Partida Rol por web

El grupo comenzó a organizar todo, Sildar y Auric movieron el cuerpo de los caidos, asi como amontonaron los cuerpos de los goblin en un sitio seguro y consiguieron prenderle fuego con algo de aceite que habia en uno de los carros ...
Por otro lado, Freyr y Izmael, estuvieron ayudando a los transportes, asi como atar el carromato para poder llevar todas las mercancías a Phandalin, asi como Isildel y Dalya les ayudaba, vigilaba y claro, Dalya estuvo mimando a Brisa y Trueno para el largo camino que les quedaba.

El grupo trabajo discutiendo el mejor camino, siendo claro que lo mejor era salir de allí lo antes posible y cuando llegasen a Phandalin descansar y ponerse al día de toda la información que disponían al unirse nuevos amigos de Gundren al grupo que de seguro no disponían de toda la información que habían obtenido los heroes en la cueva de los goblin de Bocapeñasco.

El camino hasta el pueblo no solo fue duro por la triste carga que llevaban, sino de el esfuerzo que los caballos de carga tuvieron que tirar siendo un ritmo lento y pesado, teniendo que ayudar tirando o empujando el carro los mas fuertes de la comitiva, de vez en cuando Izmael miraba el cuerpo de sus compañeros, que habían caído intentando llegar a Phandalin pero ni eso habían podido tristemente.

Llegais tarde, muy tarde a la entrada de la ciudad, las calles estan oscuras y casi no podeis ver nada ni negocios, pero si una posada, la posada Colina de Piedra, llegais a su puerta y esta cerrada, tras llamar intensamente, os habre la puerta un hombre bajito y joven que parece ser el posadero, llamado Toblen, Toblen Stonehill, parece algo alterado, pues no os habre hasta que consigue veros. es ese momento os abre la puerta y cierra nada mas que entreis, dandos alojamiento para esa noche. Sildar toma un cuarto, y para el resto del grupo hay solo 2 cuarto, los claes os indica y con lo cansado que estais no os preocupais al menos hoy donde dormis, mientras que el posadero se encarga de guardar adecuadamente los animales y vuestros carros llenos de mercancias.

La noche pasa tranquila en acción, pero no en los sueños para Freyr, Isildel y Izmael, casi todos teneis sueños de malos augurios, la risa macabra de Yemmik, el rostro de los aventureros muertos, imaginaros el cuerpo de Gundren muerto, una araña peluda que lo envuelve y devora a vuestro amigo, los dientes dentados de los goblins, el Osgo decapitado ... demasiada información, demasiada muerte para un dia ... el dia siguiente seria mejor?, quien sabe ..., tras una noche intranquila, aparece la mañana con la esperanza de encontrar respuestas o solo mas problemas, quien sabe ... 

Dalya se despertó temprano y bajo a desayunar pidiendo un poco de leche y alguna pasta para acompañar. Algunos de sus compañeros ya estaban allí y les saludo mientras se sentaba con ellos.

-Bueno, no se vosotros, pero Auric y yo debíamos entregar la mercancía a Gundren. Pero nunca nos dijo cómo o donde así que supuse que nos reuniríamos aquí...-dijo haciendo una pausa para agradecer cortesmente cuando le trajeron su desayuno- en fin, os ayudaremos a enterrar a vuestros amigos. Creo que eso es lo más urgente...-dijo dando un sorbo.

Isildel fue el primero en salir de la habitación. Su herencia élfica le permitía descansar solo con cuatro horas de meditación en las cuales solía recibir visiones de su señora, pero esta noche había sido diferente. Las cuatro horas se le habían hecho eternas y llenas de pesadillas, pero no las pesadillas proféticas a las que estaba acostumbrado sino unas sin sentido, aleatorias e inconexas, cuyo único objetivo era perturbar su descanso.

Por ese motivo, antes de despuntar el alba se levantó y, con el mayor sigilo para no despertar a sus compañeros (quienes parecían tener sus propios malos sueños) bajó a la sala común. Apenas había gente a esas horas, aunque cierto era que esperaba encontrarla vacía. Su llegada llamó la atención pero no le prestó mayor importancia y se dirigió a una mesa cerca de un ventanal, donde recibirían luz al salir el sol pero no estarían muy a la vista del exterior.

Saludó al joven Toblen con una inclinación de cabeza y le pidió pan y una taza de leche con miel. Mientras llegaban el desayuno y sus compañeros sacó su libro y comenzó a leer. Sabía que en él no encontraría las respuestas que necesitaba pero le ayudarían a calmar su mente. Además, debía reforzar los intrincados esquemas mágicos de sus conjuros.

Poco tiempo después fueron bajando sus compañeros, algunos de mejor humor que otros, y fueron sentándose a la mesa con sus desayunos.

Cita:

- Buenos días, señora Aguanieve amiga de Gundren- saludó con bastante más respeto que el mostrado el día anterior.- Nosotros teníamos otro carro con mercanciá para entregar, como vió usted ayer, pero teníamos unas instrucciones más precisas: llevarlo a Suministros Barthen, donde nos pagarán por ello. A partir de ahí debíamos reunirnos con Gundren… pero nuestras prioridades han cambiado, como bien os explicarán mis compañeros- terminó, volviendo su atención al libro. No era de mucho hablar y sentía que, de alguna manera, ya había hablado demasiado.

Lo primero que hizo Auric, nada más levantarse, fue girarse hacia la ventana y ofrecer una larga plegaria a Tyr. Aguantando en su mano su símbolo sagrado, el semiorco rezó pacientemente a su deidad, meditando sobre sus virtuosas batallas y preguntándose en silencio si algún día estaría a la altura.

Cuando finalmente hubo terminado, a una hora un poco... Tardía, para sus propias costumbres, pero aún así temprana, bajó a la posada a desayunar, encontrándose de lleno con Isildel. Sin mediar palabra con él, ya había comprobado que su lengua era rápida, pidió una cerveza y una hogaza de pan para desayunar. Silenciosamente, se limitó a quedarse en una esquina y observar a la gente ir y venir.

Cuando los héroes comenzaron a bajar Toblen estaba preparando las mesas y el local, ya descansados y con tiempo de ver, podian comprobar como la posada era una posada modesta pero limpia, bajo la zona de los cuarto estaba la cocina y la barra, frente a ella, las mesas y barriles colocados de forma armoniosa llenaban un pequeño salón, y antes de la entrada habia un pequeño recibidor donde viajeros y ciudadanos podian limpiar sus botas, o dejar aperos y demas elementos con tranquilidad para no ensuciarla con el barro del campo y el agua de la nieve.

Toblen era joven, para nada el tipico tabernero de una posada, demasiado joven. Cuando ibais bajando y solicitais el desayuno, os atiende con rapidez y dedicación, aun sois pocos en el salon, pero da la sensación que sois los únicos inquilinos de la posada, por su dedicación absoluta a vuestro servicio, aunque estaba muy callado, posiblemente debido a que aun estaba algo dormido.

Sirvio el desayuno a cada uno de los heroes cuando se lo pedia y solo volvia para traer el siguiente desayuno ...

Sildar bajo desde su cuarto al parecer antes de la mañana habia ido a buscar ropa, pues a diferencia de los harapos y la armadura ensangrentada y rota de goblin maltrecha que llevo en la cueva y en el camino dirección a Phandalin, ahora vestía de forma arreglada, aunque sencilla, un pantalón de trabajo que le quedaba bien ajustado y una camisa ancha de un color blanco impoluto, lo cual ponía mas de manifiesto 2 cosas, su buena forma física a pesar de su edad y su noble y gallardo porte.

- Toblen, podría traerme un poco de cerveza y el pan mas fresco o tierno que tenga ..., se lo agradeceria mucho ... -

Para después dirigirse en la mesa donde estaba la mayoría de los heroes, y sentarse junto a ellos

- buenos dias señores y señorita ... - dijo haciendo una leve reverencia a Dalya  - espero que hayan podido descansar bien ... yo estaba destrozado despues de tanto tiempo alli encerrado, una cama comoda me ha sentado de las mil maravillas - dijo sonriendo al grupo

-Estupendamente-dijo la mediana con una sonrisa mientras se metía en la boca un pequeño pastel que le había traido el tal toblen- pero aqui ando con una duda y es que nunca nos dijisteis donde llevar la mercancía. No puedo estar cargando con una carreta llena de metal mientras busco a ese enano. ¿Donde lo llevamos? ¿ Al mismo sitio que ellos?- le preguntó- Ah y antes... estaría bien que nos explicaras que os pasó, que te hicieron y como secuestraron al viejo-le dijo.

El enano retozó en la cama como nunca lo había hecho. No solía ser muy dormilón, pero tras estar casi a punto de morir en la cueva, su cuerpo lo necesitaba. Para su desgracia, las pesadillas no le dejaron descansar como le hubiera gustado, por ello fue el último en salir de la cama y bajar a desayunar.

¡Tabernero! Dijo el enano con malas pulgas nada más bajar las escaleras. Ponme una jarra de cerveza a ver si se me pasa el dolor de cabeza, por favor. Freyr fue relajando el tono según iba hablando, pues el pobre Toblen no tenía culpa de que las continuas pesadillas le hubieran hecho pasar una mala noche y le hubieran dejado un dolor de cabeza horrible. Y un poco de pan tostado con mantequilla. Añadió justo antes de sentarse en la mesa con el resto.

Buenos días. Dijo el enano refunfuñando, más de mala que de buena gana, dejaba patente que no se había despertado de buen humor. Decidió escuchar a sus compañeros sin decir nada más y esperar su desayuno, pues no quería herir sensibilidades con alguna áspera palabra. Seguro que después de tomarse la cerveza se encontraría mejor y recuperaría su humor habitual.

La llegada a Phandalin a altas horas de la noche, como sombras que pululan por la oscuridad, fue un alivio para nuestros cuerpos. Fuimos a la posada que nos indicó Simbar y, tras mucho llamar, nos abrió el posadero. A regañadientes, nos abrió y nos acomodó. También guardó los carromatos y dio de comer a los animales.

Nada más despertarme me puse con mis rezos matutinos. Había tenido sueños perturbadores, pero había descansado lo suficiente para sentirme con más fuerzas. Me vestí y me aseé. Bajé al comedor y encontré allí a tod@s mis compañeros. Seguro que me llamarían dormilón. Me acerqué al posadero y le pedí un tazón de leche fresca y un cacho de pan tierno. Sino tuviera, me conformaba con unas gachas, que no estuvieran aguadas. Me senté en la mesa junto a los demás.

-"Buenos días, espero que hayáis dormido bien y recuperado fuerzas. Después de desayunar, creo que deberíamos ir a entregar las mercancías y preguntar allí si tienen algo de información que dejó Gundren para nosotros. A lo mejor, podríamos separarnos y visitar varios sitios de la ciudad, así tardaríamos menos en nuestras pesquisas. Y mientras desayunamos, pongámosles al corriente a nuestros nuevos amigos. Sir Sildar, si hace el favor..."

Sildar comenzo a tomar la jarra de cerveza con el mendrugo de pan, a pesar de su aspecto señoral, no parecia fuera de lugar en una taberna comiendo un desayuno tan mundano y sencillo, mientras que escuchaba al resto del grupo y veia como otros comenzaban a llegar, y claro el posadero Toblen servia los desayuno servicialmente.

¿Donde lo llevamos? ¿ Al mismo sitio que ellos?

- Señorita Aguanieve, en ese aspecto os puedo ayudar yo, creo que todo las mercancias que envio gundren a el pueblo iban dirigido al mismo sitio ..., era ... Suministros Barthen, si no me confundo, ... parecen gente decente ..., asi que de seguro cumpliran el acuerdo que tuvo con Gundren ... - 

Sir Sildar, si hace el favor..."

- Pues como ya les comente en la cueva ... mis razones para venir a Phandalin es encontrar a Iarno Albrek, tras desaparecer hace unos meses debo descubrir que es lo que ha pasado con el ... pro tranquilos, yo pago mis deudas, no debeis dudar que les dare la recompensa que les prometido por acabar con Klarg y traerme sano y salvo a Phandalin ..., pero para ello deberéis esperar un dia, pues tengo que solicitarlo, todo el oro que tenia, asi como mi equipo lo perdi en manos de Klarg y Yemmik -

-Bueno, yo propongo lo siguiente-dijo limpiándose la barbilla de migas- lo primero es llevar los suministros a la tienda del tal Barthen. No quiero tener que preocuparme mas por ello y unas monedas no nos vendrían mal. 

La mediana hizo una pausa y dio un trago de leche.

-Imagino que no sabéis donde está el castillo ese donde decís que se han llevado al viejo Gundren-continuó- así que creo que un buen sitio para empezar es ir a por ese tal Yemmik y sacarle lo que sabe. Y de paso haremos los caminos un poco más seguros. ¿Que decís? 

Bebiendo silenciosamente de su cerveza, Auric escuchó toda la conversación que estaban teniendo los demás. El paladín estaba pensando a toda la velocidad que le daba su cabeza. Finalmente, levantándose de la mesa, se dirigió a Sildar:

"Yo sólo tengo dos preguntas. Una, ¿dónde está Gundren? Dos, ¿por qué no estamos yendo a buscarle ahora mismo?"

Isildel intentaba mantenerse tranquilo repasando su libro, pero por más que lo intentaba cada vez se le hacía más difícil conseguirlo pues parecía que todo el mundo estaba empeñado en perder el tiempo dando rodeos que no llegaban a ninguna parte.
Al final, la intervención impetuosa del paladín fue la gota que colmó el vaso.
- ¡Basta!- levantó la voz acompañando el gesto con un sonoro golpe producido al cerrar el libro con fuerza.- No soporto seguir perdiendo el tiempo ni divagar dando tumbos sin llegar a puerto alguno. ¡Sentaos y atended!- él mismo se reajustó en el asiento y se acercó más a la mesa antes de continuar.- Las cosas claras cuanto antes: Gundren venía de camino a Phandalin con Sir Hallwinter. Se nos adelantó alegando que tenía algunos temas que atender en la ciudad antes de nuestra llegada. De camino a Phandalin tanto Gundren como el caballero fueron asaltados y capturados por los trasgos de un Osgo llamado Klarg. Tras entrar en su guarida en su busca averiguamos que nuestro amigo enano había sido enviado a un lugar llamado Castillo de Bocapeñasco, hogar de un rey Osgo llamado Grol. Los trasgos de Klarg desconocían su situación real, por lo que debió ser llevado por sicarios que conocían el lugar. El encargo de secuestrar a Gundren vino de un misterioso ser llamado La Araña Negra. Aunque no sabemos ni quién es ni qué papel juega en todo esto, si sabemos que quería a Gundren con vida y también que quería un mapa de una mina que portaba con él. Además, sabemos que alguien aquí en Phandalin hace tratos con frecuencia con Grol y podría saber la ubicación de su castillo, aunque no sabemos quién es ni cómo localizarlo.- Se relajó un poco el la silla antes de recapitular, enumerando con los dedos de sus manos.- Por tanto:
A) No sabemos dónde está el castillo Bocapeñasco.
B) No sabemos con quién hacía negocios en la ciudad Grol.
C) No sabemos quién es esa Araña Negra ni de qué conoce a Gundren.
D) No sabemos qué diantres pretendía hacer Gundren en Phandalin antes de nuestra llegada y Sir Hallwinter no suelta prenda.
Por otro lado, sabemos que:
A) Gundren está en el castillo de Grol.
B) Sabemos que la Araña Negra lo quiere con vida y quiere también un plano de una mina abandonada hace años, llamada "Mina del Oleaje"
C) Sabemos que hay alguien en esta ciudad que puede saber dónde está Bocapeñasco.- Miró a sus compañeros con un cuarto dedo levantado y preguntó: ¿Nos falta algo más? En cualquier caso nuestras opciones son dos:
1.- Ir a patearnos los bosques y las colinas cerca del camino buscando a Yemmik, lugarteniente de Klarg y perder semanas o meses hasta que lo encontremos o nos maten.
2.- ¿Investigar el la ciudad quién hace tratos con osgos, lo cuál nos llevará también bastante tiempo ya que no sabemos por dónde empezar… ¿Alguna sugerencia o alguna idea brillante que nos haga ganar tiempo?

- ¡Basta!- levantó la voz acompañando el gesto con un sonoro golpe producido al cerrar el libro con fuerza.- No soporto seguir perdiendo el tiempo ni divagar dando tumbos sin llegar a puerto alguno. ¡Sentaos y atended!- 

Sildar se sobresaltó con el rapido y violento golpe de  Isildel, no aprecia que fuera un ser violento, tal vez sin ninguna paciencia, eso si ... pero en vez de decir algo en contra de su actitud, escucho con calma, por interes propio y pos si podia decir algo ... 

D) No sabemos qué diantres pretendía hacer Gundren en Phandalin antes de nuestra llegada y Sir Hallwinter no suelta prenda.

En ese momento iba a objetar de forma furibunda ante aquella acusación que aprecia que quisiera ocultar algo ... pero contuvo el dedo de  rebatimiento, para evitar que el exaltado Isildel pudiera transformarse en boniato o en babosa ... conteniendo sus labios hasta que terminara su airada reprimenda ...

Una vez que parecía que acabo su airada elución, Sildar intentó tomar la palabra con calma y concisión.

- Les he contado todo lo que se ... se lo juro ... Gundren, desconozco la verdadera razón de porque tenia tanta prisa, la cual me venia bien pues el asunto que me atrae es de alta urgencia ..., lo único que me comento es que tenía prisa en volver con sus hermanos ..., pues su descubrimiento era demasiado peligroso como al final se ha demostrado, los hermanos se llaman Thanden y Nundro ... primos vuestro nos Maese Fireforge? ... lamento no saber mucho mas, pero estoy seguro que sabéis que Gundren jamás ha sido una persona muy chismosa o habladora ... ( algo que es cierto) -

Historia de la Caverna del Oleaje y el Pacto de Phandelver, es una historia muy conocida en esta parte del mundo, especialmente entre los enanos

Hace más de cien años, clanes enanos y gnomos llegaron a un acuerdo conocido como el Pacto de Phandelver, gracias al cual compartirían una valiosa mina en una maravillosa caverna conocida como la Cueva del Oleaje. Ademas de su valor mineral albergaba grandes poderes mágicos. Los lanzadores de conjuros humanos se aliaron con los enanos y gnomos para canalizar y concentrar la energía en el interior de una gran forja llamada la Forja de los Conjuros, donde podían crearse objetos mágicos. Los tiempos fueron buenos y la cercanía de la ciudad humana llamada Phandalin próspero también. Pero entonces les golpeo la desgracia cuando los orcos llegaron a través del norte y convirtieron en yermo las tierras que se cruzaban en su camino.

Una poderosa fuerza de orcos apoyados por malvados magos mercenarios atacaron la Cueva del Oleaje para hacerse con sus riquezas y tesoros mágicos. Los magos humanos lucharon junto a sus aliados enanos y gnomos para defender la Forja de los Conjuros, y la consiguiente batalla mágica destrozó la mayor parte de la caverna. Pocos sobrevivieron en el interior de la gruta por los temblores y derrumbes, y la ubicación de la Cueva del Oleaje se perdió para siempre.

Dalya sonrió ampliamente cuando el elfo empezó a contar y resumir todo lo que sabía. Le recordaba a alguien que había conocido cuando iba de aventuras con Gundren y los demás y se imaginaba por que Gundren le había elegido para participar en lo que sea que fuera todo eso.

-Oye Isildel, ¿como conociste a Gundren?-le preguntó llena de curiosidad mientras devoraba otro pastelillo.

-Estoy de acuerdo con eso. Algo me dice que el escondrijo de esos goblins no debe estar lejos, pero si alguien de este pueblo sabe donde encontrar el castillo ese... tiene mi atención desde luego. 

Auric escucha atentamente y satisfecho al elfo. Por fin alguien ponía las cosas claras sobre la mesa. Le gustaba su actitud, aunque fuera un poco repelente. Cuando terminó, se dirigió a él, aún sin sentarse:

"Te he perdido cuando has dicho 'osgo'. ¿Qué es eso?"

La cerveza fue animando al barbudo enano según la fue ingiriendo, pero lo que verdaderamente le quito el dolor de cabeza fue volver a fumar de su pipa. Afortunadamente su humor se había recompuesto del todo para cuando el estirado mago soltó su grandioso discurso. 

Freyr se quedó atónito ante la reacción, nunca hubiera imaginado que Isildel tratará a su amado libro con tan poca delicadeza. Eso le sacó una leve sonrisa. 

El enano escuchó el resumen con atención, él ya conocía todos los detalles, pero se mantuvo atento por si al elfo se le pasaba algo y tenía que echarle un guante o hacer alguna aclaración. Cuando el elfo terminó, Freyr se levantó de su asiente y se acercó a él. ¡Muy buen resumen! Dio un par de palmadas para felicitarlo y cuando estuvo a su lado le agarro de la punta de la oreja y le tiro suavemente. ¿Pero estás seguro de que eres elfo? A veces me recuerdas a los de mi raza con esa actitud tan cascarrabias. Ja, ja, ja. Freyr profirió sus características y profundas carcajadas, formando una nube de humo descontrolada alrededor de su cara, a la vez que casi se doblaba de la risa. 

Cuando se recuperó, el enano volvió a su asiento como si no hubiera pasado nada y tras dar un profunda calada que inundó la mesa de humo, dijo con total seriedad y de forma tajante. Mi voto va por buscar al contacto de Grol en la ciudad.

"Te he perdido cuando has dicho 'osgo'. ¿Qué es eso?"

Sildar cuando escucha el comentario de desconocimiento de Auric no peude evitar una leve sonrisa ... echaba de menos cuando en sus aventuras todo era nuevo y podia fascinarse de descubrir nuevas crituras o empezar nuevas aventuras ...

- Pues ... Auric, la verdad es que es una criatura grande y fea que se puede encontrar en los bosques ... dicen que su origen fue por la violacion de un Oso por parte de un trol o un trasgo ... o eso dicen las leyendas ... y con lo feo que es, no seria raro que fuera ese su origen ... JAJAJA -

Cita:

Isildel suspiró para calmar sus ánimos e inclinó la cabeza ante el anciano a modo de muda disculpa.

Cita:

Ante la pregunta no respondió. Ni siquiera se molestó en girar la cabeza hacia la mediana. aunque aplaudió en su interior que al menos ella se hubiera tomado la molestia de decidir un curso de acción.

Cita:

El elfo apartó con un débil manotazo y gesto molesto la mano del enano de su oreja y le respondió ofendido:
- ¿Y tu estás seguro que eres primo de Gundren? Te veo demasiado tranquilo sabiendo que está en juego la vida de tu primo…- Sin embargo, asintió en silencio con aprobación cuando Freyr se decantó por buscar respuestas en la ciudad.

Cita:

Isildel puso momentáneamente los ojos en blanco, no porque el caballero no conociese a esa horrenda raza de trasgos sino porque, de todo lo dicho, solo eso le había llamado la atención. Sin embargo fue Sildar quien le respondió, evitando así al mago verter más bilis en la conversación.

- Bien. Entonces parece que empezaremos por aquí. No conocemos a nadie en la ciudad, pero podemos empezar por preguntar a Toblen, que parece honesto y servicial, a Barthen una vez le hayamos entregado las mercancias y a Thanden y Nundro… que si no he entendido mal se encuentran en la ciudad, ¿no?- preguntó juntando las palmas de las manos por las puntas de los dedos.