Partida Rol por web

He venido a visitar a mi querido maridito -dice poniendo especial sarcasmo en el "querido". No creo que los demás necesiten presentaciones. -señala a sus compañeros que vienen detras de ella.

Si, necesitaremos que nos lleves a traves del Aqueronte. No querrás que crucemos andando. 

Perséfone se recogió la túnica para evitar mojarla al entrar en la barca. Espero que puedas disculparme, pero ando algo escasa de óbolos para pagarte la carrera. Apuntalo en mi cuenta.

Por supuesto que no necesitan presentarse. Los dioses son dioses en cualquier lado añadió con otra pequeña inclinación.

Espero que el señor Hades esté informado de esta visita tan numerosa. No hace falta que me paguen nada, este es su hogar.

Caronte movió la mano haciendo gesto de invitación a la barca

Suban, rápido. Y recuerden no tocar el agua. No creo que les guste

Tras subir, Caronte empujó la barca y comenzó a remar. El viaje fue lento y silencioso. El rio no se veía en su totalidad, pues la niebla le cubría. Aún así parecía haber sombras extrañas.

Caronte cumplió su cometido y os cruzó el rio. Al desembarcar, os señaló el camino

Mi señora, ya sabe por dónde se debe ir. La puerta de su hogar estará abierta para usted.

Y allí os despedís de Caronte. El camino desde su barca hasta el hogar de Hades era sencillo. El camino era un tanto siniestro. Sombras por todos lados, árboles secos y con sus ramas que os señalaban amenazantes. El castillo de Hades estaba al final de ese camino. Se levantaba majestuoso. Tres torres lo componían, pero sin ningún tipo de adorno en su fachada. Era totalmente liso.

Y en la puerta, allí estaba, esperándoos

Vaya, vaya, mi querida mujercita vuelve a casa. ¡Qué sorpresa! dice abriendo los brazos. ¡Y trae amiguitos! ¿A qué se debe este gran placer?

Venimos a dialogar querido Hades.

Estamos un poco cansados de Zeus sabes? Y queremos creer que tú tambien lo estás

Ya sabes lo social que soy, cariño. Los he traído a degustar un poco de vino y unas granadas. Ya sabes que las granadas de esta zona tiene mucha fama.-contestó Perséfone con desparpajo, aunque no pudo evitar mirarlo con odio. Ese hombre era su marido forzoso, pero jamás eligió casarse con él. El recuerdo de su rapto aún la llenaba de rencor. 

Disculpa a mi amiga-dice en referencia a Hécate. No sabe que es mi casa y hablo yo-dice lanzándole una mirada de reproche.

Aunque lo que ha dicho es cierto, venimos a hablarte sobre Zeus. Y más concretamente, venimos a hablar sobre tu lealtad hacia Zeus. Supongo que ya conoces sus intenciones, así que no voy a explicarlas. Supongo que también cuenta con tu lealtad, pero... ¿podrías decirme por qué? Acaso Zeus ta ha tratado con justicia? Él es el hermano menor, y tu el mayor. Te corresponde a ti gobernar los cielos. Y sin embargo, aquí estás. Pudriéndote en este agujero de desolación y muerte, mientras él se pega la gran vida en el Olimpo. ¿Acaso se merece tu lealtad?

Con benevolencia termina: únete a mi, esposo. Juntos derrocaremos a Zeus y gobernaremos juntos el Olimpo. No habrás más tiranos. Sólo tú y yo.

Me quedo en silencio, esperando mas que la respuesta de Hades, su reacción y especialmente na hostil puede ser que se nos una por rencor por el lugar donde lo dejo Zeus, pero sera mejor no subestimar su lealtad.

Nuestra pelea contra contra Poseidón me había demostrado que estábamos muy lejos de ser un verdadero peligro contra uno de los grandes y si lo derrotamos fue gracias a su orgullo viejo idiota...pensó que el solo podía derrotarnos y cuando se dio cuenta de su error ya fue demasiado tarde. Hades no cometerá el mismo error.

Hades escuchó tranquilo las palabras de su esposa, con una leve sonrisa en los labios. Dejó que terminara antes de hablar.

En tus palabras hay algo que me hace reflexionar... ¡Qué mal anfitrión soy! No os he ofrecido nada, ni de comer ni de beber. Pasar a mi humilde morada, señoras... y señor

Dio media vuelta y se acercó a las puertas. Se abrieron al verlo pasar. En el interior del castillo reinaba la oscuridad. Con un simple chasquido de dedos, se iluminó en el centro de la estancia una mesa circular bastante grande. Seis mesas la rodeaban, una de ellas más grande que las demás donde se sentó Hades. Sobre la mesa, alimentos y bebidas de todo tipo. En el centro, una bandeja con varias granadas con un color rojo muy potente, llamativo

No comáis de esas si no queréis quedaros aquí conmigo. ¿Verdad querida? Entrad y sentaos. Comed y bebed. Y decidme qué os parecería un mundo gobernado por mi querida amante y por un servidor

Selene agachó la cabeza, sin duda si alguien debía gobernar el Olimpo eran ella y su amado Helios, pero tampoco consideraba que fuera un trato justo para los demás. Y mucho menos sería lógico gobernar usando la fuerza.

- Sin duda creo, Amo del Inframundo, que no deberíais ni tú ni tu amada imponer tu reinado sobre el de los demás. Habría que tomar una decisión entre todos los dioses cuando todo esto acabe. Hacer un sistema democrático y que todos los dioses elijan quien quiere que les reine en el Olimpo. Dudo que quieran cambiar a Zeus, por usted, así sin más.

Ades parecía muy amable... en demasía...

Asi que no penssabe probar bocado ahora, no hasta que las dudas de mi mente se disiparan...

Para colmo Selene, había vuelto con sus celos, olvidandose de la Castida de la dulce Artemisa...

Posicionandome cerca de la anfitriona del inframundo digo a su marido:

No creo que sea momento de discutir si serás el único gobernador del trono del Olimpo, o si aceptarás ayuda y consejeros como ha sucedido hasta ahora...

Miro la mesa y digo: Tampoco creo que sea tiempo de viandas y festejos... pues aún el tambor de la guerra no ha dejado de tocar...

Miro las paredes y digo finalmente mirando al gobernador de aquel lúgubre lugar:

Creo que ha llegado el momento de conocer si nos ayudaras a derrotar a tu injusto en mano, en nuestro pequeño empeño de enseñarle que los desmanes de poder no se toleran...

Miro a su mujer y luego a Ades y digo: ¿Nos ayudareís?... Tu mujer ya ha decidido ahora solo faltas tú...

No debemos, ni podemos repartir el poder antes de ganarlo y mucho menos sin Atena presentes les digo a los presentes antes de que comentan una estupidez pero todos los que nos ayuden serán recompensados por sus esfuerzos.

Yo digo que si Hades....regenta la tierra y llénala de oscuridad

Hades comienza a negar con la cabeza mientras os mira

Helios, dios de los rayitos del Sol, no me gustan tus palabras. Hablas con mucha prepotencia, creo yo. En el nuevo orden divino no tendrás poder, no me gustas.

Selene, no se si es que la inocencia te ha dado en la cabeza y te has quedado tonta, pero tus palabras son cautas, al igual que las de Artemisa.

Pero la que más me gusta es Hécate. ¿Son ciertas tus palabras? Quizá estés jugando conmigo, jajaja

Tomó una copa de la mesa y bebió. Con cara seria, incluso con un toque de enfado, os dijo

Me pedís que traicione a mi hermano, que es de mi sangre, además de nuestro señor. Y tenéis la decencia de presentaros aquí sin nada a cambio. ¿Qué gano yo con traicionar a Zeus? Decidme. A mi los humanos no me importan, no tengo relación con ellos. Sólo pasan por aquí cuando están muertos, y la mayoría solo lloran.

O me ofrecéis algo que me pueda interesar o ya os estáis largando de aquí.

Claro que mis palabras son ciertas!!!! a caso no sabes que me medio natural es la oscuridad?

Lo que no quiero es que Zeus quiera salirse con la suya como hace siempre.

Y que mejor regalo que mi vientre. Te dejo que me hagas un hijo, que saldrá poderoso y tenaz.

Ante la respuesta de Hecate golpeo mi frente con el dorso de la mano y susurro para mí:

_{Viva la cordura, la mejor manera de evitar una guerra es provocando una futura... dios que sensatez...}

No te puedo ofrecer, al menos yo le digo seriament pero ya ha caido Poseidón y es solo el principio. Cuando esto acabe va a haber menos dioses y  mas reinos para repartir, ademas si tus hermanos caen, en que posición te deja ría eso a tí? 

Zeus también es de mi sangre, Hades- dice con tono molesto. Es mi padre. Pero no por ello cierro los ojos ante sus injusticias. ¿Qué significa el para ti?

¿Como puede no entenderlo?-pensó Perséfone. Es cabezota como un niño. Se acercó a él, se colocó a escasos centímetros de su cara, y lo miró a los ojos.

¿Preguntas qué te ofrecemos? Nada menos que el cielo y todo lo que alberga debajo. ¡Te ofrecemos el mundo, el trono del Olimpo! ¡El trono que te corresponde por derecho!

Me gustan vuestras ideas. Hécate, querida, ¿comerías de la granada para quedarte aquí y dar luz a mis hijos? ¡Jajaja! Aunque si me quedo con el Olimpo...

Sí, sí, ese puesto me pertenece, está claro. Es más, contáis con mi apoyo. Pero claro... Me temo que alguno de vosotros no está de acuerdo, ¿verdad Helios?

Sonriendo, dejó la copa y juntó las manos.

Me temo que esta campaña tiene sus fallos. Así que si queréis que me fie de vuestra palabra, acabad con Helios

Perfecto... digo con sorna, Acabemos con la luz del sol, que la vida y la naturaleza poco a poco cesen sus existencias de la faz de la tierra... y cuando los hombres no pueblen la tierra, sino pueblen los reinos del Hades....

Entonces... ¿que quedará a vuestro dominio, hermanos?...

Miro a Hades y continuo para finalizar: Solo quedara asentir y aprobar el yugo que Hades os quiera imponer, rechazamos un mundo ostigado por Zeus, donde al menos, existe vivos, muertos, cambio, naturaleza, vida, muerte...  pero con él... Además de este frio y seco rio de almas... nada más vagará libre...

No podía creer las palabras que salían de la boca de Hades realmente esta jugando con nosotros me paro junto a Helios antes de hablar Realmente escuche bien? quieres que matemos a Helios? Entonces estas loco o no entiendes porque estamos combatiendo contra tu hermano! Porque el quiere hacer lo mismo con los humanos.

No voy a luchar para derrocar a un déspota para poner a otro. Puedes unirte a nosotros y ampliar tu reino pero debes someterte a Atena, ella encabeza esta rebelión y ella es la líder. 

Ya estoy sometido a Zeus, joven diosa, y no volveré a pasar otra vez por lo mismo, sea Atenea o sea mi madre.

Lucharé con vosotros contra Zeus, pero yo seré el que os mande tras su caída. Hécate y Perséfone parecen que estar a mi favor, Helios no. Así que por eso os pido una muestra de que realmente sois sinceros.

Hades sonrió a Helios

Pequeño dios fogoso, ahora mismo el sol no existe en el mundo de los humanos. Zeus se ha encargado de ocultarlo bien. Si no te unes a mí, morirás, y ya haré algo para que el Sol vuelva a renacer.