Partida Rol por web

Me impulso con una pierna para coger algo de velocidad con el snowboard mientras guardo la espada para coger la pistola con la mano derecha. Para asegurarme de que me siguen a mi, trato de controlar la velocidad al principio, dejando un poco más de tiempo para que James, Hagger e Ian se alejen en sus respectivas motos y los esquíes.

El tropezón de Ian y el disparo de James parecen atraer la atención del primer lobo, que se lanza primero a por el esquiador caído. Pero en cuanto Hilda se corta la palma de la mano, el lobo se detiene en seco, olfatea el aire, y se lanza gruñendo hacia ella.

Las motonieves rugen y se ponen en marcha, sobrepasando rápidamente a Ian mientras este vuelve a ponerse en pie y continúa el descenso. Hilda se desvía un poco para atraer la atención de los lobos; los gruñidos y rugidos indican que hay muchos, quizás más de los que podáis controlar. Enseguida, podéis ver una manada de lobos enormes pisandoos los talones.

La motonieve se pone en marcha mientras los lobos salen hacia nosotros.

- Tres lobos. - digo a Hagger. Mantente así. - añado mientras sigo apuntando al Lobo Alpha.

Instantes después la bala sale directa al Lupus.

Miro hacia atrás, esperando el efecto del disparo de James y apuntando yo misma hacia los lobos que se acercan a ellos, dejando que los que vienen hacia mi me sigan sin ser atacados. Aprieto con fuerza la empuñadura de mi pistola y abro fuego sobre uno de los lobos.

Si seguimos disparando así, no va a ser los lobos de lo que tengamos que escapar... pienso imaginando el alud que pueden provocar los disparos. Por suerte, desde lo alto de la montaña, el sonido no debería rebotar en la nieve, pero cuando estemos más abajo... Bueno, puede ser una buena forma de librarse de esos lobos y siempre me gustó el esquí extremo.

Escupiendo, aun, algo de nieve que tenia entre los dientes ni me preocupe en darme vuelta y disparara. -Como quieran... yo rajo.-
Quería llegar lo antes posible a suelo firme...

Tres disparos retumban en las montañas. El disparo de Hilda acierta a uno de los lobos que la persiguen, destrozándole una de las patas y haciendo caer a la bestia, que rueda violentamente por la nieve antes de quedarse tirado en el suelo, gruñendo e intentando levantarse sin mucho éxito. James también consigue acertar a uno de los lobos, pero su disparo no tiene tanto efecto. Al verse atacada, la manada parece acelerar el paso. Ian, aún algo desorientado por su caída, no acierta a apuntar bien y falla el tiro.

Mientras Hagger sigue conduciendo la moto vuelvo a disparar al Lobo más cercano confiando en que el disparo sea mejor que el anterior.

Maldigo al ver que aún quedan lobos persiguiendo a Ian y a la moto de nieve... Después de todo, se sienten atraídos por algo más que la sangre.

En el último momento, reacciono para esquivar un árbol con el snowboard. Por suerte, llevo toda la vida esquiando y los últimos años viviendo en la montaña, pero ver el tronco tan cerca de mi rostro me recuerda que no puedo despistarme. Me giro para apuntar a un lobo. Tardo un instante más de lo normal en apretar el gatillo, pensando si será buena idea, pues al fin y al cabo lo que pretendo es provocarles para que vengan a por mi. Finalmente, disparo una vez más. Con suerte la sangre de sus compañeros les atraiga tanto como la mía. Después de todo, si son hijos de Fenris es posible que puedan sentir odio, al igual que su padre.

Tomando una loma elevo el cuerpo y lo bajo cuando esta va en picada, así tomando más velocidad. -Si! Nena!-
Me giro para ver que los lobos nos persiguen, sobre todo a mi también. No, eso no! Le apunte. -Toma esto perra!!!- Plum!!!*

Tres disparos más. James consigue rematar al lobo que iba pisando los talones a Hilda, el cual rueda por la pendiente hasta chocar contra un árbol. Hilda dispara al segundo lobo más cercano, acertándole justo en el cráneo. La criatura vuela unos metros hacia atrás, antes de caer como un fardo sobre la nieve. El tercer lobo acorta distancias, pero el disparo de Ian le hiere y lo retrasa un poco.

De repente, os encontráis delante de un pequeño pinar. Habrá que centrar los esfuerzos en evitar los árboles.

Más concentrada que antes, me adentro en el pinar esquivando los árboles a toda velocidad.

- Dejad a los lobos, son demasiados - les digo a Ian y a los dos pilotos de las motos recordando la profecía: "El tiempo es vuestro peor enemigo. Fenris aulla y sus cachorros están cerca. Mas os vale que os deis prisa; su número es demasiado grande". - Centraos en llegar al bosque lo antes posible. Yo intentaré despistarlos para despejar el camino.

Concentrándome, invoco los poderes del hielo que me legó mi padre. En un momento noto cómo el hielo se extiende alrededor de mis pies, permitiéndome deslizarme como si fuera sobre patines. Junto con la velocidad sobrenatural que puedo alcanzar gracias a mis otros trucos podré dejar atrás a los lobos en cuanto desenganche la bota del snowboard. Agito la mano sangrando al viento para atraer a los hijos de Fenris tras de mi y permitir que el resto tenga un descenso más tranquilo. Cuando estén lo suficientemente cerca será el momento de acelerar.

Mi disparo acaba con la vida del lobo.

- Uno menos. - comento. Quedan tres.

- Buen disparo James. - pienso satisfecho.

- Tú centrate en lo tuyo y déjame hacer mi trabajo. - digo a Hilda volviendo a disparar al lobo que queda en pie.

Concentrado en esquivar los arboles deje que los demás hicieran los suyo. -Vamos perra- Me decía a mi mismo felicitandome por no estrellarme con ese pino... -Uhooo- Ahí esquive otro... Vamos bien.

James elimina al tercer lobo mientras Hagger sortea los árboles sin dificultad. Cybil también consigue mantener la moto en marcha, aunque se ve obligada a dar un buen rodeo que la retrasa respecto a los demás. Ian y Hilda atraviesan el bosque sin dificultad.

Una vez superado el bosque, los lobos parecen centrarse en Hilda.