Partida Rol por web

Ciudad de Falkongris

Tras tu primer borrachera, quedas durmiendo la mona, y ves en sueños a tu viejo maestro!...

Que hacéis durmiendo en vez de estar entrenando el salto del Mamboretá!!! Grita sin despertarte. El maestro era así...exigente.

Tengo algo que decirte atorrante! Arriba! Levanta la oreja!

En realidad...tengo dos cosas que decirte.
PRIMERO: Como se te ocurre que en mi lecho de muerte, debia estar con el kimono blanco y limpio y recién lavado! IDIOTA!
Me has hecho quedar mal, muy mal, con mi viejo maestro!

SEGUNDO: Vas a encontra a una de dos personas...y una de dos, será tu aprendiz.
La primer tarea que tendras, será encontrarlas...ejem...a estas dos personas. Debes saber, que una de ellas, tendrá de mascota a un ser alado!

La segunda tarea, será DESCUBRIR! descubrir cual de las dos, ha de ser tu aprendiz.

La tercer tarea, será CONVENCER! Convencer a éste "Elegido", de que es el "Elegido" y que debe aceptar tu entrenamiento....Y no seas flojo! Obligale a cargar de agua el balde, como yo te obligue a ti!

La cuarta tarea, será lograr que se convierta en el futuro luchador borracho.

ESCUCHAME BIEN ZOQUETE!
Solo esta ejem...persona..."Elegida" y con el correcto "entrenamiento", podrá abrir el camino, para buscar el....el....el...."Vino Primigenio"

Cuando el espiritu del maestro, descubre tu expresion de sorpresa (y de curda) se explica:
Es el vino que bebió Dionisio durante los Cinco Dias que le tomó crear el mundo (tardó solo 5 y no 6, porque asi de "Grande y Grosso" es Dionisio".

..............................

Tras recuperarte de una resaca fortalecedora del espiritu y el cuerpo, te encaminas al centro de la ciudad. Aun resuena en tu mente la vívida pesadilla en la cual se te apareciera tu maestro...

Cita:

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Los recuerdos retumban en tu cabeza...en eso, el ruido de una multitud en plena plaza central de Falkongris te saca de tu ensimismamiento...
Al parecer, se trata de una gran multitud, protestando contra el gobierno actual, y contra distintos problemas que aquejan a la ciudad.
Algunos de los protestantes, están discutiendo y enfrentandose entre ellos.

Muchos, tienen grandes tablas de madera o corteza, en donde han escrito con grandes y coloridas letras, sus principales reclamos!

Los recuerdos retumban en tu cabeza...visiones de destrucción...de caos...te marean mientras recorres la ciudad de Falkongris dirigiendote hacia el centro.
Que hacer?
A quien advertir?

Quizas alguno de los magos del reconocido Grupo de los Ocho? Tal vez si encontraras algun miembro del Gremio de los Magos...éste podria ayudarte, e informando luego al Gremio se podria evitar esta destrucción de la cual estas tan segura...

En eso, el ruido de una multitud en plena plaza central de Falkongris te saca de tu ensimismamiento...
Al parecer, se trata de una gran multitud, protestando contra el gobierno actual, y contra distintos problemas que aquejan a la ciudad.
Algunos de los protestantes, están discutiendo y enfrentandose entre ellos.

Muchos, tienen grandes tablas de madera o corteza, en donde han escrito con grandes y coloridas letras, sus principales reclamos!

Algo más te llama tu atención. Una mujer muy hermosa, está observando atentamente a la multitud. Lo extraño, es que sobre su hombro, aletea una especie de hada...como un pixie...o humunculo...
¿humunculo?...De esos que utilizan los magos!!!

Caminas hacia el centro de Falkongris, pensando sobre los importantes acontecimientos que están por suceder en la gran ciudad...
Segun los rumores, Mordenkainen, el lider de "Los ocho", se dispone a elegir otros tres miembros, que unidos a los cinco actuales, formarian nuevamente un "ocho" en la gran agrupación líder del mayor Gremio de Magia en todo Terra.

En eso, el ruido de una multitud en plena plaza central de Falkongris te saca de tu ensimismamiento...
Al parecer, se trata de una gran multitud, protestando contra el gobierno actual, y contra distintos problemas que aquejan a la ciudad.
Algunos de los protestantes, están discutiendo y enfrentándose entre ellos.

Muchos, tienen grandes tablas de madera o corteza, en donde han escrito con grandes y coloridas letras, sus principales reclamos!

Tu familiar, aletea posado sobre tu hombro....y no deja de vociferar sobre los extraños reclamos de la multitud.

Esa noche había vuelto a tener  esas pesadillas que la dejaban sin aliento. Todo comenzaba con un sonido, como el chasquido de una piedrecita yasguera al encenderse, y como reguero de pólvora todo lo demás prende en llamas, ella avanzaba en medio de la calle principal de la gran ciudad, que estaba cubierta por un torrente de sangre, era mucha sangre que llegaba a manchas sus ropas, una túnica blanca de clérigo rasgada, le duele el hombro, tiene una flecha incrustada en él, intenta sacarla, per siente que esta entumecida. Sigue avanzando, los cuerpos desmembrados comienzan a cubrir la calle, eran muchos, hombres, mujeres, ancianos, niños cortados y quemados, Antorchas de personas se encienden a cada lado  cuando va avanzando hasta que llega al castillo, tapizado de cuerpos empalados y sobre la torre más alta aquel ser que la mira, intenta escapar, retroceder, comenzó a correr para irse, pero un ejercito de seres oscuros, de no vivos y demás alimañas salen tras de ella. El sueño termina cuando un jinete vestido de negro avanza hacia ella con una cimitarra  en la mano, y le da un golpe contra su cuello. Laura despierta, sujetándose el cuello, tosiendo y con sangre en la  nariz.

Que me deseas decir, Ilmater... piensa para si, levantándose de su cama para limpiarse, el lavatorio queda manchado con las gotitas de sangre que escurren por su nariz, deje mojarse varias veces la cara, y volver a la cama, buscando sosiego, debían ser como las seis de la madrugada, era temprano aún, pero no pudo conciliar el sueño. Cuando logró calmarse, se pus de pie, yendo hacia la ventana, una minúscula ventana que daba al jardín interno de la posada. Tomó aire y se sentó en el suelo, para meditar, y elevar sus oraciones hacia Ilmater.

Hacia ya una semana había determinado que se quedaría en la ciudad para  averiguar algo, las pesadillas la estaban acosando demasiado, y cuando decidió que no se iría, cesaron. Pesaba que podrían ser mensajes de Ilmater, advirtiéndole, aunque la posibilidad de que fueran mensajes de alguna deidad oscura que deseaba tentarla era también muy factible.

Despierta y vestida con parte de su ropa de aventurera, y sobre esta, que consistía en una blusa de lino, y una falda de cuero, usaba la túnica de clérigo que era de un color grisáceo, con un cinto, (parte de la ropa de montarraz), de cuero que se ceñía a su cintura perfectamente. Se encargó de que  le dieran los cuidados a su caballo, Mie, así había llamado a la yegua, por el color de su crin, y a Fausto, un pastor alemán, un lindo perro qu la había seguido de camino a Falkongris, y que ahora se había convertido en su perro guardián. Muy lindo el animal, con sus ojos afé afables, y esa mordida terrible que dejó sin virilidad a un tipo que intentó molestarla.

Ya con sus labores hechas, y desayunada, salió de la posada Siempreviva rumbo a la ciudad, pensando y repasando los detalles de ese sueño que a pesar de ser repetitivo no mostraba mayores detalles de nada, la mayoría de las caras estaban en tinieblas. Avanzó esquivando a unas personas, pero antes de poder reaccionar estaba en medio de una turba de personas reclamado en contra de los magos, La atraparon en medio de sus protestas, y ella movía los pies  y sus manos, intentando salir, ahogada y alarmada, ea una escena divertida, ela luchando para salir, un mujercita pequeña y delgada, movida de un lado a otro por la gente protestando. Al poder liberarse, dio unos pasos destartalados lejos del grupo. Esto me pasa por andar en la luna... resopló en ese pensamiento, toda esa gente le había quitado la idea que estaba estando. Buscar a los magos, hablar con ellos, advertirles, aunque pensaran que era una loca un clérigo podría señalar que no estaba miento. Frunció los labios arreglándose las ropas, y el cabello, que llevaba en ese momento atado con un cordón de cuero en una coleta sobre la nuca. Un peinado que llamaba la atención porque dejaba libre una larga cabellera color miel, rizada, poco común entre muchos humanos y que revelaba, en parte, su ascendencia.

Mientras rezongaba de todo lo que la jalaron esas personas con curiosos carteles (muy curiosos carteles), vio a una mujer, era linda, con una pixie, primero no le dio importancia, luego, bingo, ella debía ser una maga, pero dudaba que fuera de las magas del consejo, o ya estaría empalada. ¿le sería de ayuda?. La quedó mirado, desde su posición, retrocediendo hacia la gente que observaba, sin lugar a dudas pronto llegaba  la guardia a aplacar la protesta. Laura, entre las personas, avanzó hasta la maga, pensando en que le diría, aún podía ser de utilidad, de ayuda. Se logró localizar al lado de la maga, era rápida, cuando quería.

- uy... pronto llegará la guardia- dijo en tono alto para llamar su atención, hablando como si no tuviera un receptor determinado- ¿sabes que sucede aquí?- se inclina un poco tan sólo hacia ella, para preguntarle, esas típicas conversaciones en la calle, con personas anónimas, esperaba que la joven fuera agradable y amable, así podrían conversar más.

Rary, Evards, Otiluke, Bigby, Mordenkainen...
Estos eran los cinco que quedaban? Me olvido de alguno?

Alma se sube a un pequeño techo cerca de aquella multitud.
Su aura dorada la cubre mostrando toda la belleza de su magia, una alo de luz rodea su cabeza y a su lado Vixie, la adita de ropas multicolores, parece sonreír volando a su lado.

Amigos! Amigos míos! Mis hermanos...
Calmaros pues lo que pasa aquí poco debe involucraros.
La selección de magos le traerá pocas consecuencias a la ciudad.

-Calmaros, calmaros... No pasa nada, no os preocupeis por la situación. Vamos a la taberna y os daré una noticia que os alegrará... quiero decir, que esto no os importará...-

Grito a la muchedumbre subiendome, agilmente, a una farola. Parezco un mono encaramado, casi subrealista. Mis ropajes son extraños, como de extranjero... Seda, lana, abalorios de hueso y un Odre de calavaza, pegado al cuerpo.

Antes que la joven pudiera responder, o mejor dicho , que Laura pudiera escucharla, la atención de la clérigo quedó prendada en un extraño hombre, o eso parecía ser, pero sus rasgos, su cabello enmarañado y su cuerpo chato, hacía pensar que podría ser cualquier ser, incluso un gnomo, aunque era más grande para serlo. Laura, ladeo su cabeza en 30 grados, mirándolo entretenida, subido a la farola como si de un mono se tratase, con una vitalidad de un niño y el vozarrón demasiado alto para su cuerpo.

- entonces a la posada- dijo para sí, cruzándose de brazos y esperando ver como decataban los acontecimientos

Te subes a una farola, cerca de uno de los grupos de manifestantes. En eso, antes de comenzar a gritarle a la multitud, ves algo que te deja pasmado...

Dos mujeres..."mujeres!!!"....y una de ellas tiene una criatura alada parada sobre su hombro!

Será...? Será???...no puedes creerlo.
Recuerdas las palabras que tu maestro dijera en sueños...

Cita:

Guerreros? dijo guerreros???...o dijo...."personas"???
Maldiciendo a tu fallecido maestro, y su capacidad de importunarte aun muerto, te quedas casi paralizado durante un segundo.

Cuando le hablas a la mujer de la extraña hada sobre el hombro, ésta parece no llegar a oirte con el ruido de la multitud.
Por el contrario, se acerca a un grupo de protestantes que gritan en contra del Grupo de Los Ocho, y alzando los brazos trata de contenerlos...

Cita:

Me acerco a las dos mujeres, ya que parece que una me hace caso y viene a la posada, el resto de la muchedumbre, no sé si porque no cabrían, o porque hacen caso omiso de mis palabras.

-Hola, soy Xun Shaling, de un pueblecito al sur de la Bahia del medio. Me invitais a un trago? Os contaré lo que acontece...- Las digo con cierto misterio en mis palabras, pero con una sonrisa encantadora...

La chica se quedó con la palabras en la boca, la mujer de aura dorada, y que llamaba poderosamente la atención, la había dejado sola para subirse a una tarima para calmar  a la gente que seguía vociferando en contra los ocho magos. Laura metió sus manos bajo el tapado de su túnica, en donde colgaba su símbolo de Ilmater, había aprendido a mantenerlo oculto, porque sino, abusaban de su buena fe. Ya había perdido muchos conjuros y  dinero por gente que se aprovechaba de ese impulso natural de ayudar a otros, aunque su naturaleza le dijera que no lo hiciera.

 Ahora, el pintoresco hombre de antes se le acercó, haciendo gala de su voz y de un semblante afable y algo extraño, que Laura identificó como picardía. (me guío por la imagen)

- hola, soy Laura Blanchett, un placer señor Xun Shaling, - le hizo una reverencia con su cabeza, un movimiento sutil- yo lo invito a una copa y una cena, podría ser en la posada en la cual me estoy quedando...¿le parece?, no está tan lejos de aquí- le sonrió al hombre, mirando de soslayo a la mujer de aura llamativa- y será mejor que nos movamos luego antes que la guardia venga a disipar a la turba- le guiñó un ojo. Ella también estaba envuelta en una aura acogedora, y que incrementaba la belleza de sus rasgos elegantes, melancólicos y sobrios, menos esos ojos grises, que ahora estaban con toda su atención sobre el hombre.

Mira mira mira Alma, mira... Aquel hombre que se colgó del faro parecía tener algo que decir.
Dijo algo como:

Cita:

La pequeña adita de ropas multicolores intenta poner la voz gruesa tratando de imitar al extraño.

Vamos a la taberna a ver que pasa, vamos, vamos Alma, vamos...

La insistente ada toma de las ropas de la mujer del aura dorada y la intenta hacer bajar de donde se había subido.

Vamos... Esta gente es demasiada para que siquiera escuche mis palabras.

De forma muy agraciada la mujer bajó de donde se había parado y se dirigió a la taberna.
No intentaba ocultar su aura de luz al entrar al lugar, el calor que desprendía era hermoso como un buen fuego en el invierno abrazo a tu amor. En definitiva ella irradiaba un aura de paz sobrecogedora.
Más allá de eso los parroquianos no podían quitarle los ojos de encima, era realmente hermosa envuelta en sus modestas ropas.

Saludos, mi nombre es Alma, Alma de Fuego y ella...

Yo soy Vixie, hola que tal como les va... Hola que tal a ti también, yo soy Vixie.

La pequeña adita era muy inquieta por lo que se ve e iba de mesa en mesa saludando y presentándose a cada uno que veía.
Pero cuando saludó a la segunda persona se volteó para ver a Alma y darse cuenta que se estaba excediendo en su cortesía y voló cabeza gacha a posarse en el hombro de la mujer.

Si si ya sé, no a todo el mundo le gusta hablar.

La mujer bajaba, por fin comprendiendo lo bizantina de su tarea, aunque se valoraba sus intentos de ayudar o hacer algo para disipar a las personas. Junto a ella, una pequeña pìxie, Laura nunca había visto una y se quedó encandilada por su pequeñez que no se condecía para nada con bríos hiperactivos. Era adorable, Laura, sonrió, cerrando los ojos, y ladeando su cabeza, aún con sus manos bajo esa tela que cubría su túnica.

- es agradable escucharte, pequeña Vixie...- le dijo a la hadita que se colocaban sobre el hombro de Alma- en fin, vamos, el almuerzo debe estar listo, y si no esperaremos hasta la cena... mientras el señor Shaling nos cuenta que acontece..- empieza a caminar, alejándose de las personas, esperando que el grupo la siguiese, o propusiera un mejor lugar