Coriander se agachó con mucho esfuerzo y le rozó la cara. Cage recuperó el color en las mejillas casi al instante.
-Si vuelves a tocar cualquier cosa te juro que te utilizo para hacer caldo... -murmuró en su oído a la vez que se levantaba.
Motivo: Curar
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+1)=8
Recuperas 8 pg, así que te quedas en 7.
Motivo: con gato
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 12(-1)=11 (Exito)
Motivo: enfermedad
Tirada: 1d3
Resultado: 3
Enfermedad en 3 días.
Abrí los ojos, sintiéndome algo desorientado. Cuando vi el lugar me di cuenta de donde me encontraba y de lo que había pasado. Escuché las palabras de Coriander y una sonrisa divertida asomó en mi boca.
No te preocupes. Solo los humanos tropiezan dos veces con la misma piedra... Mantendré mis manos alejadas de ahora en adelante.
Me senté en un banco para respirar y centrarme. Tenía que empezar a tomarme las cosas más en serio. Si no llega a ser por Coriander y los demás habría muerto.
Horgus se aproximó al cuerpo del clérigo muerto y lo movió con la punta de la bota. Se acuclilló a su lado y le revisó las pertenencias. De la bolsa del cinto sacó dos pociones que Aravashnial identificó como de Curar heridas leves y que Horgus en persona se ocupó de poner en manos de la aasimar sin una palabra al respecto. Al quitarle el anillo de oro de la mano, descubrió algo que le impulsó a levantarle las mangas de la túnica. En la piel momificada podían verse varios tajos en las muñecas, profundos hasta el hueso.
-Mmmm... ¿Marcas de suicidio? Je. El enano no pudo soportar el encierro, ya veo.
El elfo se había acercado para identificar las pociones después de que le dieran vía libre para hacerlo. Cruzado de brazos y apoyado en el banco, dijo:
-Creo que se trata de una huecuva. Son muertos vivientes que poseen los cuerpos de clérigos que rechazaron a los dioses que servían. Si este clérigo murió antes de haber confesado sus pecados y haberse puesto en paz con Torag, la huecuva se sentiría atraído por él y lo poseería. Habéis hecho una buena acción. -Por primera vez lo vieron sonreír. Antes de haber perdido los ojos, había sido un elfo apuesto-. Curad vuestras heridas y prosigamos. Intuyo que pronto encontraremos la salida.
Anevia se abrazó a sí misma después de comprobar que la cabeza de su flecha se había roto contra el banco y que era irrecuperable.
-Brrr... ¿No hace un poco más de frío de repente? -Miró hacia la puerta por la que habían entrado-. Vámonos, sí. Necesito saber si Irabeth se encuentra bien...
Motivo: flecha? par si
Tirada: 1d2
Resultado: 1