Partida Rol por web

Al percibir la mirada de Artemis levanté levemente la mano e hice un discreto gesto con la cabeza, señalándole que todo estaba en orden. Aquél joven estaba atento a todo detalle.

Luego me volví de nuevo hacia Sonea. Aquello me tenía distraído de los sucesos en la sala.

- Ya veo - a pesar de la naturalmente inexpresividad del Lobo Blanco transmite una mezcla de curiosidad y admiración.

- ¿Compartir emociones? Eso va más allá de cualquier capacidad telepática de la que haya oído hablar nunca.

Me forcé a recordar el maravilloso dulce que Luna le había regalado unas horas antes. Exquisito.

- Así funciona.... ummmmh.

Cuando la joven menciona que es posible acceder a los recuerdos me invade una sensación de frialdad y soledad. Al instante cambia a fuego e ira, pronto se transforma en pasión y cariño.

- Si no eres amante del dolor, no mirarás ahí - las palabras iban acompañadas de total sinceridad.

Muchos bardos y gentes de los pueblos conocían las aventuras y desventuras de Geralt de Rivia. Sus recuerdos eran propios, pero estaba acostumbrado a que su vida fuera pública. No era algo que temiera.

Espere a que los demás hablaran, parecía que la profesora  Mcgonagall se había convencido de que no querían traer problemas, solté un suspiro de alivio, pero volví en mí en cuanto la profesora menciono la Sala de los Menesteres.

-pro-profesora….la sala me llevo a otra dimensión donde les encontré a ellos…-le explique en un breve susurro.

Me molesta un poco que un extraño tome decisiones por mí, sin esperar que los demás digan nada. Pensé que me había librado de eso cuando dejé a los Alquimistas. Cuando dejé a mi padre y mi vida anterior atrás. Pero por el bien de nuestra misión, me plegaré al plan, siempre y cuando no sea algo completamente descabellado.

Una duda me viene a la mente: ¿Cómo pasa el tiempo aquí? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que dejé mi departamento en Palm Beach? Huh, supongo que puedo pretender ser una alumna norteamericana. ¿Habrá colegios mágicos allá? Seguro que sí, probablemente en Salem o en Maine, Dios sabe que Maine es un lugar extraño.

Hago una mueca de desdén al escuchar que me tocará trabajar con Arya. La niña no parece ser muy comunicativa. 

Esto no será fácil.

Norte escuchó todo con atención y con nueva curiosidad, por supuesto, quería ver esa maravillosa sala de lo que habló la directora. Se rascó el mentón pensativo, esa sensación de que todo estaba siendo demasiado "fácil" no dejaba de acosarle. Asintió a la distribución de Artemis. Ravenclaw... le gustaba ese nombre, aunque sentía más "gusto" por los leones.

Se frotó las manos y sonrió ampliamente - bien, bien, esto se pone interesante...

vi como la mano de Lord Asriel quedaba tendida esperando una respuesta. Esta fue un efusivo apretón y luego le dije:

muchas gracias, el honor es todo mio. soy una persona impulsiva por eso es bueno tener alguien tan inteligente como usted a mi lado, seguramente me ayudara a ser más prudente y sensato a la hora de actuar.

Además no es que no le tenga miedo a la magia, pero temo más defraudar o poner en peligro a quienes han depositado su confianza en mi

La directora caminó por la habitación mirándolos a todos mientras escuchaba al chico.

Me parece perfecto el plan... nosotros tenemos nuestro propio método de selección.

Al decir esto señala a un viejo sombrero de ala ancha que hay sobre un mueble y luego mira al chico.

De todas formas los voy a dejar organizarse. Las casas son nuestra forma de dividir a los alumnos para que en grupos más pequeños puedan conocerse mejor, socializar y trabajar en equipo, además que es difícil educar a grupos muy grandes.

Frente al comentario de Luna, la profesora se la quedó mirando.

Ese es un tipo de magia muy poderosa, se que se puede hacer con armarios evanescentes pero estamos hablando de una habitación, sería muy difícil crean una magia que haga teletransportar a alguien al entrar a una habitación.

En ese momento aparecen 3 hombres y una mujer en la habitación.

Estimados profesores, les presento a un grupo de viajeros que está en una misión para proteger nuestros universos, ya tendrán tiempo de conocerlos cuando se separen, pero para "infiltrarse" en el colegio van a necesitar un lugar para dormir y quería que conocieran a los jefes de las casas en las que van a dormir.

Minerva empieza a mostrarles a los profesores, una mujer, un hombre enano, al lado del él un hombre gigantesco con una barba prominente y luego un hombre anciano de pelo blanco. Empezó a hablar de ellos en ese mismo orden.

Pomona Sporut, profesora de herbología y jefa de la casa Hufflepuff, Filius Filwick, profesor de encantamientos y jefe de la casa Ravenclaw, Rubeus Hagrid, profesor de cuidado de criaturas mágicas, guardián de las llaves y terrenos del castillo y jefe de la casa Gryffindor, por último Horace Slughorn, profesor de pociones y jefe de la casa Slytherin.

Cuando termina la presentación mira a todos.

Si no hay más dudas les sugiero que sigan a los profesores a sus casas respectivas, si quieren dormir aquí lo mejor sería que se acomoden en el colegio y empezar la búsqueda mañana por la mañana, a menos que quieran empezarla ahora, aunque supongo que si recién se enteran de lo que me dijeron necesitan un tiempo para procesarlo.

Miro a la Jefa de la Casa ¿Hufflepuff?, menudos nombrecitos que escogieron para las mismas ... ¿podían ser más difíciles de pronunciar?, y me sitúo tras ella permaneciendo de espaldas a todo el grupo y atenta a todo cuanto nos rodea y memorizando el camino a las habitaciones. No quería perderme.

- ¿Hay algún Mapa de este Castillo? - pregunto. Me sería de Gran Ayuda para poder memorizar todas las estancias y pasillos.

Cuando me doy la vuelta para miraros a todos podéis observar como mi rostro ha cambiado. No parezco Arya Stark.

Tranquilo joven Percy, esa confianza que han depositado en usted, habla muy bien de su personalidad. Cuente conmigo o Stelmaria.

Al hablar la directora, Lord Asriel presta peculiar atención, de nuevo suprime su curiosidad innata ante tal tipo de magia. Así que cuando presentan a los respectivos profesores, se adelanta.

Joven Percy, saludemos a nuestro guía.

Profesor Rubeus Hagrid, mucho gusto, soy Lord Asriel, mi animal de compañía –señala a su daimonion. Stelmaria y nuestro compañero.

Extiende su mano, para invitar a Percy a presentarse.

De reojo observa la transformación de la joven Arya, a su mente vienen los cambia formas, una habilidad muy poderosa en el mundo de la magia, ese no parecía el caso de Arya, un mundo sin magia según recordaba.

Hojala no exista el clan Assasin en su mundo.

Ese pensamiento lo apesadumbro en demasía, ya que fuese cual quiera su caso, esa habilidad estaba emparentada con la desgracia. 

al ver al amable gigante tuve un grato recuerdo de mi paso por el tártaro, y es que si no hubiera sido por el Titan Bob hubiera muerto allí abajo. luego regreso en mi y extiendo la mano.

mucho gusto mi nombre es Percy Jackson hijo del dios Poseidón, encantado de conocerlo.

no pude resistirme a preguntar el por que de su gran tamaño.

Disculpe, usted es más alto que el promedio; ¿Acaso es usted algún titan o desciende de uno? ¿ a que se debe su gran altura señor Hagrib? espero mi pregunta no le incomode.

me quede viendo al amable gigante esperando su respuesta.

—Muchas gracias por todo, profesora McGonagall —dije educadamente.

Luego me volví y me acerqué al profesor Slughorn, tendiéndole también la mano:

—Encantado de conocerlo, profesor Slughorn —me presenté, recordando en el último momento lo de los motes; no tenía muy claro si al final lo haríamos o no, pues algunos no lo habían hecho, así que me abstuve de decir mi nombre, por el momento.

—Debo darle las gracias de antemano por su ayuda. Iré con usted a la casa Slytherin, así como dos de mis compañeros —terminé, señalando a Geralt y Sonea. 

Mientras hablaba vi el cambio en el rostro de Arya. Aquella chica tenía unas habilidades increíbles. Me recordó a cierto encontronazo en el Ártico con una duende bastante habilidosa... casi se había convertido en mi archinémesis... casi. 

También vi preocupación en el rostro de Lord Ashriel al verlo; me apunté una nota mental más: preguntarle si algo le incomodaba. Lo principal para que en un equipo se llevaran a cabo los planes con eficacia era la confianza, aquello la experiencia me lo había dejado muy claro.  

En ese momento, recordé una última cosa y me volví de nuevo hacia la directora.

—Hay una última cuestión, profesora —añadí—, algunos de nosotros podemos pasar por alumnos sin problemas pero otros -hice un gesto con la cabeza hacia los mayores— evidentemente no lo son. Habíamos pensado que quizá podrían pasar por profesores que vienen con nosotros de intercambio o algo así, pero si se les ocurre algo mejor a ustedes, estaremos encantados de escucharlo. 

También tenía ganas de llegar ya a donde fuéramos a dormir e instalarme. Palpé el bolsillo interno de mi chaqueta casi como si fuera alguna conducta de seguridad de un enfermo de TOC; el comunicador continuaba allí. Tenía ganas de llegar a un sitio donde poder hablar con el señor Finch; no me importaba que mis compañeros me escuchasen, pero de momento prefería que los de aquel mundo no lo hiciesen, por mucho que confiara en ellos. 

Al fin algo de movimiento...

Giré mi cuello haciéndolo crujir a izquierda y derecha para desentumecerme, pues casi me quedo dormido en esa dura silla de madera.

Al ladear la cabeza pude observar que el rostro de la aguerrida niña que había venido con nosotros, no era en absoluto el mismo de antes.

Pero qué narices... ¿es algún tipo de ilusión? - miré a Sonea confundido. Quizá era un nuevo juego de la hechicera.

La voz del audaz Artemis me hizo regresar a la sala.

- Ah si... - dije sin presentarme mientras me acercaba a Slughorn - ¿entonces es usted alquimista?

Joven Artemis, Directora, Profesor Hagrid si no os molesta, seré el tutor privado del joven Jackson, sobre la magia, ambos estamos acostumbrados, así que esperamos no darles problemas.

¿Escucho joven Percy? No obligare a que realices nada, salvo para mantener las apariencias, su papel será un estudiante transferido, usted cree su rol, se lo dejo a su libertad.

Se gira hacia los demás.

No os pondré historia, e instó al joven Artemis que cada uno sea capaz de crear su fachada, será difícil recordar la historia de otro, solo me preocupa nuestro compañero –señala educadamente a Alatriste. Señor Norte, cuide de nuestro compañero.

Por un instante vio a Sonea y Arya, tan breve que pareciese ser un accidente.

Fungiré como Tutor en el área de Estudios Mágicos Extranjeros, básicamente magias alternativas y raras, así no compartiré mucho de nosotros. Espero sinceramente que ese título no exista o presente algún problema Directora, Profesor Hagrid.

Además sumare un pedido al de la joven Arry, un mapa sería adecuado, algún guía fantasmal u espectral, eso evitaría a los profesores o alumnado irrumpir sus actividades por nosotros y sospecho, ellos sabrán secretos antiguos.

Stelmaria se estiro, entiendo al parecer el lenguaje humano, lista para ponerse en marcha. 

Apenas iba a contestar a Lord Geralt cuando aparecieron cuatro personas que parecían ser los líderes de las "casas", por lo que Sonea pudo reflejar en su interior cierta curiosidad e interés en aquellas cuatro figuras. Eso sí, aún permanecía la sensación de gratitud por lo expresado hace unos instantes por parte del hombre debido a que no le interesaba ahondar en las mentes de otros. 

Creo que en esta parte debemos prestar atención, gracias por su... sinceridad y recibimiento de mi voluntad hacia usted. Sólo le pido que esto se mantenga en secreto, no quiero que se divulgue esta habilidad hasta que sea necesario. Abusar de esto causará problemas.

Lo último que Lord Geralt pudo percibir antes de que la comunicación se terminara, y luego de que Sonea diera el tiempo necesario para que él se despidiera, fue gran sorpresa e incertidumbre cuando Arya cambió su rostro.

Hagrid se rió del comentario del chico, pero rápidamente se calló y lo miró avergonado.

Perdón no quise reírme, soy un semigigante, si te parezco alto deberías conocer a mi hermano, el si es un gigante puro y eso que ni es adulto, los mayores son como montañas en movimiento!

Luego mira al señor Asriel.

Nosotros no solemos tener tutores privados para los alumnos, pero creo que siendo una situación especial podríamos hacerlo, no creo que tengamos ningún problema con eso.

El profesor Slughorn sonríe ante la pregunta de Geralt.

Me honra con esa pregunta pero no lo soy, las artes alquimicas fueron dejadas de lado hace tiempo en este mundo, solo unos pocos las siguen estudiando y son mentes privilegiadas, como por ejemplo Nicolas Flamel, el único que pudo transmutar la piedra filosofal, pero como le explicaba los alquimistas se concentran en el arte de la transmutación, un arte que dejó de ser muy importante debido a los avances en la ciencia de la transformación en la que la profesora McGonagal es experta.

El hombre hace una breve reverencia.

Mi ciencia de estudio son las pociones, creamos bebidas para lograr diferentes efectos, desde controlar las mentes, cambiar la apariencia hasta curar venenos o crearlos. No se que terminos usan en sus mundos, pero para que quede claro, somos como cocineros de magia, mezclamos ingredientes para lograr un resultado con efectos mágicos.

Vuelve a mirar al brujo y luego al resto.

Se que no es la mejor definición pero espero que les quede fácil de entender.