Partida Rol por web

La directora sonrió al ver la transformación de Arya.

Bueno, si no hay mucho más que decir será mejor dejar la charla por esta noche, mapas no existen por lo que lo mejor será que uno de nosotros los acompañen, de todas formas eso se puede arreglar mañana luego del desayuno, ahora lo mejor será ir a dormir.

Mira a la chica.

Te felicito pequeña por esa transformación, yo tengo mis trucos.

La directora se transforma en un gato que mira a Stelmaría y luego se va por una ventana.

Mis músculos se tensan y es señal de que la aventura a comenzado, pero debo ser cuidadoso y cuidar lo que hago. Creo que mejor seguiré a mis mayores.

Señor Asrael, Señor Hagrib, cuál es el siguiente paso, Iremos a mezclarnos con los estudiantes en su casas o comenzamos a buscar en todas las habitaciones del castillo lo que debemos encontrar.

Escuché con atención las explicaciones del profesor Slughorn. Los interminables experimentos a los que fui sometido des de niño provocaron que mi cuerpo desarrollara una gran tolerancia al veneno. Me gustaría averiguar de que era capaz aquél hombre.

De todas formas, no iba a creer que alguien hubiera sido capaz de transmutar la piedra filosofal sin verlo con mis propios ojos. Me sonaban a palabras de farsante.

Enarqué una ceja al ver la transformación de la directora y miré a Artemis y Sonea.

- Bien entonces, le sigo señor - estaba listo para partir.

Asentí ante las palabras de Geralt y miré a Percy.

-Estoy de acuerdo, no conviene llamar demasiado la atención la primera noche que estamos aquí -le dije al joven-; lo mejor será que nos acoplemos en nuestras respectivas Casas durante la noche y descansemos un poco; además, convendría que nos adaptáramos todos un poco a la forma de proceder aquí, en Hogwarts. Mañana podremos empezar a buscar en el barullo de un día de colegio que seguramente nos permita pasar más desapercibidos que ahora por la noche, si a todos os parece bien. 

Me acerqué a Geralt, Sonea y el profesor Slughorn.

-Profesor, cuando quiera. 

La joven se había mantenido en silencio todo el tiempo, como si su mente estuviese en otra parte. La llegada de los lords y la lady llamó un poco su atención y más la idea de ver por sus propios ojos la aplicación de otro tipo de magia, tal vez alguna ayudaría a Rothen y al administrador contra Akkarin; no obstante, sus ánimos disminuyeron un poco al recordar aquello y optó por dejarlo a un lado para concentrarse en lo que ocurría. 

La transformación de Arya la trajo a la realidad y aunque su mirada reflejaba una evidente sorpresa, Sonea no hizo sonido alguno por tratar de poner atención a todo. Luego se incorporó y alcanzó a hacerle una reverencia a Lady McGonagall antes de que se fuese, sin dejar de suspirar profundo al notar cómo se transformó en un felino y de esta manera corroborar una vez más lo poderosa que era. <<Definitivamente no me iré de aquí sin aprender algo>>.

Saludó a los recién llegados y se situó al lado de Lord Geralt y Artemis. Debía recordar los modales que le fueron enseñados, así que hizo una reverencia evidentemente estudiada y aún con falta de naturalidad.

-Buenas noches, Lord  Slughorn. Su concepción de la magia es diferente a la que conozco, por lo que en este tiempo me gustaría que usted me ilustrase con sus conocimientos. Mi nombre es Sonea, una aprendiza del Gremio de los Magos del reino Kyralia... o de mi mundo, como gusten llamarlo.

Después lo miró con admiración y esperó alguna indicación para partir a lo que sería su nuevo hogar temporal. <<No creo que nada supere las habitaciones de Rothen... ahorita me caería bien una taza de raka humeante>>.

Cuando llegaron los lords y la lady, Sonea quiso saber qué tan poderosos eran y si podían confiar en ellos. Por supuesto, esperaba que el hecho de haberse presentado y no seguir el consejo de Lord Asriel de mentir tenga repercusiones; no obstante, si sus sospechas son ciertas, de nada serviría ocultar ciertas verdades y mejor tratar de entablar lazos para el éxito de la misión.

Lord Asriel rio ante la mención de Percy.

Joven, me ha comparado con un ángel, créame, a Asrael le hará gracia.

Ahora, vamos, entre más pronto comencemos, más pronto terminaremos.

Dijo eso, más él y Stelmaria esperaron a que Hagrid fuese el guía. 

La cola se Stelmaria se esponjo al ver a la dos patas cambiar su forma en una miembro de su raza, si dependiese de ella, iría a por aquella cambia formas.

Prrrprrpr.

Ronroneo divertida, ya que ese era el único evento que le interesaba, la charla de los dos patas le parecía aburrida.

Detectas un gran poder mágico en todos menos en Hagrid, de todas formas te das cuenta que es un hombre que puede hacerse valer a pesar de la magia que muchas veces no es su fuerte.

Sobre los profesores no detectaste nada especial, los cuatro están un poco sorprendidos por el anuncio de la directora y su presencia en el castillo, pero te das cuenta que son buenas personas, un poco sorprendidas por el anuncio de que viajeros de otros mundos llegaron al castillo, pero atentos y decididos a erradicar el mal que amenaza el mundo.

Se acercó a la profesora Sprout y le hizo una leve reverencia con la cabeza - un placer, mi señora. Le sigo hacia las habitaciones - se colocó detrás de ella y le dedicó una sonrisa a sus compañeros de "casa". Después miró a los demás - bien mañana es el día de buscar, esperemos tener suerte muchachos ¡animo!

Una vez que la presentación terminó, el grupo se dividió yendo cada uno a sus respectivas casas, los Gryffindor y Ravenclaw subieron por las dos torres más altas del castillo hacia sus salas comunes, los Slytherin y Hufflepuff descendieron hacia las mazmorras y sótanos del colegio, donde se encuentran su salas comunes, cada una con look diferente, con una vida diferente, pero siendo un reflejo de los valores de los fundadores y de lo que se espera de los alumnos de esas casas.

A la mañana siguiente, el grupo desayunó con el resto de los alumnos del colegio, mientras lo hacían varios los miraban raro, pero la gran mayoría de los alumnos se creyeron el cuento de que eran estudiantes de intercambio con sus profesores tutores. De todas formas se levantó un leve murmullo que nombraba a la liga cada tanto, aunque bajo el nombre "extranjeros", las teorías eran de lo más disparatadas, pero por ahora ninguna estaba cerca de ser correcta.

En el medio del desayuno, los profesores les dijeron que se encuentren en el septimo piso una vez que terminen, la idea era utilizar la Sala de los Menesteres como base de operaciones, seguramente Luna podría guiar al grupo hacia la misteriosa sala.

Hacía tiempo que no descansaba con tal tranquilidad. Si bien las camas eran pequeñas, nunca antes había probado tal frondoso colchón, es una maravilla.

Comentaba la experiencia con mis compañeros de mesa mientras desayunaba.

- Estuve tentado de rajar la cama para averiguar su contenido, pero pensé que eso podría acabar produciendo algún tipo de malentendido institucional - dije encogiéndome de hombros.

Una vez estuvimos lo tres en la habitación que nos fue asignada, a salvo de miradas indiscretas, saqué el comunicador y pulsé el botón. Mi intención era, únicamente, decirle al señor Finch que todo había ido bien y que la directora del colegio parecía haber acogido la noticio de forma bastante seria y racional. Más incluso de lo que me esperaba, pero claro, era un colegio de magia, al fin y al cabo para ellos ese tipo de situaciones debían de ser tan poco raras como lo eran para mí. También quería que me contara todo lo que supiera sobre esos cuatro objetos que debíamos localizar. 

Mientras esperaba a que me contestara, hice un gesto a Geralt y Sonea para que se acercaran.

-Antes te has sobresaltado por algo, Geralt -recordé, haciendo alusión a la reunión con la profesora McGonagall- y cuando lo he notado ambos me habéis hecho un gesto para que me calmara. ¿Qué ha pasado? ¿Has notado algo raro de lo que los demás no nos hayamos percatado?

Aquella mañana me levanté de madrugada. Fui directamente a la biblioteca para buscar algún volumen sobre historia contemporánea de ese mundo*. Mi intención era aprender todo lo posible cuanto antes para que, si algún otro alumno me comentaba alguna cosa que debería ser obvio que tendríamos que saber, no me pillara desprevenido. 

Una vez llegó la hora de desayunar, bajé con todos a lo que llamaban El Gran Comedor. Me maravilló ver las velas que colgaban por toda la sala, iluminando la estancia mágicamente, y el techo que asemejaba el cielo de la calle. Me maravilló, pero no me sorprendió, estaba acostumbrado a ver las cosas más inverosímiles. 

Cuando me junté con los demás y comenzamos a desayunar, me percaté de las miradas de extrañeza que nos lanzaban algunos (todos ellos se dividían por casas también en aquel lugar, pero nosotros nos habíamos puesto en un apartado todos juntos, ya con las túnicas de cada Casa que nos habían proporcionado**) así que intenté aparentar normalidad y desayunar de la forma más natural posible. 

He de decir que Geralt ayudó bastante en este sentido con su comentario, pues no pude evitar soltar una carcajada con la que casi se me cayó el zumo de calabaza que tenía entre las manos y que estaba a punto de llevarme a los labios. 

-Su contenido son muelles y gomaespuma... una especie de compuesto blandito -aclaré, al percatarme de que quizá algunos de los presentes no sabrían lo que era la gomaespuma-; así que no, mejor no la rajes -esbocé una sonrisa sesgada-, no quieres llamar la atención como el profe macarra y rebelde... ¿o sí?

Cita:

Al ávido Artemis no se le pasaba nada por alto. Era admirable.

- Bien... no fue tanto un sobresalto... si no un extraño cúmulo de sensaciones. Cómo explicar...

Miré a Sonea, inexpresivo, dejando que ella tomara la iniciativa y la dirección de esa conversación.

Norte sonreía ampliamente, mientras caminaba por todos lados del castillo hasta los sótanos, dirección a la sala común de Hufflepuf. Se le ocurrió mil y unas maneras de mejorar el castillo, era un poco "soso" como estaba. Aunque tenía muchas ganas de poner algún que otro deslizador por ahí o yetis guardianes en las puertas de las salas comunes, no lo hizo. No había que llamar la atención, aunque por los rumores sobre ellos que corrían por todo el castillo, ya era quizás un poco tarde.

Después de un apacible sueño, al día siguiente se reunió con sus compañeros durante el desayuno. No dudo en comer hasta decir basta, el desayuno era la comida más importante del día (y el almuerzo, y la cena...). Miró a sus compañeros una vez que ya estaba saciado - bueno, es hora de empezar ¿no?, no debemos perder el tiempo, cada paso de ventaja es una victoria segura sobre el enemigo. 

Mientras caminaba hacia los dormitorios, Sonea intentaba memorizas todos los pasillos y caminos por los que se dirigían a sus destinos, al igual notar cuando se separaba del resto y ver hacia dónde se dirigían. Sería bueno tener en cuenta todos los factores para tomar atajos o huir en caso necesario.

Al llegar a la zona de descanso, la joven no pudo evitar comparar lo majestuoso que era la habitación (o las habitaciones) de Rothen con el cuarto a donde fue. Por supuesto, esto era mucho mejor a como dormía en las calles o donde pudiera en las Barriadas, por lo que cualquier cama sería bienvenida.

Al día siguiente se incorporó tratando de buscar las duchas y al dirigirse al comedor admiró con gran fascinación la "decoración" mágica, pensando que deben hacer una habilidad similar al imbuir energía a las piedras para no manipularlas con la mente, sino controlar lo que había "dentro" de ellas, al igual que una extraordinaria capacidad del manejo de la ilusión. Ella apenas estaba aprendiendo, pero al menos ya podía crear cosas pequeñas.

Disfrutó tanto los alimentos que comió demasiado. No es que todos los días le dieran la oportunidad de comer todo lo que pudiese y menos que tuviese ese gran sabor. Sonea terminó y aunque notó las miradas de los estudiantes no les prestó mucha atención, la costumbre de recibir peores vistas le ayudó a mantenerse serena. Guardando silencio, esperó a que los condujesen a esa famosa sala, pues no le parece raro que la conciban como mágica ya que en el Gremio hay cosas similares a eso.

Cuando quedaron los tres solos, Sonea sabía que llegaba el momento del interrogatorio. No se arrepentía de lo que hizo, pero le hubiera gustado un ambiente más ameno o al menos conocido para ella, pues aquellas habitaciones para los alumnos de Slytherin le eran completamente desconocidas. Si al menos Tania entrara con una taza de raka para calmar sus nervios...

-No ocurrió nada malo...creo. Lo que pasa es que en mi mundo podemos usar nuestra energía o magia de muchas maneras, entre ellas la comunicación mental.

La joven suspiró y miró a los ojos de Artemis.

-Si vamos a trabajar en equipo, lo mejor es formar... confianza. En nuestro mundo, este tipo de comunicación refuerza los lazos, de esta manera nosotros no ocultamos cosas o fingimos sentir algo. Las emociones no pueden disfrazarse de ello y decidí hacerlo con Lord Geralt, pues entre magos o personas con potencial mágica se puede. Si lo hago contigo debería... tocarte.

Tragó saliva y desvió la mirada a Lord Geralt. No sabe si Artemis lograse comprender la magnitud de esa habilidad.

-Es como si... te abrieras por completo a alguien. No hay barreras, ni paredes o escudos... sólo tu propio yo con el yo de otro.

Lord Asriel caminaba con una indiferencia contenida, era un explorador sobre todo y aquel lugar lo hacía sentir en un museo, donde podía ver muchas cosas, pero nunca tocar.

Devoraba con sus ojos cualquier objeto fuera de lo ordinario y por esa misma razón no durmió mucho, aunque eso no hizo mella en él, disfrutaba mucho su estadía en un castillo mágico. Ninguna mirada de los estudiantes, como académicos fue

Buenos días

El desayuno no era menos para él, seguía estudiando aquel salón, sus alimentos, forma de distribución, todo.

Tan abstraído estaba que apenas notaba a sus compañeros, ni siquiera sabia dónde estaba el joven Percy, y salvo por Stealmaria que fungía como su protectora, se habría aventurado a explorar todo el lugar.