Partida Rol por web

Asqueada saliste de la sala. Fuera había un guardia que te miró extrañado, y tras preguntarte a donde ibas dejó que pasaras sin importunarte más.

Cada día habías ido a por tu insulina, pero siempre había habido otra chica que te la había facilitado por orden de la doctora y no la habías vuelto a ver.

Llamas a la puerta y escuchas su voz... - Adelante... -

Al abrir la puerta la ves sentada delante de su mesa, parece estar ocupada, levanta la mirada y al verte sonríe diciéndote que pases. A un lado ves a Julia, parece que hayan estado discutiendo por la actitud de la vigilante.

- Buenos dias... - Digo nada mas entrar cerrando la puerta tras de mi, me acerco despacio mirandolo todo como siempre - Si aparte d ela insulina me puedes dar un paracetamol te lo agradeceria... tengo una jaqueca horrible... - Entre lo gritos de niñatos y la tele basura a todo volum esto era fatal...

- Hola Xiana... Pasa, pasa, y siéntate, por favor... - Te dice con extremada amabilidad mientras señala la silla que hay delante de su mesa.

- Julia, si me permites tendrás que esperar fuera. - Le dice a la vigilante mirándola con frialdad. La susodicha asiente con la cabeza y echándote una mirada glacial sale de la estancia, dejándoos a la doctora y a ti solas.

- Dime, hace días que no te veía... ¿Como te encuentras? - Te pregunta apoyando los codos sobre la mesa y colocando su barbilla sobre las manos, sin apartar la mirada de ti. No puedes evitar pensar en un sueño...

Permanezco con mi habitual sonrisa amable, realmente los encargados del centro por ahor ano se podian quejar de mi comportamiento...

Cuando la ogro se fue mire a Ana de forma directa - Aburrido... cansado... con ganas de matar a mis compañeros para que dejes de discutir entre ellos... - De golpe puse cara de consecuencia - No literal eh! Yo estoy aqui por robar coche no por matar gente... - Digo como queriendo aclarar aquello auqnue en parte puede que ya hubiera leido mi espediente - Y con pesadillas, pesadillas que comenzaban como un estupendo sueño en el que tu y yo nos acostabamos y despues se tornaba algo horrible en lo que tu terminabas hacienodme gritar de dolor, torturandome - Mejor dicho... tu brazo lo hacia...

La doctora te miró entre divertida y sorprendida.

- Vaya, no sabía que provocara ese tipo de pesadillas. - Dijo mientras se levantaba y se colocaba a tu espalda. Colocó sus frías manos sobre tus sienes, acariciando con suavidad, intentando liberarte de ese dolor que te aquejaba.

- Shhhhh... Relájate Xiana... Verás como esto te hace bien... - Susurró sin dejar de mover sus delicados dedos, apretando justo en los puntos que más te dolían.

Eche mi cabeza hacia atras apoyandola en su vientre, disfrutando de sus finos dedos masajeando mi cabeza, me quede asi un tiempo pero al final no pude resistir mas, y mis manos fueron hacia a trar para comenzar acariciar sus piernas... sus muslos... no podia pasar de hay por la postura en la que nos encontrabamos.

- Tienes unas manos increibles...

Una sonrisa se dibuja en los labios de la doctora Estévez, mientras continúa masajeándote la cabeza. Sus dedos bajan hasta llegar a tu cuello, haciendo que te relajes cada vez más. Por un momento, puedes olvidarte de dónde te encuentras, qué haces en aquel lugar... Ahora sólo estais vosotras dos...

- Pequeña, no te preocupes... Intenta disfrutar y relajarte... - Te susurra de nuevo acercando sus labios a tu oído y diciéndote esas palabras con suavidad. Su cálido aliento te roza, su perfume a rosas te envuelve... Tras decir eso vuelve a levantar la cabeza y continúa con el masaje.

- Es imposible que me relaje cuando lo unico que quiero ahora es que bajes tus manos a mis pechos.. - Le digo de forma sincera acariciando aun mas sus piernas, esta vez por la parte interior, preguntandome si estaba jugando pues parecia enfadada la ultima vez que la vi y ahora dispuesta al menos a calentarme al maximo....

La doctora sonríe con picardía y empieza a bajar las manos de forma juguetona. Acaricia con suavidad tus hombros, entreteniéndose un poco en la zona del cuello, jugando con tus sensaciones.

Sus manos continuaron bajando por tus brazos, haciendo que sintieras cada una de sus caricias. Suspira al sentir como tus manos acariciaban sus muslos.

- Mmmm! Xiana, cielo... - Te susurra bajando nuevamente la cabeza y acariciándote con suavidad la oreja con sus labios. Sube su mano nuevamente hasta tu cuello y metiéndola por el escote te coge un pecho apretándolo con suavidad... - ¿Así que esto es lo que quieres? - Te pregunta sin apartar sus labios de tu oreja, haciendo que el aliento te acaricie con suavidad.

Mi respiracion comenzo agitarse poco a poco a medida que sus manos recorrian mi cuerpo, su aliento hizo que mi piel se erizara mientras mis manos deseaban cambiar la postura para poder tocarla en plenitud, pero justo en momento en el que pense en moverme su mano llego a mi pecho y un leve jadeo escapo de mis labios.

Joder... y solo me ha tocado sobre el sujetador...

- Quiero esto... y mucho mas... - Susurre mordiendome el labio.

La doctora sonrie con travesura. Hace que te levantes y acerca sus labios ardientes a los tuyos. La bata la lleva medio desabrochada, y puedes contemplar su piel cálida, suave, mientras su respiración parece acelerarse por momentos y su corazón bombear más deprisa. Parece que el temor que tenía hará dos semanas se haya esfumado...

 - Yo también... - Te susurra apartándose un momento y mirándote a los ojos.

A la mierda! Si aquello era un sueño una pesadilla o una trampa me daba igual disfrutaria lo que pudiera... comence a desabrochar los botones de su bata mientras mis labios bajaban de su boca a su cuello y clavicula, queriendo perderme en sus pecos, que ella me tocara como ya habia echo... disfrutarnos al maximo.

Mis manos se perdieron dentro de la bata acariciando su pier bordeando su sujetador, comenzando acelerar mi respiracion.

La doctora se movió hasta la mesa, apoyándose en ella, mientras tú continuabas acariciándola, bebiendo de su piel...

De repente el golpe de una puerta hizo que volvieras a la realidad, te giraste y viste a Julia apoyada en ella. Su mirada era fría, aunque una sonrisa asomó a sus labios.

- ¿Qué está pasando aquí? - Preguntó sin apartar la mirada de ti.

Ana se apartó, su respiración se hallaba algo acelerada, y con nerviosismo retiró un mechón que le caía sobre los ojos. - Se... Se me ha lanzado encima y no podía hacer nada... - Dijo algo temblorosa, pudiste contemplar como la sonrisa de Julia se ensanchaba.

Levante la mirada con mas odio del que pudiera haber tenido jamas en los ojos mirando a la doctora y eleva mis manos antes de que me aporrearan o algo.

Asi que por eso estabas tan docil... era un puta trampa...  - Gracias por recordarme que no hay nadie bueno en este mundo de mierda... - Susurre solo para los oidos de la doctora con asco y rabia.

Tras ello me gire y mira a Julia de forma directa - Si, soy una enferma que asalto a la pobre doctora, ya tienes algo con lo que joderme la existencia - Le dije de forma clara, sabiendo que me la hiban a jode ry a base de bien.

Al mirar a la doctora Estevez, observaste como ni se dignó a devolvértela. Tan sólo miraba hacia Julia, parecía que se estuvieran diciendo algo...

No hablaban, bueno, no veías que articulasen sonido alguno, pero se miraron fijamente y finalmente Julia asintió con la cabeza.

- Bien, haz el favor de acompañarme... - Te dijo volviendo de repente su mirada hacia ti. Por un momento te pareció ver un leve brillo rojizo en sus ojos...

Comence a caminar tras la sargento mandando una ultima mirada de odio puro a la doctora, sabia que ahora me tocaria apañar con a saber que tortura o castigo pero no me quedaba otra, eso si, me vegaria por esto sin lugar a dudas...

Sigues a Julia, al mirar a la doctora, ésta se lleva la mano al bolsillo y aparta la mirada mordiéndose el labio. De repente sientes un pinchazo en el cuello, y poco a poco todo se va volviendo oscuro...

Te sumerges en esa oscuridad de terciopelo que te abraza, arropándote...

Abres los ojos, te encuentras en un bosque, sola, hace muchos frío. Te abrazas intentando encontrar algo de calor y confundida compruebas que llevas un ligero camisón blanco...

Es de noche, miras hacia el cielo y ves que está nublado, cubriendo el brillo de las estrellas. La luna consigue filtrar sus rayos dándote algo de luz para poder guiar tus pasos en aquel bosque...

Todo aquello me puso la piel de gallina, y no solo por el frio si no porque no sabia que estaba pasando, y verme con aquel camison tampoco ayudaba mucho ¿Estaria aun dormida? Me pregunte a mi misma antes de levantarme e intentar encontrar algo en la lejania para coger algun rumbo.

El frío te deja las manos entumecidas. Colocándolas bajos los brazos consigues hallar algo de calor... Caminas, es un bosque bastante espeso, los árboles se encuentran bastante juntos, y sus raices sobresalientes hacen que camines con dificultad. Un par de vece estás a punto de caer, pero recuperas rápidamente el equilibrio y continuas tu camino.

Entre las ramas de los árboles, de vez en cuando se filtra algún rayo de luna, que te ilumina el camino y permite que puedas entrever las diferentes rutas que puedas tomar.

Al rato de caminar, el frío ha calado hasta tus huesos, y tus piernas se hallan con diversos cortes y rasguños, pero el entumecimiento evita que te duela. Finalmente, ves a lo lejos una luz que se abre camino entre los árboles...

Todo aquello em estaba sobrepasando, el frio y la situacion hacian mella en mi cuerpo, mis brazos me rodeaban intentando protegerme mientras caminaba de forma lenta sin saber muy bien a donde.

Finalmente una luz se vislumbro en el camino y como una mosca comence a seguirla.