Maximilian observa la escena. Aquella niña le recordaba a su hermana y no podía sinó encontrar temor en su corazón.
-Por el amor de Dios, mademoiselle...- Dice con una voz entrecortada. -...mire su cara. És solo una niña...- Se interrumpe al darse cuenta que no conseguiría nada. Solo recuerda el día que la rescató de aquella plebe.
Te estas perdiendo la accion. Decide lo que vas a hacer con esa mujer.
Observas a la mujer. Esta visiblemente nerviosa, pero aún así su situación es tan imprevisible como la de un gato acorralado. Notas una seguridad pícara en ella.
Si quieres atacar primero tendremos de comparar rapidez para definir la iniciativa. Aunque si ella decide atacar a la niña... lo tendrías difícil.
Elizabeth se cubre la cara con las manos y la tensión la hace tambalear levemente.
-Estoy segura de que su trabajo le es muy... excitante -responde a Marie Jeanne.
El sudor sigue recorriendo la espalda de Camille. Las manos le sudan por la tensión, aunque permanece firme ante los presentes. Permanece callada unos instantes antes de volver a hablar, sopesando cada una de las posibilidades mientras recorre con la mirada a todos.
-Soltaré a la niña cuando esté fuera de las paredes de esta casa -termina diciendo.
-Usted -señala a Atorriet. No parecía fiarse de la mujer-, no cambiaré a la niña por usted, pero vendrá conmigo y con la niña. Así podrá comprobar que está a salvo mientras los demás esperan sin acercarse a mí.
Pronuncia las últimas palabras con contundencia.
Camille da un paso al frente y espera a que los demás se aparten.
En ese preciso instante estalla la ventana en mil pedazos que se esparcen por la habitación y una piedra rebota en el techo. Por poco no impacta a Elizabeth que cae de espaldas lastimándose el brazo contra una mesilla.
Un griterío procede del exterior de la casa, al parecer hay mucha gente allí fuera.
Jean Cloude llega arrastrando a la extraña señorita a la que había dado caza tras una corta persecución. Contrariado y sin conocerlos acontecimientos se acerca de nuevo a Marie Jean, soltando antes a la mujercilla, para interrogar a su anfitriona con la mirada...
La mujer que trae jean cloude a rastras es rosalie.
Camille gira la cabeza repentinamente hacia la ventana sorprendida. ¿Qué demonios...?
Aún con la niña bajo su custodia, la joven mira perpleja al hombre que entra en la sala. Mira a la mujer que trae con él casi sin pestañear, permanece en silencio aunque en su mirada se refleja un claro interrogante.
La situación es cada vez más insostenible. ¡Qué está pasando ahí fuera? Se pregunta inquieta Camille, quien ahora permanece anclada en el suelo sin intención de moverse hasta no saber qué sucede.
-¡Ya ha empezado!- Exclama la mujer fuera de sí. -¡Aux les armes!- En un forcejeo por zafarse de Jean Cloude, la mujer cae al suelo al engancharse el vestido con el pomo de la puerta, el cual le rasga parte de la falda. Aunque parece no importarle demasiado ya que seguía eufórica entre carcajadas.
Otra piedra entra por la ventana y el griterío se convierte en un rumor constante de voces. Oís golpes en la puerta de la mansión.
Fauchet se pone visiblemente nervioso tras el estallido de la ventana y desenvaina finalmente su florete. Sin encararse con nadie en concreto, exclama en voz alta y firme:
- De aquí no se mueve nadie hasta que yo lo diga, ¿entendido?. ¿Alguien sabe qué pasa con toda esa gente?, ¿qué es lo que quieren?
Sumandose a la confusión general Jean Clude deja discernir su confusión sin dar pie a ninguna tribulación mayor. Mira de un lado a otro, uno por uno a los presentes y, con gestos medidos alza las manos y se dirige al joven impetuoso que con tanto nervio había reaccionado a la situación.
-Por favor, señor, haga el favr de guardar su arma. Dudo que nadie tenga tan aviesas intenciones de los aquí presentes.-
Zervio, porfavor haznos una descripción general, que yo no sé ni donde estoy, ni que hago, ni quien es quien.
Tras la paralicis incial provocada por el shock de la situacion, el joven abogado levanto a la dama caida:
¿Se encuentra bien?
Y luego mirando fijamente a Pierre
Quiere saber que pasa? quiere saber que es ese ladrillo?
Son los pobres, los hambrientos, son los sans-culotte del mundo que hablan:
Quieren libertad, igualdad y propiedad... Quieren derecho a ser libres, desean acabar con la tirania del hambre y la opresion.
Ved la situacion
Tal cual hemos dicho no hemos tratado de hacer mal alguno a la niña, sino todo lo contrario
Y henos aqui en el medio del torbellino de la historia contemplando un soldado que tiembla al darse cuenta que no ha podido salvar una niña
no os dais cuenta?
Es irrelevante la vida de la niña
O la mia
O la de cualquiera
Esto será largo y duro
Y mirando a la dama, que aun empuñaba el arma
Dama mia, no os apresureis a hacer justicia, esperad
El pueblo hablara su voluntad en publico
Ninguno de nosotros tiene la potestad de quitar vidas en nombre del pueblo
Escapar?
a donde?
Realmente os parece que podrias escapar en esos vestidos de las turbas que vengan siglos de violencia?
Bajad el arma, esperad junto a nosotros que se calme la situacion...
y tras decir esto extendio su mano hacia la dama que amenazaba a la niña
Avanzo con cautela hacia la ventana y desde un lateral intento observar que es lo que ocurre en el exterior.
- Hagale caso y suelte a la niña. No complique más la situación, que las cosas se están poniendo muy mal por momentos y me parece que vamos a tener que desalojar la casa.
En la calle, lo que os temíais. Un grupo numeroso de personas se ha reunido alrededor de la mansión. El griterío és ensordecedor.
¿Hemos venido a caballo?
Mucho me temo que no. Habeis venido con los demas andando.
¿He visto caballerizas en la mansión?
Rapido
Decidme donde hay trapos de color, rojo, azul y blanco
Nuestras vidas dependen de ello
Rodeando a Elizabeth y André con mis brazos los dirijo hacia la esquina de la sala más alejada a la ventana, mientras grito a Fauchet:
Por el amor de dios, permita que la joven nos dé a la niña y se vaya! No es momento para ponerse a seguir las normas al pie de la letra.
Escucho con gesto sorprendido las palabras de Du Rúx.
Trapos? Digo mientras indico a Elizabeth y André que se acurruque para que no les alcance ningún proyectil No entiendo a que se refiere monsieur.