Partida Rol por web

Tras la orden del jefe de los draconianos, una lluvia de flechas cae sobre el grupo. Tras el ataque percibís que en cada uno de los árboles se esconde un Kobold con armas de alcance, dispuestos a cargarlas con proyectiles para ser lanzados de nuevo hacia la misma posición.

Lo que es inminite sucede muy rápido, y en escasos segundos Methgar decide tomarse la revancha sobre uno de los cuatro guerreros de enfrente. Apunta a su cuello, a un punto vital, pero la flecha rebota en el casco de la criatura y se pasea ligeramente sin llegar a penetrar en la carne (-7 pg). Tras la amenaza, los cuatros kóbolds deciden esperar un poco más, en cuanto el Valletano erra su ataque no dudan en lanzarse al ataque con sus cimitarras. Detienen fácilmente el ataque, dos de ellos cortan con sus armas al humano (-9pg). Seguidamente, Miyanuviel aprovecha el momento y se concentra para determinar el lugar exacto en el que ejecutar su hechizo. Tras asegurarse de que Marpilla continúa aún viva, pues en ese instante el jefe la hace entrar a empujones al interior de la cabaña, la ayuda de un grito, desata el poder de su conjuro; Varios árboles de enfrente comienzan a agtarse y a retorcese mientras se escucha gruñidos de dolor de esas criaturas como están siendo aplastadas por la fuerza de la naturaleza.

El travieso Racalín lanza un chorro de fuego contra el enemigo, y se aprecia como uno de ellos arde completamente y cae al suelo sin vida, justo el que momentos antes había dañado la propia Methgar. El otro queda calcinado, pero aparantemente aún contiene algo de fuerzas.. La repentina aparición de Gárret es un plus para el combate, pues toda ayuda siempre es bien recibida. Por la senda carga en su honda una de sus piedras y la lanza al kóbold más cercano. La piedra pasa muy cercana a la criatura, sin embargo, choca con fuerza contra una de las ramas haciéndola rebotar hacia ninguna dirección en concreto.

La clériga, tras abrir los ojos de nuevo ve como tiene a dos de esas criaturas encima, casi sin tener tiempo siente como las armas el enemigo atraviesan su armadura y penetra en la carne. El frío acero le hace maraerse un poco al notar como extrae el arma manchada en sangre. (-12 pg)

Los ´kobols mantienen el equilibrio sobre las ramas, parecen estar muy acostumbrado a ello. Tras ver la repentina aparición de un mediano por la senda, cinco de ellos cambian la posición a la orden de uno de los Kóbolds.-

-¡Jasi`m!-

Al instante cinco flechas vuelan hacia el, y dos de ellas le pasan factura, dañándole en brazo y muslo. (-6 pg). Tras el ataque se ven realmente amanezados por los movimientos misteriosos de los árboles cercanos..

Un poco más abajo, Methgar y Racalín sienten como están siendo atacados de nuevo por esas criaturas de los árboles. El que corre peor suerte es el mediano, que insta por descrubrir que ha sido su atacante (-5 pg).

Mientras tanto el jefe de la manada entra al interior de la cabaña..

 Viendo que a pesar de sus defensas los kóbolds logran atravesarle con sus armas, el valletano cambia de postura y sin miramientos, tras girar hacia la derecha, dejando unos de los guerreros entre él y la sacerdotisa le lanza un potente golpe al guerro dracónico. Antes de finalizar el movimineto horizontal con su curva espada, la hoja de la misma se carga de un estraño crepitar de energía eléctrica...

 Elgolpe supera las defensas del guerrero y el filo impacta límpiamente en el cuerpo, dejando una larga herida. Pero además una poderosa descarga eléctrica sacude ferozmente al dracónico.

Ella había esquivado limpiamente esta segunda andanada de flechas pero alguno de sus compañeros comenzaba a estar gravemente herido. Por eso, al ver a Miya atacada por dos de los guerreros no dudó en acudir en su ayuda.

Si logro acabar con uno de ellos lo tendrá mucho más sencillo con el otro...

Rápidamente se movió unos pasos a su derecha para quedar en línea recta con su objetivo* y tomándose su tiempo apuntó a una zona vulnerable de su pequeño cuerpo. Una vez más el disparo fue certero y la flecha se clavó profundamente..

La piel de las manos de Querelar se vuelve un tanto tráslucida, revelando el hueso y los músculos bajo esta. Al revelar la palabra arcana correcta desvía su arma hacia el draconiano que está junto a la clériga, nada puede hacer por esquivar el ataque y la armadura de placas metálicas hacen que el contacto electrizante sea aún mayor -muerto-. Methgar, una vez más hace gala de su arma preferida y de un plumazo se carga al Kóbold que molestaba a Miya. La flecha ha quedado entre ceja y ceja, atravesando el casco de la criatura, la cual cae de espaldas al suelo y sin vida -muerto-

El último que queda de los guerreros mira a su alrededor, todos muertos. Deja caer su arma y señala al cielo, como si hubiera visto alguna criatura terrorífica que surca los cielos, seguidamente corre hacia la cabaña escapando del combate..

Me quedo satisfecha al ver los árboles retorcerse, aunque aún no tengo claro del todo el efecto que he podido conseguir. Al ver que tanto Querelar como Methgar acaban con la vida de esos guerreros aprovecho para hechizar magia curativa y sentir como fluye para regenerar parte de mis heridas.

-Sanitarium-

 Gárret prepara con cuidado otra piedra en su honda para lanzarla al mismo objetivo de antes, un kóbold escondido entre las ramas de una robusta encina, que ésta vez esquiva una piedra que no iba muy bien encaminada hacia su cuerpo. Luego en un esfuerzo por no ser atravesado otra vez por las flechas de los canes, se arrima al árbol del mismo kóbold al que intentó matar de una pedrada, esperando que la nueva cobertura proporcionada por el árbol, le hiciera bajar para ser asesinado.

Había escuchado leyendas acerca de vuesta valentía, perros, ahora se que eran falsas, que sois una panda de cobardes. - Saca las dos espadas con las que había luchado en múltiples ocasiones, confiado de su éxito.

En cuanto se retira el kobold pienso: todos son iguales,se cren muy fuertes cuando están en grupo pero cuando se sienten inferiores son una mierda pinchada en un palo...ah..ah..me quejo de dolor pues los flechazos de dolor empiezan a escocer.

Observo como Miyanuviel Heartsong conjura su magia divina para regenerar sus heridas y le insinúo:serías capaz de hacer lo mismo conmigo?.Sonrio,aunque no es una sorisa alegre.

Sea como sea,saco de mi zurrón una poción y me la bebo.

Gárret decide acercarse al tranco tras lanzar una nueva pedrada sin éxito, desde allí descubre que podría ser fácil trepar por el áebol, sin embargo, entre tanta rama seca no aprecia del todo bien la posición del kóbold. Un poco más lejos, por la misma zona percibe el movimiento de varios de los árboles como si hubieran cobrado vida. Un kóbold cercano es escupido por esa maleza de enredaderas, como si hubiera conseguido escapar..

Mientras tanto Racalín acude a uno de sus viales y traga el líquido, tras ingerirlo percibe como uno de esos kóbolds consigue salir de la maleza, muy cercano al edificio con techo de paja.

Al parecer dos de estas criaturas han conseguido escapar de esas enredaderas, tras saltar del árbol consiguen aterrizar con buen pie y enseguida cambian sus arcos por mazas y escudos. Aterrorizados por el movimiento de los árboles, deciden mantener la distancia..

Mientras, la lluvia de flechas sigue cayendo sobre el grupo más cercano a la cabaña, tanto las dos elfas como Racalín y Querelar no consiguen esquivarlas del todo y sienten pequeños pinchazos en distintas partes del cuerpo.

ANimada por sus éxitos anteriores, decide probar a atacar a uno de los kobolts de los árboles cercanos* siguiendo con su rutina habitual de movimiento y disparo.

Ánimo chichos, que ya empiezan a retirarse... no les demos cuartel y saldremos vicotriosos!

Una vez más su buena puntería hace que la flecha alcance el blanco pero al disparar hacia arriba esta pierde fuerza y apenas roza al enemigo...

 La situación era deseperada, esos mal nacidos les estaban acribillando, el único lugar donde podían refugiarse y tomar aliento, un poco por lo menos, era justamente donde se refugiaba el líder de los cabroncetes escamosos estos.

 - Id hacia la choza, allí estareís a salvo para recuperarnos un poco, os cubro.

La elfa sabe perctamente que su flecha impacta contra el enemigo. Al intentar esquivar la flecha, el kóbold, resbala sobre una de las ramas y tropieza contra el suelo, agita su cabeza y se reincorpora. (-7 pg)

Mientras sucede esto, el valletano estudia al situación y deduce que puede ser peligroso quedarse a plena vista del enemigo, la choza le parece un buen sitio para obtener cobertura.

Allí pudo ver el grupo entero como acudía el jefe de la manada junto a Marpilla..

Entre todo el barullo que un combate crea a mi alrededor escucho más alto que nada las palabras de Querelar y decido hacerle caso. No seré de mucha ayuda si sigo estando a la vista de esos malditos bichos y no puedo curarme ni a mí misma y el hombre está también bastante herido.

Así pues echo a correr hacia la choza y miro a través de la ventana para asegurarme de que Marpilla está dentro y sigue viva y bien. Si sólo está el jefe con ella podría hacerle una especie de emboscada aunque será difícil colarme por una ventana y no por la puerta, pero el jaleo de la batalla me ayudaría a entrar con más sigilo... pienso intentando sopesar mis escasas probabilidades mientrs me toco las heridas causadas por la última tirada de flechas que lanzaron sobre nosotros.

 Gárret, tras la asombrosa proeza ocasionada por las criaturas a las cuales no acababa de dar forma, cae en que debe alejarse de los árboles si no quiere ser atacado por un mal que no conoce, y antes de pararse a investigar qué es lo que se acerca hasta su posición, el mediano trepa por el árbol, exponiéndose a un posible ataque a bocajarro del kóbold, algo que ahora mismo se la traía al fresco.

Con una pericia un tanto cansada, el guerrero sube hasta la copa del árbol, y se sitúa a la vera del kóbold que se había resistido a sus pedradas, poniéndose a su altura entre el ramaje.

Estás sorda?Le pregunto a Miyanuviel Heartsong.En fin,me las tendré que apañar yo solo...Protectium self..exclama las palabras arcanas justas para invocar una armadura de mago.Seguidamente comienzo a camianr hacia la "choza".

Miya. escucha las palabras de Querelar y no duda en correr hacia la choza, arriesgándose a recibir más flechazos por parte de los kóbolds. Racalín decide seguir a la elfa, aunque este se detiene a mitad de camino y conjura su cuerpo con protección mágica.

Gárret se siente observado por alguien al que no ha conseguido descubrir, por eso cree que es mejor subirse a uno de los árboles. Quizá así tenga mejor visión, en cualquier caso, sube por las ramas y percibe como el dragoncillo se mantiene fijado entre dos ramas allá arriba, dispuesto a soltar su flecha a bocajarro..

Gárret ve como una flecha se clava entre las ramas de apoyo mientras trepa, la siguiente roza su pierna de apoyo pero puede seguir trepando sin problemas (-1 pg). Una vez ha conseguido estabilizarse en el árbol el Kóbold que permanecía en todo momento no duda en dispararle a bocajarro. El proyectil roza su cuello y le hace un rasguño que no le gusta a ningún mediano (-2 pg).

En la zona central siguen lloviendo flechas, Querelar puede ecuchar el silbido de los proyectiles cuando caen desde lo alto. Los Dioses le han acompañado esta vez y varias flechas se clavan en tierra, muy cercanas a sus pies.

Methgar aún con algo de dudas de cual sería la mejor opción; o quedarse a hacerles frente o acudir hacia la choza, siente como un nuevo carro de flechas cae sobre ella. Una flecha logra alcanzarla en un lateral de la espalda, pero sin mayor preocupación que un simple pinchazo (-3 pg).

Racalín cuando acude hacia la cabaña puede ver como uno de esas criaturas sale cercano a las enredaderas empuñando maza y escudo. La verdad que es bastante torpe el ataque del kóbold y al mediano le entra la risa al verlo. Aunque aveces las apariencias engañan y no debería confiarse en demasía.