Partida Rol por web

Autodestrucción...

Eso es lo que Isa le había dicho a Alex tantas veces. Pero él nunca le hizo caso.

Isa era su amiga de la infancia, ella siempre le había apoyado, pero llevaba un tiempo que se había apartado. Veía como el remolino conseguiría arrastrarle, y se cansó... Se cansó de tantas lágrimas en la oscuridad de su dormitorio. De tantas noches en vela preocupada, sabiendo que Alex se encontraba por allí... Junto a sus "amigos"...

Pero cuando llegó el día... Aquel día en el que la vida de Alex cambiaría para siempre, ella estuvo a su lado.

Finalmente había ocurrido lo que tanto temía. Alex se había metido en mierda hasta el cuello. Alguien dio el chivatazo, alguno de sus queridos amigos le había vendido...

Una noche, esperaba que un colega viniera a buscar la mercancía que le había pedido. Era bastante cantidad, así que el joven se lo montó para no salir de casa, temía que lo pillaran en la calle con todo aquello.

Llamaron a la puerta, eran dos policías con una orden de registro. Allí encontraron lo que habían ido a buscar y se lo llevaron detenido.

El juicio fue rápido. Ahora su madre se avergonzaba cada vez que le miraba a la cara, y las lágrimas empezaban a humedecer sus mejillas. De su padre no había sabido nada. El hombre ni se había dignado a aparecer por el juzgado.

El juez dictaminó que pasaría un año en Black Tears. Además de pagar una multa de 3000€. Los cuales fueron abonados inmediatamente por su madre.

Y allí se encontraba el joven, sentado sobre la cama junto a Isa, esperando que la de asuntos sociales viniera a buscarle...

Sobre la mesa se encontraba una hoja de papel, en la que venía reflejado el material que le permitirían llevar...

   1 - Dos chandals

   2 - Cuatro camisetas, preferiblemente oscuras, sin ningún tipo de dibujo.

   3 - Cinco mudas 

   4 - Dos tejanos

   5 - Dos jerseis

   6 - Un par de zapatos deportivos

   7 - Chaqueta de invierno

   8 - Cepillo de dientes

   9 - Cepillo cabello

  10 - Únicamente un objeto personal.

Las pertenencias serán revisadas al ingresar en el correccional. Cualquier cosa fuera de esta lista será devuelta a sus responsables.

1. Los chandals, son de éste estilo*, pero en negro, al igual que la sudadera, sin mangas pero con capucha.
2. Las cuatro camisetas negras sin mangas.
3. Las 5 mudas, negras con calaveras y llamas, al iual que los calcetines...
4. Los vaqueros son azules desgastados, y con algún roto en las rodillas y los bajos desilachados...
5. Un jersey tipo Freddy Kruger, el otro es negro de pico.
6. LAs zapatillas son unas All Star Converse de cuero.
7. Es un 3/4 rollo guarda polvos de tela gruesa, negro también.
8. El cepillo es uno normal, en negro también.
9. El cepillo del pelo, igual.
10. Un I-Pod con millones de videos y musica...

Tras tener los pertrechos hechos, mientras espero a que vengan a recogerme....

-Hijos de puta...- Mascullo. -Ahora que ésos me las van a pagar; en cuanto me entere de quién ha sido....-

Miro a Isa. -No te preocupes, estaré bien. No es la cárcel...-

Mi padre el cabrón no ha ido, buah, ya lo sabia... Y mi madre se avergüenza de mi.... Ahora me hace caso? Pero con mi padre no ha funcionado.... Cabrón bastardo, seguro que no es ni mi padre...

- Lo sé... Pero joder, has tirado tu futuro por la borda. - Isa soltó esas palabras con dolor. Mirando fijamente a Alex. Cuantas veces le había intentado avisar, pero éste, siempre había pasado de ella. Y ahora, ocurría lo que ella durante tanto tiempo le había dicho.

La joven se levantó de la silla, y dio unos pasos hacia Alex. Sus ojos azules se clavaron en los del joven.

- ¿Y si supieras quién te ha delatado, qué le ibas a hacer, eh? - Bajó la vista con un suspiro... - Alex, tienes que quitarte todo ese odio de encima. Quizás hasta te han hecho un favor... - Se atrevió a decir finalmente, aunque nada más soltar esas palabras volvió a mirarlo con temor. Sabía que había sobrepasado la línea.

Las palabras de Isa me llegan como una bofetada, más bien como un puñetazo al imaginarme que..... -Tú?! Has sido tú, verdad? Joder Isa! Por qué?!- Me levanto acercandome a ella, quizás de forma amenazante, pero a ella no puedo hacerla nada; No soy tán cobarde como para pegar a una chica, más cuando seguro lo ha echo por mi... Pero quién la ha pedido ayuda? No quiero que me ayuden....

Isa miró con dureza a Alex. La joven por un momento pareció amedrantarse ante la primera actitud del joven. Pero repuesta de esa sensación inicial se envalentonó delante de su amigo.

- Pero ¿Qué cojones estás diciendo? No, no he sido yo... Pero viendo lo visto me pregunto si no tendría que haberlo hecho yo hace ya tiempo. - Sus palabras habían sido duras, dichas a propósito para poder tocar allá donde más duelen. Pero Isa siempre había sido así. Podía decir las cosas que pensaba sin ser consciente del daño que podía causar.

-Arggghhhh.... Si claro, viendo qué?- Pregunto a Isa levantando una ceja. -Yo lo tenía todo controlado hasta que me han traicionado, asi que no sé de qué hablas....- Añado finalmente volviendo a la cama, sentandome de forma pesada.

Odiaba cuando Isa se ponía moralista conmigo, cuando hurgaba en mis sentimientos para tocarme las fibras sensibles....

Isa miró a Alex con sus grandes ojos azules. La joven suspiró negando con la cabeza...

- Es triste que no hayas aprendido nada. Quise creer que con todo esto te darías cuenta del error que cometes, e intentarías rectificar. Qué equivocada que estaba. - Dijo bajando la mirada. Lamentaba ver a su amigo así. Temía por él, pero lo que más temía, es que si no se daba cuenta de su equivocación, ese lugar terminara endureciéndole más.

Todavía recordaba la primera vez que se vieron. Eran dos críos de 8 años. Era el primer día de clase, Isa era nueva y estaba muy asustada. Era bastante tímida, y en el recreo se quedó a parte, viendo como los demás jugaban. Alex se acercó corriendo...

"- Tú nueva, ¿quieres jugar en nuestro equipo? - "Fueron sus primeras palabras, e Isa las recordaría siempre.

-Esque no entiendes por qué lo hago.... Nadie me entiende; en fin, a lo mejor llevas razón y es lo mejor que me podía haber pasado....- Comento mirando al techo, pero acabo mirandola a ella...

-Mi vida, aunque caotica tiene un sentido, que ahora no te puedo explicar, pero si siempre has confiado en mi, no dejes de hacerlo ahora.... Vale?- Añado sin perder su mirada, solo cuando cotejo la hora para ver cuanto tiempo de "libertad" me queda....

Al comprobar el reloj, Alex se dio cuenta de que ya eran las 14:22.

Isa volvió a levantar la mirada, en sus ojos una lágrima empezó a perfilarse. Se acercó al joven, esta vez toda frialdad se había disuelto, dejando al descubierto la joven asustada que se encontraba dentro.

- Alex, nunca lo dudes... - Dijo abrazándole. Hacía tiempo que Alex creía haber perdido aquella amistad que tanto les había unido. Pero con ese gesto, Isa le demostraba que siempre estaría allí. Aquella amistad que parecía tener tantos altibajos, nuevamente volvía a consolidarse.

Cuando Isa se acerca y me abraza, me sorprende, pues pensaba que nuestra amistad habia decaido vertiginosamente, pero aqui estaba ella, llorando por mi, preocupada por mi; más de lo que mis padres o alguien lo ha hecho nunca....

-No, nunca lo he dudado.- La aprieto a mi, cerrando un momento los ojos y apretandolos con fuerza. Guardando éste recuerdo a fuego en mi alma.

Puede que sea la ultima vez que tenga contacto con alguien de forma "agradable" durante un año...

No la he querido preocupar, pero un reformatorio, es una cárcel de menores, de ahí no saldrá nada bueno....

En ese momento, cuando los dos jóvenes se sentían más unidos de lo que se lo habían sentido en mucho tiempo, llamaron a la puerta. Isa se apartó y sonrió dándole ánimos.

La puerta se abrió, apareciendo la madre de Alex. La mujer, como siempre, se veía fría y distante. Nunca había sabido dar el cariño de una madre a su hijo, y en estos momentos, en los que Alex podría necesitarla más, no sabía estar a la altura de esa necesidad.

- Hijo, han venido a buscarte. Date prisa que esperan abajo. - Dijo y cerró nuevamente la puerta.

Isa se quedó mirando al muchacho, una sonrisa triste asomó a sus labios.

- Bueno, ha llegado el momento... - Dijo poniéndose las manos en los bolsillos de atrás del tejano...

Suspiro pesadamente. -Ya es la hora.- Me dice mi mente, cosa que confirma mi madre.

Isa se separa de mi y con una sonrisa triste se mete las manos en el bolsillo trasero.

-No te preocupes, en serio...- Digo dandola un beso suave en los labios antes de coger el petate.

-Cuando vuelva, iremos al parque de atracciones, vale?- La digo con una sonrisa pícara. -No me gustan las despedidas, y esto es un hasta luego, no un adios....- Pienso forzando una sonrisa más agradable mientras me encamino abajo...

Isa se quedó un momento sorprendida por el beso se Alex. Su rostro enrojeció levemente, pero no hizo comentario alguno. Bajó la mirada y sonrió ante la mención del parque de atracciones.

- Estaré deseándolo... - Le dijo con la voz entrecortada.

Alex salió del dormitorio acompañado de Isa. Bajaron las escaleras, y en la entrada se encontraba la madre del muchacho hablando con la de asuntos sociales.

Las dos mujeres levantaron la mirada al ver bajar a los dos jóvenes. La de asuntos sociales, una mujer bastante agradable, se adelantó unos pasos...

- Bueno Alex, creo que ya ha llegado el momento. - Dijo y tras una pausa volvió a hablar. - Le decía a tu madre de que yo no podré acompañarte, fuera se encuentra un coche patrulla. Irás con ellos... -

Bajo con Isa donde esta la mujer de asuntos sociales; no me pasa inadvertido su rubor tras el beso, y mis palabras....

-Si, yo también lo estoy deseando.-

La mujer dice que ya es la hora, y que no podrá venir conmigo.

-Iré esposado?- Pregunto más con curiosidad que con temor, dispuesto a cruzar ya la puerta. Miro a Isa, a la de asuntos sociales, y luego a mi madre.

-Adios madre, siento que te avergüences de mi...- La digo, quizás con un tono un poco frio.

Por un momento, una sombra pareció cruzar la mirada de la madre del joven. Pero enseguida volvió su mirada fría. Apretó los dientes, como solía hacer cuando algo no le gustaba.

- ¿Esposado? Normalmente no suelen esposar a los jóvenes. Si no das ninguna complicación, estate tranquilo. - Respondió la de asuntos asociales ante la pregunta del joven. - Será mejor que salgamos... - Dijo dirigiéndose hacia la salida. Se notaba la tensión que había entre madre e hijo, y sabía que cuanto antes salieran sería mejor. En estas situaciones, la mujer se ponía del lado de los chavales. Pero... ¿Los padres no se daban cuenta de que parte de la culpa era de ellos? Estaba cansada de encontrarse con esa situación casi a diario...

Isa le dio un suave apretón en el brazo a Alex, indicándole de esa manera que estaba allí, y que le daba muchos ánimos...

-Ah, vale....- Contesto a la mujer de ebano. Suspiro pesadamente y me recoloco el petate, sonrio y guiño un ojo a Isa, yendo tras la mujer de asuntos sociales afuera.

-Bueno, y qué tal es ése sitio al que me llevan?- Pregunto a la mujer mientras nos dirigimos al coche patrulla.

- ¿Black Tears? Ummhh... La verdad, no sé que decirte. Hace poco que cambiaron de edificio. Poca cosa sé de ese lugar. Está lejos y sale de mis competencias... - Respondió la mujer con la mirada perdida, pensativa.

Se acercaron al coche y los agentes hicieron que Alex dejara las cosas en el maletero. Después le invitaron amablemente a entrar en el coche.

- Bueno muchacho, tardaremos en vernos... Espero que las cosas en ese sitio te vayan bien, y te sirvan para enderezarte... - Dijo Donna, lo había dicho amablemente, sin ánimos de ofender a Alex.

Isa estaba unos pasos detrás, levantó la mano a modo de despedida, y sin pronunciar sonido alguno, en sus labios Alex pudo leer... Ánimo...

La mujer poco me aclara, y cuando llego al coche, los agentes me indican que deje el petate en el maletero, y asi hago.

Me monto atras y la mujer me dedica unas breves palabras de despedida.

-...Gracias...- La contesto; miro hacia mi casa y veo a Isa dandome animos con palabras mudas. Poso mi mano en el cristal desde dentro del coche, a modo de despedida, y una sonrisa calida se refleja en mi cara, dedicandosela a Isa....

Una vez que el coche se aleja, me recuesto en el asiento, mirando distraido por la ventana, y mi mente ocupada en la estrategia de supervivencia....

El coche se puso en marcha... Los agentes iban hablando entre ellos, ignorando completamente al joven que tenían atrás. El camino sería largo... Muy largo.

A través de la ventana se empezaron a ver desfilar las calles. Una mujer miró con tristeza hacia el interior. Un niño, descalzo, pedía en una esquina, mientras la gente pasaba como si no lo viera. Un anciano cruzaba una calle, ayudado por un joven apuesto. La humanidad era así... La gente iba a la suya, haciendo oídos sordos a las necesidades de sus similares.

El coche enfilaba por otra calle, y un grupo de palomas alzaron el vuelo... Algo irónico, contando que las palomas eran el símbolo de la libertad, y eso precisamente era lo que le estaban quitando a Alex... Su libertad.