Partida Rol por web

Tras oír las órdenes de teniente y ver a Mía salir con el camión en busa de los cargamentos de munición, McNillon se dispuso a trabajar con el grupo a cargo de la construcción de la Bodega. -No tengo nada que hacer hasta que lleguen con la munición... ¿Os importa que os eche una mano?- Dijo al acercarse a los infantes encargados de la tarea. Aunque no era su campo, hizo lo que pudo por no estorbar demasiado y ayudar en lo que pudiese.

Más tarde, un infante de la escuadra ECO llegó buscando al soldado. -Yo soy el fusilero McNillon. La soldado García no tardará en llegar con el cargamento de munición.- Contestó a la llamada del soldado Rumsfled. Cuando el camión con la munición llegó, se reunió con el resto de infantes con la orden de guardar las cajas en la bodega del arsenal. El trabajo físico lo hizo desconectar momentáneamente del escenario en el que se encontraban y así despejar un poco la mente a pesar de estar transportando munición que más tarde utilizaría para eliminar cuantos más arácnidos mejor.

Mia condujo el vehículo de carga entre las calles improvisadas que surgían al irse montando los diferentes módulos de construcción, siguiendo y siendo seguida por otros que habían recibido una orden similar a la suya. Recorrió gran parte del campamento, abasteciéndose del arsenal en los diferentes enclaves que iban estando habilitados para ellos. Una tarea no muy complicada, la verdad. Llegar, esperar, cargar, arrancar. Llegar, esperar, cargar, arrancar. En menos de 15 minutos ya tenía el arsenal preciso para la Eco y la Gatling y volvía al punto donde se encontraban los dos escuadrones.

Respecto a su cabreo, se le fue pasando conforme conducía. Sentir el volante entre sus manos y el acelerador bajo sus pies siempre la relajaba y reconfortaba. Incluso por un instante, mientras volvía con sus compañeros, llegó a olvidar que se encontraba en Galdonia, en la tregua entre dos batallas. Debo agradecer a Frost sus palabras... me he ido hecha una furia y ni le he respondido...

Apenas estamos alineados se escuchan las asignaciones del Sargento y me asigna con el para ir a montar el Centro de Mando, tareas importante si las hay no tocan a todos. - Señor si señor. - Respondo al mismo tiempo que otros del grupo afirmando que entendí las órdenes y seguirle el paso que se ve que tiene más prisa que todos nosotros juntos.

Cruzamos personal de todas las divisiones que uno conoce corriendo hacia lugares determinados sin perder tiempo y esfuerzo en cosas innecesarias. Apenas llego al lugar junto al Sargento me pongo a colaborar en la instalación del lugar que será de donde saldrán las órdenes que podrían salvarnos o matarnos dependiendo lo bien que salgan y estén acomodados.

Me indican de llevar tal cosa para un lado y otra para el otro, ajusto y reajusto, verifico y ya como que me voy perdiendo entre tantas cosas por hacer que ya llega un momento que me siento más perdido que un perro en una cancha de bochas, quizás estar al frente de unos veinte warriors con una sola granada suena mejor que seguir cinco minutos en este lugar. - Señor, creo que nos falta una persona más para poder terminar a tiempo. - Digo mientras sigo mis tareas.

Fue rápidamente hasta la zona donde habían designado montar la bodega, muchos infantes iban de un lado a otro afanándose por hacer sus tareas, Haggar sin tener una tarea clara intentaba ser de utilidad esperando que estuviese operativa para poder ir a realizar la tarea que le habían encomendado. Por fin, después de un buen rato la zona ya era operativa no al cien por cien pero ya tenáin que ponerse manos a la obra.

Fue rápidamente donde habían dejado toda la carga, encontró a Mcnillon y Rumsfeld como las únicas caras que les sonaban entre todas las caras de acojonamiento del resto de infantes, la mayoría eran niños cada vez los reclutan más jóvenes pensó.

Miró a Rumsfeld  . Puede que tengas razón, llevemos primero esos trastos, cuanto antes los llevemos antes acabaremos. respondió mientras avanzaban hasta una de las cajas en cuestión, bien, agarra por ese lado yo por éste , una, dos y ... arriba - marcaba para levantar la carga, y dejarla para transportarla hasta la bodega.

Junto a Vandel y Samantha de la Eco ayudamos todo lo posible en la enfermería.

-Eh chicos ¿qué creéis que tendrán los mandos preparado para nosotros?- pregunto mientras trabajamos. Esto está bien, es un trabajo mucho más relajado salvando las distancias.

-Joder...a ver si salimos de una vez...

Quiero acción, hemos visto muertos si, pero el no haber sufrido bajas en el grupo hace que la moral esté bastante alta.

yo estaba papaloteando pensando en que forma iba a morir hoy... el tio Phill me enseño a tomarlo con humor... y de pronto me grita mi amigo Franz Smith por ayuda -eh??.... asi perdona!... ahi voy!!...- y pujo y  pujo a cargar en el apoyo de armar la bodega de armas e intento ayudar a Franz!!

(Repair con DC 14 y Atletismo con DC 15) 

-bueno por lo menos no se me cayo la estructura Franz!!-

Amanda viene a ayudarnos, parecía que al llamarla por su apellido se había quedado pensativa, pero enseguida se pone a cargar vigas ayudándome.

-Gracias Amanda, vamos a por la siguiente?- Le pregunto con un guiño de ojos. -Esta va a ser la situación más tranquila que tendremos a partir de ahora.- Le informo con una sonrisa, pues una vez montado ésto seguiremos a tiros contra los bichos.

sonrio a Franz y le digo -si vamos alla!- y asiento con la cabeza -tienes toda razon, estos son los minutos de calma antes de la tormenta... quieres un cigarrillo?? traigo unos...- saco una cajetilla a la mitad y le sigo ayudando...

Con la ayuda de Amanda la cosa va mejor, por lo menos estamos entretenidos, pues esto va para 20 minutos mínimo. -Si gracias.- Asiento al cigarrillo en un parón de cargar estructuras. Lo enciendo crujiendo mi espalda con un sonoro *cra-cra-crack* y dando una calada la miro. -Espero que tras la calma, en la tormenta les demos caña a esos bichos. Afortunadamente no ha muerto nadie de la Gatling, y espero que siga igual. Agua?- Le pregunto a Amanda tras mi exposición sacando la cantimplora y ofreciéndola un trago.

sonrio -claro gracias me muero de sed...- y le doy un trago a su cantimplora... y sigo conversando con Franz un rato...

El teniente no quería errores y él tampoco quería ser una baja estúpida, es más, no quería ser una baja, por lo que optó por funcionar de forma eficiente y segura.

-No tengo ni idea de lo que nos tienen preparados, Rivas -contestó Hans con esa voz cascada por culpa del corte que muestra su cicatriz en el cuello- solo espero que no seamos cebo vivo.

Miró a la mujer que parecía acercarse a la enfermería y la saludó con un gesto de cabeza. No la conocía, era de la Eco, pero era de los Guardianes, por lo que de una forma u otra tendrían que trabajar más o menos juntos.

Después de ser despachado por el teniente y que sus hombres rompieran filas, se dirigió hacia la zona donde montarían el centro de mando, antes de empezar con el trabajo activo la fuerza del traje ya que le haría falta para terminar antes sin someterse a algún sobre esfuerzo.

concentrado como estaba en el trabajo, la voz de Llorens tardó en llegarle a su cerebro, este miro su trabajo y asintió.  

poco después llega la voz de stukov, el sargento se llevo la mano al casco para transmitir la respuesta.

-buen trabajo soldado, los demás que vallan con ellos, usted traiga su culo hasta el centro de mando.

Frost había estado un poco desconcertado con el movimiento de allí, sin embargo el Teniente ordenó rápidamente a lo grupos y supo a dónde moverse. Entre los infantes pudo ver a su viejo compañero de armas, Galanza, al cual le levantó la mano en señal de que lo esperase mientras trotaba rítmicamente.

Finalmente se encontraron dónde se encontraban las diferentes piezas para montar el radar.

Una vez que teníamos todas las piezas del radar, miro a Frost alzando las cejas Bueno compañero, de nuevo estamos aquí tú y yo. Me alegra trabajar de nuevo contigo. digo mientras me pongo a mirar las piezas e ir colocándolas para poder montarlas más rápidamente

Esto parece bastante sencillo, la verdad.

 Frost se acercó y le palmeó la espalda a su compañero, sonrió mostrando los dientes detrás de su armadura de combate Para esto hemos estudiado tanto Baron, me alegra que podamos ponerlo en práctica cuando verdaderamente importa. comentó mietnras comentaba a sacar lo primero que necesitaría de las cajas. Si, no parece algo complicado la verdad comentó mientras miraba las piezas y las comenzaba a sopesar.

No tardaron más que un minuto en entrar en calor, ya se coordinaban como en tantas simulaciones que habían compartido, al igual que recordaban las lecciones que habían estudiado juntos para pasar las diferentes materias técnicas. Al final parecía que todo funcionaba correctamente, ahora habría que calibrarlo para que estuviese a punto.

Parece que al menos funciona. A ver si logramos calibrar este trasto

 Frost asintió suavemente Éste sería el momento perfecto para fumar... luego miró a su alrededor mientras Galanza comenzaba con la calibración inicial.

Parecía todo perfecto hasta que el sistema se reiniciaba sin previo aviso, las luces parpadeaban y volvía a pedir la clave de root. Jhonny miró atónito, parpadeando ante esas letras de neon verde.

¡Vaya mierda!. Échale un vistazo tú a ver.

Ok, veamos... Jhonny se acercó y tomó el lugar del técnico de la Eco ante el panel de control del radar. Hizo que se reiniciara nuevamente, pero ésta vez entró el la configuración inicial de hardware. Sus ojos recorrieron una larga lista de parámetros y opciones, una jungla verde sobre un fondo negro. Observaba otra vez mientras sus dedos tecleaban como locos, el cursor bajaba y subía en la lista mmm... bajaba de nuevo. Creo... que puede ser la fuente de energía que tiene configurada, hay que cambiarle el tipo de batería al generador del campamento... 

De repente el sistema siguió con el proeceso de arranque, unso pitidos alentadores sonaron y en menos d eun minuto el radar estuvo en línea. El cabo de la Gatling se paró con euforia ¡Listo Baron! lanzó una risotada y chocó la mano enguantada de Galanza.

Sin embargo, no hubo mucho tiempo de festejo Mejor muevo mi trasero, tengo que ayudarle a Brocheta a calibrar el centro de comunicaciones. Dicho ésto partió al trote haciendo un saludo similar al militar pero más relajado.

Frost se acercó un tanto agitado al lugar donde Brocheta se encontraba atareado montando el centro de comunicaciones.

De camino hacia allí pudo ver como Frost también se acercaba- Eh, Frost -dijo sonriente- parece que nos toca trabajar juntos, ¿eh? Espero no estorbar demasiado -soltó una risilla y se puso a trabajar en el centro de comunicaciones.

Si, eso parece. Vengo de ajustar algunas tuercas con Galanza y veremos si puedo terminar de calibrar a éstos bebitos. Venía de buen humor, parecía que estaba en su salsa con todas estas instalaciones; un momento importante, en el que podían dejar de lado a los bichos y ayudar a la Federación de otra forma. ¿has podido montar los equipos? hay que arrancar los sistemas informáticos y calibrar los diferentes canales de comunicaciones... mientras hablaba, algo acelerado, se buscó un lugar entre los trastos a ver si podía ir arrancando algunos de los sistemas. De todas formas, parecía que iban lento con la tarea de montar el centro, por lo que el cabo se puso a ayudarlos para tenerlo funcionando lo antes posible.

Enchufó varios cables, todo arrancó con normalidad, las luces eran verdes y amarillas, los pitidos parecían música para sus oídos. En unos minutos tenía el sistema en línea, conectado con el radar que habían montado hacía solamente unos momentos, la configuración había sido sencilla.

Creo que está todo... ahora podríamos ir a tomarnos unas cervezas, si no fuese por la infestación de bichos que tenemos que erradicar 

  Tras terminar de montar la bodega Tarcus apreció como ya estaba llegando la mercancía a la espera de ser almacenada en su sitio.

  A falta de otro primo que se diera a la costosa labor comenzó a cargar con gran dificultad la pesada carga poco a poco.

  -Joder, de ser porque se que si lo hago moriría mas adelante me encantaría activar el traje para estas cosas.-

Viendo que a pesar de mis errores estamos terminando de montar el Centro de Mando y que hay gente trabajando por doquier me acerco al Sargento para pedir permiso y tener todo listo para cuando los bichos se nos vengan encima. - Señor, pido permiso para ir a ayudar a montar la artillería señor. - Se que son cosas fundamentales y por ello me muestro dispuesto a dar lo mejor de mi para que después no quedemos con fisuras en este emplazamiento.

Gallagher miró a Llorens duramente por un segundo antes de contestar con una voz serena

-concedido-aunque le miraba con fiereza no pudo evitar sonreír antes de volver a llevarse la mano al casco y añadir por radio-Mia, pongase en contacto con esos ociosos de la Eco y que envien un par de hombres a montar la artillería, stukov olvidate de la ultima orden, continua con lo tuyo.

aunque le estaba dejando todo el trabajo habían cosas mas urgentes que montar el centro de mando.

En cuanto Mia regresó junto con su escuadrón, ya había tres compañeros suyos atentos a guardar el arsenal que traía en la bodega, que terminaba de levantarse. Joder, qué rapidez... deben que haberse dedicado a la construcción antes de empezar la carrera militar... Pensó Mia con cariño sobre sus camaradas.

— ¡Ya estoy de vuelta Gatling! ¡Terminemos esto rápido! — Se dirigió a ellos desde la ventanilla mientras activaba la apertura del portón de la zona de carga del vehículo. ¿Y Frost? El cabo no estaba allí, debía de estar con el radar o algo de eso. Luego hablaré con él. Sin más demora, Mia se apeó del vehículo y comenzó a cargar con las piezas que había recolectado por el campamento.

Era una tarea dura que no se le estaba dando demasiado bien, aunque por suerte había infantes de sobra para cumplirla. Cuando no habían transcurrido ni 5 minutos desde que llegó, el sargento contactó con ella para que estableciese comunicación con la Eco. "Sí, señor", fue la breve y seca respuesta de la Consejero Táctico. Mia se apartó del trajín del camión y llamó a McAllen.

— ¿Consejero McAllen? Aquí Mia García, Consejero Táctico de la Gatling. El sargento Gallagher solicita que dos infantes de la Eco acudan a reforzar el montaje de la artillería. Cambio. — La transmisión de Mia sonó profesional, aunque algo en su tono de voz delataba que no estaba muy segura de si la Eco podría aportar los soldados. Supongo que estarán igual de liados que el resto. En cuanto pudo, retorno a su tarea de carga y descarga del material bélico.

(Ktsss) — ¿Consejero McAllen? Aquí Mia García, Consejero Táctico de la Gatling. El sargento Gallagher solicita que dos infantes de la Eco acudan a reforzar el montaje de la artillería. Cambio. — La transmisión de Mia sonó profesional, aunque algo en su tono de voz delataba que no estaba muy segura de si la Eco podría aportar los soldados.