Partida Rol por web

Los seis jóvenes desayunaron en la misma mesa. Alguno más silencioso que otro. Kelly y Erika no podían parar de pensar en qué consistiría el castigo que les asignarían. Sobre todo Kelly estaba más silenciosa y pálida. Alex se había sentado junto a su chica intentando encontrar alguna posible solución. Pero era imposible... Y ahora que estaban poniendo todo aquel sistema de seguridad todavía más... Iván se había sentado junto a Kelly, sentía también aquella sensación de impotencia en el estómago. Impotencia que intentaba disimular con la comida que devoraba. Y Leo y Sebastian eran los más silenciosos de aquel extraño grupo. Se habían sentado junto a ellos y en silencio habían empezado a desayunar.

De repente por unos altavoces que había en la parte alta del comedor, salió una voz femenina algo metalizada. Erika y Kelly pudieron reconocerla como la voz de la mujer que se encontraba en el despacho del director Reinhart Güttam.

- Este es un mensaje para todos. Tras el desayuno dirigiros a la Sala de Actos. Repito, a la Sala de Actos - . Y tras decir el mensaje se escuchó el sonido estático de los altavoces. 

Los jóvenes todavía no habían estado en aquella sala. Ni tan siquiera sabían de su existencia. Por todo el comedor empezó a escucharse un rumor parecido a un zumbido. Lo jóvenes que allí se encontraban empezaban a comentar el motivo de aquel extraño mensaje.

Levanté la cabeza para mirar a los altavoces, como si así pudiera ver a la tía que estaba hablando, que venía a ser la que se estaba limando las uñas en el despacho del director. Seguramente fuera su secretaria.

- No sé a qué viene todo esto pero no me gusta nada...

Desde luego que no. Eso de que pusieran más seguridad seguro que no dejaba ver nada bueno y encima, reuniones... algo estaban cambiando y yo, cada vez me sentía un poco más encerrada.

- Grrr...! Siempre he odiado no enterarme de nada... - Terminé diciendo porque venía a ser más o menos la verdad de lo que sentía. En realidad, para haberme expresado mejor sólo tenía que haber dicho como veinte tacos y cagarme en la madre de alguien tres veces pero... así se me entendía igual

Leo tomaba su desayuno en silencio, al igual que su compañero Sebastian. Aquel muchacho era muy callado, parcía ser como una sombra en aquel extraño lugar, pero Leo estaba convirtiendose en algo parecido, no le gusta no saber nada, como bien habia escuchado decir a Erika, y los sucesos de aquel internado era realmente sospechosos a la vez que intrigantes.

Cuando terminó su desayuno, miró a los demás.

-Será mejor no hacerles esperar, quizás nos aclaren algunas de nuestras dudas...aunque bien pienso que solo van a darnos una charla de buena conducta o algo así.

Cogió su bandeja para retirarla de la mesa y luego esperó a los demás para ir todos juntos. La union hace la fuerza.

Kelly puso los ojos en blanco. Como no, la típica charla para echarles la bronca a los que se den por aludidos y asustar y avisar a los demás. ¿Humillación pública? Quizá si se les había pasado por la cabeza.

El caso es que debían ir, sí o sí. Ya estaban bastante en el punto de mira como para aprovechar esa reunión para vagar por el recinto tan vigilado ahora.

Termino a toda prisa lo que todavía me quedaba en la bandeja. Miro hacia el altavoz por donde ha salido aquella voz de mujer. ¿Sala de actos? Pero... ¿Aqui hay de eso? Pregunto enarcando una ceja. Sonrio mientras miro a Kelly y le guiño un ojo. Bueno, tendremos que ir a ver de que se trata. Le digo mientras me levanto y cogiendo la bandeja de la rubia, llevo la suya y la mia a su sitio.

Los chicos salieron en bastante orden. Habían varios guardias vigilando y aunque los rumores se sucedían, nadie alzó la voz. 

Siguiendo al resto de muchachos finalmente llegasteis a la sala de Actos. Ésta era una sala grande, dónde habían muchas sillas, en las cuales ya había gente sentada. Al fondo había una tarima algo elevada y en lo alto se veían varios focos que iluminaban la estancia. Grandes ventanas se encontraban en la pared del este.

Allí estaba Julia que iba indicando dónde tenía que sentarse cada uno. Dejó que vosotros seis os sentarais juntos. Os encontrabais cerca de la puerta, a cada lado de ella había un guardia. Visteis como Julia salía al exterior...

Un ruido hizo que volvierais vuestras miradas hacia el estrado. Por una puerta de atrás acababa de entrar el director del centro. Se acercó a un micrófono que había allí en medio y tras darle unos golpecitos y comprobar que funcionaba perfectamente empezó a hablar.

- Está bien... Silencio por favor... - Poco a poco los quedos murmullos que todavía se escuchaban por la sala fueron apagándose... - Bien, así está mejor - . Su voz sonaba grave y sus ojos parecían querer atravesar vuestras almas. - Han habido varias quejas por parte del equipo de seguridad y como habéis podido comprobar estamos reforzando la seguridad del centro. Me dicen que os divertís saliendo de noche y haciendo gamberradas. Esto se ha acabado, tenéis que aprender disciplina. Pensáis que sois muy listos, que podéis reíros de nosotros. Pero estáis muy equivocados... - Mientras decía estas palabras empezó a sacar un papel de su chaqueta y lo desdobló para poder leer su contenido. - A partir de mañana iréis a haceros una nueva revisión a enfermería. Iréis de dos en dos por este orden... Erika Valle y Kelly Ceres, Iván Soriano y Alex Escobar, Edu Rubio y Sebastian Ewen - . Mientras decía aquella lista de nombres, una joven rubia, muy pálida y demacrada, apareció a su lado. Lo miraba con odio y parecía temblar... Varios ya habíais visto a aquella chica deambulando por los pasillos del centro. Una exclamación general se escuchó por toda la sala, entonces el director levantó la mirada y la dirigió a su costado. Su rostro palideció al ver la figura semitranslúcida de la joven... - ¿¿¡¡Tú!!?? -

La charla era porque habíamos salido por la noche de las habitaciones, aunque... lo de gamberradas me tocaba un poco la moral, porque más bien lo único que hicimos, por desgracia, fue buscar el maldito sitio donde hacían aquellas cosas a las chicas...

Me mordí la lengua claro, aunque me costaba hacerlo en aquella situación porque siempre había tenido precisamente ese defecto, el no saber tener la boca cerrada.

Al ver aparecer a la fantasma y ver cómo el director parecía conocerla no pude contenerme más y sin pensar, porque si hubiera pensado antes no me hubiera levantado como hice.

Ya en pie me puse a gritar, con intención de que todos los allí presentes, todos aquellos a los que podrían secuestrar supieran lo que estaban pasando.

- VOSOTROS LA HABÉIS HECHO ESO! SECUESTRÁIS A LAS PERSONAS QUE MANDAN AQUÍ Y NO SE SABE MÁS DE ELLAS ¿ QUÉ LES HACÉIS? SON EXPERIMENTOS ¿ VERDAD? TENÉIS A ALGÚN LOCO PROBANDO COSAS CON LA GENTE! DAIS ASCO! LUEGO QUERÉIS ENSEÑARNOS BUENA CONDUCTA... VOSOTROS QUE SOIS UNOS HIJOS DE PUTA ASESINOS QUERÉIS ENSEÑARNOS BUENA CONDUCTA! NO ME TOQUES LAS PELOTAS!

Leo quedó palidecido al ver a aquella muchacha, era la misma que habia visto con anterioridad, y pegó un respingo cuando Erika se levantó y comenzó a gritar todo aquello. Pero pronto se envalentonó para así levantarse para ayudar a Erika, para apoyarla.

-ERIKA TIENE RAZON CABRONAZOS! ¿qUE HACEIS CON NOSOTROS? ¿qUE EXPERIMENTAIS?¿qUE HACE ELLA AQUI?

señala ala joven semitraslucida

-Vamos, queremos respuestas!!!

Leo se quedó de pie enfurecido a cada palabra que soltaba por su boca, no estaba dispuesto a perder su cuello en aquel insulso lugar, aun le quedaba mucho por hacer, demasiado planeado para ahora echarlo todo a perder. Miraba a sus compañeros en busca de mas apoyos, miraba a la chica traslucida y al hombre que se hacia llamar Reinhart, que ahora se le veia mas cagado que nunca.

Erika sin poder contenerse saltó... Empezó a gritarle al director del centro, delante de todos. El hombre la miró con frialdad. La chica seguía a su lado, pero parecía que él la estaba ignorando... 

En aquel momento Leo se levantó, poniéndose al lado de la muchacha y también gritó... Ambos chicos fueron los únicos en atreverse a enfrentarse a aquel hombre.

- Como osáis... - El director miró más allá de los chicos. Unos murmullos empezaron a extenderse por la sala. El sonido de las botas de los guardias se podía escuchar por encima de aquellos murmullos. Al girarse, pudieron comprobar como cuatro guardias se acercaban a ellos... Parecía que no tenían intención de dar respuestas. 

En ese momento se escuchó un grito antinatural. Al volverse vieron a la chica, que alzando la cabeza, había empezado a gritar... Las luces se fundieron... Los cristales de las ventanas estallaron y las correas de las persianas se partieron, cayendo éstas y dejándolo todo a oscuras. Pero todavía podían verla a ella, parecía que una luz fantasmal la envolvía. Había extendido la mano y señalaba a los dos chicos que valientemente habían osado enfrentarse a todo el centro...

- HUIIIIIIIIDDD... - El caos parecía haberse desatado en aquella sala... Las puertas se abrieron y los chicos empezaron a correr. La primera en huir fue Vanesa, la prima de aquella chica que ahora se mantenía junto al director.

Leo miraba el estropicio que se estaba montando, y la chica los señalaba a él y a Erika. ¿Deseaba algo de ellos? Luego escuchó un grito incitandolos a huir...pero algo en el fondo de Leo le hacia acercarse a la chica.

Leo apartaba ala getne inteando acercarse a la chcia traslucida que estaba junto al director, queria respuestas y no se iria sin ellas. Apoyando las manos y con un salto se subió al escenario donde estaban los susodichos.

-Es hora de hablar Director....¿Que ocurre?¿Quien es ella?¿Donde estan nuestras amigas?

Habia varios de los de aquel dia que no habian aparecido de nuevo, y una de ellas tenia su zippo...¿Donde estaba Kayla?

Yo tampoco pensaba moverme y menos salir corriendo. Quizás, era lo que debería haber hecho, pero como siempre, en esas situaciones no me salían aquellas cosas.

- ¿ Cómo que huir?

No me dio tiempo ni tan siquiera en la posibilidad de hacerlo, cuando Leo comentó aquello y se acercó a donde estaba el director, lo que a mí me hizo acordarme de la sargento de hierro. Estaba imaginando que ahora aparecería aquella maldita zorra para liarse a golpes con nosotros por nuestras palabras así que me moví hasta ponerme en el pasillo y levanté la cabeza buscándola con la mirada. Me mataría a palos pero se iba a acordar de mí por una temporada.

De todas formas, me mantuve un poco alerta, pues quería saber lo que el profesor respondía a Leo.

Kelly se puso junto a sus compañeros. Era mejor hacer bulto. Soltó un bufido en forma de risa cuando Leo hizo esas preguntas.

Déjalo, no nos lo van a decir... Dijo mirando de forma desafiante al director. Quizá lo mejor sería buscarlas ahora con todo el revuelo... Susurró de forma que sólo sus compañeros podían oírla. Ahora quizá la vigilancia estaría en otras partes y de seguro, que no se iban a preocupar por mriar las cámaras.

Aquella sala era grande, y en aquel momento estaba llena de chicos que intentaban huir asustados. Leo se abrió paso como pudo hasta el estrado... Estaba bastante oscuro, pero pudo ver al director gritando para intentar restablecer el orden. Se oían gritos, golpes... Los guardias no podían hacer nada para controlar a aquellos chavales. 

Cuando Leo le gritó al director, pidiéndole explicaciones, el hombre se volvió hacia él... Pero de repente, algo más allá llamó su atención. Su cara se mudó en una expresión de horror y salió corriendo por la puerta que había entrado, la que se encontraba detrás del estrado. 

La chica había desaparecido... Ya no la podíais ver por ninguna parte. Pero todavía les parecía oír el eco de su voz instándoles a huir de aquel lugar...

Hostias... Pero que está pasando aqui?. Me levanto de la silla y me acerco a Kelly. Los chicos salen atropelladamente, los guardias gritan, y todo parece haberse vuelto un caos. 

Chicos, salgamos de aqui. Les digo y busco la mano de la rubia. Eh Leo, tio! vamonos... Dejale. Llamo la atencion de Leo y hago un gesto señalando la puerta.

- JODER! - Dije cuando me di cuenta de que nosotros también teníamos que salir corriendo como había sucedido con los demás. Las palabras de Iván eran de lo más sensatas. No es que soliese acojonarme demasiado, pero estaba claro que con aquel revuelo no iban a decir absolutamente nada.

Me acerqué a Leo yo también y le puse una mano en el brazo.

- Ahora ya lo sabe todo el mundo. Vamos! Ahora no va ni a arrancarnos los ojos tan siquiera...

La situación había calmado mi mal genio y me había hecho ponerme un poco nerviosa por cómo estaba transcurriendo todo, pero yo había sido la primera en abrir la bocaza y no pensaba echarme a atrás pasara lo que pasara.

Kelly chasquea la lengua. Sus compañeros tenían razón y la voz de aquella chica fantasma también. No quería irse sin saber realmente qué había ocurrido con Xiana y las demás, pero no era momento para arriesgar su vida para posiblemente que ni siquiera estuviesen ahí.

Cogió la mano de Iván para no separarse y asintió determinada. Saquemos el culo de este agujero. Dijo esperando a sus compañeros para salir corriendo.