Partida Rol por web

"Compañeros ¿todo bien por ahí atrás?" - pregunta el enano al escuchar gruñidos, vozarrones y demás ruidos - "¡¡¡UNA MALDITA RATA ME HA MORDIDO EN LAS BOLAS!!! ¿Pueden creerlo? Clavó sus impertinentes dientes justo en mis nobles carnes ¡¡¡JAJAJA!!!" - la ciclotímica mente de Morkhur transita nuevamente de la ira y el enojo a la simpatía y alegría, tratando de distender a sus compañeros con el ya de por si fuera de lugar y poco oportuno comentario.

Xoan se acerca con su ballesta cargada en las manos para no darle a Phelcyan que está en el pasillo de entrada a la despensa, se coloca junto al elfo e intenta acertarle a una de las ratas que atacó a Armando a pesar de no ver bien a causa de la harina.

Entrecierra los ojos apuntando y dispara, pero no logra apuntar bien ya que el blanco era muy pequeñño y el virote se clava de lleno en el barril a medio metro del roedor.

Armando salta el barril y cae justo entre los dos kobolds poniéndose en una situación de gran desventaja ya que ambos kobolds lo flanquean, uno lo ataca por la derecha y el otro por la izquierda con sus medias lanzas.

Pero el guerrero demuestra una vez más porque ha sobrevivido tantos combates en el pasado, con dos rápidos y hábiles movimientos esquiva ambos ataques, evidentemente estas criaturas no son rivales para él.

Os dije que os rindierais estupidas lagartijas, ahora armando no sera tan benevolente como yo, si creeis que podeis matarnos, es que sois mas estupidos de lo que pensaba...

Vuestra mascota esta sufriendo y en breve perecera, y estas ratas no creo que duren mas de unos segundos, si alguno de vosotros 2 quereis vivir, os aconsejo que se rinda, sere compasivo con el que lo haga por las buenas...

Tras decir las palabras, lanza un tajo descendente con una punteria tan precisa que corta limpiamente la cabeza a la rata y la lanza en direccion de los kobold, para acentuar su nuevo intento de intimidarlos y acabar rapidamente la batalla con al menos un enemigo vivo que pueda responder nuestras preguntas.

Ryld le suelta un mini discurso amenazante a los kobolds, intentando meterles miedo en un esfuerzo para que las criaturas se rindan, luego, casi sin mirar baja su espada y secciona la cabeza de una de las ratas a su izquierda e intenta lanzarse la cabeza de la rata muerta a los kobolds para acentuar su intimidación, pero no logra meterles demasiado miedo, ya que cuando Ryld pincha la cabeza de la rata con su espada e intenta lanzárselas, hace un mal movimiento y la cabeza del roedor cae en la dirección contraria, impactando al propio Ryld en la frente  machando su cara con la sangre y los sesos del pobre animalito.

A pesar de que los kobolds están en combate cuerpo a cuerpo con Armando, no pueden evitar ver con el rabillo del ojo la acción de Ryld, y lanzar un par de risotadas en honor al torpe movimiento del paladín.
 

"Ahhhh maldita rata ¡Quédate quieta o seré yo quien te muerda las bolas!" - que un mísero roedor suponga tal desafío para el enano lo fastidiaba a sobremanera. Quería aplastarle y seguir machacándola una y otra vez hasta que no pudiera diferenciarse de un tomate estrellado con toda violencia contra el suelo. Pero la rata poseía una velocidad superior y la pesada hacha de Morkhur no podía hacer blanco preciso en ella. Ve que los Kobols comienzan a reirse. Iracundo ante la prepotencia de los humanoides, se prepara para soltar alguno de sus habituales improperios. Al darse cuenta de la causa de las risotadas de los Kobolds, no puede evitar estallar en carcajadas él también - "¡WUAJAJAJAJAJA! ¿Pero que pasa contigo Ryld?" - pregunta el enano entre carcajada y carcajada al ver como la cabeza de la rata previamente cortada por el propio paladín resbala por su rostro, trazando a su paso un llamativo diseño rojo - "Veo que no soy el único desquiciado aquí ¡JAJAJA!"

 El elfo sintiendo el enojo por la comadreja y aquellos kobolds, y que parece ser que escucha un combate con ratas, no duda en correr hacia adentro de la despensa con mucha furia destructiva. Ve a Lazaro y al padre luchando contra aquella horrible comadreja, cual esta tapada por aquellos dos. Sin embargo su furia se descarga con la rata que ve enfrente a la cual le dispara unos rayos arcanos. 

 "Puta rata de mierda Faaagh! exclama Phelcyan seguido de unos rayos entre blancos y violetas contra la rata cerca de el enano y el paladín

Tras el disparo, el furioso Phelcyan exclama muy intimidante"Moriran de esa manera o peor, mustélidos, roedores o kobolds, Sufraaan!"

- Lázaro, retrocede. Esa herida tiene muy mala pinta. Por favor, guía mi brazo...

Preocupado por el joven ladronzuelo, lanza un golpe con su maza mascullando a su dios que le ayude. El combate no es lo suyo pero la herida de Lázaro es grave y teme que aquel horrible animal termine por rematarlo.

Despues de oir como la comadreja chilla de dolor, y se oye un gruñido de esfuerzo por parte del clerigo....

Por fin el padre ha recibido las bendiciones belicosas de su dios, nos venia haciendo falta ya...

Enhorabuena Padre, ya venia siendo hora que demostraras que los clerigos no solo sirven para curar, que es cierto el dicho que a Dios rezando y con el Mazo dando...JAJAJA, no se que te habra inspirado, pero tenlo en mente siempre dentro de esta mina..

Lagartijas, los siguientes sereis vosotros....

Palomeque: 

- Lázaro, retrocede. Esa herida tiene muy mala pinta. Por favor, guía mi brazo...

- ¿Que guíe tu brazo yo? ¡Yo no te toco ni con un palo! Curas, siempre igual...

Lázaro confundido por las palabras del Padre se indigna hasta que rápidamente cae en la cuenta de su error - Ah.... ¿se refiere a su Dios? - dice por lo bajo. Avergonzado, se lleva la mano a la herida y observa como la maza del padre cae sobre la comadreja con fiereza. 

- Joder.... hasta ahora pensaba que esa maza era de juguete Palomeque... - dice el joven sorprendido y ojiplático - Bravo

Alerta, da un paso atrás y observa fijamente el gesto de la comadreja esperando que por fin escupa su última baba.

No será capaz de levantarse tras ese hostión....

Está rodeado por el enemigo pero el sentimiento resultante no es pavor, sino reafirmación. Todo su entrenamiento y estilo de vida están encarados a esto, la refriega es su hogar y la victoria su objetivo.

- Je, quizá penséis que me tenéis a vuestra merced sin daros cuenta de que, que haya llegado aquí, es de lo peor que os haya podido pasar. – Dice soltando una pequeña carcajada, alegre y eufórico por poder combatir una vez más.

- No temáis, esto acabará pronto. Vuestro destino esta aquí, justo en el filo de mi espada. – Dicho esto asesta un golpe sobre el kobold. Ni la harina, aunque menos, aun en el aire, ni la oscuridad de la estancia ni casi ningún otro inconveniente podría parar un golpe de tal magnitud. La sangre salpica toda la pared de la derecha, es difícil que alguien sobreviva a tal golpe.

El enano furioso por sus reiterados fracasos para aplastar a la pequeña rata a sus pies que hace unos momentos dio cuenta de sus testículos, vuelve a intentarlo, pero la molesta harina que irrita sus ojos, la poco maniobrable hacha en un lugar tan estrecho y la rapidez y el tamaño del roedor, hacen que Morkhur vuelva a fallar su golpe y la rata con un movimiento de su pequeña cabeza esquiva el hachazo del enano, para volver a pararse sobre sus patas traseras y dedicarle al Morkhur un intermitente y molesto chillido.

En ese momento escuchan la voz que se del elfo viniendo del pasillo de entrada a la despensa, que gritando como loco llevado por una furia salvaje se hace presente en la entrada del cuarto con su brazo extendido en dirección a la rata situada en medio de Morkhur y Ryld. Tras gritar un improperio al pequeño roedor, una brillante energía se forma en la punta de los dedos de Phelcyan y sale volando violentamente hacia la rata, el proyectil mágico impacta de lleno en el animalito y lo destroza en el acto, sin dejar rastros de él más que una mancha roja en el suelo.

Mientras tanto en la otra punta de la despensa, Palomeque sabiendo que la herida de Lázaro no se ve nada bien, insiste en que sea él quien se retire, y en un nuevo intento levanta su maza y tras hacerle una breve oración a su dios, vuelve a descargar todo el peso del arma contra la peligrosa comadreja a sus pies.

Esta vez los rezos del clérigo son escuchados y por primera vez y para sorpresa de todos los presentes, logra darle a su objetivo. La maza impacta de lleno sobre la cabeza de la comadreja, impulsando su cráneo contra el piso, y con un sonoro PLAK!, todos los huesos del cráneo del animal se quiebran y su cabeza estalla bajo el peso de la maza de Palomeque. Esta vez el animal está muerto.

Ante tantas pequeñas victorias al mismo tiempo de sus compañeros, Armando no quiso ser menos y vuelve a demostrares a todos, a pesar de que sus oponentes no son un gran desafío, que Armando Guerra es un hábil y temible guerrero. Armando realiza un rápido giro con su hombro que direcciona el filo de su espada directo al lugar donde el cuello y la cabeza del kobold que tiene a su izquierda. El humanoide ni siquiera ve venir el golpe y nada puede hacer para detenerlo, la espada corta limpiamente la cabeza del kobold que sale volando dando vueltas y cae a los pie Morkhur, mientras que el cuerpo del reptilesco ser cae pesadamente al suelo desprovisto de su parte superior.

Tras dar un pequeño puntapié al hocico de la comadreja - Está muerta y remuerta... - Lázaro da unos pasos hacia el centro de la habitación hasta poder tener un blanco algo más claro con la cabeza del kobold restante. La visión sigue sin ser perfecta pero la herida impide que se mueva más rápido. 

Achinando los ojos, apunta con la flecha, estira bien la cuerda, tensa los músculos, mantiene el pulso estable y.... un pinchazo en su pierna herida hace que suelte la flecha y salga disparada sin tino.

- Puta herida... - masculla casi para sí. 

Creo que voy a tener que pedir que alguien me eche un vistazo - piensa el joven con gesto torcido y la cara de Palomeque en mente.

Xoan al ver que el peligro inmediato de la comadreja ya fue eliminado, se mueve unos cuantos metros dentro de la despensa para intentar tener un mejor blanco sobre el kobold restante, con su ballesta apunta lo mejor posible para no darle a Ryld que está cerca del kobold y dispara.

Quizas por la incomodidad de la herida en su pecho o por simple mala puntería el bardo vuelve a fallar y el virote rebota contra la pared del fondo pasando lejos de su objetivo.

El kobold viéndo como Armando decapitó a su último compañero, se sinte perdido y en un arranque de locura, ya que sabe que no es rival para el humano, arremete contra él con su media lanza en mano esgrimiéndola en el aire.

Pero entre que no ve bien por la harina remanente en el aire y que sus manos tiemblan como un enfermo de parkinson, el kobold calcula muy mal y su ataque de directo en el escudo del guerreo.

Noto un soplido en mi oreja derecha y al instante escucho un sonido metalico en la pared del fondo,  veo una flecha rebotar contra la pared y al segundo siguiente noto pasar otro flechazo por la oreja izquierda oreja, miro de reojo y veo que eran tanto lazaro como Xoan haciendo sendos disparos...

el dia menos pensado perezco a manos de alguno de estos, que tienen el arco mas curvado que la barriga del padre.

Xicos no os e pedido que me hagais un agujero en las orejas para ponerme un pendiente e? jajaja, tened mas cuidado...

Tras la coña con sus "cegatos" compañeros, se pone serio y mira la rata que le mordio en sus zonas nobles al pobre enano, y avanza con decision a ella, y lanza una estocada recta hacia la escurridiza rata, pero demuestra de nuevo la agilidad que pose la rata, y esquiva la estocada metiendose entra las piernas del enano y volviendo a su posicion.

tras el estrpitoso fracaso, da un paso hacia atras retirandose...

Mierda de rata, Morkhur, esta rata me da que se esta riendo de los 2, y me ha parecido mentar algo de tus antepasados... -dice el paladin, intentando enfurecer al enano y que acabe violentamente con la rata.

Morkhur estaba bien concentrado y enfocado en la pequeña rata, seguro de poder dar un golpe certero, hasta que escucha el comentario de Ryld. Inesperadamente el ataque falla y lo que pretendía el paladín no surte efecto - "Por favor Ryld, le pido no mencione nuevamente a mis antepasados" - dice seriamente el enano. Agacha la cabeza y se queda viendo a la rata, pensativo. Todavía gotea algo de vino de su espesa barba. Ve a Phelcyan y parece ya no sentir rencor y odio hacia él. Ve también a Lázaro y Xoan en muy malas condiciones y por primera vez siente que ya no quiere seguir con esto. Que su vida era tranquila antes de aquel desafortunado incidente en la cervecería. Seguramente su mente le está jugando otra mala pasada.