Partida Rol por web

La Ira de los Justos - La incursión de la Herida del Mundo

3. Entre las ruinas

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17/02/2015, 21:38
Narración

Anevia encontró un varita, un vial de poción vacío y otro lleno y un símbolo de Abraxas.

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17/02/2015, 22:21
Anevia Tirabade

Anevia le enseñó el símbolo impío al paladín. Con la cara muy seria. Y triste. 

—Mira. Devoto de... no quiero pronunciar su nombre. Quizá deberíamos llevárnoslo para que sea juzgado, porque información útil no nos va a dar, me parece. Juzgado ante las autoridades, en la Plaza Mayor. Esa que han reventado, y unas autoridades que han masacrado. Venía aquí a matarme y dejarme encima de la cama para que me encontrara mi mujer... Estamos en guerra, y estoy segura que esto no es lo correcto— tomó su espada corta y la clavó en el corazón del ser— pero si hay otro camino, yo no lo veo, cuando no podemos ni destapar su boca por si nos embruja como a Liliana o si invoca más demonios. 

Entregó la poción y la varita a la bruja, por si podía descifrar sus secretos. 

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17/02/2015, 22:31
Aravashnial

-Es lo correcto. Aquí y ahora, lo es -sentenció Aravashnial.

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18/02/2015, 17:21
Ioseph Merrion

Ioseph cerró los ojos cuando Anevia mató al semiorco, y tuvo que resistir la feísima tentación de preguntarle qué hubiera decidido Irabeth. Ni siquiera conocía personalmente a la paladina, y no podía suponer que una sierva de Iomedae no hubiera hecho exactamente lo mismo que Anevia.

Sin decir una palabra se levantó y salió detrás de Liliana.

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18/02/2015, 21:14
Liliana Drauss

Ioseph no tuvo que andar mucho. Liliana estaba llegando a la casa de Anevia, avanzando con cautela y con el escudo alzado frente a ella. Cuando vio al paladín, soltó un suspiro de alivio.

-¿Estás bien? ¿Estáis todos bien? Yo... perdón. Sólo podía pensar en salir de ahí dentro, en... en alejarme de ese loco. Espero que no hayan herido a nadie por mi culpa...

Pero la expresión de Ioseph no era precisamente de triunfo, a decir verdad. Eso hizo que la andorana se preocupase sobremanera.

-Oh no... no tienes cara de traer buenas noticias.

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18/02/2015, 23:34
Ioseph Merrion

La expresión de Ioseph se suavizó un poco al ver que Liliana estaba ilesa. Se acercó a ella trotando y la cogió de la mano que no sostenía el escudo.

-Menos mal que estás bien. No te preocupes, hemos vencido y... Bueno, está muerto. Todo ha salido bien -aseguró, mientras ponía una cara que parecía decir lo contrario.

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18/02/2015, 23:37
Anevia Tirabade

Anevia,  una vez muerto el ser, se levantó y cojeó, buscando en su casa algún signo de que Irabeth estaba viva y bien. Sus movimientos se volvieron algo nerviosos, frenéticos quizás. Los pensamientos volaban por su cabeza. Quería matarme para hacerle daño, ¿Verdad? ¿Verdad? Ella estará bien... tiene que estarlo. Le daré una alegría. Si no me vio caer y se lanzó como loca a por los demonios... no, Irabeth no haría eso...

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18/02/2015, 23:49
Narración

Anevia conocía el lugar indicado. En ese mismo dormitorio había un cajón secreto en el suelo, bajo la cama. Tanteó con los dedos hasta encontrar el agujero que le permitiría mover la placa de madera. En el interior encontró un trozo de pergamino y cinco viales de poción. Dos de ellas eran de invisibilidad. Las otras tres eran de curar heridas moderadas.

El pergamino decía lo siguiente:

Mi queridísima Anevia,

Si estás leyendo esto significa que sigues viva, como me imaginaba. ¡Gracias a los dioses!

Yo me encuentro bien y me dirijo al Corazón del Defensor, donde se está preparando la defensa de la ciudad. La contraseña es Platafuerte. Ven a encontrarme tan pronto como te sea posible. Usa las pociones que te dejo para atravesar la ciudad sana y salva.

Te esperaré con el corazón en un puño. Sé que puedes conseguirlo.

Te ama,

Beth.

El Corazón del Defensor era una posada construida en piedra, un edificio fortificado que se hallaba al noreste.

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19/02/2015, 00:15
Kevveon Gunn

P...Perdonad, no me gustan los sitios estrechos y menos cuando hay enjendros que quieren matarme y los tajos vuelan de aquí para allá- Acarició nervioso a Sor Alas Negras, que graznaba con tanto alboroto.

-Aunque ya tarde es para ese pobre diablo, si de una situación de calma y normalidad se tratase, veo correcto la captura y consiguiente juicio, con pena de encarcelamiento o lo que tercie... Pero creo que si, era lo que había que hacer, si.

¿Y bien? ¿a donde ahora?

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19/02/2015, 00:24
Anevia Tirabade

La mujer pegó un brinco nada más encontrar la nota. Sin sentir el dolor de la pierna. Reconocía la escritura de su esposa. Se puso a llorar, pero todo el mundo pudo ver que eran lágrimas de alegría porque la sonrisa que las acompañaba no le cabía en el rostro.

—Mi... mirad... ¡Sigue viva!— Enseñó la carta a Coriander, Horgus y se la leyó al mago elfo— tengo que responder— tomando cálamo y tintero escribió al otro lado de la carta que la había leído y se dirigiría ahí. Que había descubierto que los templarios de Baphomet eran los responsables de todo y que si no lo conseguía, había unos inocentes escondidos en una posada y unos mestizos nobles que vivían en las profundidades. Que la quería y que llegaría a ella, en esta vida o en la otra, si los demonios la mataban por el camino. 

Salió y sonrió a Ioseph y a Liliana. —Venid dentro, tenemos que repartir estas pociones y organizarnos. ¡Irabeth sigue viva! ¡Y está organizando la defensa y el contrataque! ¡Esa es mi Beth!

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19/02/2015, 00:36
Kevveon Gunn

-Vaya, me alegro muchísimo. Entonces quizás lo más correcto es apoyarles, osea, ir al Corazón del Defensor y aunar fuerzas. Tener una base establecida desde donde coordinar los ataques y recuperar lo que es nuestro.

-¡NUESTRO!- El cuervo apoyó las palabras de su amo con decisión. 

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19/02/2015, 00:41
Aravashnial

-Me alegro mucho de que siga viva, Anevia. -El elfo sonrió-. Creo que lo mejor es que hagamos lo que dice Kevveon. Desde Corazón del Defensor podríamos realizar las misiones de expedición necesarias para registrar los pisos francos de los cultistas.

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19/02/2015, 01:01
Horgus Gwerm

-¿Y no sale mejor que me llevéis a casa primero?

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19/02/2015, 14:15
Liliana Drauss

Al oí eso, Liliana se alegró mucho por Anevia, pero a la vez sintió miedo. Fortificarse en un lugar donde refugiar a gente y organizar una resistencia es lo que ella, Kale y Sibiella habían intentado hacer, y nada menos que en el templo de Iomedae. Eso había acabado con el templo destruido, los refugiados de su interior aplastados, y la sacerdotisa muerta. Pero la verdad es que probablemente la esposa de Anevia estaba con gente más capaz que una única guardia de la ciudad, una sacerdotisa y una escritora. Quizá su intento salía mejor. De veras lo esperaba.

-Bueno... la verdad es que deberíamos acompañar al señor Horgus a su casa antes, ¿no? Bien que hemos pasado por casa de los demás. Luego, quienes quieran luchar pueden ir a encontrarse con la esposa de Anevia.

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19/02/2015, 17:42
Ioseph Merrion

Ioseph soltó la mano de Liliana y se volvió hacia Anevia, aún afectado. Eran buenas noticias, pero la conmoción por lo que acababa de suceder le impedía alegrarse tanto como, indudablemente, se hubiera alegrado en otras circunstancias.

-Y la Biblioteca queda cerca de casa de Horgus. Podríamos echar un vistazo allí, ya que vamos de camino. Y... Liliana... ¿Sabes algo del templo de Shelyn? -preguntó, casi tímidamente, y definitivamente asustado por la que pudiera ser la respuesta de la escritora.

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19/02/2015, 19:09
Anevia Tirabade

-De verdad que la posada está muy cerca de aquí -insistió Anevia-. Horgus, sé que estás deseando volver a casa, pero estamos tan cerca de llegar al único lugar donde estaremos a salvo de verdad... Además, en cuanto le digamos a Irabeth que queremos ir a limpiar los pisos francos vendrá con nosotros, no tengo la menor duda. Tardaremos menos en llegar a tu biblioteca, Aravashnial, y a casa de Horgus, e iremos más seguros.

Notas de juego

Penejotizo a la pnj para meter presión y aligerar la discusión de a dónde vamos :P Lo que dice es bastante razonable y no os vendría mal una base desde la que actuar.

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20/02/2015, 13:57
Liliana Drauss

-No sé nada del templo de Shelyn, Ioseph, lo siento. En realidad, iba tan estresada cuando llegué que ni siquiera me pude pasar a rezar ahí antes de que empezase... todo esto. ¡Menuda escritora que soy!

Se volvió hacia Anevia.

-De acuerdo. Yo no me conozco la ciudad en absoluto, así que me fío de tu criterio. Pero que alguien me cuente eso de los pisos francos, por favor...

Notas de juego

Master, ¿hay templo a Shelyn en Kenabres?

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20/02/2015, 18:16
Ioseph Merrion

Ioseph asintió, entristecido. Pronto se dirigiría al templo y sabría qué había sido de los sacerdotes. Pero primero tenían que llegar al Corazón del Defensor.