Partida Rol por web

Bueno... su criada nos ha hablado de lo pequeño que es su pene, señor Tessalar*. No espere que los de fuera le consideren mejor si ni siquiera su propia criada le respeta.

¿Cuántas llaves pueden abrir esta caja, además de Lady Wisp?

Un unico proyectil magico surge esta vez de la mano de Tessalar, golpeando a Bramo... El mago, que no estaba bien de su anterior encuentro, se desploma...

La mirada glacial del hombre se dirige a los otros 3...

-Basura irrespetuosa... +murmura con ira apenas contenida... La magia aun reluce en su mano...

Lewess abre sus ojos y su boca hasta el máximo posible al escuchar las palabras de Bramo, y cuando el fogonazo del hechizo de Tesalar desaparece y ve a su compañero tirado en el suelo con un hilillo de humo saliendo de entre sus ropajes no puede evitar ponerse en pie de un salto y arrodillarse ágilmente junto a su compañero POR TODOS LOS DIOSES! BRAMO, BRAMO...

Antes siquiera de poder sorprenderse, la urgencia hizo que Arávilar se echara junto al turmishano caído con rapidez. Farfulló unas palabras con rapidez y un resplandor azulado iluminó sus manos. Sin dejar de rezar en voz baja, impuso sus manos imbuidas de magia divina sobre el pecho de Bramo. La piel parecía rejuvenecer y la herida comenzó a desvanecerse al contacto con aquel resplandor. Al acabar, el clérigo se irguió con seriedad sepulcral.

-Bien, señor Tessalar. Creo que hablo en nombre de los cuatro cuando digo que hemos tenido suficiente evidencia sobre su ingente poderío. No deseamos faltarle el respeto, ya no más. Somos simples investigadores bajo contrato, y no acudiríamos a usted con estas dudas si no fuera realmente necesario-

El clérigo se armó de fuerzas para hablar con firmeza frente al mágico. Sentía la certeza de que un proyectil no tardaría en impactarlo a él, pero decidió arriesgarse. Sólo esperaba que algo de sumisión calmara la ira de Tessalar.

El halfling trata de intervenir al ver caer al mago moreno...

-Perdonelo señor! +exclama+ es que ultimamente ha sufrido muchos problemas que afectan su mente, como todo mago...

Al instante, por la mirada de Tassalar, se da cuenta que la ha pifiado...

Los ojos del magico brillan al oir las palabras de Aravilar y Lilith... desafortunadas cuando menos... De inmediato, hace un gesto y de su palma se expande una rociada de colores que les cubren!!!

La expresión de Tessalar lo decía todo. Ninguna palabra podía aplacar su ira en aquel momento. Cuando el mago alzó el brazo, Arávilar observaba con los ojos abiertos de par en par, a la expectativa. Pero al ver que un mágico arcoiris se extendía sobre ellos, instintivamente se agazapó, como si supiera lo que le caía encima.

Todo comenzaba a salirse de los cauces de la lógica y la cordura, los acontecimientos se desarrollaban a una velocidad increíble y entonces una cascada de colores surgió de las manos de Tesalar y... Lewess sintió un cierto mareo en su cabeza, perdió el conocimiento y se desplomó hasta el suelo como si fuera un gran muñeco de trapo, quedando tendido junto a Bramo.

El bardo se habia quedado mudo luego de darse cuenta que sus palabras, lejos de calmar al mago, le habian molestado. Se apresta a intentar hablar nuevamente, cuando este deja caer sobre ellos una lluvia de colores... A su lado, Lew se desmaya, y por alguna razon, siente que lo mas apropiado en este momento es acompañarlo en el suelo...

Arávilar sabía lo que le esperaba, y aquello jugó a su favor. Apenas esa sensación inevitable de sueño intentó adueñarse de él, sus esfuerzos se concentraron en evitarlo. Parapetado bajo sus brazos, logró sobreponerse al letargo, pero Lewess corrió una suerte diferente. La ira en el rostro de Tessalar causó una reacción reflejo, e inmediatamente se echó al suelo y cerró los ojos con suavidad. No creía que aquel lunático tuviera el poder y la influencia como para matarlos y salir impune, pero era mejor no tentar a la suerte. El clérigo no se atrevió a abrir los ojos, por lo que mantuvo su oído alerta.

-Te falta para engañarme, aprendiz!+gruñe, al detectar una ligerisima vacilacion en la caida.... Podrias esperar cualquier cosa, pero ... no pasa nada.

Inmediatamente lanza otro conjuro, esta vez una esfera que te rodea! Puedes entreverla por los parpados, aunque no te sucede nada... Luego de esto, el hombre exclama.

-Tomen a esos 3 y metanlos en las celdas!!

Al decir esto, los cuerpos inconcientes de Aravilar, Lilith y Bramo son levantados por manos invisibles, y llevados hacia la puerta de la derecha!!

Al oír el grito de Tessalar, obviamente dirigido hacia él, Arávilar no atinó a evitar una mueca de dolor ajeno, seguramente ridícula a los ojos del delirante mago.

Maldito loco.

El clérigo tragó saliva y abrió los ojos justo a tiempo para ver como una esfera tangible pero infranqueable le rodeaba, dejándolo aprisionado. Una suerte de claustrofobia intentó dominarlo, pero supuso que tendría aire para un largo tiempo, y aún se aferraba a la suposición de que aquel hombre, por muy grande que se creyera, no podía matarlos.

-¿¡Celdas?!- estalló, al oír la palabra. -¡Usted no tiene autoridad para encarcelarnos! ¡No hemos cometido crimen alguno!- vociferó, ya sin poder contener la rabia y la impotencia ante aquel ser claramente más poderoso que él.

Insensato. Haga lo que haga, nadie en la ciudad nos extrañará. Estamos a su merced.

Los pensamientos se agolpaban en su cerebro como la sangre en su corazón y el aire en sus pulmones, a una velocidad alarmante.

Rapidamente te das cuenta que este es un conjuro de bastante mas nivel que los tuyos, y famoso, la esfera elastica de Otiluke. Tambien sabes que es totalmente inutil tratar de romper o forcejear para salir de ella antes de que su duracion termine, sin grandes poderes. Mientras, Tessalar te contesta en su tono altanero y frio...

-Entrar en MI casa ,a insultarme en MI cara! +te recuerda+ Y no una, sino DOS veces. Si crees que no tengo poder para encarcelarlos, estas en un gran, gran error... como todo lo que han hecho hasta ahora. Podria matarlos y desaparecer sus cuerpos sin esfuerzo, pero soy el Gran Tessalar y soy compasivo!. Se pudriran en mis mazmorras... unos 200 años, digamos, un siglo por insulto, y entonces, tal vez, los deje salir!

No hay que echar grandes calculos para darse cuenta que tanto Bramo como Lilith estaran muertos para entonces, y seguramente tu tambien... el unico que puede siga vivo es Lewess... si es que el encierro no lo mata, al ser un elfo de bosque.

Oscuridad. Un liquido dulce que corre por tu boca y te vigoriza. Luego, abrir los ojos y encontrarte en los delgados brazos de Lewess, quien te da a beber de un vial. Algo mas alla, Lilith mira entre los barrotes de donde se hallan (evidentemente una celda). Estan solo ustedes 3...

¿Qué... qué ha pasado?

Recordó la prepotencia del terrible mago y el dolor en el pecho al recibir tantos proyectiles mágicos en un mismo día.

¿Y el predicador? ¿Porqué no está con nosotros?

Todo era confusión en aquella fría celda, sobre todo para Bramo que había caído a las primeras de cambio.

Reconocer el sortilegio usado por Tessalar, prueba de su poderío, no hizo más que sumir a Arávilar en un estado aún mayor de desesperación; y sus palabras eran como un par de puñetazos en el estómago. Prefería morir desintegrado antes que pasar el resto de su vida en una celda, mal atendido por unos carceleros que le despreciarían. Ni siquiera sabía si a aquel poderoso maniático se le antojaría deleitarse cruelmente con su sufrimiento y el de sus compañeros.

Si sabía que debía dejar a un lado su orgullo. Si hubiese podido hacerle frente... pero era imposible. Sólo le quedaba apelar a la razón de Tessalar, o a lo que fuera que la rendición de sus enemigos le causase. El clérigo agachó la cabeza, abatido al conocer su destino.

-Gran Tessalar- dijo, desatando un nudo en su garganta con un tono de voz firme, rozando la sumisión. -Veo que nuestras palabras han resultado ser una falta de respeto hacia usted y su indudable poderío. Por eso, pido disculpas. Pero... le ruego que comprenda. Hemos acudido a su sabiduría sin conocer previamente el alcance de sus conocimientos y experiencia. Vinimos sin saber a quien nos dirigiríamos con interrogantes sinceros e inocentes. A nosotros, unos humildes servidores de la Dama Wisp, se nos dijo que la seguridad de esta caja había sido violada, y creímos las palabras de la señora. No veo que culpa podemos tener de confiar en ella y su séquito. Respecto a la insolencia de mi amigo... déjeme decirle que no está precisamente sano. Mentalmente. Es un turmishano extravagante, pero se ha ganado un lugar entre nosotros. Lo único que le pido es su humilde perdón, a cambio de nuestra gratitud e insignificante favor-

-Ni idea+contesta, ayudando a Bramo a levantarse+... Acabamos de despertar al mismo momento... y estabamos aqui. Si salimos me debes una pocion...+bromea+.. ya que parece no nos toman en cuenta como amenaza... nos han dejado todo el equipo.