Partida Rol por web

Lágrima Negra

Preludio Erika

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18/04/2010, 21:19
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18/04/2010, 21:25
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Erika se encontraba en una casa de acogida. La habían traído a ese sitio provisionalmente.

Llevaba un par de semanas en aquel lugar. La asistenta la había visitado un par de veces. Siempre con las mismas premisas...

- Cambia de actitud... Si continuas así no llegarás a nada... Eres joven, deberías pensar en tu futuro y dejar todas esas mierdas atrás...-

La asistenta parecía agradable. Pero quizás lo fuera porque ese era su trabajo, acercarse a la gente como Erika, e intentar que cambiaran el rumbo de sus vidas.

El reloj marcó las catorce horas, tan sólo le quedaba media hora a la joven para que vinieran a buscarla. Erika se encontraba sentada sobre su provisional cama. Aquella noche otra persona la ocuparía... Aunque poco le importaba. Ahora su vida se encaminaba hacia Black Tears...

Sobre la mesa se encontraba una hoja de papel, en la que venía reflejado el material que le permitirían llevar...

   1 - Dos chandals

   2 - Cuatro camisetas, preferiblemente oscuras, sin ningún tipo de dibujo.

   3 - Cinco mudas 

   4 - Dos tejanos

   5 - Dos jerseis

   6 - Un par de zapatos deportivos

   7 - Chaqueta de invierno

   8 - Cepillo de dientes

   9 - Cepillo cabello

  10 - Únicamente un objeto personal.

 

Las pertenencias serán revisadas al ingresar en el correccional. Cualquier cosa fuera de esta lista será devuelta a sus responsables.

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19/04/2010, 14:41
Erika Valle
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No entendía demasiado bien qué actitud quería que cambiara aquella mujer. Me habían encerrado como si fuera un perro, dicéndome que todo era por mi bien, que a partir de ahora todo sería diferente si yo colaboraba..

- Y una mierda. Me tendrán encerrada poco más de un año, hasta que haga los dieciocho y luego me devolverán a la calle para que tenga que volver a buscarme la vida, como los perros, buscando entre los contenedores a ver si puedo llenar mi estómago..

La asistente no me gustaba. No podía soportar tanta amabilidad a cada segundo y mucho menos sus incesantes intentos de que me comportara como una persona normal. No podía pedir que hiciera algo que no sabía ni cómo debía ser.

Al menos una cosa tenía que reconocer. No recordaba haber dormido sobre sábanas limpias en mucho tiempo, ni haber comido a la misma hora.. aunque desde luego, echaba de menos el poder hacerme una fiestecilla, pero me lo estaba tomando como unas vacaciones.

- Esta lista me parece de putísima madre..

Comencé a recoger mis cosas, aunque la asistenta social se encargó de conseguirme la mitad de ellas, ya que no tenía ningún chandal ni ninguna camiseta en la que no apareciera el nombre de alguno de los grupos de heavy que me gustaran. Como chaqueta de invierno, la chupa de cuero, que venía a ser la misma que en verano y sobretodo, mi guitarra. Aquella inseparable guitarra que me regaló la única persona que se había molestado en hacer algo por mí.. Siempre recordaría a Sandra aunque ya no estuviera entre nosotros debido a que murió de una sobredosis.

- Esto significa que no me puedo llevar el tabaco ni el mechero? Pues como no me den de fumar no van a querer ni escucharme..

Cogí también el tabaco y encendiéndome un cigarro, me aseguré de que mi pequeña estaba bien en su funda. Seguramente, sería la única amiga que m sería siempre fiel.

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19/04/2010, 17:07
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Erika se encontraba en el dormitorio, la espera se le estaba haciendo larga. Por enésima vez comprobó que la guitarra se encontraba en perfectas condiciones.

Nada más darle la primera calada al cigarro, escuchó unos golpes fuera del dormitorio. Alguien estaba gritando y una voz masculina se dejó oir...

- Zorra, devuelveme lo que es mio...-

Y un nuevo golpe, escuchó el sonido de unos cristales rotos. Seguro que el jarrón que adornaba la esquina del pasillo había ido a terminar sus días contra el suelo...

Unos lloros desgarradores y un nuevo golpe...

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19/04/2010, 22:07
Erika Valle
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¿ Cúantas veces había escuchado palabras parecidas? No me acordaba de cuántas, pero ya no era la niña buena que tan sólo quería que todo aquello desapareciera sin más. Ahora que ya me daba igual todo, que ya me habían cogido por no ser la bonita muñequita de porcelana que cualquier persona que viera mi vida desde fuera creía que debía ser, no estaba por la labor de seguir escuchando todo aquello.

Me levanté de la cama y apagué como mi tercer cigarro en aquella espera en el cenicero y sin pensármelo dos veces, dejé la guitarra allí sobre la cama y salí de mi habitación dispuesta a averiguar qué es lo que estaba pasando y en caso de que fuera necesario, partirle los dientes al matón de turno.

- Los putos hombres son como animales.. pero siempre se pueden encontrar con una mujer con los ovarios bien puestos..

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20/04/2010, 01:26
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Erika, sin pensárselo dos veces salió de la habitación. En el pasillo pudo ver como un hombre de aproximadamente dos metros mantenía arrinconada a una mujer, la cual protegía con su pequeño cuerpo a una niña.

A la mujer y a la pequeña, las había visto algún día por el centro. Su estancia no había sido muy larga, y no había llegado a mantener demasiadas conversaciones con la gente que se encontraba allí. Pero la pequeña te sonaba de haberla visto en la sala de la tele durante varios días, siempre a la misma hora.

- Desgraciada hija de puta, te pensabas que podías ocultarte de mí...  Ahora mismo vas a recoger tus cosas y nos largamos de este estercolero... -

La gente empezaba a asomar por las puertas, pero nadie parecía atreverse a acercarse a aquel hombre. A la mujer se la veía tan asustada, que fue incapaz de decir nada, únicamente se encogía, como tantas veces debía haber hecho.

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20/04/2010, 01:34
Erika Valle
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Aquello me resultaba como volver a estar en la puta casa de la que ya me había ido hacía tanto tiempo, sólo que al menos este parecía ser el que la pegaba siempre y no como a mí que cada día me tocaban las ostias de uno que ni conocía.

Miré a mi alrededor a ver qué era lo que podía encontrar para golpear a aquel hombre tan enorme, pero entonces, sabiendo que seguramente había una forma mejor de derribarlo, así tan ocupado como estaba, me dirigí en silenció hasta colocarme tras él y cogiendo posición, metí mi bota con fuerza entre sus piernas, para darle la mayor patada en las pelotas que le hubieran dado en toda su jodida existencia.

- Maldito cabrón! Hijo de la grandísima puta! - Dije con idea de seguir liándome a patadas con él si conseguía que se encogiera lo suficiente debido al golpe.

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20/04/2010, 02:15
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La patada fue bien dirigida, y el hombre se quedó blanco de dolor. Sus manos fueron por inercia a sus partes nobles, intentando protegerlas de nuevas agresiones. Giró la cara y se quedó mirando a Erika. Su rostro, rojizo, rezumaba odio...

- Bastarda... Te voy a... -

- ¡Basta!. - Escucharon a sus espaldas un grito autoritario.  Al girarse pudieron ver a dos policías uniformados que con rostros graves observaban la escena. Detrás de ellos, en un segundo plano, se encontraba la asistenta que había atendido a Erika esos últimos días.

El hombre empezó a disculparse ante la autoridad, intentando dar algun tipo de explicación ante lo ocurrido. Pero ante la sorpresa de Erika, la mujer se levantó del suelo, y cogiendo la mano del hombre empezó a disculparlo también delante de la autoridad.

- No ha pasado nada... Lo único que me caí, y él vino a socorrerme... - Dijo como excusa barata. Los policías se encogieron de hombros, en su mirada se podía apreciar que estaban cansados de encontrarse con esa historia una y otra vez. Uno de ellos se dirigió hacia la joven que todavía estaba digiriendo lo que acababa de presenciar, la miró seriamente antes de preguntar.

- ¿Erika Valle? -

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20/04/2010, 09:38
Erika Valle
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Iba a soltarle ya otra patada, independientemente del lugar donde ppudiera darle, pero vi como llegaba la asistenta y aquellos dos policías y estaba segura de que aquello no les iba a gustar. De todas formas, no podía creerme que aquella mujer estuviera defendiendo a ese animal, pero supuse que no tendría a otro lugar que ir si no estaba con él. En el fondo, la criatura era la que más pena me daba, pues acabaría siendo como yo o peor, y aunque jamás lo reconocecía ante nadie que lo preguntase, simplemente por orgullo, no le deseaba eso a nadie.

- Cualquier día te matará de una paliza y a la que dejarás sola será a ella.. - Dije señalando a su hija, ya sin ningún esfuerzo para que aquella mujer reaccionara, pues sabía que no lo haría, así que me encogí de hombros como si ya no fuera asunto mío y me acerqué a la policía.

- Sí, soy vuestra presa.. - dije a aquellos policías sin alegrarme demasiado de verles. - Voy a por las cosas..

Pasando un poco de ellos me dirigí a mi habitación cogí la mochila que ya tenía preparada y mi guitarra y antes de salir de nuevo al pasillo me volví a encender otro cigarro.

Mi corazón seguía aún bombeando a un ritmo frenético tras lo sucedido. - Hubiera sido capaz de matar a ese cerdo con mis propias manos.. - Pensé haciendo que me volviera a hervir la sangre con el odio.

Al más o menos tranquilizarme un poco salí con intención de volver donde aquellos guardias y que me encerraran donde tenían que hacerlo.

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20/04/2010, 12:09
Director
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Cuando Erika recriminó a la mujer su actitud, ésta bajó la mirada. Las lágrimas todavía eran visibles en sus mejillas.

- Tú que sabrás... - Murmuró girando la cara.

La pequeña se levantó del suelo y se quedó contra la pared, asustada, su madre se acercó y la cogió de la mano intentando tranquilizarla...

El resto de la escena "conmovedora" pasó desapercibida para Erika, que entró a por sus pertenencias. Al salir tenía a dos policías y a una asistenta que la esperaban.

La asistenta se le acercó con una sonrisa amable en sus labios.

- Erika, cielo, estos dos agentes han venido a buscarte. Yo no puedo acompañaros, pero ellos cuidarán de ti. - Qué palabras más vacías estaba obligada a decir la mujer. Su mirada era triste, cansada, de hacer siempre ese mismo trabajo. Ver como gente joven era encerrada sin ninguna oportunidad.

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20/04/2010, 12:32
Erika Valle
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Miré a la cara a los guardias y luego a aquella mujer que por algún motivo, me recordaba a un gato cada vez que hablaba. Sí, sentía que cada vez que se dirigía directamente a mí con aquellas palabras, era como el que tenía un gato al lado y lo acariciaba, sin importarle desasiado, sólo por el hecho de ser peludo y suave.

- Sí, soy como un gato al que intentar llevar por el buen camino y al que piensan encerrar para que no cree más problemas de los que ya ha creado.. Quizás hubiera sido más acertado quedarme con mi madre en casa, a estas alturas ya no tendría que preocparme por donde estaba, ya que tendría al menos dos metros de tierra sobre mi cabeza..

Mis pensamientos me hicieron quedarme seria ante aquella mujer, quizás mis ojos mostraron unos instantes algo de tristeza, pero rápidamente volví a cambiar mi expresión a esa de " darme absolutamente igual todo ", borrando todo rastro de sentimiento de mi cara.

Me limité a asentir a sus palabras, pero tampoco la di las gracias, ya lo haría el gobierno cuando la pagara su cheque a fin de mes. De mi boca no salió ninguna palabra y esperé a que aquellos policías me dijeran que me moviera para hacerlo. No sería siempre tan sumisa, eso yo también lo sabía, pero era absurdo intentar escapar de ellos en estos momentos.

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21/04/2010, 13:36
Agente de policía
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La asistenta social se quedó mirando como los tres se alejaban. Negando con la cabeza, preocupada por la joven que valiente y obstinadamente se enfrentaba a su futuro.

Al salir, un coche patrulla les estaba esperando. La mujer policía que le acompañaba se giró mirando a la joven.

- Colocaremos esas cosas detrás, en el maletero. - Dijo refiriéndose a la bolsa y la guitarra que con tanto cariño llevaba Erika. Y dirigiéndose hacia la parta de atrás abrió dicho maletero, se quedó allí, esperando a que la joven cediera sus pertenencias sin oponer resistencia. El otro policía se quedó junto a Erika, no hizo ningún gesto, tan sólo observaba.

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21/04/2010, 13:43
Erika Valle
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Seguí a aquellos policías hasta el exterior y asentí cuando dijeron que dejara las cosas atrás y dejé en el maletero la bolsa con la ropa sin pensármelo no siquiera, pero la guitarra me la colgué al hombro y esperé tanquilamente a que cerraran el maletero. No pensaba dejarla ahí ya que podría golpearse o romperse y si eso pasara no respondería de mis actos ni con unos policías.

Al darme cuenta de que eran ellos los que me esperaban a mí y querían que metiera allí a mi pequeña negué con la cabeza.

- La llevo conmigo, no quiero que se rompa..

No hubo un por favor, ni una sonrisa amable.. tan sólo una afirmación que decía claramente que la guitarra se venía conmigo sí o sí o sino tendrían que golpearme para meterme a ese coche.

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22/04/2010, 00:36
Agente de policía
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La agente se quedó sorprendida ante la negativa de Erika. Ella era la autoridad, y estaba acostumbrada a que los jóvenes a los que trataba, con tan sólo decirle algo obedecieran sin rechistar.

Miró a su compañero, debían llevar tiempo juntos, ya que con tan sólo una mirada parecieron entenderse bastante bien. Nuevamente volvió a dirigir la mirada a Erika.

- No podemos dejarte llevar eso junto a ti. - Su voz era fría, cortante. Claramente intentaba intimidar a la joven. Pero viendo la obstinación de Erika, finalmente se encogió de hombros.

- De acuerdo, pero antes vamos a registrarla. ¿Entendido? - Dijo sin opción a réplica...

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22/04/2010, 07:50
Erika Valle
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Después de que me hubieran visto como golpeaba a aquel hombre tampoco es que me sorprendieran demasiado que quisieran registrar mis cosas, pues imaginaba que se pensarían que podía llevar algún arma o cualquier otra cosa, cosas más raras había visto, pero a fin de cuentas, ni siquiera tenía eso que poder llevar..

- Vale, pero tan sólo es una guitarra. Tened cuidado con ella.

Dicho esto yo misma abrí la funda y por un lado les entregué eso y por el otro la guitarra para que pudieran examinarlo todo. Me daría mucha pena perder lo único mío que tenía en propiedad y más cuando me recordaba lo único que me había hecho sentirme libre en esta vida, tocar.

Aún a estas alturas de la vida me costaba leer, mi letra era mala o peor aún, pero lo poco se había lo había usado para aprender un poco a leer partituras y cosas así. Era prácticamente una ignorante en la mayoría de las cosas, así que realmente lo que me hacía sentir bien era hacer lo que sabía y sin esa guitarra, el resto de la lista de cosas que sabía no me dejaba en muy buen lugar.

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22/04/2010, 16:08
Director
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La mujer asintió con la cabeza.

- De acuerdo, puedes llevarla contigo... - Dijo devolviéndole a Erika su preciosa guitarra. Una vez la joven la hubo metido en su funda, y estuvo asegurada, la mujer le hizo un gesto para que se metiera en el vehículo.

En el momento que los dos agentes se metían en el coche, por la puerta de la casa de acogida, donde Erika había estado los últimos días. Salían el hombre que ella había golpeado junto a su mujer. Por detrás iba la pequeña con la cabeza gacha. Se la veía asustada, mientras los padres parecían una pareja de recién casados, como si no hubiera pasado nada. El hombre miró hacia el coche, su mirada fue asesina al vislumbrar a Erika allí dentro, y una sonrisa cruel asomó a sus labios.

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22/04/2010, 16:22
Erika Valle
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Asentí cuando me dijo que podía llevarla conmigo, aunque en realidad no hubiera tenido forma de disuadirme para que no lo hiciera y me dispuse a entrar en el coche cuando vi a aquella pareja y a la pobre niña, que seguramente a su corta edad ya había presenciado más cosas desagradables de las que debería haber hecho.

Por unos instantes, al ver aquella sonrisa que se dibujó en sus labios, estuve tentada en salir corriendo y volver aliarme a guatazos con aquel hijo de puta, pero sabiendo que eso sólo serviría para que aquella mujer lo defendiera, negué con la cabeza para mí misma y levanté la mano para hacerle un " bonito gesto " con el dedo corazón de mi mano.

Olvidándome del tema y sabiendo que aquella mujer moriría de una paliza cualquier día de estos, cosa que no era mi problema, agaché la cabeza y con cuidado de no golpear la guitarra me metí en el coche.

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23/04/2010, 14:34
Director
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El coche se puso en marcha... Los agentes iban hablando entre ellos, ignorando completamente a la muchacha que tenían atrás. El camino sería largo... Muy largo.

A través de la ventana se empezaron a ver desfilar las calles. Una mujer miró con tristeza hacia el interior. Un niño, descalzo, pedía en una esquina, mientras la gente pasaba como si no lo viera. Un anciano cruzaba una calle, ayudado por un joven apuesto. La humanidad era así... La gente iba a la suya, haciendo oídos sordos a las necesidades de sus similares.

El coche enfilaba por otra calle, y un grupo de palomas alzaron el vuelo... Algo irónico, contando que las palomas eran el simbolo de la libertad, y eso precisamente era lo que le estaban quitando a Erika... Su libertad.

El viaje fue largo... Muy largo. Hicieron algunas paradas, dejando que la joven saliera para estirar un poco las piernas. Aprovechó Erika esas pequeñas escapadas para poder fumar algún cigarrillo. Pero eran paradas cortas y enseguida volvían a retomar el viaje.

Hacía ya rato que los paisajes habían cambiado. La agente informó a Erika de que ya estaban en la zona de los Pirineos... Que no tardarían en llegar a su destino.

A través de la ventana, Se podía apreciar hermosos paisajes verdes. Los árboles se amontonaban como nunca Erika había visto.

Pasaron por una carretera desde la que se veía un gran lago... Sus cristalinas aguas invitaban a darse un baño a cualquiera que pasara por allí...

Y finalmente llegaron a un camino de piedra. A lo lejos se podía ver un gran edificio... La mujer se giró para decirle a Erika que allí era a dónde se dirigían...