Partida Rol por web

La Sociedad Fénix 2

Operación Highjump (Capítulo VI)

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21/12/2014, 17:56
Director

Le vieron asomándose al cristal de aquella cabina de mando cuando habló por el interfono. Sus miradas se cruzaron, aunque estaba demasiado lejos como para dispararle. Luego se dió la vuelta, y temieron que su intención fuera escapar. Nuevamente escapar. Maldita alimaña escurridiza. Había vivido miles de años, sin duda a base de saber cuando atacar y cuándo escapar. Su reloj había derramado mucha arena. Demasiada. Llegaba la hora de romper el cristal.

El tiempo no era un problema, ni tampoco era que les vieran. Sin embargo, era díficil correr juntos dentro de la misma burbuja temporal y de invisibilidad. Su ritmo no fue todo lo rápido que quisieran. Pasaban junto a la batalla, viendo como los proyectiles rasgaban el aire a la velocidad de un caracol, como las granadas explotaban lentamente esparciendo la metralla.

Había que subir varios niveles, y a ello se dedicaron. Durante unos interminables minutos, segundos en la vida real, subieron a través de escaleras de mano y pasarelas de rejilla metálica. Cruzaron puertas y vieron a operadores de radio concentrados en sus aparatos, escoltados por soldados para los que solo serían una fugaz sombra.

Cuando llegaron a la cabina de mando, la puerta se estaba cerrando lentamente, y Homolka tras ella. Cuando la cruzaron, el tiempo volvió sorprendentemente a la normalidad. Katja tiró de Rémi para evitar que le acribillara un pelotón de soldados que aguardaba en el pasillo de cemento, protegidos en las esquinas de un ensanchamiento por donde discurrían unas tuberías.

Homolka se giró un momento, con el cetro en la mano, y sonrió como el lobo que era. Antes de que pudieran apuntarle y disparar, bloqueados como estaban bajo el fuego enemigo, el vampiro cruzó la puerta al final del pasillo, que daba a unas escaleras. Unas escaleras que subían, posiblemente hasta un hangar donde le esperara su medio de huída.

Atrás quedaron cinco soldados clones de élite, apuntando hacia la puerta. La acción anuladora del cetro persistió casi durante un minuto más, y supusieron que se trataba de un radio de acción que dimanaba del gigantesco topacio engarzado en su punta. Los disparos del enemigo eran constantes, en ráfagas cortas. Luego escucharon el sonido inconfundible de la anilla de una granada.

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21/12/2014, 18:25
Prudence Urquart

Se asió con fuerza a la cintura de Remí, no hubo tiempo de mucho más, una sonrisa de circunstancia y un ladeo cariñoso de cabeza como única respuesta, saber que le tenía a su lado era todo cuanto necesitaba en ese momento.

Paradojicamente el dolor le ayudó a concentrarse haciéndolo todo más… fluido. Su dominio del tiempo repentinamente era algo fácil e intuitivo, más incluso de lo que fue la piroquinesis. El mundo era hermoso con sus nuevos ojos, el tiempo era violeta y la batalla algo sublime.

Hubiera sido un momento perfecto para hacer una foto a Nessie pero estaba demasiado obcecada en atrapar a Homolka, quien más que un murciélago empezaba a parecer una anguila de puro escurridizo. La desactivación repentina de su poder la aturdió levemente pero en cuanto el efecto del cetro se disipó la burbuja temporal volvió a funcionar. Justo en el momento en que la anilla rebotaba en el suelo. Se soltó de Remí y caminó tranquilamente hacia los clones, tomó la granada en manos del soldado y la intercambió por otra que el mismo llevaba en la guerrera. Se le encendió entonces la bombilla recordando esa escalofriante expresión que le había dado a Will por decir últimamente “El gran boom”, uno por uno fue revisando los bolsillos de cada uno de los clones que les apuntaban, le quitó las anillas a sus granadas y volvió a dejar los explosivos en su sitio.
Suspiró, era un momento ideal para su “fotonessie” ¡Y que momento! Pero no había tiempo que perder (irónico), así que regresó junto a Katia y Remí tirando de ellos hacia adelante –Vamos, vamos, vamos, vamos…-
 

- Tiradas (1)
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29/12/2014, 13:02
Eric Rusell

Rusell asintió ante las órdenes recibidas y se dirigió hacia su compañero. 

Bueno, creo que nos toca limpiar la zona de enemigos. Pongo mi rifle a tu disposición. ¿Como lo hacemos? ¿Entramos a saco a por los enemigos o quieres algo mas sofisticado?

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09/01/2015, 13:37
Rémi Phénix Rosseau

Habían subido desobedeciendo las reglas del tiempo. A su alrededor todo parecía avanzar a una velocidad imposiblemente lenta mientras ellos ascendían a la caza de su propia cumbre que no era otra que Homolka. Su carrera pareció que finalmente iba a concluir en un éxito cuando el tiempo escapó al control de Prue, quizá dominado por un poder más poderoso que emanaba de aquella piedra que tenía el mismo color que los ojos de Rémi.

Un breve y apenas musitado gracias salió de entre los labios de Phénix cuando Katja lo apartó de una muerte segura bajo la forma de ráfaga de plomo. Ante ellos, como unos multiplicados jinetes del apocalipsis cinco clones velaban la huida de su enemigo, y el débil click de una anilla rebotando en el suelo fue el preludio de un nuevo bautismo de fuego.

Pero su pelirroja no dio por perdida la batalla. Una nueva burbuja temporal los abrazó y fue testigo de cómo Prue se escudaba en su poder para conseguir que la amenaza desapareciera volviendo las armas contra quienes parecía iban a suponer su fin. Sintió el tironeo de su prometida y reaccionando al mismo, se limitó a coger de un brazo a Katja y del otro a Prue para echar a correr en pos de Homolka. Dudaba que la suerte estuviera de su parte, pero no iba a dejar de empeñarse por hacer cuanto estuviera en su mano para atrapar a aquel monstruo.

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10/01/2015, 01:35
Director

El truco funcionó a las mil maravillas. Ya habían atravesado el pasillo frente a los soldados que, a causa de la dilatación temporal, no se habían dado cuenta de su ausencia. El tiempo volvió a la normalidad, y al cabo de diez segundos, las granadas comenzaron a explotar en sucesión, colgadas de sus propias guerreras. Fue un festival de sangre, metralla y carne desparramada sobre las paredes de hormigón.

Aquello estaba siendo pan comido. Pero Homolka sería un hueso duro de roer. Siguieron el camino a través de la pasarela metálica y ascendieron por no menos de siete tramos de escaleras. Al final, el campo de dilatación temporal se apagó cuando abrieron la puerta. El viento y la nieve les golpearon el rostro, anunciando que habían llegado a la superficie. De hecho, estaban junto a unas antenas de radio y dispositivos de radar en la cima del búnker. Desde allí, tenían una perspectiva privilegiada del combate aéreo y escuchaban en la lejanía los disparos de la flota que impactaban sobre los edificios del complejo.

La batalla se estaba ganando por momentos, pero la rata pretendía huir del barco, como tantas veces había hecho. De un montacargas estaba surgiendo una gran estructura con una forma cuanto menos curiosa. Parecía algún tipo de aeronave circular, de un diseño como nunca se había visto igual. Homolka estaba solo, mirando como el monstruo se levantaba poco a poco de las profundidades del búnker.

Se acercaron con cautela, apuntándole con sus armas. Él ni siquiera se dio la vuelta, pero si les habló cuando les escuchó acercarse.

-Debo fecilitaros. Siempre sabéis como contrariar mis planes. Como retrasarlos. Pero no os preocupéis. Ésta guerra todavía no ha terminado, y tampoco mis ases en la manga.

Cuando la plataforma terminó de subir, vieron que el conde no estaba solo. Dos robots humanoides, o quizá humanos dentro de un robot, de tres metros de alto, se materializaron junto a una jauría de cuatro criaturas mitad perro, mitad máquina. Sus poderes, de momento, no servían en presencia del bastón que el conde empuñaba. Tampoco estaban seguros de cúal era la forma apropiada de matar a un vampiro, pues la ráfaga que Rémi le tiró encima cuando la trampa estaba a punto de cerrarse, no surtió más efecto que el de enervar a la criatura.

-Y ahora, mis queridos enemigos. Moriréis -dijo, levantando el rostro tras la descarga.

Tenían que actuar deprisa, por que los perros ya se les echaban encima.

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10/01/2015, 02:29
Rickard Van Winsel

El holandés miró al suelo, y entonces cogió uno de esos flamantes fusiles de asalto de Thule. Luego levantó la vista y compartió una sonrisa con Rusell. ¿Quién le iba a decir que al final se iba a identificar con aquella lucha? Estaban venciendo a los alemanes, y eso le ponía de buen humor. Después de todo, quizá el futuro les deparara una victoria completa sobre el Reich. Volvería a casa como un héroe, y no como un ladrón fugitivo.

-El orden me da igual. Pero vamos a matar nazis hasta que se nos cansen las manos. Pégate a mi, y te pasaré mi poder. Así podemos entrar hasta la cocina y dispararles a quemarropa.

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10/01/2015, 15:38
Prudence Urquart

La reacción de Prue fue automática, arrancó con los dientes la anilla de una de sus granadas y la lanzó a los perros. Quitarse a esos chuchos infernales de en medio sería crucial a la hora de enfrentarse a los mecha-suits 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tu me dirás jefe, no me dijiste la dificultad de la tirada XD

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10/01/2015, 19:08
Eric Rusell

Asintió ante las palabras del holandés, y colocándose a su lado le hizo un gesto con la cabeza. 

Estoy listo, cuando quieras podemos empezar la carnicería. 

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14/01/2015, 16:37
Rémi Phénix Rosseau

Sus poderes no servían de nada porque habían desaparecido o sido anulados por obra de aquel extraño báculo que Homolka llevaba consigo. Y por lo que parecía, el fuego de sus balas tampoco parecía hacer demasiada mella en aquel engendro que había sobrevivido durante siglos a males posiblemente mayores. Pero el tiempo se agotaba y el enemigo principal, ante ellos, parecía demasiado seguro de su victoria, una victoria que propiciaba con cuantos medios dispusiera.

Entre Homolka y el trío de mosqueteros, aquella jauría de perros que haría las delicias de cualquier guardián infernal más los dos robots parecía algo insuperable. Phenix gruñó algo ininteligible en francés, algo que hacía referencia a madres de hábitos poco educativos, mientras observaba a Prue arrancar la anilla de una granada y arrojarla a los perros, con no toda la pericia que hubiera deseado viendo la trayectoria de la misma.

No lo pensó, simplemente actuó. Tomó aire con el Sten Gun al hombro y dejó que todo a su alrededor desapareciera. Era admirable su facilidad para dejar la mente en blanco. Confiaba en que tanto Prue como la rusa hicieran cuanto estuviera en su mano para frenar el ataque de aquel sexteto letal, mientras una pupila azul se fijaba en la mirilla y esta a su vez se centraba en la piedra azul del cetro de Homolka. El dedo arqueado sobre el gatillo ejerció una suave presión y una bala inició su recorrido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tirada de concentración: 17. Supera la dificultad de 11. un +10 a la tirada de ataque

Tirada de ataque: bono de +10 inicial. Sumo el +10 de concentración y un +2 de trabajo en equipo.

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15/01/2015, 02:05
Katerina (Katja) Rustámovna Rustámova

Prue fue a por los perros, Remí por el pez gordo y a mí me tocaban los mechas, desde la pelea abajo que tenía ganas de robarme uno para ver cómo funcionaban desde dentro. Haciendo uso de mi poder avancé hasta los dos de los armatostes metálicos y me dispuse a derribarlos o dejarlos fuera de combate de alguna manera, salté sobre el primero y al parecer tuve éxito pero cuando quise lanzarme al segundo algo salió mal.

- Tiradas (4)

Notas de juego

-Arma humana: el PJ es capaz de combatir sin armas. Se considera al PJ armado con un arma CaC, y sin armas hace de daño 1d4+FUE(+4).
-Brega: el PJ obtiene un bonificador de +2 en todas las tiradas de atacar, defensa y daño.
Gasto PA (al pedo, qué tirada de mierda)

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15/01/2015, 17:06
Director

Actuaron con la rapidez debida. Prue lanzó una granada hacia los perros, que detonó casi al mismo tiempo en el que Rémi disparó al cetro de Ziusudra, o más bien, a la gema que éste contenía. No iba a poder partir el topacio con una bala, por muy rápido que ésta se disparara, pero si provocó el efecto que estaba buscando. El engarce del báculo quedó roto y la piedra salió despedida una decena de metros, rebotando sobre el techo del búnker hasta caer de él perdiéndose en la capa de nieve. Casi inmediatamente, sintieron como el campo anulador de fuerza orgónica se disipaba, y Katja lo aprovechó casi al instante.

Mientras la granada explotaba, matando a dos de los perros en el acto, la rusa activó su poder y usando la katana, realizó una sucesión de ataques precisos como un bisturí sobre el primer robot, cortando sus tubos y correas de transmisión. El último golpe rompió el protector de metal, viendo que tras la máquina había un horrible rostro humano deformado por el dolor de aquella cirugía extrema. Disparó a su rostro, y antes de que el tiempo se equilibrara con el del resto, realizó otro disparo al segundo robot, quedando la pistola encasquillada. Uno de los perros que había sobrevivido se lanzó sobre la rusa intentando morderla.

Sintiéndose acorralado, el traicionero Homolka actuó con rapidez. Sacó su pistola de la cartuchera, una suerte de luger modificada para fuego automático, y disparó sobre Rémi. Quizá no era lo que cabía esperarse de una criatura de su poder, pero precisamente él sabía que hasta el más poderoso serendípico no podía resistir el impacto de una buena bala. ¿O quizá si?

El disparo, o más bien, los tres, le tiraron para atrás. Sentía un escozor, y creía que el chaleco había parado la bala. Entonces el último disparo, dirigido a su cabeza, no hizo si no rebotar. Y comprendió en un extraño instante de felicidad. Papá estaba allí para protegerle. Al fin había sido digno de heredar el poder de los descendientes de Carlomagno. Una lástima que hubiera llegado tan tarde, cuando él llevaba casi dos años muerto. Pero no había mal que por bien no viniera.

Tenían, no obstante, problemas más graves de los que ocuparse. El robot restante, entretenida Katja con el perro, se acercó con un trote sorprendéntemente rápido a Prue, sacando de sus antebrazos dos cuchillas largas semejantes a espadas, con las que la atacó buscando matarla. Por su parte, el último perro rezagado cargó contra Rémi buscando darle un mordisco en el suelo. Aquello si podía herirle, si bien recordaba el poder de su padre. Los objetos que dañaban a baja velocidad si podían penetrar su piel.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Katja debe tirar por Esquivar, Dificultad 12.

Prudence, Esquivar, Dificultad 16

Rémi, Esquivar, Dificultad 9.

Luego podéis realizar la acción de ataque que deséis, y un uso de vuestras serendipias con psiónica.

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15/01/2015, 17:31
Director

La batalla estaba terminando. Pero un enemigo contra las cuerdas, desesperado, es más peligro que cualquier otro. El dúo de soldados al servicio de Gran Bretaña atacó como en un baile macabro, una danza de balística y explosiones. Avanzaron palmo a palmo, descargando disparos contra los que osaban acercarse. Las balas les atravesaban, la metralla de las explosiones les recorría como un cosquilleo para terminar cayendo al otro lado.

En su avance, destruyeron tres robots pequeños y agotando la munición, llegaron a la altura de los norteamericanos. Cambiaron sus armas por otras que les ofrecieron sus compañeros o que capturaron de los enemigos muertos. Su atención se centró entonces en el tanque ruso, el T-34 cargado con la bomba nuclear que ya apareció, justo a su izquierda. MacDonald abría el camino para el tanque, y gigantescos robots de combate salían despedidos contra las paredes como si fuera una pelota.

Su radio se activó luego, y recibieron las instrucciones del coronel Talbot.

-Avancen hasta la entrada de mina y despejen los obstáculos para que el tanque pueda avanzar.

Había llegado el momento de hacer jaque-mate al enemigo.

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15/01/2015, 17:37
Sergei Kostin

El ruso apareció como por arte de magia, fruto de su singular habilidad. Lanzó el subfusil soviético que tenía, agotada la munición, y recibió una thompson que le lanzó uno de los hombres del capitán américa. Luego se giró a mirarles con una breve sonrisa.

-¿Necesitan que les acerque a algún sitio, caballeros?

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18/01/2015, 13:01
Eric Rusell

Si bueno, estaría de perlas que nos acercase a la entrada de la mina- respondió Rusell mientras cargaba su arma. Quedaba poco para acabar aquella misión y estaban cerca de lograrlo. Solo quedaba un último esfuerzo. No debían fallar- allí ya limpiamos lo que haya que limpiar. Pero debemos dejar la zona bien despejada para lo que viene detrás de nosotros

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18/01/2015, 17:44
Prudence Urquart

Fue extraño, porque pese a tener su poder desactivado, cuando las balas salieron del arma de Homolka, estas parecieron avanzar a cámara lenta. Inexorables ante su propio estupor, desde el corazón se extendió un frío helador, creyó que perdía a Fénix. Y si tenía los ojos abiertos como platos, al ver que la última bala rebotaba, se le abrieron aún más.

Estaba sobrexcitada, hiperconsciente a un nivel que habría hecho sentir orgullosos a sus “amigos” del Tibet. Aún con las lágrimas saltadas sintió el movimiento del aire en la nuca, uno de los mecha-suits se abalanzaba sobre ella. No hubo tiempo para regocijos, este estiró los brazos para hacerla rebanadas y en el momento que las cuchillas se desplegaban saltó como un gato, se propulsó sobre ellas y corrió brazos arriba para dar un acrobático salto que la dejaba a sus espaldas, libre del ataque. Cayó al suelo con las rodillas flexionadas y los brazos extendidos, un 10 gimnástico, pero al tomar tierra sintió de nuevo las punzadas en el vientre, esta vez fue peor e inconscientemente reactivó la burbuja temporal. Gritó de dolor. Había inclinado la cabeza y el nuevo ángulo le confirmó sus peores sospechas, sangre. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

He usado acrobacia, esquiva asombrosa y postura perfecta YEAH!

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21/01/2015, 20:49
Rémi Phénix Rosseau

Phénix sintió cómo su estómago se contraía al ver saltar la gema por los aires y perderse en la nieve al tiempo que el poder de sus serendipias volvía a fluir por todas las células de su cuerpo. Hasta ese momento no fue consciente de lo perdido que se había sentido, aunque fuera temporalmente, por su ausencia. No obstante apenas contó con tiempo para regocijarse en aquella sensación pues su éxito vino acompañado de una desagrable reacción. Homolka, indudablemente enfurecido por aquel giro del destino, disparó contra el francés. Tres balas lo buscaron y encontraron. Los dos primeros impactos hicieron que diera gracias por su chaleco, más el impacto en su cráneo era harina de otro costal. Phénix literalmente voló por los aires consecuencia de la fuerza de los disparos y cuando se llevó la mano a la cabeza esperando casi que aquel fuera su último gesto y la retiró esperando verla roja de sangre, no verla y ser consciente de no estar herido provocó una única palabra en sus labios.

-Papá.

Un susurro en medio de aquel clima glacial, una recompensa final, amarga y dulce a un tiempo. Los ojos azules de Rémi se humedecieron emocionados ante el hecho de que la herencia de los descendientes de Carlomagno corriera por su sangre y por primera vez en su vida se sintió digno de ser el hijo de su padre.

Mas no había tiempo que perder. Unos gruñidos sordos le devolvieron a la realidad. Uno de los cuatro perros se dirigía a él. Fue fácil evitar sus dentelladas y sus zarpas. Con la escopeta aún en sus manos, disparó a bocajarro, un sonido que se superpuso al grito de Prue. Giró la cabeza, como si nada más que ella le importara y sus ojos comenzaron a tornarse de aquel pálido azul glacial que marcaba el despertar de su gélido poder. La mano libre de Phénix se estiró hacia el robot de metal y dejó que su poder fluyera.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Gasto un PA en Calmado bajo presión para el ataque contra el perro. Tirada de daños, 11 por la bala disparada.

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23/01/2015, 00:58
Katerina (Katja) Rustámovna Rustámova

El perro corre hacia mí y logro esquivarlo por los pelos, siento sus dientes casi rasgando la tela de mi uniforme al pasar junto a mi cadera, pero ha tomado tanto impulso que al no detenerlo mi cuerpo patina varios metros sobre la nieve dándome tiempo suficiente para desenfundar y disparar. Es un momento de gracia en el que deseo con todas mis fuerzas que el híbrido animal se muera para poder ir por el viejo chupasangre, solo e indefenso aparentemente, tan cerca de nosotros.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Gasto un punto de acción para esquivar.
Uso dote desenfundado rápido.

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23/01/2015, 01:28
Director

El ruso se acercó a ellos e hizo un gesto para que se agruparan, espalda contra espalda. Un segundo después, sintieron un leve mareo al desmaterializarse para volverse a recomponer, casi instantáneamente, en el fondo del largo pasadizo que colindaba con la entrada a la mina.

Lo que vieron allí era una gigantesca puerta de hormigón y acero que los alemanes trataban de cerrar con el uso de una maquinaria que estaba activada. La puerta se estaba cerrando lentamente, quizá demasiado. Un pelotón de 5 guardias de la división Thule protegían el acceso, y se vieron sorprendidos por su súbita aparición.

Notas de juego

Puedes disparar tu primero.

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23/01/2015, 01:31
Conde Homolka

Con el disparo de Katja al perro y el chorro congelador que detuvo en seco al robot, el resto de enemigos en liza dejaron de ser un problema. Ahora solo había que detenerle a él. Y él no era un anciano desvalido y sin recursos.

Prudence intentó actuar más rápido, ralentizando el tiempo, para acercarse al vampiro. Él no se vió afectado por éste poder, pues no había permanecido vivo durante miles de años sin tener más de un as en la manga. Cuando la contempló aterrizar, hizo una mueca graciosa al comprobar su gesto de dolor.

-¿Tu pretendes salvar el mundo? -le dijo- ¿Tu que ni siquiera puedes albergar vida en tu interior? Habrías sido una gran seguidora del fuego oscuro de Ormaz, Prudence Urquart. Es una lástima que ahora tengas que morir.

Dicho ésto, alzó sus manos desnudas, consciente de que la pistola no iba a serle de utilidad en aquella burbuja temporal. Y de sus dedos se proyectó un haz de rayos eléctricos que paralizaban, quemaban y laceraban a quien conseguían tocar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Realizad una tirada de Esquivar a nivel 36 o otra de Psiónica a la misma dificultad para evitar el haz de electricidad.

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23/01/2015, 01:50
Prudence Urquart

Nunca fue tan humana Prue ni floreció dentro de ella un fuego tan fuerte como en ese momento. Aún blanca como la cera, como estaba por el dolor y la hemorragia, las mejillas se le encendieron del color de la ira, cada palabra de ese ser inmundo la revolvía.
Sintió la estática en el pelo y la adrenalina hizo el resto. Estar en cuclillas le facilitó saltar hacia adelante como una pantera, apenas rozando el suelo con las yemas, cuando el arco voltaico salió de los dedos del vampiro Prue volvió a saltar hacia adelante sorteándolo con un artístico giro sobre sí misma. En ese breve instante sintió la plenitud.
A la vez que hacía el bucle en el aire se desenrollaba el rosario de su muñeca, cuyo colgante giró velóz propulsado por la fuerza cinética hasta la palma de su mano. Una bonita medalla de plata con la cruz de San Benito.

-¡Vade Retro Satana!Numquam Suade Mihi Vana,Sunt Mala Quae Libas…

Recitaba mientras avanzaba, subiendo el tono poco a poco hasta que tuvo a la criatura cara a cara

-… Ipse Venena Bibas!!!!

Y con toda la fuerza que le quedaba, apretados los dientes y los ojos abiertos como ventanas, alzó el brazo dispuesta a incrustarle en la frente la medalla.

- Tiradas (2)

Notas de juego

1º tirada: añado al modificador de 16 esfuerzo supremo 
2ª tirada: lapsus con el modificador, la cosa se queda en 37 y no en 50 XD