarase la situación de su escuadrón. Mierda Eco... no os perdáis en la noche.

-Recargando!- digo en automático. No es que me tengan que cubrir especialmente, en medio de la batalla todo el mundo dispara, pero es la costumbre.

El cargador sale fluido y entra. Vuelvo a apuntar hacia las nubes y aprieto el gatillo.

La batalla resuena entre las tinieblas y la ventisca. Tal vez sea lo mejor ya que así no hay distracciones, solo una pequeña esfera de cristal, con nosotros en el centro repeliendo todo lo que nos llega.

Infantes mantenerles a ralla! fuego de supresion!* Alex miro a su alrededor, la cosa estaba complicada, si ayudaban a los ligeros tendrian a los riplers encima, si disparaban a los riplers los infantes poco podrian hacer y si se retiraban hacia el grueso dej ejercito...dejarian a la gat sola, habia un problema de comunicacion gordo.

El tableteo de las armas automáticas a su alrededor era amortiguado por las explosiones y la continua cacofonía de sonido que se escuchaba por los canales de audio, donde las órdenes, peticiones de ayuda o simples y terroríficos gritos de agonía se sucedían sin orden ni concierto.

El recién nombrado explorador de la Eco no tuvo demasiado tiempo de mirar alrededor, apenas un vistazo hacia los bichos-guerrero que esperaban a la nave que estaban intentando salvar, para comprobar si quedaban muchos, pero su atención volvió inmediatamente al cielo al escuchar la orden de la sargento...."¡¡FUEGOOOOOO!!" gritó a pleno pulmón, quedándose quieto y apuntando con toda su atención hacia los bichos que se les tiraban encima, con las venas llenas de adrenalina, notando como su dedo índice ejercía la presión adecuada sobre el gatillo de su morita a la vez que la vibración del arma en su hombro era absorbida por los giroscopios de la armadura.  Pensamientos lúgubres cruzaban su mente..."Hay que pararlos hostia...o somos carne de cañón..." 

Las balas subían al encuentro de los bichos voladores como avispas enfurecidas...Ethan había sido nombrado explorador por algo...y era por el ojo que tenía, no por su labia, precisamente. Las balas impactaron precisas en las alas de los engendros, provocando una lluvia de icor y arácnido por igual....varios comenzaron a caer sin control hacia el suelo...."¡Sin mu...mu...munición!" dijo al ver la palanca de armado de su fusil hacia atrás y escuchar el característico claqueteo. Con un movimiento ágil, nacido de la práctica tras horas y horas, pues nada más había que hacer durante muchos de los descansos que tenían en la flota, sacó un cargador de la bandolera que llevaba cruzada en el pecho y lo puso en su lugar, cargando de nuevo su arma con un golpe seco y un tirón a la palanca. "¡LISTO!" informó a sus compañeros...