Partida Rol por web

Oh, si, claro, claro... deben estar cansados...

Niña, ¿ya has preparado las habitaciones? -dice girándose hacia la mozuela pelirroja.

Ella asiente y se vuelve a girar hacia vosotros:

No se preocupen por su amigo... cuando vuelva le dejaré entrar... aunque no debería hacerlo... no se puede tratar así a las personas mayores...

Bien, ya pueden subir... les acompaño, tranquilos...

Coge una lámpara de aceite y empieza a subir las escaleras.

De repente una corriente de aire muy fría os ataca por la espalda, acompañada del sonido de una puerta abrirse de golpe.

El sonido metálico de una armadura golpear el suelo y unos quejidos saliendo de dentro mientras se desliza con dificultad por el suelo acompañan la puerta.

¡¡Rápido!! ¡¡Cerrad!! ¡¡¡Hay muchos!!! - dice la voz de dentro de la armadura.

Cuando os girais para ver qué ha sucedido, el viejo que está despierto mira con estupor la puerta y se santigua, los campesinos están helados en su sitio, sin saber qué hacer, y un caballero con armadura y preparado para la batalla empieza a levantarse del suelo, mientras unos muertos vivientes empiezan a entrar por la puerta...

Rodrigo andaba pensativo, ¿qué mosca le había picado al mercenario? Esas no eran maneras de tratar a la gente... Escuchó lo que dijeron sus compañeros respecto a la situación, pero no dijo nada, estaba agotado...

Cuando el posadero les sugirió que se acostaran a Rodrigo le pareció la mejor opción. Deberíamos descansar todos, ha sido un día muy largo, pensó. Frotándose los ojos y sin prestar mucha atención a su alrededor empezó a seguir al posadero, momento en el cual un extraño caballero hace su entrada en el local, apurado y en no muy buenas condiciones.

Si solo hubiera sido eso no sería un problema, pero los muertos vivientes que le perseguían si lo podían llegar a ser.

Ante tal visión Rodrigo agarró su espada por la empuñadura, sin llegar a desenvainarla y retrocediço, buscando un lugar donde parapetarse y poder analizar la situación, ya que él no es un guerrero, no puede lanzarse a la batalla así como así...

Es taba intrigado por lo que le podria haber pasado al mercenario, pero tenia tanto sueño que al oir las palabras del posadero sugiriendoles que fueran a dormir, olvido al mercenario por completo y no tardó mucho en decirles a los demas, que era la mejor idea.

Estaba a punto de subir a la habitacion , cuando , unos muertos vivientes entraron a la posada, el miedo me invadio por dentro y no pude hacer nada por que el miedo ganaba a mi valentia. Intentaba tranquilizarme diciendome : No pasa nada , imagina que son ositos de peluche. Pero por mucho que dijera el miedo era mas fuerte que yo.

Vi a Rodrigo , que sujetaba con fuerza la empuñadura de su espada , eso me dio suficiente fuerza , medió tal fuerza que me atrví a hacercarme hasta Rodrigo y decirle :

-Te ayudaré a destruirlos o por lo menos a espantarlos, pero necesitamos un plan , ¿alguna idea ?

Se levanto de su mesa bostezando. Tenía el estómago lleno y se iba a ir a dormir blanda cama despues de todo el día caminando sin parar.¿Qué más le podía pedir a Dios? Seguro que Borkoff se las apañaría bien y si no lo hacía,¿que podía hacer ella para ayudarle? Mañana se encargaría de ese cabezota Por ahora, sólo quería irse a dormir.

Seguí a Luis, que se encaminaba a la escalera que conducía a los dormitorios, y derrepente se dió la vuelta y el miedo cruzo su rostro.Seguí su mirada hacia la puesta por la que acababa de entrar un caballero con armadura seguido de un monton de muertos vivientes y se me abrieron los ojos de terror.

Miré a mis compañeros que se estaban preparando para luchar. No sabía como pero les ayudaría a combatirlos.

-¡Son muertos vivientes!.-le grité a Rodrigo que tenía la mano en la empuñadura de su espada- ¡No podemos matarlos! ¡¡¡¡¡¡¡YA ESTÁN MUERTOS!!!!!!!!

Miro a Cristina ,que estaba dispuesta ha ayudarnos, y le digo:

-Ya sé que estan muertos no pretendemos matarles , sino espantarles-

Mientras tanto, seguia pensando en algun plan para espantarlos, se me ocurrian muchos pero, para realizarlos todos necesitaban la valentia dec Borkoff, si queriamos espantarlos necesitariamos ayuda.Miré a los campesinos, muertos de miedo . Me subí a una mesa cercana y anuncié:

-Sé que teneis miedo y que deseais que esas cosas se ballan , pero pera conseguirlo, necesitamos ayuda ¡¡¡¡QUIEN ESTÁ CON  MIGO!!!! PORQUE SINO ME APOYAIS LO TENDRE QUE HACER YO SOLO.

-¡¡¡POR EL AMOR DE DIOS!!!-Le grita a Luis Blanco perdiendo los nervios-¡Como vas a espantar un puñado de MUERTOS VIVIENTES! No creo que se vallan si nos escondemos y gritamos "buuu". Por que iban a tenernos miedo a nosotros. Somos nosotros los que deberíamos irnos de aquí si queremos estar vivos mañana al amanecer.

Mientras discutís, el Caballero entra en combate, pero no puede con todos y algunos pasan de la puerta, acercándose a vosotros, pues sois los que estais más cerca, después del caballero.

Uno de los campesinos mira por la ventana y ahoga un grito. Cuando os fijais en él, mirais por la ventana que teneis al lado y lo único que veis son más muertos vivientes...

O luchais hasta atrancar la puerta, dejando a los zombies fuera, o morireis aquí, miserablemente.

- De acuerdo, compañeros, esto es lo que haremos - dijo con falsa tranquilidad y seguridad. - Intentaremos cubrir al caballero por los flancos, manteneos juntos y tenemos la ventaja de ser más ágiles que esos engendros, no dejeis que os toquen, quien sabe lo que podría pasaros...

Acto seguido desenvainó y se apresuró a ayudar al caballero, pero con cierta cautela. Esperaba que sus compañeros hicieran lo mismo...

Intentó adelantarse para ayudar a Rodrigo pero retrocedió inmediatamente. No sabía pelear y nunca había sabido hacerlo. Si intentaba ayudarles sólo conseguiría hecerles el trabajo más dificil y, probablemente, acabar muerta o convertida en una de ellos en cuestión de segundos.

No sabía que podía hacer para ayudarles. Lo único que se le ocurrió fue acurrucarse en una esquina y esperar rezando.

-Por favor Dios ayúdanos...-susurró repitiéndolo una y otra vez.

A Elena le cuesta reaccionar. En un principio se queda helada, contemplando estupefacta al caballero caído delante de la puerta, y rodeado de muertos... MUERTOS!!!... DIOS MÍO AYÚDANOS... Instintivamente la mujer se lleva la mano a una pequeña cruz que cuelga de su cuello.

Sigue la mirada de los campesinos, encontrándose con el espectáculo dantesco del exterior. Ahogando un grito saca el cuchillo que lleva siempre consigo y se lanza contra el que tiene mas cerca...TENEMOS QUE ATRANCAR ESA PUERTA... Grita mientras levanta el cuchillo e intenta abrirse paso entre los seres que han conseguido traspasar el umbral. Luchemos todos, si no... Será el fin...

El Caballero parece que controla un poco mejor su posición, pero siguen siendo demasiados para él.

Algunos campesinos han cogido lo que tenían más a mano (jarras, tanburetes, palos y algún cuchillo) y se han levantado a ayudarlo.

Uno de los viejos aún yace inconsciente mientras el otro reza por la salvación.

El posadero carga con el garrote al grito de ¡¡Malditos!!¡¡¡¡¡En mi hostal NO!!!!!

La mujer y la niña, se acurrucan en un rincón de la cocina, y se las oye lloriquear y rezar.

Rodrigo blande su espada corta contra uno de los indeseables pero, siendo obvio que no es guerrero, no consigue sino ganar tiempo... Se nota que no es muy diestro...