Partida Rol por web

La navaja de Ockham -Sangre en las calles (Cap-II)

La refracción silenciada (I)

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20/02/2018, 10:53
Marc Darder
- Tiradas (2)

Notas de juego

Te he puesto el post solo para ti primero para que des el visto bueno. Voy a tirar iniciativa, y luego el ataque, tu ya decides si es sorpresa o no. 

Sería una acción ofensiva contra Abraham, desde su posición agachada la idea es embestirlo y estamparlo contra la pared del ascensor, para impedirle usar el arma. 

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20/02/2018, 15:56
Abraham
Sólo para el director

Notas de juego

En mi caso, no vuelvo a escena normal hasta estar seguro de que Marc no me va a arrancar la cabeza. Es decir sigo en combate.

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20/02/2018, 16:08
Director

Notas de juego

Si no es escena normal, tira iniciativa y me declaras la acción defensiva u ofensiva que vayas a hacer para con él. 

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20/02/2018, 16:20
Abraham
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Esquivar el mas que probable golpe que vaya a darme. Saliendo del ascensor en el proceso, si es posible.

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20/02/2018, 16:33
Director

Notas de juego

El va a intentar defenderse de un golpe que cree que le vas a dar, mientras huye por la puerta abierta XDDD 

Así que puedes poner tu un post donde lo interceptas y le pegas, el daño serían...4d10 dificultad 6, y es daño contundente que no letal. 

Me estoy imaginando de fondo la canción de Toto- Afrika, te lo juro. 

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20/02/2018, 16:38
Abraham
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Se me olvido lo de ocultas.

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20/02/2018, 16:39
Marc Darder

Dolor.

Respira. Dolor. Respira. Ella siempre había estado ahí. Respira. Ayudame. Ayudame. Respira. Sangre, su sangre. Respira. Había fallado, había fallado a los que les importaba. Le costaba respirar.

El dolor de su oído quedaba muy amortiguado por el otro tipo de dolor.

Sus piernas se doblaron y se arrodilló con el cuerpo entre sus brazos. Sus ojos miraban el lugar donde debía estar el rostro alguien a quien amaba. Era incapaz de llorar, era incapaz de parpadear, perdido en medio del silencio... el recuerdo de un día de su adolescencia lo sacudió como si fuera electricidad viva. Los años y las lecciones de su maestro se evaporaron de su cabeza.

Dejó el cuerpo en el suelo en un gesto infinitamente tierno.

Marc gritó, gritó con todas sus fuerzas aunque nadie en aquel ascensor pudiera oírlo...

Haz algo Marc...la voz de Elena...

Atacó al asesino con toda la violencia y rabia que fue capaz de encontrar en el fondo de su corazón, donde la había ido controlando durante tantos años...moviéndose mucho más rápido de que Abraham pudo prever, de abajo arriba, ni siquiera tuvo tiempo de desplazarse demasiado hacia la salida que se acababa de abrir antes de que el puño del mago se estampara de manera contundente en su pecho, impulsado por la fuerza de sus piernas, que terminó con el hombre de la gabardina luchando por buscar algo de aire y con Marc de pie, con una ligera ventaja para golpear de nuevo...

Seguía gritando...y su puño comenzó a cargarse rápidamente de electricidad...

!Para! El rostro que acababa de ser destrozado era quien se aparecía !Tú no eres así! Las palabras de alguien que lo conocía, de alguien que lo había querido...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Master: 2 de daño CONTUNDENTE. 

Se pueden tener niveles de letales y de contundentes a la vez, en este caso cuando llegue la cuenta a 3, 3 contundentes se pueden convertir en 1 letal. 

Abraham ya tienes 2 niveles de LETAL, por lo que segun la tabla de daños, tiras con -1 dado cualquier tirada. 

SALUD

Magullado

 

Lastimado (-1)

 

Lesionado (-1)

 

Herido (-2)

 

Malherido (-2)

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23/02/2018, 07:29
Abraham

Dolor, los disparos en un ambiente cerrado habia destrozado mis timpanos, impidiendo poder escuchar todo aparte de un molesto silencio antinatural. Aun asi el enemigo habia muerto y al menos, eso me daba un respiro... aunque suponia que no mucho.

Intuia lo que venia ahora y si en algun momento lo habia dudado, ver como depositaba el cuerpo de esa... mujer en el suelo, me dio las pistas suficientes. Los sentimientos forman parte del ser humano, no era la primera vez que uno de los "amigos" de un no muerto me atacaba, porque era la reaccion logica y aunque estaba dispuesto a aceptar parte de su dolor, eso no quitaba que este hombre fuera una masa de musculos que bien podia mandarme al otro barrio con un par de golpes bien dados... sin contar la opcion de otros medios. Asi pues me prepare para lo que vendria, y aun asi, no estaba ni de cerca listo para cuando el chico se movio.

Rapido, muy rapido, su puño atraveso mis defensas, golpeandome con la fuerza de un mazo en el pecho. El aire escapo rapidamente de mis pulmones, provocandome un momento de atontamiento, mientras intentaba recuperar aunque solo fuera una fraccion de ese oxigeno. Tosi levemente, intentandolo y cuando mis ojos miraron al chico, vi su puño... cargado con electricidad. Si solo con un puñetazo habia hecho eso, con uno cargado iba a matarme y aunque aceptara su dolor, no iba a dejarme matar... por nadie y menos por una no muerta.

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23/02/2018, 07:35
Abraham
- Tiradas (2)

Notas de juego

Accion ofensiva: Disparo multiple. 2 disparos.

Máster: LOS QUE GANAN INICIATIVA SIEMPRE SABEN que van a hacer los que tienen menos. Por eso por favor pido que sean los post en abierto cuando de declaren intenciones.

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23/02/2018, 15:27
Marc Darder
- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a hacer una presa defensiva sobre el brazo armado de abraham con el objetivo de que no pueda disparar, y si es posible, hacer que tire el arma al suelo. A pesar de que la presa sea defensiva, no tendría inconveniente en hacerle daño si se resistiera llegado el caso.

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23/02/2018, 17:09
Director

Notas de juego

Resolución: Dispara la primera vez pero logras desviar la mano lo suficiente con el primer movimiento de la presa como para evitarlo por los pelos, deberás de describir una presa que no sea agresiva y como logras al menos este turno, aguantarlo. No logras que suerte el arma.  

Describe aparte como el puño pierde la carga de electricidad pero te comes uno de paradoja. 

 

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23/02/2018, 17:46
Marc Darder

A pesar de todo, Marc no quería matar, era algo que iba en contra de su naturaleza, y los años de entrenamiento y disciplina habían hecho que centrara su furia en el objeto en lugar de en la persona, pero el hijo de puta que tenía delante no parecía tener ningún remilgo a la hora de disparar a la gente.

La derecha de Marc golpeo primero la muñeca de Abraham, y la bala que iba dirigida a él se estrelló en la pared opuesta del diminuto ascensor, provocando de nuevo un intenso ruido, ignorado esta vez por el dañado sentido. Por un momento, las chispas de su otra mano brillaron mientras los labios del mago se apretaban en una mueca de frustración. Cuando la mano izquierda sujetó la muñeca de Abraham contra el marco de la puerta y el arma apuntado al techo, la electricidad parecía haberse traslado al intenso azul de sus ojos.

Se había contenido, pero eso no evitó que girara su cuerpo para ejercer presión sobre el pecho de su oponente y la mano derecha empujó su hombro, colocando a Abraham en una momentánea imposibilidad de moverse. Estaban cerca, y pudo ver el sudor mezclado con sangre y trozos de su amiga en el rostro del hombre que la había asesinado.

Suelta el arma dijo vocalizando muy cerca de su rostro suelta el arma y vete vio como una gota de sangre se escurría por su antebrazo. Debería matarlo, debería vengarse, debería hacer que pagara por sus crimen, pero si cruzaba esa línea...

La respiración del mago era cada vez más acelerada.

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23/02/2018, 19:45
Abraham

Fue de nuevo rapido, mucho mas rapido de lo que yo podria ser probablemente. Simplemente note su puño contra mi muñeca, la fuerza desvio el disparo que resono de nuevo en el ascensor, aunque yo no pudiera oirlo, mientras sentia mi mano siendo agarrada y mi cuerpo aplastado, e inmovilizado contra el ascensor. Mi muñeca presionada para que el arma apuntara al techo, siendo obvio que no tenia opcion ninguna en un enfrentamiento fisico en un lugar asi... mire el arma mientras notaba el rostro del chico pegado al mio.

Hablo, y aunque no escuche nada y era dificil entender nada en esa situacion, crei entender lo justo... lo cual no era muy dificil, vista la situacion y que aun estaba vivo. Suspire levemente y asenti levemente. Era gracioso que fuera a morir a manos de un idiota, que queria proteger a una no muerta, pero esas cosas pasan, incluso a los mejores. Movi el pulgar, para presionar el seguro y colocarlo en el sitio, quite el dedo del gatillo y visto donde estaba, hice un leve movimiento de muñeca, si lo permitia, para lanzar el arma al pasillo de la entrada del edificio, sino, lo dejaria caer fuera del mismo ascensor, asegurandome de que no se fuera por ninguno de los huecos, porque le gustase o no... no iba a perder un arma por su amor platonico, o lo que fuera... menos aun cuando era una maquina comehumanos.

Idiota por haberme quedado, idiota por haberme importado una mierda el chico, deberia haber dejado que se lo comiera, porque tarde o temprano lo haria... o se comeria a sus amigos u a otros. Deberia haberme quedado con la paliza de antes y ya esta. Aun asi habia que admitir que para la fuerza que tenia, y el hecho de que podria haberme matado. El no haberlo hecho decia mucho de él. Le mire a los ojos y mientras una idea pasaba por mi cabeza, rapidamente la desechaba mientras esperaba a ver que decia hacer.

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25/02/2018, 13:36
Director

Marc dejó que Abraham se marchase, era lo único que quería, pues cuanto mas tiempo estuviese por allí, mas dificil sería contenerse. El hombre de la gabardina recogió su arma, y salió por la puerta. Dejándolo solo. 

Notas de juego

Damos por cerrada la escena entre los dos. 

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26/02/2018, 10:50
Marc Darder

La adrenalina generada por la ira se desvanecía del interior de Marc mucho más rápido de lo deseado.

Nada la sustituía.

Se enfrentó al cuerpo inerte que yacía a sus pies.

Sus oídos le pitaban, y la ausencia de un sentido intensificó los otros... olía a sangre, a pólvora, a muerte. Las rojas gotas sobre su piel combinaban con su vestido, pero su destrozado rostro atormentaría al mago el resto de su vida, una cuya duración importaban le importaba más bien poco en estos momentos. Se quitó la sucia camiseta y la colocó con cuidado cubriendo lo que quedaba de cabeza de Amalia...

Lloraba silenciosamente, por lo menos para él.

Tienes cara de crio, deberías dejarte barba... vaya, no te queda mal, pero sigues pareciendo una chico... sonríe Marc, nunca sabes cuando vas a volver a tener otra oportunidad para hacerlo, sonríe...

Levantó el cuerpo, sosteniéndolo con delicadeza, apenas pesaba, y lo acomodó contra su pecho mientras empezaba a andar de manera automática hacia la salida. Era incapaz de pensar, casi le costaba respirar... lo siento Amalia... lo siento... te he fallado, no he podido ayudarte...caminó sin rumbo, su sordera le aislaba aún más de un mundo exterior al que no quería enfrentarse.

!Elena!

La voz que resonó en la cabeza no era suya, sino la de una madre angustiada.

No podía volver a fallarle...

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26/02/2018, 20:01
Director

Una noche común, casi madrugada, en mitad de Sevilla. Junio, un día más. Estabas en un barrio bastante tranquilo, lleno de casas pequeñas, y edificios no demasiado altos. Los colosales estaban en Gunda, alzándose como si quisieran pedirle explicaciones al mismo dios por alguna afrenta que desconocías. El mas elevado, era uno cuya punta era apenas una mota en el cielo, pero rojo como un rubí que solo era capaz de enseñar su rojo en mitad de la noche, brillante, vibrante. Curiosamente era un edificio de apartamentos. El mas caro o de los mas caros sin duda. Cemento, vidrio y metal convertido en arte, que se levantaba a más de 50 plantas. ¿Quien viviría en la punta? A veces te lo habías preguntado.

El sonido de las calles, de los vehículos, de la gente que volvía a casa tras trabajos tardíos, los brazos cansados, las mentes exhaustas y los pies doloridos debían de reptar de nuevo a su morada, bien en la soledad o rodeado de una familia que no siempre era lo que su palabra debía de significar como bien sabías. Otros se estarían desperezando desde hacía unas 3 o 4 horas. Para cuando la noche caía, lo hacía también el manto invisible donde los niños y no tan niños se escondían tras una pesadilla en mitad de una noche tormentosa.

Sevilla te había tomado, aceptado, pero si bien era a todas luces un lugar de secretos y mentiras, de luces cambiantes rotas por las mil aristas de un diamante perfectamente pulido. Rondaba siempre una tranquilidad etérea, que hacía dos meses se había roto, trayendo un malestar y una tensión a lo largo de todos los habitantes. No solo de los humanos. Aquella había sido una metrópolis segura, aparte de algunos incidentes lo cierto es que la seguridad estaba bastante presente en sus calles. Una suave brisa con el olor del río y del combustible fue llegando débilmente, mezclada con el aroma de los árboles que había por la zona.

Un horizonte neblinoso que te hizo mirar hacia la dirección del incidente, más allá de ese rubí, al otro lado de la ciudad. Más de mil muertos que sesgó la bomba. Poca información verdadera hubo, la ciudad tardó muy poco en moverse para ayudar a los heridos pero los datos de verdad siempre siempre iban con cuentagotas. Una bomba en el centro, que se convirtieron en tres más que lograron desactivar a tiempo. Aquello podría haber sido una verdadera masacre. Mas de medio millón de personas estaban en la zona. Pero ¿Qué les lleva a poner una bomba? ¿estarán acaso ya demasiado quemados los humanos? Mirabas a tu alrededor y no veías eso, no lo parecía, si no que se refugiaban aun mas bajo el ala de los vástagos. Eran como pequeños niños a la sombra de su abuelo, fuerte como un roble, sabio como un Bonsai.

De una de las callejuelas que habían salió un muchacho, rubio con un moño alto, sin camiseta y con restos de sangre en el rostro, que portaba en brazos el cadáver de una mujer con un vestido rojo cuya faz estaba tapada por una camiseta grisacea. Ausente comenzó a andar sin haberte visto en la dirección a la que tu ibas, hacia ti, viendo sin mirar, mientras las lágrimas inundaban sus ojos más allá de lo humanamente comprensible. 

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26/02/2018, 20:13
Hiroshi Ivette

Observando, en mitad de la calle, a un punto indefinido de la ciudad, con unos vaqueros algo holgados y una camisa blanca ahora cerrada, había un chico de orígenes probablemente asiáticos. No parecía hacer nada, solo mirar la calle, con la mano izquierda cerrada sobre una de las asas de su mochila negra, con un par de pines no muy distinguibles en la oscuridad. Parecía hablar con alguien, o tal vez hablar por teléfono.

-Si... es triste -la voz, suave, ligeramente aniñada, no mucho, pero si un poco, seguido de un leve silencio- Lo se, podría haber sido peor pero... a saber que hace a la gente hacer cosas así a los demás -un silencio más largo, más prolongado- ¿Mmm? No... ahora... -parece pensativo pero en ese momento se fija en la figura del hombre con la mujer en brazos, la sangre en el rostro y la conversación se corta, su expresión ahora es de duda, luego de sorpresa, pero no vacila, se acerca a un ligero trote.

-¡Oiga! ¡Oiga! ¿Qué ha pasado? ¿Necesita ayuda? -se fija en la chica, el tener algo cubriéndole el rostro no es buena señal- Puedo ayudarle, tengo mi coche no muy lejos o puedo llamar a una ambulancia, o a la policía -su rostro es sinceramente preocupado, desea ayudar, pero en una ciudad como Sevilla tampoco puede fiarse, las víctimas pueden convertirse rápido en depredadores. Quería ayudar, pero no sabía porque ese hombre llevaba lo que ya estaba seguro que era un cadáver- ¿Usted está herido?

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26/02/2018, 20:34
Hiroshi Ivette

Él siempre estaba, incluso cuando parecía que se alejaba, fuera para buscar otras almas, fuera para alimentarse, siempre estaría conectado a él, aun si la distancia fuera de escasos metros o de miles de kilómetros el Segador susurraba a su oído, con una voz que era la cacofonía de los muertos. Si alguien pudiera verlo realmente, no volvería a dormir en muchísimo tiempo. Un rostro sin rostro, una túnica ajada, manos de dedos largos y huesudos, como si fueran falanges afiladas cual garras y unas cadenas de púas afiladas, clavada en la carne de la espalda de Hiroshi, la cual nunca, jamás, dejarían de sangrar. Una figura que mostrando realmente tan poco provocaba un horror primario y visceral. Y, a pesar de todo ello, hablaban con normalidad, como dos amigos que filosofean sobre la vida y la muerte.

-Ahí han muerto miles Hiroshi, ¿escuchas aun el lamento de sus almas al caer en el Olvido? -escucha la corta respuesta de su compañero para luego formular su propia pregunta- ¿Crees que sabían los que pusieron esas bombas que muchos, jamás, volverán al mundo de los vivos, engullidos por el caos del Maelstrom del otro lado? Aun produce ecos tras dos meses... -Hiroshi parece ir a contestar algo cuando le interrumpe- Alguien se acerca, estás distraido Hiroshi, lleva un muerto... Tal vez quieras ayudarlos, a él, creo que a ella poco podrás hacer. Vaya forma mas lamentable de morir... Ahora vuelvo -y el Segador solo es un ligero borrón, pero las cadenas siguen, unidas a ambos, irrompibles, repletas del lenguaje de los muertos, forjadas con las almas de ambos, y un ligero susurro de él le llega claramente- Y recuerda, estas en Sevilla, ser el Buen Samaritano aquí no es demasiado aconsejable, no te confíes.

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27/02/2018, 11:43
Marc Darder

¿Dónde estaba exactamente? Pero eso no era lo más importante ¿Dónde quería ir? ¿Dónde podía ir? Tenía que encontrarla... Elena... si. El peso del cuerpo le impedía concentrarse, unos pocos kilos para sus brazos, varias toneladas para su espíritu.

La furgoneta...la dejaste aquí...

Pero no quería ir a buscarla, no quería hacer nada, quería dejarse caer en el suelo, sin más. Mirada perdida, un poco ida.

Se sobresaltó al percatarse de la presencia de un desconocido cerca y reaccionó dando un paso atrás de manera instintiva, era como si no lo hubiera escuchado acercarse. El chico pudo ver con los músculos del hombre que portaba aquel cuerpo sin vida se tensaron. La sangre no llegaba a manchar el torso descubierto, se quedaba en los brazos, parte de la cara, cuello y pelo.

Se quedó mirando al muchacho que le estaba hablando, pero su mirada seguía sin reaccionar, era como si no le estuviera prestando atención, y pasaron un par de segundos antes de que al fin fuera capaz de enfocar su mirada.

No oigo nada.

Si ese tipo pretendía atracarle, poco iba a sacar, en realidad ahora mismo, lo único que le importaba era lo que tenía en sus brazos, aunque aquel chaval no tenía aire amenazador.

Un pequeño hilo de sangre propia salía de los oídos de Marc.

Elena...en este estado no vas a encontrarla.

El corpachón del hombre rubio se relajó.

El hospital más cercano...

Sabía que habría muchas preguntas, le daba lo mismo, necesitaba encontrarla y seguramente ahora mismo la policía era su mejor opción.

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27/02/2018, 21:22
Hiroshi Ivette

El joven enarco una ceja al escuchar como no oía para luego percatarse de la sangre en los oídos del hombre. Puede que hubiera tenido lugar otra explosión pero... él no escuchó nada, puede que fuera un accidente pero salvo por los oídos y la sangre no sabría decirlo... Igual... No, igual no, casi seguro que estaba desorientado, eso y esa sordera no ayudarían que le preguntase que ocurría, así que solo quedaba ser práctico, sacando el teléfono y marcando rápidamente el número de emergencias, mientras señalaba al hombre que estaba llamando por ayuda, o al menos que viera que llamaba al numero de emergencias.

-¿H-hola? Me llamo Hiroshi Ivette... Estoy en la calle Arrojos, no se en que número... pero es una calle pequeña... Necesitamos una ambulancia, hay un hombre herido y lleva a una mujer en brazos... Creo que si está viva estará muy grave pero... realmente no sabría decirle. No se como está y él no puede oírme, le sale sangre de los oídos -silencio por su parte, escuchando lo que le iban diciendo.

-Sí, parece que hayan tenido un accidente o algo así, aunque no... no puedo asegurarlo, no he oído nada y no veo coches accidentados. Por favor, ¿pueden traer rápido una ambulancia? -hablaba rápido pero no tanto como para que no lo entendieran, momento en que observó al hombre y le hizo gestos a la mujer y luego al teléfono, encogiéndose de hombros y haciendo ligeros aspavientos, como preguntándole que había pasado, o al menos él esperaba que le entendiera. Curiosamente, algo de lo que debían decirle por el teléfono hizo que se tensara ligéramente, mirando alrededor por un instante, alerta, para luego negar con la cabeza para sí mismo.