Partida Rol por web

Mia se encontraba algo mejor tras haber recibido atención médica, pero aún distaba mucho de encontrarse bien. Por eso se identificó con el Teniente Hammer cuando le vió salir moribundo del Command Carrier. Yo he estado así... ánimo teniente... No llegó a pronunciar las palabras en voz alta por respeto a su superior. Hay que salir de aquí Mia... hay que tomar la colina para que puedan llegar refuerzos y nos puedan evacuar a los heridos...

García quiero que transmitas lo de la visión infrarroja al resto de los grupos para que tengamos esa ventaja inicial. Quiero que se agrupen en tríos para la siguiente movida gente cuando los tengamos más encima. 

Las órdenes del cabo interrumpieron los pensamientos de la Consejero Táctico. - A sus órdenes, Llorens. - Metódicamente fue cambiando por los diferentes canales de su radio para informar al resto de escuadrones. "Órdenes desde arriba. Formen en tríos en el norte, apunten en zona y altérnense en los disparos para maximizar las bajas enemigas. Usen visión infrarroja a causa de la neblina." El mensaje quedó claro, pensó, antes de volver a sus propias preocupaciones.

... Lo primero es volver a poner los drones a escupir fuego para asegurar el perímetro. Mia asintió para sí misma y se adentró en el Gecko. Lo que vió no la gustó nada: el sistema de comunicaciones parecía parcialmente dañado por un incendio. Mierda... no sé con qué equipo de extinción contamos... ni si podremos repararlo... quizás hackeándolo... Mia recordó su pregunta al capitán en el campamento antes de la batalla, y recordó que aunque difícil, no sería imposible controlar a los TACs desde tierra.

- Sargento, McAllen... el ordenador se encuentra parcialmente dañado. ¿Cuál es su diagnóstico? Opino que, si bien podemos intentar repararlo, otra opción sería hackearlo para que los Consejeros Tácticos controlemos los TACs de forma remota. Aunque arriesgado, con esto evitaríamos tener que dejar un destacamento protegiendo al vehículo y a los técnicos que se habrían de encargar de las comunicaciones.

Mia asintió a las respuestas de sus compañeros y se puso manos a la obra. Tras revisar el estado del equipo para evitarse nuevas sorpresas, conectó su Databox al puerto adecuado y comenzó a hackear el software de comunicaciones para transferirlo a su computadora portátil sin afectar a los protocolos de comunicación. Si todo sale bien, no habrá ningún problema para manejarlos desde el campo de batalla... De por sí no era una operación complicada, pero su agotamiento mental y la amenaza de un incendio que podía ir a más en cualquier momento hacían que la situación fuese extrema. No había margen para el error.

En su cabeza, barajaba diferentes posibilidades para que la Gatling le prestase apoyo a la Eco en la defensa. Se detuvo para comunicarse con su sargento para comunicarle la situación por radio. -Sargento Frost, ya estoy en el frente pero me temo que vamos a necesitar más refuerzos. No tiene mucho sentido dividirnos demasiado contra un ataque a esta escala.- Comenzó a informar. -Se acerca todo un contingente de esos bichos y parece que van a buscar flanquearnos como siempre. Deberíamos apostar un Gecko en el flanco derecho para reforzarlo y frenar cualquier intento suyo para rodearnos. El Heavy Gecko sería de mucha ayuda en el centro de la formación para que puedan disparar el mayor tiempo posible si de verdad llegan a superarnos.- Terminó su breve informe para luego terminar su recorrido.  

-Tranquilos, vamos a intentar abrir esta compuerta- digo mientras me pongo en posición y activo la potencia del traje- Echame una mano- digo al compañero que ha venido conmigo- los de dentro ¡EMPUJAZ!

Intento por todos los medios abrir la compuerta. Si conseguimos abrirla, indico al otro miembro de la pesada que les ayude a salir mientras cubro al sur en busca de algún movimiento.

-Sargento, nos vendría bien un vehículo aquí para poner en pie el MLRS, al parecer puede estar mejor de lo que pinta. S i le parece bien, me quedo aquí hasta ponerlo en pie y luego voy con McNillon, que parece que lo tiene todo controlado por ahora.

Espero a que venga el posible vehículo para poner en pie el MLRS. Va a ser una tarea complicada pero no imposible y de conseguirlo, ganaríamos una tremenda potencia de fuego.

Casi todos los heridos han sido atendidos, con mayor o menor éxito pero es poco más lo que puedo intentar hacer en estas circunstancias. El Teniente ha sido liberado del maltrecho vehículo y necesita atención urgente. Los soldados están ocupados en distintas tareas y por lo tanto no puedo contar con que trasladen al herido a mi posición, sobre todo porque meterlo en el vehículo una vez esté en condiciones es probablemente una de las mejores opciones.

Me muevo con todas mis cosas hacia el Teniente y comienzo a trabaja para mejorarle en lo que pueda. Ha recibido mucho castigo pero es importante que se salve pues es nuestro oficial al mando, además de un muy respetable veterano. Termino de atenderle y luego de eso guardo mi equipo médico y cojo unas cuantas de las cosas que el grupo ha recogido de los caídos y que nos servirán más a nosotros que a ellos. Mientras lo hago, le hablo a los presentes:

 - "Deben meterle dentro de un vehículo para que el frío no le afecte."

Una vez estoy listo, comienzo a apuntar con mi rifle hacia el sur, para estar listo en caso de que aparezcan bichos por ese frente con la intención de rodearnos. Mantengo mi vista fija y mi gatillo presto, preparado para así poder dispararles y detener su avance, dando tiempo a la compañía para organizar la defensa.

El artillero puso el arma, con el soporte para aprovechar la cobertura que tenían desde lo alto de la colina. Al intentar colocar el soporte, resbalaba y tardó más de lo que esperaba. El hielo hacía que el arma no estuvies todo lo firme que quería, mierda de suelo helado, refunfuñaba  sacó el cuchillo, y comenzó a acuchillar el hielo, en unos cuantos golpes el soporte ya parecía mas estable. Estaba en posición, preparado para la oleada, o al menos eso es lo que quería creer.

El estado del teniente era deplorable, quizá podía ser salvado. Aunque todo eso fuera una esperanza efímera, Frost se aferró a ella.
Se arrodilló junto al veterano soldado, con respeto y compasión. Aún en aquel estado, mantenía la frialdad que lo caracterizaba.

-Sargento Frost- se escuchó la voz ahogada del teniente entre una tos continua acompañada de sangre, -necesito un informe completo y detallado de lo que sucede, no duraré mucho- indicó señalando el feo agujero en su estomago.

- Teniente Hammer, señor - comenzó con voz lenta - Hemos tomado la colina, con graves bajas, incluyendo la Sargento Odonell - se esforzó por hablar firme y claro.

- Los supervivientes estamos armando la defensa contra un numeroso contingente enemigo que se acerca desde el noreste. Hemos perdido a los TAC, pero estamos intentando recuperar el control, así como recargando los geckos - Terminó de informar al teniente mientras Tarcus ingresaba al Carrier. Dejó que el médico hiciera su tarea.

- Sargento, McAllen, el ordenador se encuentra parcialmente dañado. ¿Cuál es su diagnóstico? Opino que, si bien podemos intentar repararlo, otra opción sería hackearlo para que los Consejeros Tácticos controlemos los TACs de forma remota. Aunque arriesgado, con esto evitaríamos tener que dejar un destacamento protegiendo al vehículo y a los técnicos que se habrían de encargar de las comunicaciones.

- García, vamos por esa opción, el ordenador se está incendiando y mantener el carrier operativo nos será demasiado costoso. Debemos salir todos de aquí. Tarcus, luego de atender los heridos hay que subirlos al Gecko ambulancia - 

- "Deben meterle dentro de un vehículo para que el frío no le afecte."

- Si, y el vehículo debe venir hacia acá, no podemos moverlos en ese estado - 

-Sargento, nos vendría bien un vehículo aquí para poner en pie el MLRS, al parecer puede estar mejor de lo que pinta. S i le parece bien, me quedo aquí hasta ponerlo en pie y luego voy con McNillon, que parece que lo tiene todo controlado por ahora.

- Entendido, coordinaré eso ya mismo Rivas, cuando puedas ve a apoyar a McNillon - 

Dicho esto, Frost salió afuera del vehículo para comenzar a coordinar las acciones planeadas.

-Sargento Frost, ya estoy en el frente pero me temo que vamos a necesitar más refuerzos. No tiene mucho sentido dividirnos demasiado contra un ataque a esta escala.- Comenzó a informar. -Se acerca todo un contingente de esos bichos y parece que van a buscar flanquearnos como siempre. Deberíamos apostar un Gecko en el flanco derecho para reforzarlo y frenar cualquier intento suyo para rodearnos. El Heavy Gecko sería de mucha ayuda en el centro de la formación para que puedan disparar el mayor tiempo posible si de verdad llegan a superarnos.-

- Recibido, McNillon - respondió por la radio del escuadrón - Rivas irá enseguida a apoyarte, en cuanto terminemos aquí con los heridos y el MLRS iremos a reforzar el noreste -

Dicho esto se puso a dar órdenes a los conductores de los geckos para que uno ayude a Rivas a enderezar el MLRS y el otro se acerque al carrier para poder subir a los heridos. 

Hans escuchaba las órdenes, pero ya estaba cerca de la línea de defensa, donde sería más útil, así que optó por terminar de avanzar hasta su posición y echar un ojo, no fuera que ahora los malditos bichos fueran a adelantarse o algo y les cazaran en bragas de una forma brutal.

El caos típico de un grupo dirigido por inexpertos como somos al no tener al Teniente impartiendo orden y coherencia hace que las órdenes sean contradictorias e imprecisas y eso nos puede llegar a costar la vida a muchos si no es a todos. Pero se la haremos pagar caro, eso que no les quede lugar a dudas. - Todo aquel que no tenga tarea asignada por Frost lo quiero formando una línea con el resto de las unidades que ya están ahí. Vandel y McNillon los quiero vigilando (percepción) hacia donde vienen los bichos. Todos los quiero con visión infrarroja para ver bien a los bichos y disparar apuntando en zona apenas los tengan en la mira, cuando estén más cerca les avisaré para cambiar a visión normal. García quiero que transmitas lo de la visión infrarroja al resto de los grupos para que tengamos esa ventaja inicial. Quiero que se agrupen en tríos para la siguiente movida gente cuando los tengamos más encima. - Tomo un cargador y las granadas que dejaron sin tomar antes que tengamos a todos los bichos encima y no les podamos dar uso para dirigirme diligente hacia la posición para adoptar un lugar firme y apuntar al por ahora vacío espacio delante nuestro mientras el suelo comienza a temblar.

Stukov se quedó de pie tras dejar al Teniente Hammer en la nieve. Desde aquella posición, lo miraba con una mezcla de esperanza y pena. Esperanza, por que aun seguía con vida. Pena al ver su estado, lo destrozado de su cuerpo. Así quedó de pie, sujetando la morita entre sus dedos mientras el sol asomaba sobre el horizonte. Mientras el Sargento Frost habló con el Teniente Hammer, Stukov no se movió por una mezcla de admiración y respeto hacia ambos hombres.

Tras ver el estado de los ordenadores del Gecko, sin duda que Mia pirateara y controlara los UAV le patecía la mejor opción de lejos. Defender solo un punto era de lejos, mucho mejor que defender dos puntos distintos. Cuando el Sargento acabó de dar ordenes y no le dio ninguna espeficica a él, supuso que quería que le siguiera a ayudar con el MLRS.

Por eso se acercó hasta donde estaba Rivas para ayudarle a abrir la puerta y sacar a los técnicos que había dentro.

La batalla se avecinaba, ya no había mucho tiempo para preparativos. A aquellas alturas lo mas importante como bien sabían todos era estar lo mas listos posible considerando solo lo que estaba a su alcance. Considerando ello, muchos de los infantes se habían reunido ya en el noreste de la cima para presentar batalla a las fuerzas del imperio arácnido que avanzaban hacia ellos. Habían ya montado los Heavy Geckos cerca de ellos para mantenerlos cubiertos de los ataques repentinos. Con ello no solo contaría con el poder de su cañón sino también con el de su ametralladora pesada, eso sin contar también a los otros Geckos que estaban por tomar posiciones.

Hacia el sur los infantes seguían trabajando en el Gecko Commander, aunque era muy difícil precisar que estaba sucediendo allá. Algunos rumores apuntaban a que se había salvado convida al teniente Hammer, otros a que el Commander se estaba incendiando, incluso había rumores acerca de que el MLRS ya iba en camino.

El grupo de infantes se había junto al teniente el cual estaba gravemente herido. Los médicos Samantha Garcia y Tycho Tarcus habían llegado ya para atenderle. Su impresion al verlo fue tal que por un momento se quedaron pasmos; el teniente se encontraba lleno de heridas, muchas de ellas graves, tenía destrozadas las piernas y una de ellas incluso tenía unida la parte inferior ya solo por trozos de carne y ligamentos; su estomago había sido perforado por algo y muchos de sus órganos internos asomaban envueltos en sangre. Actuando rápidamente, y sobre todo con la ayuda de la camilla que traía Samantha, lograron estabilizar al teniente quien a duras penas intentaba aun hablar con el sargento Frost a pesar de la constante insistencia de los médicos de no hacer nada de ello.

-Están solos- indicó el teniente con una voz muy suave, -el frente esta cayendo allí abajo- dijo haciendo alusión a la batalla que se libraba a algunos kilómetros hacia el sur de la colina de fuego. -Nadie vendrá a auxiliarnos. Formen sus filas compactas en la cima y resistan todo lo que puedan. Usen los Geckos para hacer fuego cruzado desde los flancos y mantener fuerte el centro del frente. Pero si el enemigo sobrepasa sus líneas y todo se ve perdido, busquen una vía de escape y retírese salvando a la mayor parte de tropas que pueda. Se de la muerte de Odonell, busque a Miller, dígale que el está al mando, que se aseguré de resistir lo mas que pueda, si el cae, tome usted el mando-. Tras aquella corto conversación en la que le costaba mucho hablar, el teniente fue llevado en la camilla hasta el Gecko Armored que ya se encontraba allí. Y mientras se alejaba, sumido en delirios, aun se le podía escuchar recitar algo que parecía ser un poema.

-He derramado mi sangre en la batalla
Elogiado el valor de mi enemigo...-

Mientras aquello acontecía, Rivas, Stukov y otros lograban liberar a los técnicos operarios del Gecko MLRS quienes habían quedado atrapados en la cabina. Y aunque estos se mostraron muy agradecidos, su primera reacción fue la de revisar el estado de su vehículo, y su reacción fue bienvenida por todos. Al parecer el vehículo se encontraba bien, solo habían que ponerlo derecho de nuevo y destrabar el sistema de recarga de los proyectiles que se había atorado con el golpe.

Segun les explicaban los técnicos, el MLRS contaban con 3 rondas de carga para sus 6 lanzaderas, pero estas tardaban cerca de un minuto en recargarse y justo antes del impacto con aquel inmenso bicho que había surgido de la nada, estaban recargando la ultima ronda.

Tras liberar a los técnicos que estaban atrapados en el coche, su mayor preocupación fue como colocar el MLRS recto una vez más. Comprobó el estado del MLRS y tras largos segundos, vio cual sería el mejor punto para atar el lizard line. - Frost, Señor. Podríamos enganchar las cuerdas a ese eje y que tire mientras usamos el gato del vehiculo así como empujamos nosotros para poner en pie el MLRS. - Señaló los puntos donde él pondría los anclajes, mientras sacaba el lizard line y se lo cedía a Frost para que lo atara. Por su parte, colocó el gato hidráulico en posición para usarlo en la maniobra de poner en pie el Gecko.

Después, activó el gato hidráulico y comenzó a empujar cuando el armored comenzó a tirar. - Cuando diga, señor. - Y cuando Frost dió la orden, empujó con todas sus fuerzas.

Pese al incendio y al agotamiento físico y mental, la Consejero Táctico progresaba en su labor. El hackeo requería su tiempo, así como la programación del software de control de los TAC en su Databox, aunque tampoco demasiado. - ¡Dadme un minuto! - comunicó por radio a sus compañeros, que parecían precisar de ella en el frente o en el volteo de un MLRS. Sigue así Mia... vas bien...

Dime que me puedes pasar la forma de piratear la computadora...

Mia saludó a Brocheta con un gesto de la cabeza. Se alegraba de tenerle a su lado para echarle una mano - Negativo McAllen, a no ser que tengas otra Databox tú. Si la tienes o la consigues, podría instalarte el software de control de los TACs. Pero todo apunta a que yo voy a tener que dirigir a los nueves drones con los que contamos. Ahora, si quieres puedes echarme un cable combatiendo el incendio o accediendo por otra interfaz para mantener operativo el computador en caso de que algo falle en el control remoto. Para eso no hace falta saber hackear - añadió con una sonrisa al ver su cara de preocupación.

-Atención todos, veo la masa acercarse. Estimo que como mucho tenemos cinco minutos para tenerlos encima. Están a unos 900 metros y avanzan unos 200 por minuto -se mantuvo firme aguantó la posición aun sabiendo lo que se le venía encima. Ahora había demostrado que era un soldado, la sangre le había hervido y aun así había causado grandes bajas. tenía que mantener el ritmo.

Frost escuchó las últimas órdenes del teniente en silencio. Lo que le comentó no parecía prometedor, pero al menos era mejor saber claramente con las posibilidades con que contaban.

- Entendido señor - comentó con voz queda mientras retiraban su cuerpo maltrecho para darle las últimas con una inyección de morfina.

- Yo aviso a Miller y voy a intentar salvar los drones -

Jhonny le devolvió la mirada al soldado Brocheta y simplemente asintió en silencio. La cadena de mando se destrozaba pero ellos estaban preparados para seguir, al menos darían una lucha feroz hasta que caiga el último hombre. 

Una vez que hubieron retirado al teniente Hammer, el sargento comenzó a ayudar a Rivas, Stukov y los demás infantes a poner en pie al MLRS. Tomó su lizard-line se acercó al gecko, haciéndole señas a los demás para que lo imitasen.

- Es como hemos discutido soldados, enganchen  la cuerda allí y luego allí - movió los brazos señalando los mejores puntos para poder hacer los anclajes y atar las sogas de manera eficiente.

Una vez que lograron engancharlo con todas las sogas que tenían a mano, Frost tomó un respiro y habló por la radio - Llorens, ¿cómo va eso, están cargados los heavy geckos? - con el corazón pesado era complicado seguir, el cuerpo tiraba para abajo y la situación lo hacía pesar mucho más.

- Ahora si, infantes, a mi señal empujamos todos y deberían arrancar el gecko con la mayor fuerza posible - colocó su cuerpo es posición y encendió los servos de la armadura, la vibración le hizo saber que estaban listos y funcionales.

- listos... ¡ahora! - el grito fue acompañado de un esfuerzo combinado de todos sus músculos, ayudados por los motores del traje.