Partida Rol por web

la-sombra-del-aguila(2)

Escena I: un marrón siempre es un marrón

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01/03/2011, 13:02
Sargento Ortega

Seguía brotando de las filas rusas la neblina de las descargas de fusilería; quedaba suspendida en el aire y luego se deshacía lentamente en jirones que flotaban sobre el campo. ¡A ver quién tenía los santos cojones para entrar ahí diciendo somos amigos... tovarish, tovarish; sí, llevamos el uniforme francés pero somos amigos, os hemos jodido la carga, sí, pero hay que aparentar ante el Petit Cabrón, somos amigos... cuando de repente, aparecieron al galope los húsares de Murat, el cuerpo más elitista, ostentoso y fanfarrón de toda la caballería ligera del Emperador. Con sus trenzas y sus fieros mostachos, rostros curtidos de veteranos con cicatrices y expresiones altivas. Estupefacto estaba el sargento Ortega mientras pasaba entre nosotros como una exhalación esa élite, esa crema de la caballería ligera del ejército francés, jinetes consumados, profesionales de la guerra en su mayor parte, que habían tejido su propia leyenda cabalgando tras el águila imperial, barriendo con sus sables los más gloriosos campos de batalla de toda Europa.

Ortega maldijo entre dientes: ¡A tomar por el culo el plan!. Al menos no ha sido demasiado tarde como para pagar la ira de los húsares, que realmente no dejaban de impresionarle: espaldas cruzadas por cartucheras y correajes, pecheras abigarradas en los dormanes, rojos chacós oscilando al ritmo de las cabalgaduras, sillas húngaras de montar guarnecidas con pieles de animales o cuero repujado, cordones y bordados de oro, raquetas escarlata, pulidas empuñaduras de sables alzados al cielo, ceñidos uniformes azul índigo... eso eran soldados, y no los pisaterrones como nosotros. Finalmente buscó la mirada del capitán García, para hacerse una idea de qué cojones hacer ahora, pero la cara de estupor del capitán no era muy diferente de la suya.

Y como ya se sabe que con los húsares no cabía esperar cuartel, los ruskis cambiaron apresuradamente de blanco -gracias al Señor-, sembrando el campo de uniformes azules y de caballos galopando sin jinete. Después, el humo ocultó la escena, el fragor de la fusilería se extendió por todas partes, y de la neblina oscura llegó el griterío de los hombres que se lanzaban al asalto.

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01/03/2011, 16:45
Fusilero Mínguez

Me había quedado un poco rezagado, dispuesto a volver a disparar cuando hiciera falta, pues tontos sí, pero con cojones y moriría intentando librarme de aquello antes que morir por aquellos hijos de pura que cada día tenía más asco.

- Jooooder! - Murmuré cuando vi lo que no tardaría en cernirse sobre nosotros y aquella expresión sobre de tener cojones volvió a mi mente, pues había cambiado totalmente de idea, y ya me parecía algo poco apropiado, pues incluso tenía que apretar las mandíbulas del miedo que tenía.

- Esto no lo teníamos previsto. Estamos muertos...

Sujetaba el rifle como sie stuviera agarrándome a un clavo ardiendo.

- Mierda coño! Y encima yo sin caballo!

Desde luego, prefería ir sobre un animal que así, pero donde no había...

Por suerte pude respirar más tranquilo cuando vi luz al final del túnel. No tendríamos que enfrentarnos a ellos por el momento y mi cabeza, se giró para mirar al capitán.

- Nos replegamos vale... pero quedarnos aquí y esperar a que vengan en un jodido suicidio!

Yo era de los que no solía decir nada, ni protestar, pero la situación requería que abriéramos la boca.

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02/03/2011, 17:12
Capitán García

 García se sentía frustrado como nunca, cansado y viejo como nunca también o como nunca lo estaría porque podía ver que su suerte no era mucha, encima las palabras de Mínguez le jodieron más si se cabía, había dado una orden minutos atrás cuando no sabía lo que se les venía encima, aunque siempre era posible sospecharlo si no eras un vulgar capitán como él. Sintió un escalofrío recorrerlo de pies a cabeza, un aviso de que si seguía así, lo que menos iba a tener era el respeto de sus hombres. Se volvió a Mínguez con una mirada fría y lo repasó de pies a cabeza, no eran idiotas y sabían perfectamente qué hacer pero siempre hacía falta la mano fuerte y firme del capitán. No, no se quedarían allí pero debían estar juntos, de eso no le quedaba la menor duda a García.

-¡Preparénse! ¡Usted también, Mínguez y no se quede...! 

Esbozó una sonrisa maliciosa, daría la vida por cualquiera de ellos y por ello fue bien al frente con el arma preparada para ir sobre aquella nube de ensordecedores disparos, áyes de dolor y gritos de guerra, después de todo no había mucho más por hacer que poner el pecho y darle para adelante, que se dijera que murieron como valientes y no que huyeron como cobardes; aunque, en el fondo, el mal golpeado por la vida, capitán, sabía que siempre alguien podía arrepentirse a último momento.

-¡Preparen armas!-gritó con fuerza descomunal, el paso estaba dado.-¡No nos tomarán por sorpresa!

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02/03/2011, 17:27
Sargento Ortega

Notas de juego

¿¿¿preparen armas??? ¿¿y a quién apuntamos?? ¿¿a qué lado miramos?? porque si la orden es prepararnos contra los húsares es que el capitán ha perdido el juicio... además de que si nos pillan con la bandera blanca nos van a torturar hasta que alguno hable... ¡por muchos hígados que tengamos!

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02/03/2011, 17:33
Capitán García

Notas de juego

 No dije que apunten, es que las tengan listas. Además, por lo que pude entender, es que aún no nos ven ellos a nosotros, ¿no, master?

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02/03/2011, 20:00
Director

Notas de juego

A ver, veros sí os ven porque estáis más bien solos en vuestra parte del campo de batalla.

Lo que pasa es que aparecen, llegan, y pasan de largo cargando contra la artillería rusa antes de que podáis izar la bandera blanca, luego de momento no se os ha visto el plumero.

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03/03/2011, 09:45
Alférez Muñoz

Intento seguir las órdenes del Capitán, pero entre la caballería y los rusos empezamos a tener problemas para ejecutar nuestro plan. Veo una clara oportunidad de izar la bandera blanca, pero también veo como se nos escapa entre las manos. Estamos cada vez más atrapados entre dos ejércitos. Y ninguno de ellos es nuestro amigo. Las cosas se ponen cada vez más feas.

Mientras espero a que mis compañeros se apiñen, recargo el arma. Hasta ahora me ha hecho un buen servicio y quiero tenerla a mano. Cuando está lista, me hago un apaño en la herida de la frente, lo justo para que deje de sangrar.

«Gracias a Dios, con el frío que hace no necesitaré hielo para bajar la hinchazón» pienso feliz y agradecido por este pequeño favor. La herida podría ser peor, pero sigo vivo. Nuestro Señor me ha dado todas y cada una de las señales que necesitaba, ahora sólo queda seguir la gloriosa senda que Él me ha marcado.

—¡Vamos Míguez! Ya avanzaremos todos juntos. Ánimo compañero— digo al chico, que parece poco animado. No podemos perder a más de los nuestros.

Tras hacer la Señal de la Santa Cruz sobre mi rostro, elevo el arma, listo para disparar en cuanto llegue la orden.

 

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03/03/2011, 10:51
Fusilero Emilio "el Navarro"

Emilio sigue al alférez y a Mínguez para evitar perderse entre la polvareda levantada por la caballería, dispuesto como siempre a seguir las órdenes de su oficial sin dudar.

Al parecer todo el plan anterior acababa de irse al garete sin previo aviso y de forma inesperada. Todos los sacrificios hasta el momento eran tan solo un principio de lo que había por venir...

Emilio se frotó los ojos enrojecidos intentando no perder al resto de su grupo.

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03/03/2011, 20:11
Director

Y es que no hay palabras, Muñoz, quince minutos aguantando el cañoneo a quemarropa de
los ruskis y, a punto de conseguirlo, justo en el momento en que bajas la bandera para sustituirla
por la sábana blanca que llevas oculta en la casaca, con todos los compañeros acuciándote, date
prisa, mi alférez, espabila que nos caemos con todo el equipo, suenan los trompetazos y Murat y
mil doscientos franchutes aparecen cargando a uno y otro lado del batallón y encima pasan
vitoreándote, los tíos, hégoes espagnoles, te dicen, camagadas y todo lo demás mientras acuden al
encuentro de la metralla rusa, mira, lo positivo es que ahora tocaremos a menos cada uno, al
repartir. Y todo el batallón que se queda de piedra viéndose en medio de una carga de caballería, y
Murat saludando con el sable y su corneta dale al tararí tararí, de qué van estos fulanos, mi capitán, aquí hay un malentendido. Lo que está claro es que nos han fastidiado la maniobra, los gilipollas.

Nos han jodido el invento. A ver quién es el guapo que deserta ahora, rodeado por mil doscientos
húsares y coraceros que te dan palmaditas en la espalda.

Total. Que todos nos paramos un momento, aturdidos y sin saber qué hacer, pendientes de lo
que dice el capitán García, y el capitán, pequeñajo y tiznado de pólvora, nos dirige una mirada de
tranquila desesperación y después se encoge de hombros y le grita a Muñoz, eso sí lo oímos bien,
alférez, levanta otra vez la bandera franchute, levanta el águila de los cojones y esa sábana blanca
la haces cachitos y nos la podemos ir metiendo todos por el culo. Y el águila que se levanta de
nuevo, y los coraceros y los húsares que siguen pasando a nuestro lado venga a dar vítores a los
valegosos espagnoles, y García que nos dice hijos míos, suena la música así que a bailar tocan,
echemos a correr hacia adelante y que sea lo que Dios quiera, allá cada cual, y vamos a meternos
tanto en las filas de los Iván que al final no tengan más remedio que cogernos prisioneros. Conque
levanta el sable, apunta a los artilleros rusos y dice eso de ¡Vivarpaña! que es la única cosa nuestra que nos queda en mitad de toda esta mierda. Y Luisillo, nuestro tambor de quince años, redobla toque de carga, y los fulanos del 326 apretamos fuerte el fusil con la bayoneta y echamos a correr entre los jinetes hacia los cañones rusos, aunque antes de caer prisioneros alguien va a tener que pagar muy cara la mala leche que se nos ha puesto con el patinazo de esta mañana. Si no fuera por tanto cañonazo y tanta murga ya estaríamos trincando vodka en plan tovarich después de habéroslo explicado todo, cretinos. Así que ya puedes darte por jodido, Popof. Cagüentodo. Como llegue hasta ahí, por lo menos a los de las primeras filas os voy a dejar listos de papeles.

Notas de juego

Esto es lo que dice la novela.

Si quieres, síguele la onda; si no, piensa rápido.

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03/03/2011, 22:59
Fusilero Mínguez

No sabía cómo habían interpretado mis palabras, pero habían distado mucho de querer darme por vencido, aunque no había debido de sonar demasiado convincente pues todos estaban tratando de darme ánimos...

Solté un pequeño gruñido mirando a mi alrededor, y luego, me dispuse a seguir con lo previsto en vista de que no había nuevas órdenes.

No, no me había dado nunca por vencido y no iba a empezar a hacerlo ahora. Podía ser joven, pero era tan valiente como el que más y eso, ya lo sabían pues nunca había desaparecido ni me había echado atrás en ninguna lid.

- Si es preciso moriré peleando, pero nunca quedándome quieto o huyendo!!

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04/03/2011, 00:23
Sargento Ortega

Ortega no había dudado de Minguez, pero sí de sus oficiales. Si quieren seguir con lo de la bandera blanca -aunque sea una locura rodeado de húsares-, no será Ortega quien se lo impida. ¡Pardiez! ¡como si con una mano tiene que matar rusos y con la otra franceses! Así que chasquea la lengua contrariado y hace lo que el resto. ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente. Bueno, el pobre Vicente no iba a ir ya a ningún sitio.

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04/03/2011, 21:48
Fusilero Pedro "el Cordobés"

Tanta orden y contraorden me supera y eso se ve en mi cara de desconcierto.Pero que debemos de hacer?Entre el ruido , el humo y toda esta jarana no me entero de nadaMiro hacia el capitán o el alferez buscando una confirmación o una orden clara y concisa.

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08/03/2011, 20:00
Capitán García

No vio mejor oportunidad, quizás es que no veía bien nada; fuera cual fuera la decisión podían terminar la mayoría de ellos hechos mierda pero también era verdad que prefería eso peleando que como unos malditos cobardes. Levantó la mirada, parecía mucho menos alto de lo que era, parecía mucho más viejo y definitivamente estaba muy cansado cuando cogiendo fuerzas de dentro de sí y gritando a viva voz, dio la última orden.

-¡Guarden esa bandera blanca y que lo único que conozcan de nosotros los rusos, sea polvora de nuestras armas!

Si, lo había dicho. Ya estaba, no había vuelta atrás, sacar la bandera blanca ya no era una opción y si el momento de las palmaditas y vítores de los franceses había pasado, esa ya sería otra historia pero claro, luego de los rusos. Los malditos rusos.

Notas de juego

Lo siento, gente. Mi sobrina tuvo un pequeño accidente y por eso la demora, pero ya estoy de vuelta.

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08/03/2011, 20:15
El Maldito Enano

Total. Que todos os paráis un momento, aturdidos y sin saber qué hacer, pendientes de lo
que dice el capitán García, y el capitán, pequeñajo y tiznado de pólvora, os dirige una mirada de
tranquila desesperación y después se encoge de hombros y le grita a Muñoz, eso sí lo oís bien,
alférez, levanta otra vez la bandera franchute, levanta el águila de los cojones y esa sábana blanca la haces cachitos y nos la podemos ir metiendo todos por el culo. Y el águila que se levanta de nuevo, y los coraceros y los húsares que siguen pasando a nuestro lado venga a dar vítores a los valegosos espagnoles, y García que os dice hijos míos, suena la música así que a bailar tocan, echemos a correr hacia adelante y que sea lo que Dios quiera, allá cada cual, y vamos a meternos tanto en las filas de los Iván que al final no tengan más remedio que cogernos prisioneros. Conque levanta el sable, apunta a los artilleros rusos y dice eso de ¡Vivarpaña! que es la única cosa nuestra que os queda en mitad de toda esta mierda. Y Luisillo, vuestro tambor de quince años, redobla toque de carga, y los fulanos del 326 apretáis fuerte el fusil con la bayoneta y echáis a correr entre los jinetes hacia los cañones rusos, aunque antes de caer prisioneros alguien va a tener que pagar muy cara la mala leche que se os ha puesto con el patinazo de esta mañana. Si no fuera por tanto cañonazo y tanta murga ya estaríais trincando vodka en plan tovarich después de habéroslo explicado todo, cretinos. Así que ya puedes darte por jodido, Popof. Cagüentodo. Como llegue hasta ahí, por lo menos a los de las primeras filas os voy a dejar listos de papeles.

Y los artilleros ruskis, que ya tienen a los húsares y los coraceros encima y se defienden
como pueden sobre sus cañones, echan un vistazo al frente y ven que por la cuesta suben
cuatrocientos energúmenos erizados de bayonetas y gritando como posesos, cuatrocientos tipos
con la cara tiznada por el humo y ojos enrojecidos de miedo y rabia, y se dicen: fíjate lo que sube por ahí, camarada, esos no necesitan decir que no hay cuartel, lo llevan pintado en la cara, así que date por jodido, Popof, pero bien. Y el primero que llega hasta ellos es un capitán pequeño y negro de pólvora que grita algo así como ¡Vaspaña, Vaspaña!, que nadie sabe muy bien lo que quiere decir, y ese capitán se tira encima de los primeros cañones como una mala bestia, y se lía a sablazos, y al capitán Smirnoff, que se ha puesto delante haciendo posturas de esgrima, le patea los huevos y después le abre la cabeza de un sablazo, y ahora llegan todos los demás gritando como salvajes, y a golpe de culata y bayonetazos, desesperados, como si nada tuvieran que perder, empitonan a Popof y a su santa madre, vuelcan los cañones, rematan a todo el que se mueve y, llevados por el impulso, mientras Murat y sus jinetes retroceden para reorganizar las filas desordenadas por la carga, siguen corriendo entre gritos y blasfemias hacia las filas de los regimientos rusos que, formados a la entrada de Sbodonovo, los miran acercarse inmóviles, incapaces de reaccionar, paralizados de estupor ante el espectáculo.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d54
Motivo: Carta del destino
Resultado: 11

Notas de juego

Bien, caballeros, la carga de la caballería francesa os ha permitido llegar hasta los cañones rusos y superarlos. Ahora os espera otra prueba, de mayor calado. A las puertas de Sbodonovo se encuentran tres o cuatro regimientos rusos formados en perfecto orden, inactivos durante toda la mañana, porque entre la caballería y la artillería estaban haciendo todo el trabajo.

Y allí que aparecéis vosotros, cargando a la bayoneta como demonios, superando la línea de cañones, y avanzando sobre ellos.

Este va ser un desafío de combate, con 3 cartas por barba (bayoneta: 3 cartas), no hay cartas de mando por parte de García.

Carta del destino:

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08/03/2011, 20:26
Sargento Ortega

¡Alabada sea Nuestra Señora del Rosario! ¡El capitán por fin entra en razón! Ortega no se sentía cobarde ni valiente, héroe ni traidor. Volvió a coger una bala, colocarla en el mosquetón y empujar con la -por cierto- desgastada baqueta. Con mucha flema. Había dejado de sentir ese escalofrío contenido, esa desagradable sensación en la cara interior de los muslos y en el estómago que da la intuición de que en cualquier instante puedes recibir ese disparo cabrón que te tumba patas pa´rriba. De hecho, hasta sentía un siniestro orgullo cuando veía pasar, altiva y terrible, a la caballería de la muerte, a los húsares del Emperador.

-¡Por el Emperador!-gritó al unísono que los húsares, mientras se contenía para no partirse el culo de risa. Entonces disparó su mosquete, hacia los pobre ruskis, que en realidad, tampoco tenían culpa de nada. Después, carga la bayoneta y a cargar.

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08/03/2011, 22:55
Alférez Muñoz

«Sabia decisión» pienso en cuanto escucho las nuevas órdenes. Estábamos en tierra de nadie, rodeados de dos enemigos dispuestos a acabar con nosotros. Elevar la bandera hubiese sido una condena a muerte. Y no, no temo mi muerte, mi Señor me espera para que abracemos la vida eterna juntos, pero se que mis compañeros ansían vivir y regresas a sus hogares.

Escondo la bandera blanca y hago que el águila imperial levante sus alas de nuevo.

—¡Adelante soldados! Tras los rusos está nuestro destino, que no decaiga nuestra esperanza— digo intentando no perder los ánimos.

Ahora estamos en uno de los bandos, al menos hasta que traspasemos las líneas rusas. Alzar la bandera blanca siempre es una opción de la que podemos echar mano en caso de necesidad, pero no es el momento, no con la caballería a nuestro lado.

Con la bayoneta en alto, ataco al primer enemigo que se me enfrenta.

- Tiradas (1)

Tirada: 3d54
Motivo: Bayoneta
Resultados: 13, 17, 7

Notas de juego

DM: un acierto normal y uno crítico

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09/03/2011, 12:51
Fusilero Emilio "el Navarro"

El inmenso Emilio se lanza sobre los rusos como un animal salvaje. Realmente se siente acorralado y la muerte de sus compañeros le ha herido aunque no físicamente si en la moral... Venir a morir tan lejos de casa y por una causa que no solo no comparte si no que aborrece y contra que daría la vida gustoso debe ser lo más parecido al infierno que se le ocurre.

En los rostros curtidos del Caúcaso que golpea ve las caras de tantos guardias y oficiales franceses, ve a sus compañeros muertos sangrando y señalándolo como si fuera culpa suya el haber sobrevivido.

Se desahoga gritado algo ininteligible, aunque seguro que a los rusos no les importa, porque tampoco le hubieran entendido en español o francés.

- Tiradas (2)

Tirada: 4d54
Motivo: ¡Al ataquerr!
Resultados: 48, 1, 19, 1

Tirada: 1d54
Motivo: Repito el 1
Resultado: 39

Notas de juego

, , y

Acierto con el 2. Era fácil con una de cada palo. :P

DM: un acierto normal.

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09/03/2011, 13:34
Sargento Ortega
- Tiradas (1)

Tirada: 5d54
Motivo: Carga
Resultados: 15, 2, 3, 21, 47

Notas de juego

Yo como tengo esto -interacción +1: saco una carta más cuando haya que hacerlo- saco una carta más xD. Por si acaso. si no valiera, pues no cuentes la última carta. además, yo también uso el handy in a scrap (penúltima carta). Y por cierto, otro rasgo, Intrépido, ¿no me vale para nada en estas circunstancias?

En fin, a saber:

DM: 2 aciertos normales

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09/03/2011, 21:36
Fusilero Mínguez

Mis compañeros comenzaron a correr hacia los rusos que teníamos delante y aunque siempre era un poco reacio a tener que acercarme demasiado al enemigo a no ser que fuera desarmado y como poco, estuviera atado, cosa que incluso solía ver interesante, en aquella ocasión no me quedé atrás, queriendo ayudar para salir de allí cuanto antes.

- Ahhhh! - Grité cuando cargué como si aquello fuera a suponer algún cambio como que de repente se me diera mejor lo de combatir cuerpo a cuerpo, cosa que no sucedería, pues sabía que los milagros no sucedían en lugares como aquellos donde corrían la sangre y las vidas desaparecían con tanta facilidad.

- Saldremos de aquí! - Era lo único que se me pasaba por la cabeza cuando mi objetivo estuvo a escasos centímetros de mí.

- Tiradas (1)

Tirada: 3d54
Motivo: Ataque CC
Resultados: 9, 15, 33

Notas de juego

 

DM: un acierto normal

Cargando editor
09/03/2011, 22:03
Capitán García

- Tiradas (1)

Tirada: 4d54
Motivo: Combate
Resultados: 36, 30, 43, 27

Notas de juego

Te dejo mis tiradas que me las olvidé antes.

DM: Un acierto perfecto.