Partida Rol por web

Al ver aquel ataque contra la indefensa Atenea saqué fuerzas de flaqueza e intenté que las sombras formaran un muro que protegiera a la diosa o que por lo menos los rayos de Zeus le alcanzaran con menos fuerza.

" ! Máldito cobarde ¡ y pensar que es el padre de los Dioses " . 

Pensó el Dios de los sueños mientras veía como Zeus convocaba a Atenea , luego trató de volver a hacer que cayera en un sopor para que no pudiera hacerle daño a la Diosa de la sabiduría . 

En esos momentos, era donde algunos pensarían en la gloria de la batalla de derrotar a Zeus. Y en lo que la historia diría de ellos mas adelante. Sin embargo a Hécate poco le preocupaban esas cosas, despues de todo siempre había bastante leyenda negra sobre la magia entre los mortales. Intentó mover a Atenea de allí, pero realmente la tensión le pudo en ese momento, y se enfado tremendamente consigo misma por el fallo.

Perséfone levantó un poderoso muro entre la jaula de Atenea y Zeus, protegiéndola de los rayos. El Dios del Olimpo alzó el brazo que tenía libre para lanzar una descarga más poderosa, pero empezó a tambalearse por el poder de Hypnos, que le estaba haciendo dormirse. Hades aprovechó la ocasión para lanzar un rayo de oscuridad que impactó en el pecho de su hermano, que se quedó sentado en el suelo mientras hacía tumbos con el cuerpo.

Viendo como Zeus caía ante el poder de Hypnos y los rayos de mi esposo, decidí emplear mi guadaña para intentar darle el gope que por fin le detuviera. Si por lo menos consiguiéramos que entrara en razón... Aunque lo más importante en aquellos momentos era conseguir que Atenea estuviera a salvo.

Perséfone golpeó con fiereza a Zeus, dejándolo malherido y derribado en el suelo. Parecía que no se iba a volver a levantar...

El dios de los suelos por fin salió de su escondrijo y se dejó ver . 

! Ya es suficientes , no hay necesidad de seguir ¡ .  Liberemos a la diosa de la sabiduría , con ella podremos convencer al padre de los dioses para que recupere la razón . 

Dijo Hypnos al ver caer al padre de los dioses , sin duda su corazón no combativo no podía aguantar crueldades sin sentido y prefería volver a negociar , pero ahora desde un punto de mayor fuerza . Pero antes había que asegurarse que la cólera de Zeus no se muestre en contra de ellos por un momento de descuido , así que trató de dormirlo profundamente , gesto que todos pudieron ver mientras él alzaba su mano derecha y de este flotaba polvos dorados directos a la cabeza del padre de los dioses . 

Hypnos, harto de la pelea, se adelantó intentando dormir a Zeus. Pero éste, con un gesto brusco de cabeza, consiguió levantarse. Estaba muy malherido y respiraba con dificultad.

Esto... no puede... no puede ser... No, imposible, no va a quedar así...

Sus ojos rojos por la furia quedaron fijos en la jaula de Atenea, donde la diosa seguía inconsciente.

Zeusín, venga, déjalo ya, sigue jugando con tus juguetitos y deja que todo esto termi... Hades no terminó su frase. Su rostro cambió a una seriedad y un alarmismo que nunca habíais presenciado en él.

Zeus, no se te ocurra. Es tu hija, no lo hagas. ¡Zeus, estate quieto!

Una mueca desagradable apareció en la sonrisa de Zeus.

La queréis, pero no la tendréis jamás.

Zeus invocó un rayo que apareció en su mano. Se liberó de todas sus ataduras y de un salto, se quedó por encima de vosotros. Cogió el rayo con sus dos poderosas manos y lo partió. Lo levantó hacia el cielo y sacudidas eléctricas recorrieron todo su cuerpo.

¡Me habréis vencido, pero esto no termina aquí! ¡Yo desapareceré, pero Atenea morirá conmigo!

Y descargó un torrente de electricidad sobre la jaula de Atenea mientras veíais cómo el cuerpo de Zeus se iba deshaciendo.

¡No os quedéis quietos! gritó Hades asustado. ¡Tenemos que proteger la jaula de Atenea si no queremos que desaparezcan los dos juntos!.

Hades levantó las manos hacia el torrente de electricidad y proyectó su sombra. Impactó con los rayos de Zeus, pero era evidente que él sólo no podía hacer nada contra el increíble poder que estaba desprendiendo el rey de los dioses.

Hécate se concrntró. Necesitaba sacar a la diosa de allí cuanto antes, así que obvio el enfrentar al rayo de Zeus, y priorizó moverla a la seguridad del suelo, con ellos. Aparentemente el dios necesitaba dejar un trago amargo con su partida. No parecía que fuese a arrepentirse de nada, y eso simplemente le daba pena.

Supongo que el tiempo hace mas tontos a algunos en lugar de mas sabios. ¿Será que toda la descendencia de su abuelo esta destinada al mismo final?

Pensaba que la victoria estaba cerca pero el poder de Zeus era demasiado para nosotros. El grito de mi esposo hizo que me pusiera en alerta y de nuevo invoqué a las sombras para volver a crear una protección sobre la jaula en la que estaba encerrada Atenea, pero Zeus ya estaba desapareciendo y no sabía si conseguiría algo con mi intervención. Si conseguí protegerla de la electricidad, aunque fuera solamente por poco tiempo, quizás el resto de dioses consiguieran liberarla.

El dios de los sueño , ante la visión que sus ojos percibían y ante la sensación de que no podía hacer nada prefirió concederle todo su poder a Perséfone para que la unión de ambos fuera lo suficientemente fuerte para que detuviera el relámpago del padre de los dioses lanzaba contra la indefensa diosa de la sabiduría . 

Las cartas ya estaban echadas, pero mi hermano se guardaba un ultimo as. En cuanto Hades se alerto me puse manos a la obra, no podiamos permitir semejante cosa.

-No!-

Los arboles que antes sujetaron al mi hermano los movi para que protegiesen a mi sobrina. Quizas no evitarian todo el daño pero si conducirian la electricidad en su mayoria.

Los dioses combinaron sus poderes para proteger a la diosa Atenea. Al principio, parecia que el poder de Zeus era mayor que el de los dioses, pero sólo fue al principio. Demeter, Hypno, Perséfone y Helios se lanzaron a proteger a Atenea, consiguiendo, junto a Hades, bloquear la fuerza del padre de los dioses. En ese momento, Hécate aprovechó para transportar la jaula de Atenea a un lugar seguro.

Zeus se estaba consumiendo, pero su cara no dejaba de demostrar una furia intensa y rabia profunda contra aquellos que le habían desafiado. Pero no duró mucho; su cuerpo rápidamente se desvaneció, haciendo que el dios del rayo desapareciera para siempre... Junto a él, la jaula de Atenea también desapareció, dejando a la diosa inconsciente en el suelo del Olimpo.

Hécate no se sentía feliz o algo por el estilo con la desaparición de Zeus. Tampoco triste. Era algo que debía hacerse, pero le apenaba un poco haber llegado a ese punto. Se acuclilló junto a la diosa.

-Demeter...creo que tus cuidados son requeridos. Sigue conservando toda su divinidad, así que vivirá, pero aún así está malherida.

Luego se dirigió a Atenea, independientemente de si le escuchaba o no en ese momento.

-Acabó todo, tu resistencia no ha sido en vano...esperemos que pase mucho hasta que algo así se repita con los desendientes de Crono.

Cuando todo termino me aproxime rapidamente a mi sobrina. Me arrodille a su lado y con cuidado aparte el pelo de su rostro al tiempo que hacia surgir mis poderes para sanarla.

-Estaras bien enseguida- le dije con suavidad.

Despues de atenderla me levante y sonrei a medias a los demas.

-Ahora mismo vuelvo- dije antes de alejarme un poco de los demas.

Les di la espalda a mis compañeros y deje que las lagrimas surcasen mi rostro. A pesar de todo era mi hermano y me dolia.

¿Acaso se había terminado? Lo dudaba mucho pero por lo menos habíamos conseguido que Atenea no recibiera más daño por parte de Zeus. Cuando por fin me aseguré de que la diosa se encontraba a salvo y estaba siendo curada por mi madre, todo el agotamiento y el dolor de lo vivido hasta el momento bajo nuestra forma mortal me golpearon. Caí de rodillas exhausta y cerré los ojos... sólo deseaba descansar.

Demeter envió su poder curativo al interior de Atenea. Poco a poco sus heridas fueron cerrándose y cicatrizando. El color volvió a su cara y parecía que su cuerpo brillaba por la divinidad. No tardó en abrir los ojos y, al veros, sonrió.

Se levantó como pudo y cerró los ojos para inspirar lentamente. Al abrirlos, una mezcla de dolor y gratitud se veía en su rostro.

Gracias, familia. Habéis luchado con honor y fuerza. Habéis actuado como teníais que hacerlo... A pesar de que Zeus no se haya dado cuenta y haya... parecía como si una lágrima asomara a su ojo. Sacudió la cabeza y miró a Hades.

Hades, ha sido un detalle que vinieras a ayudarnos. Quizá no son los motivos que me hubieran gustado, pero gracias.