Partida Rol por web

La Ira de los Justos - La incursión de la Herida del Mundo

2-1b. Tras la tempestad

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07/06/2014, 13:22
Kale

-De acuerdo. Ya tengo una daga, pero nunca se sabe cuándo vas a necesitar una de emergencia -dijo Kale. Se puso la capa a los hombros y se ciñó la daga al cinto. Las pociones las guardó en la bolsa que pendía junto a las dagas. Al mirarse desde arriba no pudo reprimir una sonrisa-. ¡Soy sólo una guardia de ciudad, pero mírame! Cuando Ioseph me vea no se va a creer que sea yo.

Parecía que la guardia había interiorizado por completo que su hermano seguía vivo y no cabía duda alguna de ello.

-¿Estás lista? Podemos salir cuando quieras.

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07/06/2014, 13:35
Liliana Drauss

-Una última cosa -dijo Liliana con una sonrisa-. Creo que después de matar un demonio, varios saqueadores, y salvar vidas, te has ganado más que de sobra el derecho a vestir una armadura de cruzada. Y, aunque está un poco magullada, me parece que es más robusta que la que llevas ahora.

Le presentó a Kale la coraza que le habían entregado al llegar a la ciudad. Hasta ahora había logrado la increíble hazaña de mantener con vida a una pobre escritora como ella, que nunca había luchado a muerte antes; estaba segura de que también cumpliría a la hora de proteger a Kale.

- Venga, me toca a mí ayudarte.

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07/06/2014, 13:42
Kale

Kale sonrió con orgullo mientras Liliana le colocaba la armadura. Apretó los labios y cerró los ojos, aceptando un momento tan solemne como sólo cabía hacer, y al terminar elevó una plegaria a Iomedae en busca de valor.

-Salgamos de aquí. Tenemos que buscar al resto de cruzados.

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07/06/2014, 21:11
Liliana Drauss

-Estoy de acuerdo -respondió Liliana. Terminó de guardarse el resto de cosas que había encontrado en el alijo, se fijó el escudo al brazo, y fue hacia la puerta.

En parte, no había perdido la esperanza de encontrar a Sibiella y a la niña que la había curado. La sacerdotisa estaba en muy mal estado cuando la dejaron, sabía que era casi imposible que siguiese viva... pero si la encontraban, ahora por lo menos tenían esas pociones, que podrían ayudarla. Y si no, por lo menos quería encontrar a la pequeña.

Tras coger aire, salió al exterior.