Partida Rol por web

Pasó un rato, en el que con mas o menos tensión, estuvisteis comiendo...

La comida no era del todo mala. O quizás teniais tanta hambre, que el plato de sopa y la carne en salsa os supo a gloria.

Al poco, entraron en el comedor los chicos que habíais conocido al llegar al centro. Iban acompañados de dos vigilantes, a uno lo reconocisteis por ser el que estaba ante la puerta cuando llegasteis, pero el otro no lo habíais visto todavía.

Fuisteis siguiendo a Roberto por unos pasillos, algun chico estaba asomado en su habitación, mirando con curiosidad a los "nuevos". Visteis la zona de los baños comunes, y finalmente llegasteis a una zona común. pasasteis por delante de una sala donde el suave resplandor de un televisor os hizo mirar el interior. Dentro se encontraban varios jóvenes viendo un documental.

Seguisteis caminando, y entrasteis por una puerta llegando al comedor... Dispersas por las mesas se encontraban las chicas con las que estuvisteis esperando a vuestra llegada al centro.

- Ahora cada uno que coja una bandeja y acercaros al mostrador, allí os servirán... - Os informó señalando hacia las bandejas. Detrás del mostrador se encontraba un hombre con el pelo lacio...

 Leo se apoya ligeramente sobre sus puntillas calzadas con unas deportivas y sonrie al ver a Kay, luego se dirige hacia las bandejas y sonrie a quien le serviria la comida, la verdad tenia algo de hambre, pero eso mas bien era el monodel tabaco mas que la gula de su estomago.

-Espero poder saciar el mono con esto...

Mira hacia todos lados intentad ver si alguien tiene un cigarrillo 

Debi esconderme el tabaco en los huevos...joder!

Rubén sigue al grupo hasta los comedores y observa como desde otras habitaciones los miran y sonríe Serán idiotas, como si me afectara ahora que se rían de mí... Al llegar me dirijo a coger una bandeja y me sirven la comida Estupendo ahora comeré solo en la sala, que pena no ser amigo de nadie por ahora, en fin...

Se sienta en una de las mesas que se encuentran cerca de la puerta esperando que por un milagro se abrieran las puertas y dijeran RUBÉN YA PUEDE IRSE.

K observa entrar a los chicos después de que ellas hubiesen acabado de comer.

Ahí están vuestros chicos, chicas. Dice poniendose cómoda en la silla, es decir, con una posición acomodada todo lo que se podía.

Hagámosles sitio. Dice empezando ella misma por hacer espacio, incluso haciendo el esfuerzo de coger una silla de la mesa de al lado poniendola en la suya.

Levanté la cabeza en cuanto escuché la palabra chicos, y me quedé observando a ver si aparecía Alex, aunque de momento sólo habían entrado el idiota y otro que no estaba segura de si había visto, aunque creía que sí. Al menos la cosa se podía poner entretenida, aunque viendo con el ritmo que nos estaban puteando, quizás casi no fuera ni buena idea intentar reirse, porque casi estaba viendo que aparecería la " robocop " o que la niñata chunga que nos habían puesto abriría la boca y se jodería el buen rollo.

- Maldita la hora en la que prendí fuego a aquel tío..

Me siento apartada, como siempre... El tiro les ha salido por la culata, han intentado ponerme con las nuevas para ver si conseguían que me relacionara, pero paso... Van todas con sus aires de autosuficientes. Bah...

De repente empiezan a entrar unos chicos en el comedor. Levanto la mirada a ver si conozco a alguno, pero que va... Deben ser los nuevos también. Sigo comiendo encogiéndome de hombros.

Todavía bastante cabreado, me dirijo junto a los otros chicos hasta el comedor. Al entrar cual no es mi sorpresa de ver a las pibas. Bueno, al menos hay algo bueno en este sitio...

Me dirijo a coger la comida y busco con la mirada a Xènia. Al verla le guiño el ojo y una vez tengo la bandeja llena me dirijo a su mesa. ¡¡Hola!! ¿Qué tal? ¿Te importa que me siente contigo? Le pregunto con una de mis mejores sonrisas.

¡Iván! - Xènia levanta la mano al ver al moreno para saludarlo - No, claro, siéntate. 

Ella ya ha casi terminado de comer, pero tampoco es que tenga mucha cosa que hacer, así que empieza a comer más lento para ir al mismo ritmo que Iván. 

Ellas son Laia - señala la chica que está sentada a su lado - y Kayla - señala la que está sentada delante de ella, luego mira a las dos - Él es Iván. 

Parece que lo conozca de toda la vida, y en realidad hace las mismas horas que los demás... Se pensaba que iba a tardar mucho más en conocer gente y hacer amigos, pero la verdad es que la cosa no le iba mal del todo. 

¿Cómo os ha ido? - pregunta mirando al chico. 

Kay asiente a Xènia.

-Así es, soy Kay...-Señala mientras sigue jugueteando con la comida... No había siquiera probado bocado, y no pensaba hacerlo tampoco. Sonríe para acompañar su frase, y estaba pensando en qué decir a continuación, cuando, de repente, llegan los chicos.

Devuelve la sonrisa de lado a Leo, preguntándose si a ellos también les habrían hecho exhaustivas revisiones como a ellas...
Y si les habría tocado algún "compañero simpatiquísimo" como a ellas... No puede evitar reírse un poco al pensar en ello...

Sin más, un chico se acerca, al ver a Xènia, y pide para sentarse con ella.
Kay mira a la chica y sonríe leve, aprovecha la ocasión para poner unos platos encima de otros, adornarlos con "servilletas usadas" y levantarse para devolverlos.

-Bueno... Veo que te ha salido nueva compañía.-Señala, alegre. Mira a Iván-Hola Iván, ¿Qué tal?-Sonríe-De todas maneras... Yo me iba a devolver esto ya... Así que... Os dejo, luego hablamos, supongo ¡buen provecho!-sonríe guiñándole un ojo a la chica.

La joven deja los platos con la comida en la pila de usados, y busca un rincón soleado para esperar a que los demás acaben.

Entro al comedor y busco a Erika, cuando la veo, una sonrisa aflora en mi rostro. Paso por el mostrador y me acerco a sentarme con ella.

-Hola.- Digo dandola "un pico" y sentandome. -Qué tal? Os han puteado mucho? A mi me han quitado el I-Pod y el tabaco, iré mañana a intendencia a ver que pasa... Tienes tú gitarra o hay que partirle la cara a alguien?- La digo mirandola y probando un poco el pure  de patatas con el dedo...

  Sebastian simplemente tomo una bandeja y tristemente se sentó solo. Parecía alguien poco sociable. Pero estaba sumido en su propia cabeza. De hecho varios ya comenzarían a pensar que era mudo o que tal vez tenía algún tipo de problema de "comunicación". Desde su entrada al centro no había hablado. Había hecho todo lo que le habían pedido. No había desobedecido ni una orden y hasta había levantado los cigarritos del piso, cuando el no tenia ese mal habito. O al menos no lo habían visto tenerlo. No había protestado ni un segundo. Incluso al ver que le habían sacado su objeto "personal" ni siquiera puso una cara de odio ni mucho menos.

  No parecía el tipo de personas que se metía en problemas. De hecho parecía del tipo de personas que los evitaba. Se había convertido en un completo misterio para la gente que lo rodeaba. Nadie le había sacado ni una sonrisa. Parecía como si ni siquiera escuchara lo que sucedía alrededor. Iba siempre con las manos en los bolsillos y siempre estaba solo. Ese día se sentó con la bandeja y quienes lo observaron se dieron cuenta que no había siquiera tocado la comida. No comió ni un bocado. Solo se quedo unos momentos a observar la brillante bandeja que se postraba frente a el.

  No bebió la gaseosa, no parecía tener sed. Solo se quedo sentado viendo la comida en frente de el. Como si la misma fuese algo del pasado. Sus manos eran algo... Algo extrañas. No parecían parte de su cuerpo. Era un hombrecillo con venas realmente marcadas. Se podría creer que pinchándolo tal vez saldría un chorro de sangre. Sus dedos eran gruesos. Pero solo en la parte del medio. Pero eran manos trabajadas. Como si realmente uno pudiera entrenar sus extremidades superiores solamente. Era algo grotesco. Y se mostraba como abriendo todo el tiempo el espacio entre el pulgar y el índice. Era como si sujetara una lapicera con sus manos. Y en dos de sus dedos se observaban negros con detalles rojizos dos anillos de coco. Ambos anillos estaban ubicados en sus dedos índices. Uno en cada mano.

  Sebastian simplemente parecía distante del grupo. Alejado, simplemente acorralado. Tan lejos como detrás del horizonte. Parecía viajar hacia atrás sin moverse. Sus ojos oscuros lo absorbían todo. Un iris del color mas ausente de los colores. El color sin color. 

Formas de todos los tamaños se movían detrás de esos ojos. Oscuridad dentro de su piel. Puesta a desde afuera...
Memorias de quien había vivido en ese cuerpo...

Sin salida.

Como una sombra no-muerta. En un mundo de luces... 

Sonreí al ver a Alex de nuevo  acepté de buen grado aquel pequeño beso, que más bien era un saludo, aunque no pude evitar mirar a mi compañera, que había sentido curiosidad por si Alex y yo nos conocíamos de antes, y sonreí.

- A mi me han quitado la guitarra y el tabaco. No sé para qué coñño te dicen que puedes traer alguna cosa si luego te dejan sin ella.. Eso sí, yo mañana también iré a tratar de recuperarla..

Lo que me recordaba que había sido ignorada totalmente cuando había preguntado a qué hora abrían aquel lugar que ya no recordaba como se llamaba pero en el que tendría que dormir mi guitarra.

- ¿ Habéis tenido que ir también dónde la doctora esa?

Leo observa a cuanta chica habia delante de él, no porque le gustaran o algo parecido sino porque le encantaba saber. Y una de ellas...no era conocida para sus ojos.  Aislada de los demas, seguramente ya fuese residente de aquel refomatorio. Por lo que con paso decidido se sienta frente a ella dejando la comida a un lado.

-Mi nombre es Leo....

Es lo unico que dijo mientras miraba a Diana.

Me siento junto a Xènia y saludo a las otras dos que están junto a ella.

Pse... Es una mierda. Me han quitado la psp, son unos cabrones.  Le digo acercándome y bajando la voz sin apartar mis ojos de los suyos. ¿Y a ti, que tal? Le pregunto guiñando un ojo. Estoy cabreadisimo, pero Xènia me cae bien, y me alegra un poco la vista. Miro a Kay que se larga con el plato lleno... Vaya, esa no come nada. Termino comentándole a Xènia, ignorando por completo a la otra que está sentada junto a ella.

Xènia se ruboriza y baja la mirada, removiendo un poco la comida en su plato sin la clara intención de seguir comiendo en estos momentos. 

Nos han hecho un examen ginecológico, ya sabes... - comenta con algo de timidez, busca cambiar rápidamente de tema - Me han hecho quitar todos los piercings, y respecto al equipaje, no he mirado lo que me han quitado, pero ya que a ti te han quitado la psp, supongo que a mí me habrán quitado el Ipod... con lo que me costó decidirme por el objeto personal. - añade chasqueando la lengua después de un breve suspiro. 

Tampoco parece muy afectada, ciertamente sabía que eso podía pasar... Aunque lo de los piercings la ha mosqueado más. 

Kay sentada en el sitio que más "cómodo" pudiese encontrar, teniendo en cuenta la situación...

Sonríe leve, preguntándose cómo estará C...

De fondo se escuchan las conversaciones que se mantienen en el comedor, y cree escuchar a Leo hablar con alguien más, a lo que abre los ojos y se fija: está junto a la chica que estaba de antes. Observa a la pareja durante algunos segundos, y luego se vuelve a la mesa que acaba de abandonar: Xènia parecía feliz con el chico que acababa de llegar...

Vuelve su a la ventana más cercana, y se acomoda donde está sentada. La verdad es que tenía ganas de dormir...

Total... Ella ya había "acabado", así que, no creía que pasase nada si se dejaba llevar...

Levanto la mirada al ver sentarse a uno de los chicos. Una sonrisa asoma a mis labios.

- Hola, yo me llamo Diana. - Le respondo echando una mirada fugaz a las de antes, comprobando que pasan de mi y están por sus cosas. - ¿Cuando has llegado aquí? ¿También eres de los nuevos? - Le pregunto con curiosidad, aunque me imagino que sí debe serlo, ya que no me suena de haberlo visto antes. Al único que reconozco es a Edu, al cual paso de saludar.