Partida Rol por web

Miraste, en mitad de aquel pasillo donde de poco servía lo que estabas haciendo. Pero ni tu, ni una persona normal aguantaría demasiado allí, porque la sensación de no estar tranquilo con tanto cambio de luz acabaría destrozándolo, minando su entereza. 

Tu mirada se deslizó hasta el hueco oscuro y viste que...que no había escalera que subiese. Solo que bajase. Por lo que...La puerta del fondo a la izquierda se abrió de golpe, con un portazo, mientras apenas te daba tiempo de girarte cuando algo, una fuerza, algo que no parecía ser o tener forma te tiraba agarrándote del tobillo y te lanzaba en un giro que te mareó hasta la misma casa que se había abierto. Un golpe seco, contra la pared en la que habías rebotado y todo el aire fuera del pecho. 

Ni te había dado tiempo a reaccionar, cuando notaste un cuerpo moverse debajo tuya. Habías caído encima de algo, o alguien. La puerta se cerró con virulencia. Apenas había luz, y estabas boca abajo, no veías por ahora, nada de lo que había alrededor. 

Levantaste la mirada y justo en ese mismo momento, la puerta se abrió y viste una brisa azulada moviéndose. Siseando, peligrosa y densa, un golpe, y ni un segundo después alguien con un par de esferas o cosas brillantes, sin orden no concierto que era estampado contra la misma pared que tu, y caía sobre ti, volviéndote a dejar con la cara pegada al suelo. 

La puerta se volvió a cerrar, con un golpe seco. 

Ya no veías a quien sea que tenías encima, pero quien fuese, tenía algunas cosas u objetos no muy normales. 

Era complicado esperar un ataque de ese estilo por muy pendiente que estuviera... no había oído ni visto nada, lo cual no era en absoluto una buena señal...sus ojos volvieron a la normalidad.

Se levantó con agilidad, de un potente salto que enseguida lo colocó con la pared a su espalda, ignorando el sordo dolor de su espalda que no parecía ir más allá de un simple golpe y adoptó una postura de combate, mano izquierda a la altura del pecho, mano derecha ligeramente más arriba y las zapatillas de deporte que calzaba firmemente ancladas en el suelo, con las rodillas un poco flexionadas. No portaba ningún arma en las manos.

Marc era alto, y la persona o lo que fuera sobre lo que había aterrizado, sin duda se había percatado de que era pesado. Entre el parpadeo de las luces, era posible distinguir unos viejos vaqueros y una camiseta negra totalmente lisa.

No quiero hacerte daño...

Estaba pendiente tanto de lo que se levantara del suelo, como de lo que lo había tumbado con anterioridad, porque estaba casi seguro de que no eran la misma cosa.

Mire, mire de nuevo, para ver algo que sin duda obligo a mis ojos a abrirse ligeramente. Era una forma neblinosa, densa y que parecia sisear como si estuviera cabreada con el mismo mundo. Aun asi poco mas llegue a ver, antes de que un nuevo inquilino cruzara la puerta y se estampara, como hiciera yo mismo hacia unos segundos, contra la pared antes de caer encima mio. Senti el peso del individuo, asi como habia llegado a ver que poseia algun tipo de objeto fuera de lo comun. Otro bicho raro, porque no eramos bastantes y pario la burra.

El aire se escapo de mis pulmones ante el impacto, y aunque el individuo en cuestion, no tardo nada en levantarse de encima mio, mi rostro habia quedado casi sobre esa envejecida moqueta. El tiitlar de la luz me permitio ver las rop,as jovenes, casuales, justo antes de escuchar su voz. Genial, no quieres hacerme daño pero casi me aplastas... la noche iba mejorando por momentos. - Ni yo a ti... no te jode... - Dejando claro que el peligro no era yo, al menos de momento. Me levante y di un par de pasos atras, dejando a quien fuera mas cerca de la neblina, mientras sopesaba las opciones y mi mano se dirijia a mi cintura, aunque dudaba que mi arma pudiera hacerle daño... a "eso". - Bienvenido a la fiesta... seas quien seas...

Hablo en serio... Esperaba no tener que enfrentarse al que acababa de hablar algo me ha atacado, ¿sabes lo que es? Esa era ahora mismo la primera amenaza... o eso pensaba, pues el tipo parecía dispuesto a sacar algo de su cintura, y por desgracia, desconocía sus intenciones...

!Joder! Las manos quietas

No dudó, todo esto se estaba convirtiendo en una bola de mierda cada vez más grande y se sentía demasiado confuso con lo que estaba sucediendo como para andarse con remilgos... no se puede decir que no quieres hacer daño, y menos con ese tono y echar mano a la cintura...

Encerrados, en aquel lugar. En aquella casa, o lo que sea que fuera eso. El hombre con la gabardina * larga en pleno verano se llevó la mano a un sitio que no le pareció oportuno al joven barbudo de impoluta barba recortada. Lo que no sabían, eran que bueno, quizás no debían de mirarse entre ellos. No ahora mismo. 

La luz que temblaba, antigua, amarillenta que provenía de las habitaciones de la espalda del último en caer ascendieron hasta llamar vuestra atención. El olor, de incienso, el mismo que podría encontrarse en una antigua iglesia, era denso y molesto. En breve os haría toser. 

Marc veía detrás de su nuevo amigo un pasillo pequeño de moqueta grisacea algo sucia por el tiempo y poca limpieza, con una puerta de madera cerrada. 

Abraham, tras el rubio dos puertas cerradas, al finalizar el pasillo. Y el arco de otra, que no tenía puerta y que era de donde provenía tanto la mayor parte del ligero humo como...la luz. Una luz titilante, de cientos de pequeñas luces que endiabladas jugaban y bailaban en mitad de algo que no podíais ver aun. 

Un puto genio, eso es lo que me habia tocado. Apenas habia sido capaz de levantarme la primera vez, apenas habia vislumbrado a esa cosa cuando el jodido yunque habia caido sobre mi y ahora no dejaba de parlotear como una gallina clueca... y hablaba en serio, oye, que no era cuestion de andarse con gilipolleces. Si, un puto genio. - No, no tengo ni la mas puta idea de lo que es... - No me dio tiempo a seguir porque ahora encima el chavalito se las daba de darme ordenes. Apenas le mire, mientras me centraba en lo que habia mas alla, pero la mirada que le eche fue simple. No me toques los cojones, no ando de humor.

La luz seguia titilando, como si un puto arbol de Navidad fuera de epoca se tratase, mientras mas alla del rubiales, dos puertas cerradas al fondo del pasillo, junto con el umbral por donde se podia intuir ese fuego que habia creido ver antes. - Yo no soy la amenaza... lo que sea que te ha metido aqui dentro, lo ha hecho conmigo tambien, asi que que tal si salimos de esta primero y luego hablamos de ir dando ordenes a extraños. -Un bufido siguio a mis palabras, mientras estudiaba mi entorno... a la espera de la aparicion de esa neblina.
 

A veces se arrepentía de no ser de los que pegaban primero y luego preguntaban, era un defecto según algunos, pero Rafalín siempre le decía que era una virtud... Marc no lo tenía claro. La mirada que le echó el tipo de la gabardina le dio bastante igual, estaba más que acostumbrado a recibirlas, Dios, que cansado estaba de los que se creían la hostia de duros...

Ignoró al idiota que hablaba de más, aquel olor, el humo y la luz centraron su atención...

No perdió la posición de combate al girarse de medio lado, sin darle completamente la espalda, pues no se fiaba del todo, y lo único obvio era que no era él quien lo había derribado, de hecho, dudaba mucho que pudiera hacerlo... abrió y cerró el puño derecho varias veces, concentrado en él la energía que había a su alrededor...

Pequeñas chispas azules comenzaron a brillar en su mano cerrada.

Dos hombres, en mitad de un pasillo en una ciudad tan sórdida como las antiguas pesadillas de tiempos anteriores a las bombas. Sendos humanos mirando y prestando atención por si algo aparecía o volvía...pero no era el caso, así que todo fue envuelto por el silencio roto de el sonido de las ruedas en el asfalto de la calle. 

Nada...¿ha huído?

El sonido de las ruedas hizo que Marc reaccionara, podía ser la policía, o algo peor, y él aún tenía cosas que revisar.

Mierda.

Tenía que salir de aquel lugar, fuera lo que fuera lo que los había empujado dentro parecía que había decidido, como mínimo, mantener la posición, y él no tenía nada que hacer allí, estaba en la planta equivocada.

Aparta, no quiero problemas y, sea lo que sea esto, no es asunto mío.

No tenía el más mínimo interés en aquel personaje, las actitudes chulescas chocaban con la filosofía de Marc, pero tampoco quería perder el tiempo peleando.

Su objetivo era salir del piso y dirigirse al ascensor antes de que lo llamaran los recién llegados.

Las chispas de su puño desaparecieron, y ahora que lo había visto de lado, se hacía evidente que no llevaba ningún arma, al menos no ninguna más grande que una navaja o algo así. Los pendientes y unas vendas de color negro, de estilo deportivo en sus antebrazos eran los únicos “adornos” que portaba.   

Lo que fuera que habia visto, habia metido aqui dentro a otro mas, como si no hubiera tenido bastante con los cuatro de antes, ahora queria seguir jugando. Dos nuevas presas para esa niebla espesa, fuera lo que fuera, pero si algo entendia era cuando estaba en la boca del lobo y como cazador, una vez la trampa se cierra, es dificil escapar. No sabia que era esa cosa, pero estaba enfadada, eso como poco y ademas tenia a un tipo que iba por ahi mostrando los puños como si con ellos pudiera hacer algo... muy inteligente estaba claro que no era... pero no era mi problema.

Termine de sacar el arma, aunque no tenia claro para que podria servir, era mas una reaccion calculada a la situacion que otra cosa. Me la sudaba lo que dijera el niño bonito. Apunte al suelo, dejando claro que no era una amenaza para él, colocando una mano sobre la empuñadura y la otra por debajo, el dedo indice pasaba de largo del gatillo y el pulgar tenia el seguro a tiro. No deje de mirar hacia la lumbre, pero no me sorprendieron sus palabras... aunque esto no era asunto de nadie, realmente... exceptuando de mi estupidez por una botella de vino.

Me pegue un poco mas a la pared, dejandole pasar si era su deseo como unica respuesta de que habia oido lo que decia, porque en este sitio a esta distancia, visto lo visto, tenia pocas oportunidades contra él, ademas de que no era mi enemigo... aunque él fuera tan obtuso para no darse cuenta. Si tenia intencion de salir de alli, le seguiria, paso a paso hacia la puerta. No habia intencion de decir nada, solo ver si habia opcion de salir... aunque por algun motivo lo dudaba. Si conseguia abrir la puerta, le seguiria fuera de alli.

La puerta estaba cerrada. A cal y canto. Podríais pensar en tirarla abajo, o simplemente pegarle un tiro a la cerradura donde se juntaban puerta y marco, pero igual, no se, llamabais un poco la atención

Cerrada. Como no. Estabamos en una trampa, salir no iba a ser tan sencillo como eso y aunque la opcion de disparar a la cerradura era viable, el ruido llamaria demasiado la atencion... y lo que menos queria ahora era mas atencion. Tenia mas que suficiente con el propietario o actual inquilino de esta mierda de sitio. Una puta botella de vino. Si salgo de esta Isadora, me mata. Mi arma seguia apuntando al suelo, mire de reojo en direccion al joven. Parecia del tipo que sin duda tendria la fuerza suficiente para tirarla abajo o al menos intentarlo... pero eso sin duda llamaria la atencion de nuestro anfitrion, que quizas estaba muy ocupado con los restos de los gamberros de antes.

Nos guste o no, parece ser que esto ahora es asunto de los dos. Lo que te ha lanzado aqui dentro parecia estar de muy mala leche... asi que dudo que nos vaya a dejar ir, tras invitarnos a su fiesta particular. - No es que de pronto me cayera bien el chico, pero... no tenia muchas otras alternativas que jugar con lo que tenia a mano, porque esto no iba a ser tan facil como ir al ascensor y apretar un boton... eso habia quedado claro.

Espere a su reaccion, si realmente conseguia hacer algo con la puerta le seguiria fuera, sino simplemente comenzaria a avanzar lentamente, atento a lo que habia a mi alrededor, si la puerta de atras no era una opcion, habian dos delante y un umbral... ahora solo faltaba ver que se escondia detras de cada una de las opciones. Quizas el chico consiguiera algo, o no, ahora solo quedaba ver a que tipo de fiesta nos habian invitado y si habia opcion de salir de ella. Llegaria hasta el borde del umbral y miraria al interior, sin llegar a asomarme.

Si hubiera querido dispararle, ya lo habría hecho, así que decidió que, de momento, el tipo no era una amenaza.

¿Cómo han cerrado la puerta? Algo se me está escapando...

No tenía ningún problema en hacer ruido a estas alturas, lo que fuera que había dentro ya sabían que estaban allí, y los de fuera...daba lo mismo, tenía que intentar averiguar algo más y llegar al cuarto piso.

Así que, tras evaluar la puerta, decidió lanzar una potente patada a la altura de la cerradura, para intentar abrirla. No parecía que alguien la hubiera cerrado desde fuera, por lo que seguramente había algo sobrenatural en ello, pero por intentarlo...

Sino funcionaba, tendría que enfrentarse a lo que fuera que hubiera dentro de aquel piso, era la única pista que tenia sobre Amalia.

Y no olvides los que han bajado del coche.

Una patada, que resonó en toda la casa, y que logró forzar la puerta al astillar los alrededores del cierre. No es que fuese una puerta blindada, así que no había sido demasiado difícil, aunque eso si, el golpe había sido por necesidad potente y brutal.

La puerta se abrió hacia el pasillo del descanso que los dos conocían, donde la luz parecía ya estable salvo por alguna pequeña falla u oscilación que no tenía nada que ver con la anterior. 

Mientras esperaba una reaccion del tipo que fuera, lo que menos esperaba es que al chico se le ocurriera darle semejante patada a la puerta. Un golpe sin duda brutal, y eso que no estaba justamente al lado, cuyo sonido reverbero con fuerza, provocando justamente lo que no deseaba... un alboroto que llamara la atencion del resto de vecinos, si es que se preocupaban por lo que ocurria en este piso, o de alguien que pudiera haber llamado a las autoridades tras lo sucedido en el callejon. Ambas situaciones no me agradaban pero el "daño" ya estaba hecho y la puerta habia acabado abriendose, en direccion al pasillo donde debia estar el ascensor y la salida de este lugar.

La luz que entro entonces por el umbral aunque con algun fallo, no era el extraño titilar de antes lo que en cierta forma fue un respiro. Sali del lugar, tras él, dejando poco espacio, por si a la puerta le daba por cerrarse de nuevo, mientras guardaba con cuidado el arma y miraba en direccion al ascensor, dejando con sutileza al joven entre mi persona y el umbral de la puerta, que él mismo habia abierto. Era hora de irse de aqui, con suerte incluso llegaria a esa cena... y la mala bestia que tenia de compañero por el momento bien podria cubrirnos antes de irnos de alli. Aun asi estaba atento a todo, a cada posible cambio del ambiente, de la luz o a percibir de nuevo esa niebla espesa de hacia un momento.

No se detuvo a ver si el tipo del arma lo seguía o no, sólo se tomó un instante para asomarse al pasillo tras terminar de empujar la puerta que acababa de romper con su golpe, pero era bueno tener a alguien detrás, siempre que este no quisiera matarte, y de momento, no era el caso.

Marc cruzó el pasillo en dirección al ascensor, pero antes de entrar, se giró para encararse con el desconocido.

No voy a bajar anunció antes de que hubiera ningún malentendido tengo que ir al piso cuarto y la puerta D, estoy buscando a una amiga y ese piso de esta dirección es la único pista que tengo ahora mismo sobre su paradero no tenía que dar explicaciones, pero no quería mentir ni meter a nadie en una encerrona.

Sabía que alguien había llegado al edificio, pero algo le decía que el tiempo era primordial en su búsqueda. 

El chico avanzaba con demasiada audacia, sin molestarle en demasia el ruido que provocaba a su paso. Algo poco inteligente, si teniamos en cuenta que lo que fuera que estaba de caza, seguia aqui mismo... pero eh, no iba a ser yo quien se quejara de que un musculitos fuera delante. Lo importante era dejar atras ese piso, volver a las calles, su relativa seguridad y de alli a casa. No dejaba de mirar a la puerta abierta, mientras cruzabamos el pasillo en direccion al ascensor.

Antes de entrar se giro y sin cortarse ni tres me solto que él no pensaba ir a ninguna parte, o mejor dicho que no iba a bajar. ¿A donde cojones pensaba ir si no? ¿De visita turistica por el lugar? Mas el chico parecia con ganas de hablar y cuanto mas decia, mis ojos mas clavados en él se quedaban mientras fruncia el entrecejo. Mi mirada se desvio un segundo a un lado, luego al chico, al ascensor y luego a la puerta. Sin duda la leche que se habia llevado era de ordago, no tenia duda. Bien podia asentir y dejar que en los siguientes segundos se diera cuenta de su error al entrar en el ascensor, o... podia ser sincero, como parecia haberlo sido él. Le señale la cabeza. - ¿Estas seguro de que estas bien chico? - Señale el pasillo. - Este es el cuarto piso y esa puerta que acabas de reventar, es la D... - Ya te has explicado, ahora simplemente largate Abraham y que le den a esa puta neblina siseante. Sabes que él no lo hara, si esta buscando a una amiga entrara, pues entonces es gilipollas...