Partida Rol por web

El eladrin asintió con la cabeza, sabían a que habían venido y que les esperaba. No dudarían.
 

Cuando Craig os ve decididos para ir hacia el campamento gigante veis como se pone visiblemente nervioso y empieza a buscar el mejor lugar para una ruta de escape y donde esconderse si las cosas salen mal por vuestra parte.

El hombre se conocía las montañas y había luchado alguna vez con algún que otro animal salvaje, hasta con algún orco ... comparado con el campesino medio era un hábil espadachín. Pero los gigantes, ogros, huargos y demás calaña estaban fuera de su liga y le aterraba la idea de golpear tal avispero.

Aunque lo que mas le preocupaba es que la estupidez de ese grupo no causara problemas a Winterhaven.

Comenzáis a avanzar hacia el hilo de humo que hay entre las montañas esperando ver el campamento. Vuestra marcha inicial es lenta, pues intentáis mantener el sigilo de entrada hasta que os descubran.

El terreno es escabroso y se hace incomodo pasar por tantas piedras afiladas en medio del viento helado de las montañas.

Sin embargo este tiempo que tardáis en acercaros os permite ver con mas atención el resto de las montañas. Este no es el único campamento que hay por aquí. Esta cordillera está salpicada de pequeños hilos de humo que delatan la ubicación de otros campamentos.

Finalmente observáis las primeras pistas de la ubicación de los gigantes. Estos se han ubicado en un "hueco" de la montaña para evitar la mayor parte del viento, lo que significa que solo se puede entra en su improvisado campamento (con una empalizada un tanto pobre) por uno de los lados.

Avanzáis a rastras a un cambio de rasante y podeis ver a unos 50 metros de vosotros a varios huargos delante de la entrada, junto a un gigante bien abrigado que duerme tranquilamente. Los huargos están olfateando el aire y poniéndose nerviosos.

La nieve y el frió entumecian mis músculos, mitigando el dolor crónico que me acompañaba día y noche como un amante celoso. Llegando al punto que agradecía la sensación del frío punzante atravesando la piel. Con esta idea en la cabeza, se me pasó rápido el tiempo y antes de darme cuenta ya habíamos llegado a avistar el primero de los campamentos.

Chasqueo la lengua fastidiada al ver que no podemos contar su numero desde donde nos encontramos, y al mismo tiempo los huargos ya están empezando a notar nuestra presencia.

No se ve mucho ... pero tampoco nos podemos arriesgar a patear todo el avispero. Vámonos. - Digo mientras empiezo a arrastrarme atrás, para ponerme de nuevo en pie en el mismo momento que el terreno ya oculta mi figura.

Si es posible, me gustría intentar llegar hasta otros campamentos. Tantos como nos sea posible contabilizar sin correr excesivos riesgos.

El frio azotaba los rostros del pequeño grupo que se escondian lo mejor posible de sus objetivos intentando sacar informacion del numero a que se podian enfrentar, no de forma directa, al menos lo que esperaban.
Si el problema son el olfato de los canes.... no podriamos ponernos encontra del viento y asi poder acercanos un poco mas sin que perciban nuestro olor?
Penso que era una tonteria de pregunta, puesto que los que eran mas capacitados en el mundo de la fauna no se le habian ocurrido.

Andet empezaba a inquietarse un poco con tales andanzas. Sabía que la vida en las tierras salvajes no era lo suyo, y el camino montañoso se lo recordaba constantemente. Mientras avanzaba con cuidado de no hacerse notar y tampoco resbalarse con alguna piedra suelta, se lamentaba el hecho de que el viejo Glasû "seisdedos" no hubiese acudido con ellos al llamado del Lord Warden. Ese semiorco conocía las montañas mejor que nadie y era capaz de engañar a cualquiera que intentase rastrearlo. Y por sobre todas las cosas, no se acobardaba ante nada.
-Está claro que el mundo se está volviendo más sombrío, los puntos de luz son cada vez más escasos, y los viejos héroes están en su mayoría muertos o desaparecidos-

Entre ominosas conclusiones, llegaron sigilosamente a la entrada del campamento. Un callejón sin salida, una batalla asegurada si intentaban ir más allá. Se acarició el bigote nervioso mientras volvían sobre sus pasos con cuidado, siguiendo la iniciativa de Eva.

No se ve mucho ... pero tampoco nos podemos arriesgar a patear todo el avispero. Vámonos.

-Podríamos intentar aprovechar el momento y hacer un rodeo para observar alguno de los otros campamentos...- Expresó el hechicero con gesto de disgusto. -No me hace gracia para nada la situación, sin embargo es preciso seguir aún sin el guía-

Dayereth niega con la cabeza.

- Esas bestias ya han alertado nuestro olor, si continuamos solo pondríamos en peligro nuestras vidas. Eva tiene razón, regresemos con Craig y que este responda a las preguntas de este lugar. – Comento el Espadachín. – Tal vez incluso sepa de alguna otra entrada a este lugar, pues parece demasiado característico. – Dice el eladrin. – Incluso una escalada por alguna zona más peligrosa y desde posición más alta otear podría ser una nueva posibilidad.

Tu. Sizzly. ¿ No tienes esa "cosa" contigo ? - Pregunto refiriéndome claramente al pequeño demonio que acompaña a la chica, sin hacer el menor esfuerzo en disimular el poco aprecio que siento para ese tipo de criaturas. - ¿ Puedes mandarlo a sobrevolar la zona ?. Luego que nos alcance de camino a Winterheaven.

-Supongo que te refieres a Krew.- Respondió, "eso" tenia un nombre y era una prolongación de ella. -¿Que tienes que decir a eso? -Parecía que la pregunta se perdía en el aire pero sobre el hombro de Sizzly el diablillo se hizo visible. Puso mala cara a su dueña pero peor aún a Eva, no le había gustado aquel tono despectivo. El infernal susurró algo en su lengua que no sonó en tono cariñoso.

-Puede que tengas razón pero quiero que sobrevueles la zona y no te dejes ver. Hazlo por mi. -El engendro se hizo invisible una vez mas y se escuchó su aleteo alejándose del sitio.

Volverse así le sabía a poco al mago, casi como si el trayecto por las montañas se redujera a una simple pérdida de tiempo.

Hemos de retornar pues... expresó con un gesto de consternación.

¿Cuantos campamentos llegais a ver? paseó su mirada por las laderas de las montañas, intentando contar los hilillos de humo que estaban a su alcance. Dependeremos de la capacidad de exploración de tu ayudante, Sizzly, para poder hacer una estimación de sus fuerzas... Chasqueó los dedos y se relamió los labios, que estaban secos por el frío y algo despelechados.

Hemos de retornar pues...

Asiento con la cabeza mientras toso un par de veces, liberando una pequeña nube de vaho blanco que se desvanece a los pocos segundos.

No quiero que nos vean antes de tiempo. - Me recoloco la capucha para protegerme un poco del aire frío - Lo que dijo el montaraz era cierto. Si llamamos demasiado la atención, puede que tomen represalias con Winterheaven cuando hayamos partido.

Doy un último vistazo al paisaje antes de darme la vuelta para retomar el camino de regreso a paso ligero.

El clérigo se pone al lado de Eva y empieza a mirar hacia donde ella mira, pensando en las personas inocentes que pueden sufrir si fallan en su cometido, se da ánimos a si mismo para centrarse y afinar la vista

El eladrin asintió a sus compañeros, mientras retrocedían antes de dar más pistas a aquellos huargos malditos. Su vista acostumbrada ambientes con escasez de luz se fijó en el terreno cercano a la espera de poder distinguir algo.

Lo que podrían sacar de información gracias al secuaz de Sizzly podría servir de más que su propia aproximación.

- Está claro que en estas condiciones, ninguno de nosotros puede hacer algo de momento. – Comento, aunque pensaba que Craig podría conocer algo más del terreno, cuando llegaran hasta el podrían saberlo.