Partida Rol por web

Os acercáis de nuevo donde Craig os aguardaba. Al veros parece estar de mejor humor que antes.

-Veo que la sensatez ha vuelto a vosotros.- 

-Volvamos a winterhaven.-

El hombre se da la vuelta y se dispone a iniciar el camino hacia su pueblo. Al menos la bajada seria mas fácil y menos cansina que la subida.

Después del largo descenso llegáis a Winterhaven, Craig os acompaña hacia Lord Ernest quien os aguarda con curiosidad en la mirada.

-Y bien, ¿habéis encontrado lo que buscabais?

No todo lo que deseábamos encontrar. Pero su hombre ha insistido mucho en que no provocásemos represalias para su ciudad.
Ahora tenemos que volver a para informar y esperamos volver pronto con ayuda.

Informo en mi tono severo, aunque por está ocasión, intentando inspirar un poco de confianza al Lord.

El mago descendió con evidente prisa, se notaba que pretendía irse rápido de allí y no jugar más a ser exploradores tuertos. Mientras más descendían, menos severa era la ventisca y más agradable el clima. El guía parecía compartir la misma animosidad de volver raudamente a winterhaven.

En cuanto Lord Padraig los recibió, Andet asumió nuevamente las típicas maneras cortesanas que tan fácilmente se le daban.

No todo lo que deseábamos encontrar. Pero su hombre ha insistido mucho en que no provocásemos represalias para su ciudad.
Ahora tenemos que volver a para informar y esperamos volver pronto con ayuda.

-Efectivamente- Agregó reforzando las palabras de Eva -Hemos seguido vuestras instrucciones al pie de la letra, evitando cualquier hostilidad que pudiese provocar repercusiones en Winterhaven. Pronto tendreis noticias de Lord Faren Markelhay, os lo aseguro- Finalizó con voz melodiosa y una leve reverencia. 

El clérigo se mantuvo callado prediciendo la masacre que se avecinaba. Por desgracia, la fuerza la gran mayoría de las veces solo se podía parar con otra fuerza en contra.
Debería reforzar las defensas, esos es seguro, al menos lo que pudimos ver, el numero era cuantioso

Sizzly parecía distraída. De vez en cuando miraba hacía arriba como si escuchara algo. Aunque estaba de cuerpo presente por la cabeza le rondaban otras cosas. Sin embargo cuando el clérigo sugirió mantenerse alerta volvió a centrarse en el grupo y asentir a las palabras de su camarada.

-Habría deseado ser de mas utilidad. Pero podemos hacernos una idea de cuantos son a juzgar por los campamentos que vimos, temo que no solo haya ogros entre su infantería, también tenían huargos, lo que nos impidió avanzar. Supongo que son la causa que sus exploradores no regresaran...

Escuchar esas palabras no hacían mucho para afianzar la esperanza del lord de la ciudad.

Se quedó callado y meditativo, con la vista perdida hacia los picos de las montañas.

Entonces, debemos partir de inmediato hacia Fallcrest. Suerte y resistid. Intentaremos enviar ayuda. - Y dando la charla por acabada, me propongo abandonar la estancia.

Voy a buscar mi montura, confiando que el ligero equipaje sea suficiente y comencemos el regreso. Un par de días deberían de pasar rápido.

Sin agregar palabra alguna, Andet lanzó una graciosa reverencia y se retiró detrás de Eva buscando el modo de partir de allí cuanto antes.

Lord Ernest os hace un despido descuidado con la mano.

Montáis de nuevo en vuestros caballos y emprendéis el camino de vuelta hacia Fallecrest.

A vuestra llegada a Fallcrest los guardias de la ciudad os acompañan rápidamente hacia el castillo donde Lord Faren os aguarda en compañía del enorme felino a quien salvasteis.

-Es agradable veros de nuevo y en una sola pieza, solo espero que me traigáis buenas noticias.-

-En todo caso, hace unos días llegó este invitado. Pretendía alojarse en una posada local, pero su apariencia ponía nerviosos a la mayoría de gente.- El noble mira en dirección a Rowthar que os hace un leve saludo. -Dice que os conoce y que quedó con vosotros a vuestra vuelta.-

La jornada de retorno a Fallcrest fue rauda y sin percances. Era importante no llevar retraso alguno, pues de sus nuevas dependía la decisión que tomaría el Lord de tal poblado.

-Es agradable veros de nuevo y en una sola pieza, solo espero que me traigáis buenas noticias.-

-En todo caso, hace unos días llegó este invitado. Pretendía alojarse en una posada local, pero su apariencia ponía nerviosos a la mayoría de gente.- El noble mira en dirección a Rowthar que os hace un leve saludo. -Dice que os conoce y que quedó con vosotros a vuestra vuelta.-

Andet se adelantó para saludar formalmente al Lord Warden y tambien al senescal leonino que los había esperado, al cual le devolvió la reverencia.

-Rowthar os a dicho la verdad, Lord- comentó mientras hacía referencia con un gesto al invitado. -Las noticias que os traemos de Winterhaven no son nada alentadoras. Los habitantes de dicho poblado se encuentran defendiendo a duras penas sus muros.- Hizo una pausa para tomar aliento, su rostro mostaba consternación -En las frías montañas, una veintena de campamentos alojan gigantes de las colinas, ogros, orcos y huagos-.

-Ya han tenido varias dolorosas escaramuzas, cobrándose vidas de ambos bandos. Está claro que Lord Padraig necesita hombres que le ayuden a mantener lo que aún queda en winterhaven.- 

El clérigo asiente ante las palabras de Andent.
Diría que ha hecho un buen resumen con lo sucedido. Lo cierto ed que tuvimos un encuentro con un grupo de gigantes y ogros y otros diferente en donde conocimos a Rowthar

Me sentía cansada, dolorida con el viaje. Esta vez había sido rápido sin, distracciones palabras ni fabulas al anochecer, cosa que en silencio debo reconocer que he echado de menos. Bajo del caballo de un salto para verlo respirar con fuerza debido al último esfuerzo que hemos hecho en el tramo final. Me acerco a su lado a acariciarle la crin - Buen trabajo pequeña ... - Le susurro a modo de pobre recompensa por el esfuerzo realizado.

...

Saludo a Lord Faren Markelhay con un leve reverencia que alcanza lo justo para mantener una mínima cortesía.

Está claro que Lord Padraig necesita hombres que le ayuden a mantener lo que aún queda en winterhaven.

Sr. Lagsbregda, reservaros las palabras amables y edulcoradas para entretener a las criaturas. Aquí no hay necesidad de fingir. La moral en Winterheaven deja mucho que desear, y no les faltan buenos motivos para ello. - Añado a la respuesta sin pedir ni esperar permiso de nadie. Acto seguido relato la situación con un lenguaje directo, llano y sin rodeos. - Se saben solos y abandonados a su destino. Son conscientes de que sus maltrechos muros no van a detener la avalancha de muerte que se les viene encima y ya solo luchan para retrasar lo inevitable. Si alguna vez Fallcrest ha tenido el menor apreció por sus vecinos de poniente, este sería un buen momento para mostrarlo.

-Entiendo.-

-Tendremos que evaluar que hacer entonces ...- Faren se puede ver visiblemente abatido. Fallcrest cayó bajo el ataque de un ejercito de orcos no de gigantes. La idea de un ejercito de criaturas tres veces mas grandes no se hace muy alentadora para el futuro del valle.

No tenia muy claro como iban a salir de esta. Quizá solo la intervención de los dioses podían salvarlos, y no confiaba mucho en ello.

-Tengo que reunirme con mis consejeros.-

Lord Faren salió de la sala con prisas, apenas un leve saluda hacia vosotros, mientras un sinfín de nobles se arremolinaban a su alrededor empezando a soltar varias diatribas sobre que hacer. Poco a poco sus voces se pierden por los pasillos del castillo.

Rowthar se os acerca.

-Han pasado muchos días ... temo por la ciudad Argén.- La voz grave del torriano resuena en la sala.

-Por favor, usad el ritual y acudid a la llamada de Obanar.-