Partida Rol por web

Al salir de la cabaña, hay otra nueva oleada de nieve y viento, y esta desaparece de vuestra vista. Como os ha dicho Groa, os ha dejado en la cima de una montaña nevada, y podéis ver varios medios a vuestra disposición para descender la montaña: dos motonieves, dos pares de esquís, y un snowboard. Un bosque de fresnos espera mucho más abajo, y de momento todo parece en calma.

Sin embargo, hay algo extraño en el cielo. Está despejado y el sol brilla con fuerza, pero se puede apreciar un punto brillante, como una estrella.

Y de repente, aullidos y ladridos resonando por todas partes, rodeandoos.

Funzo el ceño al observar la extraña luz en el cielo, pero no tengo tiempo para pararme a mirarla en detalle y ver si se trata de un cometa o el mismo Martillo de los Gigantes a punto de caer sobre nosotros. Miro el snowboard y los esquíes, casi sonriendo. Me da igual uno que otro y, si utilizo mis dotes de escarcha y destreza sobrenatural estoy segura de poder vencer a cualquiera de nuestros perseguidores incluso en una carrera. Sin embargo, no soy yo sola quien debe llegar al bosque.

- ¡Id a las motos! - grito a mis compañeros. Si son lobos y perros salvajes los que van a perseguirnos, deberían verse ahuyentados por el ruido de los motores... O al menos lo suficientemente amedrentados como para buscar un objetivo más sencillo, aparentemente. A mi. - ¡Montad de dos en dos! - Sugiero mientras me acerco al snowboard, puesto que es más rápido de poner que unos esquíes.

Salgo de un salto de la cabaña, mierda que no quiero volver a esa cosa! 

- Cogeré los esquís; me apetece hacer algo de ejercicio antes de que todo se vaya al carajo -digo mientras empiezo a equiparme, ignorando por completo los aullidos

Está claro que los lobos vienen desde el norte, y os empujan hacia el bosque. Y no son lobos normales; uno de ellos aparece sobre un risco cercano, y aulla. Es enorme, del tamaño de un caballo y con un brillo cruel en los ojos. La progenie de Fenris. Y vienen muchos más detrás.

La mirada de Hagger se posa en una de las motos y sonríe

- Eh James, ¿conduces tu? No puedo usar esto y conducir al mismo tiempo, pero seguro que tu puedes darles algo de plomo -dijo Hagger mientras desenvainaba su espada a dos manos

Cybil, por su parte, se dirige a la otra motonieve y coge el volante

- Yo no llevo armas, chicos, así que agradecería que alguno me cubriera las espaldas

Eckhart estaba planteandose la idea de coger unos esquís, pero no podría usar su lanza y manejarlos al mismo tiempo, así que se colocó detrás de Cybil. Podría usar su lanza yendo de copiloto

- Yo te cubro, pero conduce con cuidado

Terminando de ponerme sobre los esquí, miro a Hilda sobre la tabla. -Hacemos apuestas muñeca?-

- Mierda. - digo disparando al aparentemente Lobo Alpha antes de montarme en la moto y arrancarla.

- Vámonos de aquí cagando leches. - añado subiendo a la moto- Pero tendrás que conducir tu, yo no tengo ni idea

Maldito loco, pienso mientras me preparo y desenfundo mi pistola.

- Ve bajando... - contesto. - Yo intentaré quitároslos de encima... - Y después llegar antes que tú, pienso sin poder reprimir mi naturaleza competitiva.

Miro al lobo de la camada de Fenris y sonrío. Al fin y al cabo, estoy en el territorio de mi padre. Rápidamente paseo la vista por la montaña, buscando una forma de obligar a los lobos a seguirme para darles algo más de tiempo a que mis compañeros lleguen al bosque.

Hagger gruñe y se pone al volante de la moto

- Pues menudo SWAT estás hecho... En fin, vamos a ello.

-Como quieras...- Digo enfilando hacia abajo, respiro hondo y salto hacia delante para tomar velocidad. Caigo como bolsa de papa de frente contra la nieve en el suelo. -Mierda.- Digo al desenterrar la cabeza.

-Ahora si....- Y me encamine hacia abajo!

- Soy un SWAT. - le digo. Pero no por mi habilidad al conducir vehículos. - añado girándome y apuntando nuevamente a la bestia.

- En seguida comprobarás el motivo por el que estoy en los SWAT.

- Si no lo sabes ya masa de músculo sin cerebro. - pienso.

- Hagger, avisa antes de hacer cualquier movimiento brusco, ¿entendido?

Los lobos de Fenris tienen apetito por la sangre, especialmente por la sangre Aesir. Perseguirán antes a un Aesir herido que a cualquier otra presa.

Alegrándome de haber cogido el snowboard para tener la otra mano libre, saco la espada de mi padre de la mochila. Me giro hacia James e Ian. - Nos vemos abajo... ¡Corred!

Volviéndome hacia el lobo alfa, le miro directamente a los ojos y coloco el filo de mi espada sobre mi brazo.

- ¿Quieres sangre de Aesir? - pregunto casi en un susurro. Muevo brúscamente el brazo, dejando que el acero corte el músculo y haciendo que la sangre brote a borbotones. - ¡VENID A POR MI! - Grito mientras agito el brazo, dejando que la sangre salpique toda la zona.

Empiezo a deslizarme en el snowboard, dejando un rastro de sangre que sea tentador para los lobos.