Partida Rol por web

El hechicero observa no sin cierta repulsión las maniobras de su compañero... Ciertamente es correcto aquel refrán que reza "Un mediano es capas de buscar una moneda en las tripas de un ogro si eso lo hace una moneda mas rico". Comenta burlón no sin observar sus alrededores en busca de alguna señal de peligro.

Me acerco a Racalín y no puedo evitar una mueca de desagrado ante el estado del trasgo que, sin embargo, no parece afectar al mediano.

Miro alrededor por si acaso, buscando el causante de semejante escena, pero entonces el contenido del pergamino encontrado por Racalín, que ya lo leía en voz alta, capta mi atención y varios pensamientos me asaltan...

¿recuperar tótem? ¿¿revivir al Rey Ogro?? ...

Veo al mediano engullendo pan de mala manera mientras habla. Por un momento me siento inclinada a corregir sus modales, pero entonces recuerdo que es Racalín... y me resigno, condescendiente, con un leve movimiento de negación con la cabeza.

-Calma, amigo mío... -digo, dirigiéndome al pequeño- no nos embarquemos en un problema sin haber solucionado otro. -y añado, al ver una ligera decepción en el rostro del mediano- No digo que no echemos un vistazo si vamos a la ciudad -sonrío- sólo aconsejo cautela.

Después de todo, es probable que nos convenga... porque... un ogro...

-¿Vamos a Aguas fuertes, pues? -decido finalmente preguntar.

Nada más hacer la pregunta, recuerdo algo del pergamino.

"Utiliza el viejo barril de fuego de alquimista. Sabes la importancia que tiene."

Hmmm... Si se refiere a algún tipo de trueque, no sé qué podremos ofrecer... ya veremos

La imagen del mediano rebuscando en un cadaver no le causa gran impresión ya que ella misma se había visto obligada a hacerlo en algunas ocasiones que lo requería, no sin cierto desagrado. Aún así, le chocó el hecho de que inmediatamente después se llevase comida a la boca con las manos aún sucias.... Qué se puede esperar de un mediano..

Vayamos pues, además será mejor que nos alejemos de la zona. Si ha sido un animal, y es lo que parece, probablemente este sea su territorio y no tarde demasiado en volver... aunque dudo que quiera comerse a un orco apestoso puede que no le guste demasiado encontrarnos en sus dominios

El pueblo de Aguas Fuertes se alza en la confluencia de los Ríos Delimbyr y Curso Gris. Las boscosas laderas de los montes se elevan sobre la ciudad en el cielo del noroeste. Estos picos cubiertos de nieve y de nubes indican que más alla de la villa de Aguas fuertes y mas allá de sus murallas se extienden territorios salvajes, en los que mortíferos monstruos amenazan a los incautos.

Por suerte para vosotros sabéis que andáis bastante cerca de la villa de Aguas fuertes. Solo estáis a menos de media jornada de viaje. El camino hasta allí se hace largo pero interesante al mismo tiempo. Cruzáis un pequeño valle llamado 'El Valle Gris' y es entonces cuando os acercáis a las puertas de la ciudad; Una gran puerta cruza bajo un alto muro y se abre a las calles de Aguas Fuertes. Varios guardias de aspecto aburrido montan guardia en la entrada. Uno de ellos parece que os ha visto y habla en voz queda a su compañero.

Un guardia de aspecto joven cruza una mirada con los aventureros que se acercan a las puertas. Su aspecto es joven, pero todo el mundo diría que ha debido de vivir incontables batallas a su espalda.

Parece que no ha debido de entrar gente a la ciudad durante varios días y quizá por eso se extrañe. Se tapa la boca disimuladamente pero le escucháis claremente en un susurro.

-Mira. Tenemos a nuevos aventureros...- Después se os gira con un rostro frío esperando vuestras nuevas.

El hechicero aun cavilaba sobre las múltiples implicaciones que se podían deducir de aquel pergamino que arrancarán al goblin, por lo que camino sin detenerse hasta la puerta de la ciudad a lomos de su fiel Emperador. Quizá lo mejor seria avisar a las autoridades locales, si es un ogro de quien hablamos es muy posible que su regreso a la vida no augure nada bueno para estas tierras, ademas nosotros no contamos con recursos si es que se trata de comprar el totem ese...

Sin detenerse Caesar no hace caso de los murmullos que intercambian los guardias, por el contrario, apena sy si parece estar consciente que no se encuentra solo...

Hola amigo!,me llamo Racalín y estos son mis amigos.le digo mostrando con un gesto a mis amigos,venimos a hospedarnos a una de las tabernas,neceistamos descansar.jeje!,y de paso visitaremos la tienda Curiosidades Garman,me han dicho que venden objetos mágicos!!.digo eufórico de alegría.

Dos de los guardias ríen ante la alegría que contagia el mediano.

Uno de ellos, el joven guardia de cabellos largos se levanta y se encara hacia el mediano. Su rostro parecería angelical si no fuese por la gran cicatriz que porta en su rostro: desde la frente bajando por el ojo izquierdo.

-Hacía tiempo que no veíamos a viajeros por aquí Se gira hacia el resto de aventureros y mueve la cabeza a modo de saludo. Acto seguido guía la antención en el mediano pero hablando generalmente. Hemos tardado años en reconstruirla después de la Plaga de Conjuros. Pero al menos sigue en pie..- Mira hacia la ciudad orgulloso dando su aprobación.

-Me llamo Leon Kamen. Pero soy mas conocido como Hojaflecha. Es un honor ver a nuevos aventureros por aquí. Siempre seréis bienvenidos en estas Tierras, no lo dudéis. Si lo que buscais es hospedaje podéis ir hacia la Plaza Sur. Es fácil de entontrar. Nada más crucéis la Gran puerta solo tendréis que girar a la dercha y llegaréis a la plaza- El Capitán se hace un lado para dejaros paso. -No tendréis tanta suerte con la tienda de Carwan. Creo que la estaban reformando ¿Verdad Alfred? pregunta a uno de sus compañeros para estar seguro, cuando este le confirma sigue. De todas formas quizá pueda venderos algo. Preguntad en la posada, suele estar por allí..-

Gracias,amable señor!,seguidamente me dirigo hacia donde me ha indicado el guardia.

El hechicero escucha la conversación pero no pone demasiada atención en ella, aun sigue intentando dilucidar el mejor camino a tomar sin embargo no logra decidirse... Bueno, pues a la taberna, creo que quiero hablar primero con el vendedor ese antes de descansar, quizá podamos sacar algo mas en limpio de todo esto... Dice sin detener el paso de su caballo.

Racalín se adentra en la ciudad dando por terminada la conversación, y poco después Caesar hace lo mismo, aún en su montura. Estoy de acuerdo con lo dicho, de modo que decido seguirles.

Nada resta por preguntar a los guardas, así que me limito a hacer una inclinación de cabeza al pasar al lado de aquel que se había presentado como Leon Kamen.

Al pasar junto a los guardias les dice amablemente Gracias por sus indicaciones y continúa avanzando, ya con el arco desencordado en la espalda para mayor comodidad.

Vayamos pues a la posada, tengo curiosidad por conocer al tal Carwan debe ser... interesante cuanto menos, contesta ya más relajada al entrar en el pueblo.

El Capitán os deja paso y se vuelve al puesto de defensa.

Al cruzar la gran puerta os dirigís hacia la plaza Sur como os ha indicado el guardia. Al entrar notáis un gran ambiente por la villa de aguas fuertes. A pesar de estar reformada se encuentra en muy buen estado aunque los lugareños aún están realizando algunas tareas de construcción. Nada mas entrar, a unos 10 metros encontráis la primera calle que gira a la derecha. Giráis. Cruzáis un par de casas de los habitantes de este lugar y a unos 10 metros más encontráis lo que debe de ser la Plaza Sur.

Carros y tiendas rodean un gran pozo comunal en el centro de esta plaza. Los habitantes se afaman en torno a la zona, comprando comida, ropa y artesanía. A vuestro derecha véis una señal con un pinchel verde de cerveza pintando, proclama la naturaleza de este establecimiento; 'La taberna del Pinchel Verde'. A vuestra izquierda -en otro edifcio diferente- véis la imagen de una señal, de un cuerno de unicornio, un reloj de arena y la leyenda 'Curiosidades Carwan' cuelga delante de esa tienda, pero como os había indicado el guardia parece que está en reformas, aunque en el interior de las ventanas se puede apreciar algunos objetos.

Más adelante os encontráis con las murallas de la ciudad y con otro establecimiento que no se identifica muy bien desde donde estáis y por lo tanto no sabéis que artilugios podrían vender.

Eh,mirad ahí está la tienda...antes de que pueda llegar a oir una respuesta de mis compañeros ,me acerco hasta la tienda,y observo,detenidamente su interior...

Caesar avanza con su caballo hasta las afueras de la taberna donde desmonta lentamente, de uno de sus bolsillo saca un par de terrones de azúcar los cuales entrega a su montura al tiempo que acaricia su crin... Ya, ya, hemos llegado al pueblo, no te preocupes, me asegurare que te traten como Mystra manda.... Algo celoso Argus pica levemente la cabeza de su amo para llamar su atención... Vamos amigo, que el buen Emperador a pasado un mal momento, pero toma.... El hechicero saca de otra bolsa oculta una galleta...

Mientras tanto con la mirada busca algún dependiente a quien encargar su montura.

Al acercarte tan rápidamente hacia la tienda y despegarte de tus compañeros no te perctas que hay algunos aldeanos pululando por el pequeño mercado que te chocas con una mujer. Pero tu sigues feliz para ver el interior de la tienda por una de sus ventanas.

Puedes ver toda una variedad de objetos extraños, incluido una cabeza reducida, caramelos envueltos en hojas de colores, barajas de cartas, accesorios para fumar, pícheles artísticamente decorados y algunos objetos más que no logras ver con claridad. Todo esto te llama la atención, la mala suerte que no hay nadie en su interior y la puerta está cerrada.

Veís como el pequeño y revoltoso Racalín se despega de vosotros para a la carrera dirigirse hacia la tienda. No os da tiempo ni a advertirle si quiera. Y el muy gamberro se ha chocado contra una mujer pero ni siquiera le ha pedido disculpas y felizmente osberváis como continúa para mirar detenidamente al interior de la tienda por una de sus ventanas.

Mientras tanto el humano da de comer a sus fieles compañeros junto con las dos aventureras del grupo. Un hombre regordete se os acerca. Es calvo y lleva una jersey de tela blanca junto a unos pantalanos marrones bastante anchos.

-Disculpen pero ese caballo no puede rondar por esta plaza. Por dos puntas* llevaré vuestra montura al establo de la ciudad- Dice muy amablemente al caballero que monta en su montura mientras se limpia las manos con un sucio trapo.

Bueno,vamos a ver...me acerco e intento abrir la  puerta,utilizando mis ganzúas.

El pequeño pícaro no se corta en sacar sus herramientas de ladrón para abrir la puerta de la tienda a plena luz del día y con gente pululando por los alrededores. Casi tiene la cerradura a punto para inutilizarla sin embargo unas cuantas palmadas en su espalda le restan concentración.

-Pequeño. Serás mejor que vengas conmigo un momento. Intentar entrar sin permiso en una tienda que no es tuya se considera robar. Tengo que llevarte al cuartel y mas vale que no ofrezcas resistencia ¿entendido?-

El guardia no quiere hacerse el superior, pero su trabajo es dejar las calles limpias de intrusos. Le hace un gesto al mediano para que avence en la dirección que le señala.

No sé por qué pero me parece que ya se ha vuelto a meter en líos... será mejor que nos acerquemos a averiguar qué sucede exactamente comenta con cierta resignación al ver como el guardia se acerca hasta Racalín Espero que no lo encierren demasiado tiempo aunque, quien sabe, puede que así aprenda de una vez... bromea