Partida Rol por web

- ¡Ataca a tu compañero! ¡Defiéndeme! - gritó Mama Briggite mientras se situaba detrás de los guerreros en una posición resguardada.

A las órdenes de la nigromante el otro Caballero Muerto alzó su espada.

El mediano no pudo ocultar una sonrisa ante el malhumor del elfo - Solo espero que ese "coso" decida venir hacia aquí - agregó con tono serio - sino, tanta línea será inútil -

Robin se acercó un poco más hacia la entrada, tratando de mantener la línea defensiva que quería el elfo.

El clérigo no entendía mucho de táctica y estrategia militar (según creía recordar, "Casus belli" era el nombre de una simpática y ardiente semielfa que había conocido hacía unos años), pero según su modesta opinión, aquella "línea de ataque" cada vez se parecía más a una "línea de retaguardia". Aunque bueno, mariscales tiene el ejército y no era su misión inmiscuirse en aquellos asuntos.

Arthedain hizo, reflexivamente, un par de molinetes con la espada mientras esperaba la consolidación de la línea defensiva.

"Ésto es lo peor, la espera", siguió filosofando en voz alta.

Para sorpresa de todo el grupo ¡el muerto inició una retirada! Retrocediendo sobre sus pasos e ignorando a su inmóvil compañero abrió la puerta principal de la casa y se introdujo en ella. Aquello resultaba inaudito... Los aventureros se habían enfrentado en el pasado a muertos vivientes* y podrían llegar a comprender que el caballero muerto retrocediese hasta el punto de vigilancia inicial. Era muy típico que en las órdenes que un nigromante se incluyese lo de proteger una zona sin alejarse demasiado pero ¿retroceder hasta esconderse en una casa? ¿Qué demonios estaba pasando allí?

Al ver la rápida retirada del presunto muerto viviente, Arthedain se quedó unos instantes estupefacto para a continuación ladrar: "¡Mama, ordena al otro que le ataque, rápido!"

Después dijo en voz alta: "Damas y caballeros, ahora toca correr hacia el interior."

- Si, vamos - Rómulo asintió a las palabras del elfo, tan sorprendido como el - Lo único que nos falta es que le avise a alguien más - añadió sin tener claro como haría un muerto viviente para avisar a nadie

Sin pensárselo demasiado, Robin corrió hacia el interior de la casa. "Si este ser consigue advertir a sus compañeros, mala mano tendremos en esta partida..."

Su armadura no le permitía correr muy de prisa, pero esperaba llegar a tiempo para poder impedir que el no-muerto se metiera dentro de la casa.

Cuando sus cortas piernas le llevaron junto a sus compañeros, ya cerca de la entrada, parecía que la acción se había tomado unos momentos de calma, pero su experiencia en combate le advertía que la cosa no tardaría en caldearse. Esto solo la calma antes de la tormenta. Si para cualquiera esto significaría un momento de angustia, para el esto era como las notas para un músico, o el mar para un marinero.  Sonrió

Rómulo se adelantó a todos a lomos de su fiel Remo. Al llegar junto a la puerta la empujó para ver su interior. Al otro lado de la misma se encontró al enorme guerrero muerto que avanzaba con paso pesado hacia el pasillo. El suelo bajo sus pies tembló ligeramente... ¿Estaba entonando un cántico aquella armadura viviente? El otro guerrro, al lado del mediano,avanzaba hacia el interior dispuesto a enfrentarse con su 'hermano' siguiendo las indicaciones de Mama.

Tras talonear a su montura Romulo consiguió acercarse a la puerta y empujarla con el brazo en que sostenía su honda - Sigue huyendo - informó a sus compañeros - Y... ¿canta? - ni el mismo estaba convencido de lo que estaba diciendo...

Silvania corrió, quedándose al otro lado de la calle desde donde vigilaba las tres direcciones desde donde podrían llegar guardias.

Sin pensárselo demasiado, Robin corrió hacia el interior de la casa. "Si estos seres logran advertir a sus compañeros, mala mano tendremos en esta partida..."

Entró en la casa con la lanza por delante, preparado para cargar contra el primero de esos bichos al que le echara el ojo encima. Pero la advertencia de que había un no-muerto cantando hizo que recapacitara acerca de cuál sería la mejor acción a llevar a cabo.