Partida Rol por web

CAPÍTULO III

LA PUERTA EN LA PIEDRA

Kurdran marcha a través de la espesa la jungla y a cada paso que da la temperatura se vuelve más caliente y el aire más húmedo. Suda abundantemente y el aire está impregnado por un velo de niebla. Huele tan mal como las cloacas de Jalizar. Pero no es niebla. No. La niebla es fría. Esto es más como... Vapor. Vapor maloliente.

Después de unos cuantos metros más la jungla se abre y el herrero se descubre a orillas de un pequeño lago brumoso. El olor es realmente desagradable y el calor que surge del lugar hace que el lago incluso burbujee. El agua está turbia y tiene un color que recuerda a huevos podridos, aunque eso no evita que maravillosos nenúfares crezcan, grandes como carretas, por toda la superficie.

Kurdran. Eres fuerte herrero. Ahora si has hecho honor a tu estirpe de leyenda, ya lo creo que si.
No sé como cojones las has traído hasta aquí, pero lo has hecho.

Lamentáblemente todo tiene un límite. Ahora debes hacer un alto en el camino. Estás completamente exhausto

No puedes más. Debes parar ahora y descansar

Y en el momento en el que el último rayo de sol se oculta tras el horizonte ellas DESPIERTAN.

Aquel episodio en esa cueva había marcado un antes y un después en mí, ver a esas tres mujeres tendidas en el suelo indefensas, pálidas y como si un sueño las perturbara a manos del mal... fue bastante duro. Tuve que tomar el pulso a sus cuerpos porque por un momento pensé que estaban muertas.

Con todo el ingenio de mis habilidades y la fuerza propia de un herrero legendario, construyo una cama rodante formada por palos secos y otros que tuve que cortar de unos árboles, lianas que por ahí colgaban en la frondosa selva, eh imaginación para llevar a unas guerreras que no eran para menos, sobre todo la amazona que de pequeña no tiene nada. Hago unas cuerdas que uno a la cama portátil que me entrelazo a la espalda y brazos para que el empuje sea a favor del movimiento, si no, no llegaría tan lejos haciendo un sobre esfuerzo humano. No puedo dejar de pensar en mi Athena, ésta mujer a hecho que mi vida tenga preguntas en mi corazón y es justo lo que nunca pensé que pasaría..... Mi Athena pero que te a pasado....? Mi Athena pero porqué estas así....? Una y otra vez me surgen las mismas palabras mientras empujo, diría que es el motor que nos llevaba jungla a dentro, hace mucho calor, sudo y sudo y no paro al punto de que me sabe a sal la respiración... huele mal y ni siquiera me pregunto porqué, ni siquiera de esa bruma tan espesa que cruzo, pero ya estoy demasiado cansado de arrastras a las mujeres y al ver un pequeño lago decido que ese es el lugar donde voy a descansar, pero justo cuando decido soltar el amarre y bajarlo para dejar caer la cama de forma suave, se me escapa y cae de un golpetazo haciendo que esas mujeres se despertaran de forma milagrosa, sin entender como eso pudo pasar y porqué no lo intenté antes.... Porfinnn!!! Habéis despertado!! Gracias mis hermanos legendarios gracias... Beso tan emocionado el amuleto de los herreros, salto eufórico alegría... Jajajaja Prácticamente estoy danzando al rededor de ellas con tal emoción que no me lo creía... Mi querida Athena por fin!! Estas viva mi Diosa!! Le cojo de la mano para ayudarla a levantarse mientras la miro con los ojos saltones y llenos de vida de nuevo y el corazón a mi por hora.... 

Despierto con un respingo.

Estoy pegajosa de sudor, me duele la cabeza y noto una presión en el pecho. 

¿Qué es este lugar? ¿Cómo he llegado hasta aquí? El aire es más puro que en la cripta pero hiede como una carroña agusanada. 

El Hombre Peludo da vueltas alrededor de Athena como siempre. Los rituales de apareamiento de los extranjeros son bárbaros e incomprensibles, tan diferentes de la Orgía del Equinoccio que jamás llegaré a entenderlos. 

-¿Qué ocurrir?¿Qué éste lugar? 

Las exclamaciones de Kurdran se cuelan por el duermevela de la pesadilla en la que estoy sumergida. Abro los ojos sin ser capaz de moverme en un primer momento. Poco a poco mis músculos se van desentumeciendo y termino por incorporarme.

¿Dónde estamos?

Al menos, hemos salido de aquellas cuevas mortuorias. Hago recuento de mis pertrechos y veo que no echo nada de menos.

Me alegro tanto de que estemos todos juntos y a salvo. Pensé que no saldríamos vivos de la cueva.

¿A salvo? Un escalofrío me recorre la columna al reconocer que cada nueva etapa del viaje había sido más horrenda que la anterior. ¿Habíamos llegado al límite o nos queda todavía algo peor? Y sin embargo ¿Qué alternativa nos queda a seguir avanzando?

No esperaba que aquel sueño desagradable terminara de la manera más dulce. Cuando abrí los ojos le miré y estaba delante mía, llamándome como siempre lo hacía, sentirme una diosa a su lado era lo más sencillo del mundo -... Me has sacado de mis pesadillas... -miré su frondosa barba, un rasgo característico que comenzaba a gustarme, tanto que decidí catarla de cerca. Le besé, con la intensidad de alguien sediento y tiene agua fría para calmarse. Besé a Kurdran porque era mi alma gemela, impensable negarlo, mi salvador.

- Quiero yacer contigo esta noche... - le susurro en el oído -... no voy a volver a ver la muerte de cerca sin entregarme a ti... - subo el tono de voz a los demás -...Es de noche, deberíamos descansar... - aunque en mi mente iba a hacer de todo menos eso.

Ahora recuerdo que cuando miré directamente al Amo vi algo más. Vi unas hebras telúricas entretejiendo los objetos. En la apertura de la cueva había una red de estas fibras que atrapaban aquel horror.

Yo estaba en estado de shock, a punto de desmayarme por la carrera en ataque de pánico y la posterior tensión al ver asomarse al Amo. Pero esa revelación no fue una alucinación. Si me concentro puedo ver ahora, de forma sutil, esas hebras que lo conectan todo y tengo la sensación de que puedo manipularlas. Puedo tirar sutilmente de una de ellas y hacer que una ramita a poca distancia se mueva.

Y puedo ver como las tenues auras que envuelven evanescentes las siluetas de Athena y Kurdran se conectan y se tensan como tirando el uno hacia el otro. Bueno, no hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de esa atracción sin recurrir a las hebras. Jamn sin embargo parece que se queda mirando con extrañeza, tal vez sea mejor que me la lleve a alguna parte y de hecho, creo que es mejor que me vaya yo también para dejarles algo de intimidad.

- Jamn, me muero de hambre y deberíamos conservar alguna ración de viaje para el futuro. ¿Te parece bien si vamos a cazar algo mientras Athena y Kurdran preparan el campamento?

Esta vez no me pongo el peto de cuero, que de repente me resulta asfixiante.

Sin duda aquella alegría no era en vano, verla abrir los ojos y mirarme, tocarme y ..... Mi corazón explota de euforia al besarme, palpita fuertemente cual bestia salta indómita... Sentía que mi alma abrazaba a la suya, podía sentir el cielo en mis brazos, sin duda estoy con mi Diosa....Pletórico y por fin amado... Mi Diosa al fin estás a salvo, te juro que no dejaré que nada ni nadie os haga daño, ésto lo juro por todos mis hermanos legendarios!! Cierro el puño y llevo el brazo hasta el pecho mientras hacia ese juramento, sin duda lo cumpliré con mi vida si es necesario... Quiere hacerme el amor... Oír esas palabras en mi oído me produce tal placer que recupero la energía perdida del esfuerzo de traerlas hasta aquí en un segundo....Por supuesto mi amada...- Me giro para dirigirme a Quyen y Jamn para explicarles un poco donde y como habíamos llegado a ese lugar, sin dejar de prestarle atención a mi Diosa eh intentar que nos dejaran solos... 

Tras lo ocurrido en las cuevas del valle, tuve que fabricar ésta especie de trasporte para traerlas sanas y salvas hasta éste lugar, sólo había un camino seguro y decidí seguirlo, como ven es una jungla y tenemos un pequeño lago al lado, ésto es todo. Ahora es casi noche cerrada y debemos montar un campamento y descansar. Si Quyen yo me encargo, haré fuego para que no pierdan calor, monto el campamento y si se van de caza se los agradecería, necesito comer y recuperarme del esfuerzo del viaje...  Miro a Athena sonriendo. 

Nos alejamos del campamento. La jejé no me parece la mejor compañía pero ahora mismo prefiero no estar sola. Lo que quiera que hubiese en las grutas me ha dejado grietas en el alma. Y parece que a ella también. Si quisiera traicionarme no se aventuraría conmigo sin la armadura. 

Es muy valiente o muy estúpida si quiere buscarse problemas. Al menos, ahora se mueve con cierta gracia. 

Mi mente bulle de dudas. Señalo la dirección del campamento. 

-¿Ellos procrear? ¿Lejos de sacerdotisas? 

Me doy cuenta de que piso terreno poco seguro. 

-¿Cómo tener hijos aquí? En isla, Amazonas no mezclarse con hombres casi nunca. 

Quyen siempre demostraba ser una buena amiga, decidía ir de caza para conseguir alimento mientras ellos...¿montaban el campamento?.... La valkiria iba a montar algo y tenía muy claro el qué..., excesiva sería la hoguera que caldearía el ambiente esa noche -....Tú me proteges y yo siempre te protegeré a ti, mi diosa bendice nuestra unión, fue ella quien me guió en tu dirección y ahora sé que nuestro destino es estar juntos... Siempre a tu lado... - para ella sus propias palabras ya eran una promesa en sí, nunca decía las cosas en vano y era firme de convicción, su hombre siempre recibiría sus cuidados e incluso arriesgaría su vida por él.

Esperaron a que ambas se fueran para mirar significativamente al hombre, apenas se habían dado la vuelta Jamn y Quyen cuando la mujer del pelo ceniza se avalanza sobre Kurdran en un arranque de explosividad, besándole como si su boca contuviera el último suspiro de su existencia. Estaba completamente enamorada y contra todo pronóstico, no le importaba que el mundo lo supiera.

Athena demostró entonces lo diosa que era, quitándose el sostén de valkiria y mostrando sus pechos, su mirada felina era una clara invitación a su compañero.

- Avesta me guía hacia ti, Kurdran, ruego que bendiga nuestra unión y enlace cuerpo y alma para siempre...que uno viva si el otro lo hace, y que la muerte nos una a los dos para no sufrir la pérdida del ser amado... - recita ella como una plegaria antes de coger con una de sus manos la entrepierna masculina, estaba midiendo el género.

Eso parece, ellos procrear. No sé cómo lo harán en tu tribu. Tampoco sé cuales son los rituales de las Sacerdotisas de Vesta. En mi aldea natal, los padres acuerdan los matrimonios de las hijas y pagan una dote al marido. Luego las hijas, cuando tienen la primera regla, van a vivir con el marido. La unión es bendecida por el sacerdote y ahí se acaba su papel. Perteneces a tu marido y procreas cada vez que él está de humor. Mi padre acordó mi boda con un hombre de 50 años de un pueblo vecino que se había quedado viudo y que tenía 6 hijos. Yo no me enteré hasta que no me vino la primera regla y me llevaron para presentarme al hombre que me desposaría al transcurrir una luna. Fue entonces que escapé de casa.

Me encogí de hombros.

En la cuidad encontré a Erik lagartija . Le llamaban lagartija por la facilidad con la que trepaba por paredes casi verticales. Era el más intrépido de todos. Con él yacía porque me gustaba y lo hacía cuando sentía el fuego del deseo en el cuerpo. Pero usaba trucos para no quedarme embarazada. Y bueno, ahora él está muerto como todos los demás.

Una lágrima asoma en mi mejilla al recordar a lagartija.

Mientras os internáis en la espesura y habláis sobre ritos de apareamiento, algo os sobresalta.

Es una voz que brota del interior de la jungla:

Kralut cokt nimeltar. Sifu Nemlar wolt.

Parecen palabras arcaicas escupidas en un dialecto antiguo

Entonces la voz vuelve a hablar. Y esta segunda vez podéis entender perfectamente lo que dice

¡Tú, hijo de un perro escorbuto!. Deja caer tu cara en el barro ¡y adórame!.

Es aguda y chillona. Algo realmente molesto para vuestros oídos cansados

¿Qué hacéis?

-Fuego en cuerpo. Jamn entiende. 

Falta de disciplina. 

Pero antes de poder estrellarla contra un árbol, ponerle la daga en el cuello y exigirle explicaciones sobre su comportamiento bajo tierra suena esa voz. 

¡Es lengua plukanka! 

No puedo entenderlo todo pero esta vez estoy preparada. No es lo mismo importunar a una guerrera amazona en un agujero infecto sin espacio para extender los brazos que en mitad de la selva. 

La lanza, que estaba a punto de usar contra la jejé apunta en la dirección de mi carrera a través del follaje. 

-¡Jejé seguir Jamn!

Servirá de distracción. 

El campamento se monta tan rápido y el fuego igual que parecía sobrehumano la velocidad con la que se pone todo. Totalmente entregado por el amor y la pasión, me dejo llevar cual viento sopla entre montañas salvajes que piden a gritos una conquista a fuego lento... Sin perder de vista la mirada, mis ojos se clavan en los de Athena, siento como el cuerpo se envuelve en llamas y mi miembro empieza a palpitar de emoción... Soy todo tuyo mi Diosa te deseo... hagámoslo aquí y ahora... Sin perder ni un sólo segundo y desde que Quyen y Jamn nos dejan para ir de caza, y ya al lado del fuego, tumbo a Athena bajo mi cuerpo, con mucha sutilidad y mientras la beso, le voy despojando de toda su vestimenta... Acaricio su piel suave, parece la de una flor aterciopelada que daba placer tocar y oler... mis dedos cada vez se insinuaba mas y mas por ese cuerpo tan perfecto sin dejar atrás ni una sola parte, desde sus pechos hasta abajo.... Ella me desnuda cual fiera lleva dentro, sin duda es mi felina convertida en Diosa... Nos fundimos prácticamente uno con el otro como una hoguera más que allí se hace notar, y yacemos con toda pasión que la noche nos regala.... 

Las manos masculinas sabían bien hacia donde dirigirse, disfruté cada caricia e instante que compartimos, me tumbó en el suelo, eso estaba bien inicialmente, dejaría que su hombría dominase la situación, pero cuando mi fuego interior se volvía más urgente le giré posicionándome encima, cabalgando a MI hombre hasta la extenuación. Kurdran puso la ternura, yo incorporé la pasión, pero ambos teníamos claro algo, nos amábamos.

El tiempo inexorable avanzaba como cada una de nuestras caricias, mi lengua se volvió peligrosa y comencé a saborear su cuerpo, me gustaba su olor a hombría. El fuego observaba con su crepitar la imagen de los amantes que comenzaban a descubrirse, fundirse y finalmente extinguir su ímpetu. Chillé cuando sentí mis entrañas estremecerse de pasión... Oh sí, mi herrero estaba muy bien dotado y yo sabía como conseguir que su espada peleara hasta el final de la batalla... Había sido un orgasmo temprano, era normal pues no solía relacionarme con varones, y aún quizás era pronto....No habían llegado las compañeras con la caza.

- ¿Quieres más, herrero?.... ¿O he acabado contigo?.... - le retaba con la mejor de mis sonrisas, pero en mi forma de tratarle había una ternura que hasta entonces, no había sido expuesta. La pantera podía ser gatita según el momento y la situación -...Hacía mucho que no me sentía tan viva....

Me encanta ver como mi Diosa saca la fiera que lleva dentro, su lengua... mmmmm No puedo estar más cerca del placer hasta que escucho su gemido de placer tras penetrar mi hacha de carne..... Ahí sé que entramos en el Olimpo.... Aaaah... mi Athena... sigamos!! Aun me queda que darte.... No puedo dejar de morder sus pechos redondos, mientras jugueteo con sus pezones...mientras sigo penetrando... mis dedos siguen el baile al son de la cadera en sus partes mas intimas... Esa mujer era digna de un herrero legendario... Tan fiera y explosiva... Todavía tenemos tiempo... 

El segundo encuentro fue más pausado y dedicado, más regalado en caricias, besos y gestos, ya no había esa necesidad urgente de descarga que inicialmente tenía. Lo disfruté, pudiendo asegurar de que era la experiencia más maravillosa de toda mi vida, ningún hombre me había amado así y para qué mentir, jamás yací con alguien que me tuviera enamorada. El herrero me tenía completamente entregada, tanto que no me importaba quedar embarazada de él, al fin y al cabo no habíamos puesto medios para evitarlo y no iba a tomar infusiones que atentaran contra el fruto del amor. Avesta sabía lo que hacía, debía seguir fiel a sus indicaciones, estaba claro que el destino me iba mejor, era feliz y esa noche, más que nunca.

- Debemos adecentar el campamento... - dije cuando el segundo orgasmo nos embargó a ambos y caímos tan extenuados por la intensidad del ejercicio -...Vendrán Jamn y Quyen con la cena dentro de poco.... Vamos a tener que compensarlas por darnos intimidad... - sonrío, estaba muy cómoda en aquel grupo, quizás debiera pulir las diferencias entre las dos mujeres para que la convivencia fuera mucho mejor.

Tras el follaje aparece tan temible enemigo

Ahí está. Míralo. Ahí, ¿lo ves?. En lo alto de ese árbol

Prrrrr. Prrrr. Viejo diablo, Viejo diablo. Prrrrr.

Tiembla amazona, y prepara tu lanza, pues sobre la rama del árbol un loro grande luce una enorme y colorida cresta.

El ave os mira impertinente

Cabeza de rata podrida, ¡vomita tu alma débil en el suelo!

El loro tiene una lengua sucia pero se muestra pacífico, incluso podría decierse que hasta parece amistoso.