Partida Rol por web

Cuando escuchas los comentarios de tus compañeros y del nuevo grandullón, eres incapaz de revisar cual seria la mejor decisión y retiras tus ojos del libro de conjuros y del tejido de la magia para observar con mas detalle la realidad, los guerreros heridos, la sangre , los caballos, los goblins .. los goblins con dientes afilados ... y en una fracción de segundo sientes que vuelves al pasado, a una fria y no muy lejana noche ... en una visión , una visión que tuvo lugar durante tus rezos, justo antes de partir de Neverwinter ...

14/09/2019, 16:36

Mientras estas en el templo rezando sin que nadie se de cuenta caes de nuevo en una vision, es similar a las anteriores, vez el templo mancillado, un dolor y sangre te cubre, como si la muerte hubiera atacado a su poder y demas, sin embargo si antes eran visiones flases e informacion general, ahora son aun mas caoticas y desconcertantes, ves sangre, unos asquerosos dientes afilados, son de piedra o de verdad, no sabes, un cuerpo tumbado ... esta muerto???, poder ilimitado, la misma muerte te mira y se rie de ti ... y a tu espalda esta el cuerpo de ... un enano parece, pero cuando vas a ver su rostro ... te despiertas de forma brusca ... agitado con sudores frios con un sacerdote del templo a tu lado.

Como si esa visión surgiera como una aguja en tu mente en una milesima de segundo que dura eones.

Thalai miró unos segundos al goblin. Sus ojos rojos como la sangre parecían indescifrables.

El goblin no parecía de gran utilidad. Era una cosa insignificante. 

El bárbaro le agarró del cuello con una de sus inmensas manos y apretó. Apretó muy fuerte.

-¿Entiendes mi idioma, bichito? Cometísteis un grave error al atacar a mi amigo... Un grave error que no volverás a cometer... Reza a quien sepas-. Y apretó. Y apretó. Y apretó. Hasta que el cuello crujió.

* * * * *

Thalai se giró con un semblante peligroso al resto del grupo.

-Tú, guíame-, señaló al elfo al que llamaban Elowanher. -Yo los destriparé. Si han atacado a Gundren Buscarrocas, lamentarán el día en que se cruzaron con Thalai Vaimei-Laga-.

MASTER eDIT : Me refiero a amenazar y destrozar una piedra junto a ti, no el cuello del que quieres interrogar

El cambio de parecer de Isildel tras las palabras del explorador sorprende a Freyr, sin embargo, se alegra de ello, pues estar todos de acuerdo en seguir el rastro es mejor que llevar a alguien a desgana. El ánimo del enano mejoró de repente. Me gusta el plan del mago. Ja, ja, ja. De nuevo volvía a resonar la profunda risa del enano.

Pero todo se truncó con el intento de conseguir información del gigantón. Freyr se dio un golpe en la frente con el talón de la mano cuando el cuello del goblin crujió. Habían perdido una gran oportunidad de conseguir información de lo que se iban a encontrar si seguían el rastro. A pesar de todo, Freyr había recobrado la esperanza al estar unido el grupo en la búsqueda de su primo, por lo que se acercó a Thalai y le comentó de buenas. Muerto no nos puede dar información amigo, para el próximo interrogatorio se un poco más sutil, ja, ja, ja. Le dio unas palmadas en la espalda, el enano estiró el brazo todo lo que pudo para que no pareciera raro. ¡Pero me gusta tu fuerza! ¡Nos vendrá bien!

Freyr se dirigió al carromato y tomo asiento. Siéntate Isidel y estudia bien tus conjuros en ese libro que los vamos a necesitar. El enano había visto el gran potencial que tenía el mago en batalla y ya no le importaba en absoluto que en vez de darle conversación en el camino no despegara la vista de su libro. El enano agarró las riendas y azuzó a los bueyes para que comenzaran a tirar del carromato. ¡En marcha amigos! ¡Encontremos a mi primo!

Freyr, te das cuenta nada mas ponerte a las riendas de los mulos, que a pesar de todo lo que has echo los bueyes solo andan cuando se les achuca, ni el combate ni los gritos ni nada le han afectado estando tranquilos.

Pero lo otro es que cuando llegas delante de los caballos muertos, no eres capaz de pasar, los animales no tienen espacio pero tampoco son capaces de pasar sobre ellos, esta claro que estaban puestos para detener a carromatos y evitar que escaparan a través de él.

El enano se sorprendió de que los caballos aún siguieran en medio del camino para cuando llegó con el carro. ¡Venga tipos fuertes! Dijo animando al dracónido y el barbaro. Despejad el camino para que podamos continuar, ja, ja, ja. Freyr rió a carcajadas haciéndolas resonar en todo el lugar, era la ventaja de ser el conductor.

Thalai sonrió al enano. Le dio unas palmadas amistosas en el moflete. Eso no impidió que el rostro del enano se sonrojara de los manotazos.

-Con que eres el primo de Gundren, ¿eh?... Me alegro de conocerte. Te ayudaré a encontrar a tu primo. Tienes mi palabra-. El tono solemne del bárbaro cambió de repente a uno más jovial. -No es culpa mía. ¡Se ha roto! ¡Los crían con el cuello muy sensible! ¡JAAAAAJAJAJAJAAA!-. Thalai palmeó al enano en el hombro, satisfecho con el burdo chiste que había improvisado. Luego se puso serio. Era evidente que el coloso negro estaba inquieto en su fuero interno.

* * * * *

-¡Yo moveré esos caballos! ¡Esos sucios pielesverdes! ¡Arteros y cobardes! ¡Matar a dos buenos animales para tender una vil emboscada! ¡Grrrrrr...!-. Era evidente que el bárbaro se enfurecía por momentos pensando en el ataque a Gundren. Encontraría a los goblins y clavaría sus cabezas en estacas en honor a Rauatai.

Decidido, el enorme Thalai se dispuso con la ayuda del dracónido a empujar los cadáveres equinos, no sin antes desearles descanso en los dominios de su diosa, la gran guerrera y primera practicante de su sagrado estilo de lucha: el Tanvi Ora Toa.

El draconiano miraba al grandullon con ojos no muy convencidos, pero no decía nada, estaba como enfadado o cabreado, no estaba claro, pero si que cuando le pidieron ayuda para quitar los caballos, se dirigió hacia ellos para ayudar a Thalai.

En menos de 5 Minutos los caballos están retirados lo suficiente del camino, podeis ver que en el suelo hay caído algunas cosas rotas del típico equipaje de aventureros , un odre rajado y un tubo de cuero para trasportar mapas vacio.

Estuve observando al colosal bárbaro mientras le rompía el cuello al pequeño pielverde. Coincidía con Freyr en que nos podía haber dicho algunas cosas interesantes: quién les había mandado aquí, si eran más, dónde estaba su guarida, qué les había pasado a Gundren y su acompañante, etc. Pero ya no nos diría nada...

-"Bueno, parece que si queremos seguir el rastro que lleva al sendero al norte tendremos que dejar aquí el carromato. No creo que le pase nada, quitando estos goblins no nos hemos cruzado con nadie en días. Isildel confirma que no hay nadie en los alrededores. Yo voy a encaminarme hacía el sendero, seguro que nos lleva hacia el paradero de Gundren. ¿Quién vendrá conmigo?"

-¡Yo te seguiré, por la lanza flamígera de Rauatai!-. Thalai golpeó su pecho con una ferocidad que sugería que su impaciencia estaba incrementando rápidamente. -Cinco goblins no eran suficientes para parar a Gundren... Se quedaron esperando... Estaban listos para atacaros. Alguien sabía por dónde iba a pasar...-. El bárbaro adoptó una mueca salvaje y emitió un gruñido. -¡No hay tiempo que perder!-.

El gigante avanzó con pasos raudos al claro en el bosque, decidido a seguir el rastro. No parecía importarle demasiado el peligro.

- Yo me quedare si quereis vigilando el carro para evitar que otros goblin o alguien robe las mercancias. - dijo de forma relajada mientras miraba a sus compañeros deseosos de ir a por el camino de las montañas.

Freyr solemne desde lo alto del carro, agradeció el esfuerzo realizado apartando los caballos a sus compañeros. Buen trabajo. El enano volvió a azuzar a los bueyes y apartó el carro a un lado del camino, buscando un sitio donde no molestara.

El ánimo de sus compañeros le contagiaba, sobretodo el del nuevo integrante del grupo, sin embargo, dejar las mercancías que su primo les había encargado llevar! ahí sin vigilancia, no le gustaba en absoluto, por lo que no se unió al ofrecimiento del clérigo hasta que Ardrian se ofreció a salvaguardar el carromato. 

¡Contad con mi martillo! ¡AAAGGGRRHH! Soltó Freyr un grito gutural mientras alzaba y agitaba el puño. ¡Demos caza a esas salvajes sabandijas! El enano se pudo en marcha siguiendo los largos pasos del gigantón Thalai lo más rápido que podía.

-¡JA! ¡Un poco de entusiasmo enano nunca viene mal!-. Thalai volvió a palmear del rostro de Freyr con algo que podría denominarse, no falto de ironía, cariño bárbaro. -¡Ése es el espíritu, primo de Gundren! ¡ME GUSTA TU MARTILLO! ¡Nuestro escamoso amigo se queda al cargo del carro! ¡Vamos, Izmael, clérigo de una deidad inferior a Rauatai! ¡Carguemos contra lo desconocido! ¡JAJAJAAAA!-.

Cualquiera diría que el bárbaro estaba deseando partirle el cráneo a unos cuantos goblins.

El Tanvi ora Toa demanda entrenamiento diario y riguroso. Un día sin derramar sangre es un día perdido en la vida de un seguidor de Rauatai, la diosa de la guerra...

Y del amor... bélico.

Y de la abundancia... de cadáveres.

Y de la caza... de cabezas.

Tal era la devoción de Thalai en su belicosa deidad.

Isildel se levantó de su baluarte en el carromato, se acercó con paso solemne, dejando que su larga túnica de seda jugara con el viento, levantando ondas entre sus pliegues como si fuera espuma blanca en las olas del mar que rompen sobre la arena. Mithrandir chilló y se dispuso en sus espaldas, apoyando sus afiladas garras sobre un refuerzo de cuero en sus hombreras. El paso acompasado de su bastón ofrecía un ritmo militar a su lento avance hasta disponerse junto a sus compañeros.

- Cargar a ciegas contra lo desconocido es sinónimo de una muerte rápida y segura.

Dijo con su falta de tacto habitual. Sus ojos se centraron en el humano levantando levemente una ceja.

- Por desgracia creo que esta sagrada misión requerirá de nuestro amigo Gundren el sacrificio más alto. No se hasta que punto nos es perjudicial separarnos e internarnos en las montañas en busca del rastro de los atacados. Si efectivamente fue Gundren y su enigmático acompañante, les haríamos mayor tributo asegurando nuestra llegada a Phandalín que recuperando sus restos de entre las ruinas ocupadas por un puñado de goblins. Pero como no espero convenceros de lo inútil de esta empresa, tendréis mas posibilidades de sobrevivir con migo a vuestro lado. Lo primero será tratar de recuperar el rastro que se interna en las montañas.

Hizo un gesto silencioso, cerrando los ojos y dejando volar sus pensamientos junto a su fiel familiar. En busca de amenazas cercanas y el posible destino al que se dirigían.

- Ve mi fiel mensajero, y busca nidos de piedra y lona blanca al pie de las grandes montañas. Busca más amenazas de colmillos afilados y chillidos maníacos.

Mithrandir voló un tiempo revisando el terreno, aunque el camino en un principio estaba oculto, despues se puede ver claramente ..., asi que Mithrandir volvio sin llegar al final ya que estaba a una buena distancia ... demasiado para alejarse de su amo sin riesgo, sin embargo estaba claro que el camino era transitado mucho y que seria muy facil seguirlo.

HIPNOTIZADO

- Creo que la mejor opcion seria que Ardrian y yo lleváramos el carro hasta Phandalin, y cuando termineis donde sea que querais ir, nos vemos en Phandalin ..., por si tal vez Gundren esta alli esperandonos y todo esto es solo una trampa ... - dijo de forma concentrada, teniendo claro que eso podría ser la mejor idea, ya que no sabían si eso era una trampa o algo parecido.

Ya habíamos elegido, cada uno sabía lo que quería hacer. Nos dividiríamos en dos grupos, uno guardaría el carromato mientras que el otro partiría a investigar el rastro.

-"Bien, veo que somos cuatro para seguir la pista que conduce a la senda. Partamos pues, no hay que perder tiempo. Tholai, en otro momento discutiremos de teología tranquilamente para resolver si mi dios es inferior al tuyo, como aseberas. Me alegra que vengas Isildel, tu ayuda puede ser necesaria; y ten presente esto, si no vemos qué le ha pasado a Gundren nuestro viaje a Phandalin no tiene sentido, no sabemos el plan del enano ni lo que quería hacer allí."

Me vuelvo hacia los dos compañeros que se iban a quedar vigilando el carromato.

-"Tened cuidado amigos, no os relajéis."

Empiezo a abrir la marcha por la senda.

Thalai caminaba delante, junto a Freyr, primo de Gundren, sondeando todo a su alrededor. Escuchó al clérigo Izmael insinuar algo sobre una mujer llamada "Teología". Debía ser OTRA deidad menor. A ese sacerdote le iba el culto a seres extraños para el bárbaro. Muy, MUY extraños.

-No hay nada que discutir, amigo mío. Rauatai podría vencer a ese Lathander tuyo y a esa tal Teología con un brazo atado a la espalda...-. El gigante pareció reflexionar durante unos segundos. -...Claro que eso tampoco es demasiado reseñable. Rauatai tiene seis brazos, doce espadas y una lanza de fuego, y es sabido que tendrían que ser al menos otros cuatros dioses para poder tener una mísera oportunidad-. Thalai miró a Izmael mientras esbozaba una sonrisa afilada. En el más literal de los sentidos. -Y aún así no la tendrían... ¡JA! ¡Rauatai es la gran maestra del Tanvi ora Toa! ¡El arte marcial más puro jamás creado! ¡En mi tribu es símbolo de fortaleza, salud y vida! Y para nuestros enemigos es presagio de masacres, muerte y, en general, defunciones violentas con desmembramientos sin consentimiento de la víctima. ¿Qué significa ese Lathander tuyo para ti, Izmael? ¿Y esa tal Teología? ¿Es su amante? ¿Su concubina?-. Thalai abrió desmesuradamente los ojos. -¡Noooooo...! ¿¡Es algo así como su madrastra?! Teología... Ramera despiadada... Cuenta, ¡CUENTA! ¡Háblame de tu diosecillo, Izmael! ¡Ahora tengo curiosidad!-.

Curiosa forma de entender la religión tenía el bárbaro.

Freyr caminaba concentrado junto al gigantón con el martillo en la mano, sin duda, nuestra estrategia no iba a ser sigilosa. Por suerte, a pesar de no contar con el explorador, con el Búho de nuestro estirado amigo Isildel no deberíamos tener problemas en encontrar lo que andamos buscando.

La discusión sobre dioses sacó al enano de su concentración, lo que para él era un riesgo en esta empresa, en la que en cualquier momento podían caer en otra emboscada, así que se metió de lleno en la conversación. Queridos amigos. Os voy a explicar yo quién es mi Dios, el único y verdadero que existe. El enano alzó el martillo por encima de su cabeza. ¡Es este! ¿Lo veis bien? Preguntó el enano haciendo una pausa para que asimilaran por dónde iban los tiros. Pues lo vais a ver mejor cómo no os calléis y mantengáis la concentración en lo que tenemos entre manos, porque pienso estamparoslo en vuestras horribles caras humanas, como por vuestra culpa caigamos en otra emboscada. 

Freyr bajó el martillo pensando que sus palabras serían suficientes para que pospusieran la conversación para la próxima taberna y se concentró de nuevo en sus alrededores, buscando en todo momento cualquier indicio y pista que les pudiera servir.