Partida Rol por web

Avanzaron en silencio. Algo sucedía... Algo tenía que estar pasando para que nadie prestase su atención a aquellos aventureros que paseaban por la cripta.

Cuando llegaron al final del pasillo se encontraron que finalizaba en una gran losa de metal negro totalmente lisa. Carecía de cerradura, picaporte o cualquier otro elemento para abrirla aunque por su posición cualquiera diría que se trataba de una puerta. Su manufactura nada tenía que ver con el resto del entorno: parecía muy nueva, impoluta. Los aventureros ya estaban acostumbrados a sentir frío en aquel lugar pero ahora se soprendieron al descubrir que temblaban ligeramente. En aquel punto la temperatura había bajado bruscamente.

Rómulo noto como Remo retrocedía un poco, asustado. Aquel perro fiero le había acompañado a los peores lugares pero ahora mismo notaba la maldad que emanaba aquella losa negra y siniestra... o lo que tuviera detrás...

- Parece que llegamos... a donde sea que deberíamos haber llegado - murmuró Rómulo antes de concentrarse unos instantes y conjurar una defensa para el... y para la montura que permanecía bajo sus piernas

- Nuestra meta está tras esa puerta, estoy seguro - aseveró - aunque preferiría que fuera en otro lado. Hace demasiado frío. Gaius... cres que puedes con ella? -

Doy solo un rapido vistazo... Nunca habia visto una puerta como esta, eso es seguro. Y el frio del lugar... Todo me sugiere otra cosa, que no es presisamente en mi rubro.

*Sin picaporte o cerradura...

-Si alguno trata de detectar magia, probablemente seria una buena idea +gruñe el asesino por lo bajo, al resto del grupo+

- Magia... si suena probable - contesta el mediano que mira al resto de sus compañeros - Alguno es capaz de detectarla? Lo mío está más orientado a la naturaleza - reconoce

Gaius recorrió con la mirada la superficie: ni una marca, ni una señal... nada... Y estaba tan perfectamente incrustada en el umbral que cualquiera diría que había crecido allí en vez de ser colocada. No había manera de utilizar su arte de aperturas porque, realmente, aquello no contaba con un método de apertura visible.

Mientras observaban la puerta todos notaron un ligero temblor. A Rómulo le recordó a la sensación que provoca en la tierra un río al ser liberado su cauce. No era nada alarmante pero duró unos segundos... y el efecto parecía provenir del otro lado de la losa.

Silvania dio medio paso atrás al tiempo que su corazón comenzaba a bombear y sus ojso se entrecerraron. Sus dedos se pusieron firmes y comenzaron a tendar la cuerda de su arco. Tenía miedo. Aunque la amenaza no era visible sí estaba latente.

Su formación como guerrera no era suficiente. Como guerrera estaba mucho más preparada para obedecer una orden que para cualquier otra  cosa, necesitaba que alguien firme le dijese sin duda alguna qué tenía que hacer, aunque fuese tirarse de cabeza a las fauces de algún ajeno diabólico. Pero no tenía ningún capitán y ella debia tomar las decisiones, y en eso... bueno, no era demasiado buena.

Sus pies parecieron anclarse al suelo, al tiempo que su arco estaba ya casi totalmente en tensión, su poderosa espalda había juntado los homóplatos para evitar vibraciones o dudas, el dedo índice de su mano derecha presionaba ya la comisura de los labios situando de ese modo el ojo justo encima de la flecha. Estaba lista para disparar a lo primero que apareciese por allí.

Era consciente de estar perfectamente colocada, sólo esperaba que el miedo no le volviese a jugar una mala pasada y errase su tiro, en esta aventura no se estaba luciendo especialmente.

Arthedain avanza hasta colocarse ante la puerta, si bien un poco ladeado, no fuera a abrirse de repente, extiende las manos, con las palmas hacia adelante, invocando el conjuro detectar magia, y se concentra en las vibraciones que recibe del conjuro.

Arthedain se concentraba sobre la puerta. Podía observar la magia recorriendo su superficie. Había una única aura mágica sobre la puerta: alteración. Su fuerza era considerable. El Filo del Ocaso se pudo hacer una idea de lo que había pasado: habían creado aquella maldita losa a partir de algo para que encajase firmemente. Aquello no era una puerta: era un portal sellado. ¿Para proteger lo que había al otro lado? ¿Para mantenerlo retenido? Eso ya era otra cuestión...

Le quedaba el consuelo de saber que no había trampas mágicas defensivas, aunque dudaba que se pudiera hacer algo por abrirla vistas las molestias que se habían tomado para sellarla.

El elfo se mantuvo un buen rato concentrado, mirando la puerta. Los demás esperaban espectantes...

- Maldita sea, dijo el elfo con cara de asco.

- Han sellado esa puerta con magia de alteración. No podremos pasar.

*Lo suponia..

No nos quedara otra que regresar, subir, y probar por el... viejo camino. +murmura+

- Y en romperla mejor ni pensamos, no? - comentó el mediano muy poco convencido de sus palabras - Porque está claro que es por aquí donde debemos ir... Y si golpeamos un poco, no nos abrirán? - preguntó inocentemente

Sus palabras no dejaban de ser expresiones de desesperanza. Habían llegado al acceso al que debían llegar, o eso suponía,... y se debían retirar con el rabo entre las patas. Y eso no le gustaba en lo más mínimo.

Bhain no entendia de magia ni de esas cosas arcanas, asi que miro a Mama, luego al resto de sus compañeros y por ultimo a Mama otra vez .- Si quereis la puedo echar abajo.- Dijo mientras hizo bascular su hacha como para dar más enfasi a sus palabras

- Puedes intentarlo, dijo el alto elfo al ver la voluntariedad del enano, - pero dudo que lo consiguieras, al menos en un tiempo razonable.

Observo tranquilamente desde un segundo plano el devenir de la escena , hasta que el Enano decide abrir la puerta según los usos de su raza.
-hmmm , esto .... ten cuidado. - le dice al enano mas por cortesía que por la expresión verdadera de un sentimiento real.

Robin no podía hacer nada contra la barrera mágica: aquello estaba más allá de sus habilidades místicas.

En cualquier caso, Robin estaba convencido de que debía existir otra forma de entrar en aquella sala: un túnel subterráneo quizás, u otra cosa parecida... ¿ventanas? nah, que el aire estuviera viciado sin duda era algo que no preocupaba a aquellas criaturas, incapaces de oler o, más aún, respirar.

Habían llegado tan lejos solamente para encontrarse ante una puerta cerrada? Si una puerta resistente era todo lo que hacía falta para detener a aquel grupo de luchadores por la libertad, más les valía volver a sus casas y dejar que Random se encargara de darles una plácida y larga vida.

No creo que esta vez sea buena idea, Bhain... +dice el asesino.+. Mejor probemos el otro sendero. Si mas tarde no encontramos ningun pasaje que venga para este lado, podras usar tu metodo. Ahora, para volvernos, tendrian que empezar a caminar los de atras...

*Una puerta sellada magicamente, bien puede tener otras custodias... sin olvidar lo que puede proteger... No es conveniente en este espacio tan estrecho, tratar de averiguar que hay detras.

- No lo sé - el mediano duda ante las posiciones encontradas y se siente obligado a dar su opinión - La verdad es que dar la vuelta no es lo que más me convence. Si no fuera porque mi fuerza no es la de nuestro amigo enano, sería yo el que intentara derribarla -

Tras rascarse la cabeza propone - Y si antes de volvernos hacemso un intento? Si con un par de hachazos no vemos resultados podemos ir por el otro camino. Pero ya que estamos aquí yo lo intentaría -

Un humano hubiera cargado sin más contra la puerta, pero para Bhain, estar bajo tierra le había traido los recuerdos de su hogar. Bhain recordaba la hermosa Ortlanc, con sus majestuosas avenidas, y sus colosales columnatas, las cuales hacían que te sintieras insignificantes, ya que las mismas se elevaban varios centenares de metros, hasta tocar el techo de la gigantesca caverna en la que estaba ubicada la ciudad.

La megalópolis funcionaba como si de un hormiguero se tratase, era un elemento vivo, y cada parte sabía lo que debía hacer.

Si bien esta construcción no se podía comparar de ninguna forma con las maravillas que Bhain había visto, si que es cierto que la trampa y la superficie que tenía delante era una muy buena manufactura.

Bhain echo un momento la vista atrás para observar el lugar donde había estado la trampa, y que ahora no era visible. - Una puerta como esta seguro que tiene un mecanismo de apertura, echemos primero un vistazo al marco interno de la puerta, como al externo, ya habrá tiempo para cargar contra ella.- Pensó.

Mientras estaba perdido en sus pensamientos y en sus recuerdos le llego la dulce voz de Mama.- -hmmm , esto .... ten cuidado.

Bhain la miró con cariño.- No te preocupes, lo tendré.- Dijo respondiendo.

Se acerco a la puerta, y la miro lo mismo que haría un pintor con uno de sus cuadros, dejo que su vista se deslizara y captara cada detalle de la estructura, y si bien no era un entendido, si que sabía apreciar una buena obra.

Mientras lo hacía deseó que la suerte le fuera propicia y le permitiera captar el mecanismo de apertura

Muy a su pesar Bhain no podía más que sentirse impresionado por aquella extraña superficie pulida y negra. Aquello no había sido trasladado allí ¡había crecido allí mismo! Era como si la mismísima madre tierra hubiera decidido sacar una veta de aquella roca negra extraña para sellar aquel lugar. Pero no había nada de natural, por supuesto, pese a la increíble armonía petrea. Era todo originario de la magia más siniestra.

Del mismo modo ni siquiera se planteó alzar su hacha contra la superficie. No la derribaría. Sería tan inútil como intentar abrir un paso a través de una montaña. Aquello no estaba hecho para ser abierto... Quizás antes sí, pero no... Un momento... Miró el suelo removido. Luego maldijo en enano: aquel lugar había sido sellado hacía poco. ¡Cuando oyeron la tierra temblar! ¡Habían llegado demasiado tarde!

Al otro lado de la losa el ruído se intensificaba, casi burlón, al igual que el frío.

Entonces fue cuando todos oyeron, a lo lejos, el ruído del acero chocando. Resonaba a través de la catacumba pero venía de sus espaldas, amplificado por la estructura subterranea. ¡Alguien estaba combatiendo en las salas que habían dejado atrás!