Partida Rol por web

Querelar, por el hecho de haber gastado varios de sus mejores poderes se siente un tanto agotado, además de que la brulona risa al otro lado de Racalín le precipita en el ataque, desconcentrándolo. Al igual que Methgar que no logra explicarse el porque de tantos fracasos seguidos con su arco y recrimina al instante la ayuda del mediano, recordándole que el peligro aún no se ha terminado.

Por parte de Miyanuviel, la elfa, sigue alejada del peligro actuando como protectora de su amiga. Se mantiene al límite, a la espera de utilizar su arco si fuese necesario.

La criatura sangra, abundantemente mire por donde se le mire. Sorprendentemente consigue esquivar el ataque del Valletano, que no es digno de un hábil guerrero como él, y desvia la flecha de Methgar hacia el techo con la ayuda de su escudo.

Con la furia de un dragón da un alarido como si se tratara de el último golpe y carga contra Querelar.

-Al menos he sido un rival duro. Tendo familia... amigos... he fido un cofarde tofa mi vida..- Sin miedo deja caer el arma al suelo, se arrodilla frente a Querelar y ensancha sus brazos, preparado para sentir el acero sobre su pecho..

Mientras corres, hechas una ligera mirada tras de ti. Percibes como algunas de esas lagaritjas han bajado del árbol, internádose de lleno en la senda que comunica con la cabaña... No te detienes, sigues tu carrera y ves como una llamarada abrasa a uno de los kóbolds que permanecían enfrente de la entrada al edifcio.

Tras ello ves como el kóbold superviviente a la llamarada de fuego, justo en la misma entrada, mantiene un duro combate contra el Valletano. En un momento dado, el lagarto se arrodilla frente a Querelar, suelta su arma ensanchando sus brazos..

Dirías que se está rindiendo, pero ¿por qué?...

 El valletano, atento a su contendiente, pues ya saabe por experiencia reciente que estos adversarios pueden ser duros, bloquea con solvencia el ataque que le lanza el rival. Entonces este le sorprende lanzando las armas, con una mueca de disgusto, le dice.

 - ¡Eso no tenía por qué terminar así! Os di pie a arreglar este encuentro de forma pacífica. ¡Condenados seaís por empujarnos a esta carnicería!- Bajando el tono de voz hasta adquirir un gélido tono, añade.- No quedareís ni uno.

 Sin más el valletano lanza un golpe horizontal buscando terminar con el Kobold.

Dejando para más adelante las consideraciones morales del acto de Querelar, Methgar sale al exterior en cuanto tiene vía libre..

Y para qué necesitáis mi ayuda...?,una vez que el guerrero místico da el golpe de gracia al pobre Kobold,salgo al exterior.Una vez fuera,me quedo mirando el cuerpo del recien muerto Kobold y exclamo: si es que soys unos salvajes...y comienzo a buscar entre las ropas del pobrecillo monstruos.Mi aspecto sigue siendo el de un Kobold.

Jijijijijiji....

El kóbold es brutalmente asesinado por el Valletano, realizando un golpe de gracia contra la lagartija. La entrada a la cabaña queda libre. En ese mismo instante ves salir a Methgar del edificio armada con su arco y mirando en la dirección en la que te habías quedado la última vez, probablemente para saber si aún sigues con vida..

 Gárret se entra en la cabaña desde el camino, apretando en la periferia de sus heridas para evitar el punzante dolor, y entra casi como si fuera la última cosa que quisiera hacer en el día, ante la asombrada mirada de sus compañeros.

Quedan aún unos pocos vivos, me he podido zafar de ellos cuando se posicionaban para atacarme, no estoy gravemente herido, pero mis heridas necesitan sanación.

El mediano rompe la punta de una flecha y la extrae de su hombro con cara de dolor y furia, dejándola caer en el suelo, luego extrae cuidadosamente la punta de flecha alojada en su muslo y se sienta a resguardo en la pared.

Aún queda tiempo hasta que se decidan a venir hasta aquí, ¿Miyanuviel, puedes venir un momento por favor?

La figura del mediano Gárret entre como un tornado en la cabaña. Al ver su estado, sangrando de diversas heridas y sacándose con rabia algunas flechas incrustadas en su cuerpo, dejo con toda la suavidad que puedo a Marpilla en la esquina llena de paja y me acerco corriendo al mediano para hacer lo que pueda con el tiempo de paz que nos queda, si es que ello es posible.

- Esto quizá te escueza un poco... - le digo en voz baja mientras saco vendajes y utensilios varios para el proceso.

-No es necesario, no lo necesito. Ignora sin violencia el bendaje de la elfa, aunque se aprecia claramente como presiona la herida de uno de sus antebrazos con la mano. Se asegura de que Methgar está vigilando la puerta y se encara a Miyanuviel. No hay tiempo, enseguida una manada de kóbolds vendrá hacia aquí... será mejor que estemos preparados cuando eso ocurra. Quizá eso explique el porque del rechazo de las vendas, en cualquier caso la última frase la dice mirando hacia él desconocido Valletano y regresa la vista hacia la elfa.

De camino hacia aquí me encontré con un tal Snake. ¿Te suena de algo ese nombre?- Pregunta raudo, esperando una contestación efímera o un "si" o un "no".

Antes de escuchar la respuesta mira de reojo hacia la puerta, como si estuviera preparado para atacar en cuanto apareciesen esas lagartijas.

Me extraño por la negativa del mediano ante mis vendajkes que ya casi estaba a punto de ponerle tras haber escuchado de su boca que sus heridas necesitaban ser miradas. Luego me doy cuenta de que tras eso también me dijo expresamente a mí que me acercase. E, ilusa de mí, yo pensé que sería para beneficiarse de mis dotes curativas, pero no mucho menos...
Mis ojos se abren desmesuradamente al escuchar el nombre de Snake. Por la cara que se me debe haber quedado ya sé que ha quedado claro que reconozco ese nombre pero, aún así, respondo agachando la cabeza:
- Sí, conozco a ese malnacido. ¿De aspecto pobre y nada cuidado? Forma parte de un grupo de bandidos que me retuvo antes de llegar al pueblo. Marpilla llegó en mi ayuda y por eso pude huir de ellos. ¿Has hablado con él? ¿Qué sabe de nosotros? Lo dudo pero, ¿te ha preguntado por mi? - las preguntas se agolpaban en mi mente y se disparaban veloces a través de mis cuerdas vocales... hasta que me frené esperando respuestas.

-De nosotros no sabe nada. Me preguntó sólo por vos. Se dirigía hacia Aguas Fuertes con la intención de buscarte, no sé cuales eran sus motivos.. de pronyo desapareció delante de mis ojos. Debió de utilizar algún truco que se me escapó para hacerse invisible.

Niega con la cabeza unos instantes borrándose alguna imagen de su cabeza.

Después regresé al pueblo para comunicaroslo, pensé que aún estariáis allí pero me equivoqué. Avisé a Hima de ese tal Snake, que probablemente llegaría un tipo barbudo y nauseabundo a sus tierras, que estuvieran alerta. Tras una breve charla con el oficial me puse a buscarte, y os encontré aquí.-

Se acercan 4 kobolts, en nada los tendremos encima.. praparaos! grita desde la puerta a sus compañeros.

Cumpliendo ella misma con lo que dice, sin molestarse aún en regocer del suelo su espada, avanza un paso para encontrar un mejor ángulo (y no bloquear la puerta a los demás). Una vez fuera tensa su arco dispuesta a acabar con las criaturas que se acercan o al menos disuadirlas de su empeño...

Yo sigo a la mia,sigo rebuscando...nada...,pero al escuchar la advertencia de Metghar,dejo lo que estaba haciendo y digo:

dejádmelos a mi.mi apariencia sigue siendo la de un kobold.Saco mi bastón mágico apunto al grupo de kobolds y menciono:

 <<Katajpupili>>

 Querelar estaba pegado a la pared al lado de la puerta, recuperando la respiración y concentrándose. Un poco a la aspectativa de lo que hiciera Racalín. Pero no pudo evitar dar un par de vistazos a los cuerpos caídos de los kóbolds, especialmente el último de ellos.

 Maldición, esto no tenía por que acabar con otro baño de sangre.

 En cualquier caso su sentido de la supervivencia le había hecho reaccionar de este modo.

Querelar no perdona la vida de ese rufián, a pesar de que el kóbold suplicó por su vida el Valletano no tuvo piedad y realizó un golpe frío sobre su adversario, revanándole la cabeza. Tras ello Gárret entra en la granja con las noticias de que le están siguiendo unos cuanto Kóbolds, Methgar que permanece cercana a la entrada lo confirma mientras ejecuta un disparo con su arco. La flecha consigue acertar a uno de las lagartijas aunque sin mayores daños, ya que el dragoncillo continúa con la carrera.. (-2 pg)

El valletano cercano a la entrada, pero pegado al muro observa al exterior preparando uno de sus hechizos que tan buen resultado le ha dado. Sin embargo, antes de que tenga tiempo para concentrarse una flecha vuela hacia el interior de la cabaña, pasando primero tras la puerta y chocándo contra el muro.

Methgar y Racalín, este último preparado con su extraño cetro y con la apariencia de uno de esos lagartos menciona unas extrañas palabras apuntando hacia el grupo de kóbolds. Todo indica que va a ocurrir algo realmente mágico, sin embargo a simple vista no ocurre nada. En cuando a la elfa, tras realizar su ataque siente como una de esas pequeñas flechas se clava entre su pecho y su hombro (-3 pg), aún así tiene tiempo de realizar otro ataque antes de que los kóbolds se acerquen por completo a la entrada de la cabaña.

Por parte de Gárret y Miya, los dos se mantienen un poco más alejados, conversando entre ellos. Al mediano se le notas más impaciente, y en breve seguro que sale a luchar contra esas peligrosas criaturas.

Los kobolts se acercan rápidamente y pronto los tendrán encima por lo que ha llegado el momento de tomar posiciones. Sin tardanza, Methgar avanza hasta situarse junto al pozo y dispara una nueva flecha contra el enemigo más cercano.

Sin embargo, una vez más, el escurridizo lagarto esquiva limpiamente el disparo de la elfa..

 Viendo que aún faltaba un poco de tiempo antes no se les echaran encima los dracónicos. Querelar se sobrepuso y, teniendo al alcance de la mano a la diestra Methgar, alargó su mano a la vez que murmuraba unas palabras arcanas.

 - No temas.- Advirtió antes de conjurar.- Protus animale...

 Un torrente mágico innundó el cuerpo de la doncella élfica, revitalizándola, sintiendo como un poder crecía dentro de ella.