Partida Rol por web

Tras un pequeño periodo de ausentismo mental se siente dividido entre los que continúan el camino y los que se quedan a investigar, ignorante de los acontecimientos y sin saber siquiera como sus oídos escuchan un fuerte estruendo y sus oídos empiezan a escuchar un zumbido. Se tapa los oídos con ambas manos intentando resistir la angustia del impacto y poco a poco remite el ruido.

- ¿Que ha pasado? – Dice dándose cuenta de que algo estaba mal, sabe lo que dice pero hay algo fuera de lo normal. Poco después observa como, aunque los demás movían sus labios, no escucha sonido alguno percatándose de que está sordo.

Consciente de su situación acompaña al grupo como el que mas, más pendiente aun de lo que le rodea. Un sentido menos, más presión para los demás.

“Mierda, debió ser una trampa, que está haciendo el pícaro cuando se necesita.”

(susurrando) Mierda debimos ser más cautelosos. Espero que el estruendo no haya alertado a toda la mina

(haciendo gestos) cuidado con la puerta no repitamos el err... (tras oir el chirrido) tarde esperemos q no acabemos ensartados como un pollo asado. Tras la sorpresa de la puerta pongo el escudo en ristre como puedo y me pongo cogiendo la mayor cobertura posible.

Al ver que sus compañeros le siguen en su accionar, Morkhur se siente invadido por una renovada y motivadora energía y con unas incontenibles ganas de otra pequeña escaramuza. Sin embargo, no deja que estos sentimientos lo dominen y mantiene una compostura racional - "Armando ¿te encuentras bien?" - dice el enano, olvidando que quizás él también esté sufriendo los efectos de aquella trampa, por lo que trata de hacerse entender mediante unas precarias señas - "¿Alguien puede ver o sentir algo fuera de lo normal? Ryld, ¿que te parece si avanzamos un poco más?" - Es tal la emoción que embarga al enano, que no termina de hacer una pregunta que ya está formulando otra. 

Está desorientado, la carencia de un sentido como el oído en un lugar como este le da una sensación de peligro constante, acostumbrado a utilizar todos sus sentidos en momentos de dificultades su deficiencia le provoca nerviosismo. Mira constantemente en todas direcciones, intentando no perderse nada de lo que sus oídos le avisarían. Morkhur parece dirigirse a el pero por mucho que intenta adivinar solo discierne su cara de preocupación y la evidencia de que se dirige a él pero sin la certeza de que es lo que le intenta decir.

Morkhur abre ruidosamente la puerta, a ver la habitación que aparece ate sus ojos ven lo siguiente:

Este cuarto grande y cuadrado contiene cuatro largas mesas de madera cada una con un banco a
cada lado. Encima de las mesas hay varios cuencos y cubiertos. En la esquina sudeste del cuarto, hay una humeante cazuela sobre un hogar tallado en el suelo. Un olor picante y no muy agradable se mantiene en el aire. Las dos mesas que están contra la pared del fondo del comedor están volcadas sobre sus lados.

En cuanto abren la puerta, no llegan a hacer nada más que dar una muy breve mirada al interior de la habitación, ya que cinco pequeñas criaturas con aspecto reptiliano, de piel escamosa amarronada, los atacan haciendo caer sobre los primeros que aparecen una lluvia de virotes de ballesta, gritando en un idioma extraño, similar a los ladridos de un perro, que sólo logra comprender Phelcyan, pero sólo le sirve para entender que las criaturas los maldicen y les desean la muerte.

La puerta da a un cuarto grande y rectangular, contiene 4 largas mesas, cada una con un banco largo a cada lado, en este momento 2 de las mesas estan vocadas, hay varios cuencos y cubiertos tirados por el piso y una especie de sopa derramada de los cuencos. En la esquina sudeste (a la izquierda de ustedes) hay una humeante cazuela sobre un hogar tallado en el suelo. Un olor picante no muy agradable se mantiene en el aire. Las únicas dos sañidas de este cuarto son la puerta donde estan ustedes, que se abre al area 2 y un pasadizo hacia el norte. Como antes las linternas estan todas rotas y la única fuente de luz son las suaves brazas del hogar y sus antorchas. Evidentemente este una vez fue el comedor de la mina y ahora lo usan los kobold como base de operaciones.

Morkhur y Phelcyan son los que tienen mejor vista de la escena, en el presizo momento en que estan por dar un paso, escuchan un horrible chiyido, como si fueran pequeños perros girtando, y de atrás de las 2 mesas que estan volcadas se asomas 5 Kobolds, una mezcla entre lagartija y humano muy fea. Los Kobolds escucharon que alguien activo su trampa en la sala de extracción y se prepararon para recibirlos, en cuanto los ven asomarse disparan sus virotes contra todos, incluso contra Nigrum.
 

Los Kobold atacan sin piedad disparando sus ballestas como locos, pero todos excepto uno tienen pésima puntería.

LDe los dos que se ocultan detrás de l mesa de la derecha, uno dispara sobre Morkhur, pero el enano logra reaccionar y levantar su escudo, la saeta se clava en el resonando, y el otro dispara sobre Phelcyan pero apunta muy mal, y su virote da contr el techo de la habitación y rebota para clavarse en una de las mesas cercanas a la puerta.

Los dos de los tres Kobolds parapetados detrás de las mesas de la izquierda disparan sobre Armando y Ryld pero el guerrero y el paladín reaccionan con grandes reflejos y se cubren son sus escudos evitando las saetas.

El último de los kobols, que tambien se oculta detrás de la mesa de la izquierda por pura crueldad apunta sobre el sorprendido gato, que sin saber que o quien lo ataco, no logra moverse a tiempo y recibe un certero flechazo, que lo atraviesa penetrando el cuerpo del felino entre las escápulas y quedando clalvado en el pobre animal, que cae al piso inmediatamente quedando inconciente y moribundo, casi sin respirar, sangrando copiosamente ante los ojos, desesperados de su familiar elfo. El vínculo entre el elfo y el gato, hace sentir a Phelcyan el dolor del animal hasta que el felino queda inconciente.

Los Kobolds recargan sus ballestas y se disponen a disparar de nuevo.

Despues de que morkhur abriera la puerta chirriante, oigo una especie de ladridos, que hacen que  instintivamente me cubra con el escudo, y que por fortuna, evita que me dañen un virote que finalmente se estrella y se clava en mi escudo.

joder... sabia que nos esperarian, cubriros como podais, el enemigo esta bien resguardado y armado con ballestas.

chicos si alguno tiene algun frasco de aceite de sobra, que lo prenda con algun ropaje y lo lanze a las mesas, intentemos quitarle esa cobertura e incluso cegarles con el humo...

tras esas palabras, busco cualquier resquicio por el que poder entrar a la habitacion sin peligro y poder atacar a los enemigos.

Xoan mira a Armando y trata con gestos sintetizarle las ideas... 

Maldicion parece que no surte efecto!!!

Xoan no termina de susurrar sus palabras cuando escucha el mensaje de Ryld!!

Xoan detiene su andar y toma cobertura contra el marco de la puerta. Toma su ballesta y la carga, apunta y espera para tener un tiro certero. Mientras observa el inicio de la batalla procura estar atento a si alguien intenta cerrar la puerta, dejando solos a sus compañeros, intentara evitar eso....

Al ser sorprendidos por la lluvia de saetas disparadas por las escamosas criaturas, Morkhur se parapeta instintivamente detrás de su escudo - "¡¡¡WAAAAAA!!! ¡¡¡Era hora de un poco de diversión!!!" - exclama el enano a gritos, desafiando con la mirada a las rastreras alimañas. 

Todavía algo aturdido por su sordera, permanece tras la puerta intentando encontrar un blanco al que disparar. Cuando por fin cree encontrarlo, asoma la ballesta y lanza un virote hacia la primera cabeza que consigue ver tras las mesas.

"Nigrum! que dolor...! intentare agarrarte cuando pueda, espera compañero vinculado!"el casi confundido elfo hechicero se siente entre algo sorprendido por tan feroz ataque, viendo como su pobre gato quedo atravesado por ell virote lanzado sobre esas criaturas asesinas llamadas kobolds

 Se siente sordo y muchas situaciones le son confusas, ve al enano, a ryld y otros gritar sin escuchar pero suponiendo que arman estrategias de guerra cuales al no escucharlas, hará su mejor papel posible.

 Phelcyan se pone preparado para intentar lanzar un par de hechizos sin importarle la situación. se agacha para poder pensar mejor y poniendo detras de una de las mesas que tiene enfrente. O quizas tal situacion podria servir para esconder al gato en ese lugar e intentar curarlo. 

Aunque su sentido del oído no estaba aun hábil, la vista intenta suplirlo todo lo que puede. Al llegar a la puerta se prepara para lo que sea que pueda haber al otro lado, su mente se centra en todo lo que sus sentidos restantes pueden captar y sus músculos se tensan ante la posible e inminente sacudida del inicio de la batalla.

Sus expectativas no son erróneas pues una hondonada de virotes se abalanza sobre ellos con poca efectividad dañina pero si disuasoria que nos obliga a reorganizar y replantear estrategias, aunque en su situación tendrá que tener esperanzas de que los demás le apoyaran. A parte del aviso del avistamiento del enemigo desconoce si los artísticos y sinuosos gestos de Xoan quieren decirle algo más.

- No estoy seguro de lo que me intentas decir pero en cuanto pueda les atacaré directamente, aquí somos objetivos fáciles. Cargaré contra ellos con el escudo y cubridme si podéis. – Dice con un tono de voz que desconoce pues no se escucha ni a si mismo más allá de sus pensamientos.

Los kobolds recargan rápidamente sus ballesta y vuelven a disparar sobre los aventureros que sorprendidos, se agolpan en la puerta. Pero por alguna razón que los integrantes de grupo deberían agradecer, las habilidad de las escamosas criaturas con estas armas parece ser al menos mala, ya que todas las saetas menos una dan en cualquier lado menos en le blanco. Unas se clavan en escudos y otras dan contra las paredes y el techo, pero una de ellas logra impactar a Armando en su hombro derecho y ahí se queda clavada, haciendo que un gran chorro de sangre emane del hombro manchando la armadura de Armando Guerra con su propia sangre.

Al ver que uno de ellos da en el blanco los humanoides festejan la puntería de su compañero con una sarta de gritos en una aguda e irritante voz.

Grraubnn da graaannn, jajaja!!!!

Mientras los kobolds se comienzan a cargar nuevamente sus ballestas, el grupo se dispone a contra atacar.