Partida Rol por web

Se llevó el arma al hombro, cuando el fuego de artillería se intensificó. Guardó silencio, observando el espectáculo de pirotécnia. Sintió el calor a través del traje, y no quería imaginarse el calor que debía desatando aquello para contrarrestar no solo el frío de aquella roca, si no que además, poder sentirlo a través de aquel traje con aislante térmico. Lo que no esperó, y eso si le arrancó una mueca de sorpresa absoluta, fue el ataque orbital. ver caer aquellos proyectiles como lanzas lanzadas por el mismisimo Dios lo dejó hipnotizado.

- Me cago en la puta ostia. -  Miró a su alrededor, a ver si los demás también estaban igual de sorprendidos. Nunca había estado en tal espectaculo de luz y calor. Pero el espectáculo había terminado, y tomó su arma, amartillandola y preparandose cuando aparecieron las chinches voladoras. Estuvo a punto de alzar el arma y disparar, cuando escuchó a los Thunderbolts pasar sobre ellos aniquilando a las chinches sin más problema.

Se lo estan tomando muy en serio... Seguro que es por que los chicos de la flota han enviado a sus chicos aquí abajo. Bueno, mientras estemos cerca de ellos, todo irá bien. De puta madre. Pensó, mirando a un lado, a la línea central. Cuando el Sargento dio la orden, sintió el instinto de mirar al Cabo para ver si confirmaba aquella orden, pero al ver que los demás comenzaban a marchar, él hizo lo propio.

Bajó el arma, quitó el seguro y rezó para poder vivir y gastarse la paga en pitillos como decía el Cabo.

Con el cigarro en la boca y el fusil sin el seguro pero con el dedo puesto cerca del gatillo sin estar en él avanzo mirando hacia delante buscando posibles amenazas, y si así fuera, escupir el cigarro y disparar a blancos seguros.

La adrenalina recorre mis venas, y el corazón me late deprisa ante la inminente lucha que llevaremos a cabo en escasos minutos o segundos...

Todo lo que tiene la flota es lanzados, desde la órbita con sus potentes armas hasta las naves de ataque que pasan rasantes, por el lado de tierra los cañones disparan una vez tras otra barriendo todo a su paso dejando a las claras que pronto sería nuestro momento. Las manos aprietan la morita con fuerza y los ojos van de un lado al otro viendo como todo se ilumina con cada nuevo estallido, parece Navidad y nadie nos avisó.

Cuando todo comienza para nosotros y las palabras finales del Teniente se hacen escuchar nos comenzamos a mover y me doy cuenta de que no estamos posicionados. Fue un acto reflejo pero lo vi claro en un instante. - Stukov, Taylor y Vandel conmigo, somos el flanco derecho. - Corro buscando un hueco entre mis compañeros sin chocarme para no terminar tropezando y quedarnos rezagados de toda la diversión.

El momento de avanzar y limpiar de la infantería móvil había llegado, Frost se preparó en el flanco sur de la formación del escuadrón Gatling, levantando los ojos hacia la ominosa cortina de fuego y humo. Caos y destrucción, agradeció que la armadura de combate eastuviese lo suficientemente aislada como para no tener que taparse los oídos cuando las explosiones retumbaban. El temblor que sintió bajo sus pies era la señal de que pronto tendrían que comenzar a dispersar muerte con sus rifles.

Las órdenes del teniente llegaron claras, concisas, como debían ser, ni una palabra de más o de menos. Cuando la barrera energética cedió, Jhonny levantó el puño García, Haggar, Rivas, conmigo, vamos por el sur. Tras lo cual comenzó a avanzar sin detenerse en línea recta. Los cazas les protegerían el culo por un tiempo, pero ya vendrían más voladores a intentar detenerlos.

Mia estuvo como ausente desde que se montó en el Gecko que les transportó al campo de batalla. Sus ojos parecían no mirar a ninguna parte, no habló con nadie y apenas pareció prestar atención a las arengas previas a la ofensiva. No obstante, su rostro revelaba que se encontraba sumida en profundos pensamientos.

Sin embargo, en cuestión de un segundo la Mia reflexiva se esfumó, tras recibir la orden directa de sus superiores de avanzar. - ¡Señor, sí señor! - clamó para hacerse oír sobre el ruido de los miles de infantes marchando. Avanzó a la misma velocidad que el cabo Frost, adelantando a Doc para que el médico quedase en retaguardia, pero sin alejarse del sargento Gallagher para servir de enlace en cuanto fuese preciso. Portaba su arma lista para ser usada y sin dejar de otear a su alrededor para evitar ser sorprendida por algún ataque relámpago desde el cielo o el subsuelo.

Es la hora de la verdad... tengo que dar lo mejor de mí para salir de ésta.

Las barreras cesaron en su funcionamiento casi al tiempo que el teniente terminaba de dar las instrucciones a seguir. Después del desembarco, cualquiera diría que ya nada puede sorprenderle pero algo en la cabeza de Jenkins apostaba a que el día todavía se guardaba un as en la manga.

Casi como si de un pistoletazo de salida se tratase, el escuadrón avanzó hacia el frente para hacer el trabajo para el que habían sido reclutados y entrenados. -¡Si, señor!- Respondió McNillon ante las órdenes del Sargento Gallagher. Con su morita preparada y sin perder detalle del entorno, el fusilero avanzó con el resto de soldados para enfrentarse al destino que les deparaba el campo de batalla.

El momento había llegado, ahí estaban los escuadrones en formación, preparados para el asalto. En cuanto las barreras se desactivaron, todos empezaron a moverse ya no había tiempo para nada más. Tenían que actuar rápido y tomar posiciones, en marcha jefe, respondió al cabo ellos irían por el sur. Miraba hacia el frente, una gran explanada, y nada a la vista todo estaba por llegar. Continuó avanzando en formación al grupo de Frost.

Hans escuchaba el bombardeo mientras esperaba tenso. El movimiento de la pierna había vuelto, aunque de forma muy ligera en comparación con lo que había sido en el viaje hasta llegar allí. Tenían que avanzar y matar bichos, estarían a merced de emboscadas, agujeros, madrigueras y, seguramente, fuego de artillería... una pesadilla.

Cuando le dieron la orden de avanzar, Hans no lo dudó y avanzó hacia delante, no tan rápido como el resto de compañeros. No sería bueno que se dividieran mucho, pero tampoco que se alejaran de las tropas de refuerzo. Tenían que avanzar como una única ola, aunque él preferiría ir por delante investigando posibles emboscadas.

-Rock&Roll...- Afirmo yendo con Llorens, Stukov y Vandel hacia la posición con el arma a punto preparado para masacrar bichos.

Nos colocamos un poco apelotonados y antes de que me de cuenta, el cabo se encuentra en la otra punta del grupo. Me tenso, pienso que ya empezamos mal, pero cuando comenzamos a avanzar procuro moverme hacia él.

-Recibido mi cabo-digo para que sepa que le sigo de cerca. 

Esto va a ser duro. Realmente duro y si no actuamos coordinados todo saldrá mal.

las ordenes estaban dadas y yo anciosa... luego recibi el cigarrillo de Franzis y le giñe el ojo... -oh, gracias guapo ;)... lo tendre en cuenta... si sobrevivimos a esto haremos algo, te parece??...- le di un beso en la mejilla y volvi a mi lugar delante de él... fume unos minutos mientras daban la orden...  

entonces todo comenzaria... la balla electrica amainaba... solte mi cigarrillo... y mi corazon saltaba... era adrenalina... era el tiempo de matar... o morir... -"Orale"...- y a trote junto con mis colegas avanzo... voy al frente... preparo mi morita y me pongo en poscion... -venga...- eran los segundos de calma antes de la tormenta...

Asiento con la cabeza y una sonrisa cómplice a Amanda. -Por supuesto preciosa.- voy con mis compañeros a seguir mis ordenes. Espero que sobrevivamos los dos y celebrarlo... 

La inclemente noche de Galdonia VI bañaba el escenario en el que tendría lugar aquella batalla por el dominio del planeta mismo. La oscuridad y la ventisca suave que ahora caía daban nota de las dificultades que abrían de enfrentar en esta campaña. A lo lejos, la nube de humo generada por el intenso bombardeo de la flota y de las fuerzas de artillería de la infantería móvil impedían una clara visión de lo que tenían por delante, y en aquella situación, si algo deseaban saber los infantes mientras desplegaban el avance de sus fuerzas, era justamente saber que es lo que había mas adelante.

Mientras al centro del avance, las fuerzas de asalto de la flota se desplegaban con gran destreza ayudados por sus jump jets especiales, en los cielos, los cazas de la flota continuaban con su intensa batalla contra una infinidad de Hoppers y Ripplers, había grandes perdidas para ambos bandos y ya varios cazas habían caído, no obstante, eran muchos mas los bichos que eran diezmados por el poder de la flota.

Tras las fuerzas de asalto de la flota, el teniente Hammer parecía preocupado y hacia señas a los escuadrones más retrasados para que intensificaran su avance, sobre todo al escuadrón Eco cuyo retraso con respecto al resto de las fuerzas era notorio. Y a pesar de ello no había realmente nada que preocuparse en su camino hacia las tentativas posiciones del enemigo; pero aquello estaba por cambiar.

Todo inició en los flancos, donde súbitamente se escucharon consecutivos disparos de las fuerzas de infantería que intentaban contener un progresivo avance del enemigo. Y antes de que los mandos pudiesen reaccionar al respecto, al frente de toda la línea de batalla salieron fuerzas de combate del imperio arácnido, demasiadas para no haber caído bajo el poder del intenso bombardeo; sobre todo considerando que la fuerza de ataque la componían puramente bichos obreros.

Cuando el humo se disipó, Stukov aun estaba intentando ver que había sido de las chinches restantes. Los bombardeos habían sido intensos y numerosos, pero ahora eso formaba parte del pasado. El bombardeo masivo había terminado.

Todo quedó tranquilo unos segundos, unos segundos en los que Stukov se permitió recordar las palabras de su padre. Todo queda en silencio antes de que aparezcan los bichos. Pero fueron los disparos de unos soldados en el flanco, lo que le hicieron volver a la realidad, observando como aquellos obreros comenzaban a aparecer.

¿Cómo cojones han sobrevivido al bombardeo? Bueno... ¡Mejor joder! No quería irme sin darle por el culo a unas cuantas chinches. Pensó, mientras los pelotones ante él marchaban, era momento de moverse y esperó las ordenes para actuar en conjunto. Corrió hacia la posición designada, clavando una rodilla en el suelo mientras apretaba los dientes, y apuntaba hacia el frente enemigo.

Se fijo en el enemigo. Después de todo era el zapador, así que habló por la radio a toda la unidad. - ¿Señor? _{jodernuncasesiestetrastofunciona...} Las fuerzas enemigas estan compuestas únicamente por obreros. Recomiendo el uso de proyectiles incendiarios para maximizar las bajas enemigas ahora que aun se encuentran a una gran distancia, Señor. -

¡aquí no se ve un pijo! tenemos que movernos si queremos acertar a ver algo

al ver que su subordinado se movía hacia la derecha, conforme le informaba iba preparando las ordenes

-¡escuadrón, a stukov, quiero dos filas,! primera fila de rodillas preparense para iniciar fuego de supresión.-dijo mientras echaba a correr tras el.

cuando llego a la posición se arrodillo junto a su subordinado y contemplo el panorama con el arma preparada para la contienda

han sobrevivido mas de los que se esperaba...¡y luego la flota espera colgarse medallas!...cuando los que nos partimos el culo aquí abajo somos mas....

-¡Stukov concentrese en los bichos!, el ataque orbital no es una barra libre, cuando toque...tocara

El doc se había quedado rezagado y apuro el paso para ponerse en formación en cuanto vio el enjambre acercarse como una hambrienta marabunta descontrolada

  -Mieeerda- Exclamo mientras apuraba el paso para no dejar un espacio vacío.

  -Espero que nadie sea alérgico a las picaduras de insectos- Bromeo un poco para relajar la tensión en cuanto llego.

Jhonny avanzaba con ritmo hacia adelante, intentando sortear la oscuridad reinante, cambió su modo de visión a nocturno. El mundo comenzó a tener bordes más claro, las siluetas imprecisas de los infantes que corrían delante eran ahora clarametne trajes de infantería ligera. Todo se veia más detallado, así como la nieve y el hielo que traian la ventizca.

Los disparos de los más adelantados y las rápidas órdenes del sargento hicieron que Frost frenase y realizara un cambio de dirección súbito, señalando a los infantes que venían con él la nueva posición que debían tomar. En cuanto llegó y se arrodilló, preparando su fúsil para disparar, comentó No deberíamos deternos mucho tiempo señor, el teniente nos urge a avanzar!

Avanzamos. el bombardeo ha hecho su trabajo y nosotros limpiamos los restos. Pero de entre el polvo comienzan a aparecer bichos. ¿Como es posible?

Los han machacado y aún así, ahí están, no dejan de aparecer.
¿Tenemos alguna oportunidad contra un enemigo así?

Mis brazos flaquean y mi voluntad se quiebra...