Partida Rol por web

 El hombrecillo dejo la comida y tomo un tenedor. Comenzó a mover las manos realmente rápido. Era sorprendente el utencilio iba y venia cruzaba de dedo en dedo. Era algo que era digno de verse sus dedos eran realmente ágiles. Y su motricidad era mas allá de los limites ni siquiera se obervaba las manos. Estaba atento a la comida. Lo hacia para un lado y para el otro y aveces volvía al mismo dedo como si pivoteara. Entonces se lo paso a la otra mano la otra mano era algo mas torpe pero tambien se veia increíble. Era un movimiento algo hipnotizante. El dibujo que realizaba el palillo en el aire. El muchacho estaba hecho para eso. Sus dedos eran algo realmente asombroso. 

Entonces mientras se encontraba perdido entre sus pensamientos. Escucho que alguien le saludaba y se sentaba en frente de el.  

Hola, soy Sebastian. Alcanzo a decirle tranquilamente. No había visto a Edu llegar a sentarse y saludarlo como que le había desconectado de todo lo que estaba pensando. Había vuelto a la realidad de golpe y le costaba acostumbrarse a la idea de estar en la cafetería cuando había tantas cosas que definir sobre sigo mismo.

Me encantan las palabras de Erika, dichas con una sonrisa algo melancólica. -Si no nos dejan vernos, me escaparé para verte....- La digo en un susurro con sinceridad en mi mirada.

Noto que ambos nos controlamos, y observo alrededor nuestra, la gente que nos rodea...

-En serio, eres lo mejor que me ha pasado en bastante tiempo...-La susurro en un mimo, y me mantengo junto a ella, pegado, sintiendo su cuerpo y su respiración, en un estado de relajación y paz indescriptible....

Le digo bajo a Laila. ¿Te trataron bien en la revisión medica??

Esta vez sí que lo consiguió y mira que la cosa resultaba bastante difícil de lograr. Un leve rubor cubrió mis mejillas, aunque al menos, no tuve el instinto de bajar la mirada. Jamás en la vida había sentido vergüenza por nada, pero vamos, no estaba acostumbrada a las palabras bonitas de nadie al menos que no se lo estuviera pasando bien entre mis piernas, que así, todos acaban soltando algo que sonase bien.

- ¿ Y cómo sabes que soy lo mejor que te ha pasado si casi no has estado conmigo ni una hora? - Pregunté haciéndole un poco la burla, pero sólo por bromear y escuchar una bonita respuesta a eso, que en realidad, después de todo lo que había pasado, agradecía unos cuantos mimos.

Por otra parte, tampoco conocía lo suficientemente a Alex como para saber si después de echarme fichas a mí haría lo mismo con otra, pero de momento, no me iba a quejar por lo que me tocaba.

Kelly que ya había acabado de comer, se encontraba en una posición más o menos cómoda, es decir, prácticamente tumbada en la silla con un pie subido encima de otra silla.

No le había pasado por alto el deshormonomamiento de Erika y Alex, pero no le molestaba del todo. Si se sentían tan atraídos el uno por el otro, bien por ellos. Pero aún así, ríe ante el comentario de Xiana. Risa que se corta con la aparición de un chico. Ya le había visto antes. No parecía muy social.

Claro. Le dice brevemente tras mirarle de arriba a abajo, sin poner interés. Yo soy Kelly, pero puedes llamarme K. Y ella es Xiana. Le presenta a su amiga, con un leve gesto de cabeza.

Rubén sonríe al ver que es un poco aceptado, mejor dicho no muy rechazado, y se sienta al lado de Kelly.

- Encantado K y Xiana.

Miro al chico y le sonrio tranquilamente - Encantada - Le digo apartando la vista de la parejita para dejarle algo de intimidad uanque aqui era imposible... - ¿Que tal fue vuestro examen medico de chicos? - Le pregunto curiosa pensando en si la doctora tambien los examino a ellos o les pusieron un medico varon.

Rubén mira a otro lado pensando en la doctora.

- Pues... digamos que nos hizo un examen exhaustivo.- se ríe.- ¿y vosotras qué tal?

K seguía con pose aburrida.

Pues más de lo mismo. Disfrutó bastante metiendonos mano. Dice con burla, y una sonrisa de lado. Para luego mirar a Xiana y reír más abiertamente.

Sonrio al escucharla. -Lo sé porque en cuanto te he visto, mi corazón ha palpitado, me ha faltado el aire y tú presencia a iluminado la sala. Siento como si nos conocieramos de años, me encanta como eres, lo que transmites; eres una mujer con los pies en la tierra, la cabeza fria y el corazón caliente, 100% natural, y no te preocupas de aparentar una mierda, eres como eres, y a mi me encantas por eso.... Contigo se puede hablar de lo que sea, y tienes una cultura musical grandiosa; en fin, si eso lo veo en apenas una hora juntos, el conocerte más y pasar más tiempo contigo se me va hacer indispensable....-

La susurro con dulzura, mirandola a los ojos, con los mios brillantes de sinceridad, y una sonrisa calida en mi boca; mientras la comentaba esto, no pude evitar coger su mano, tocarla, acariciar su piel...

Mis mejillas alcanzaron un color rojo que no habían alcanzado nunca y la sonrisa que se dibujo en mi cara desde luego fue una de esas de tonta que quizás no podría borrar en un buen rato.

Mi pregunta había ido con un poco de mala leche, como queriendo saber más, pero desde luego, no hubiera esperado esa respuesta, que incluso puso mi piel de gallina. Mis labios se acercaron a los suyos y le besé con tal intensidad que si no hubiera sido por cómo y dónde estábamos ya estaría prácticamente encima de él y sin contenerme para nada..

No me salió ninguna palabra para responder pero mordí mi labio y le miré como posiblemente, no había mirado a un chico en mi vida y me mantuve asi un rato, hasta que mis mejillas volvieron a su color habitual, aunque sin soltarle.

- Por mi parte podemos pasar juntos todo el tiempo que desees... - dije al fin aunque reprimiendo un suspiro de esos absolutamente involuntarios. - Más que tu compañía lo que me gusta eres tú..

Miro a Leo arqueando una ceja. He terminado ya de comer y aparto el plato de delante mío.

- Bueno, si quieres puedes quedarte. Aunque no se que esperas que te diga....- Le digo encogiéndome de hombros y echándome un poco para atrás.

Miro a Xènia, parece algo mosqueada pero tampoco se la ve muy afectada... Vaya putada. Comento mientras continúo masticando. Son unos cabrones. Miro a los dos que vuelven nuevamente a enrollarse...

Joder, esos no pierden el tiempo. Digo con una media sonrisa mirando nuevamente a Xènia y haciendo un gesto significativo señalando a los dos.

Xènia los miró también, poniendo un segundo los ojos en blanco mientras le daba un bocado a su tenedor para apartar un poco la bandeja y poner los brazos en su lugar. 

Lo que me llama la atención es que no les digan nada. - dijo con una leve sonrisa. 

Instintivamente se giró hacia los guardas. Si cada uno se podía liar con quien quisiera, eso no iba a ser tan aburrido como parecería... Claro que ella de momento no tenía intención de liarse con nadie. 

Suspiró y miró a Iván para sonreirle leve. 

Asiento con la cabeza ante la presentación de Sebastian. Me llevo el tenedor a la boca y continúo comiendo. Ya tenía hambre y se nota por mi forma de devorar el plato. Miro sorprendido la velocidad con la que el chaval mueve el tenedor, tiene bastante traza.

- ¿Cómo haces eso? - Le pregunto intrigado.

Laia recordó la revisión que la docotra Estevez le había hecho.

- Ya sabes, fue incómoda y pasé mucho frío pero ya está.- sonría tímidamente.- ¿y a tí?

La miro. La médica esa fue muy bruzca, se nota que no tiene hijos,  fue muy incomoda la situación. La miro y bajo la cabeza.  Y tambien pase frio, esa mesa de la radiografia estaba helada.

No comprendo porque tantos equipos medicos y tantos examenes, en realidad poco les importa lo que nos suceda, te aseguro que si en alguno de esos examenes sale que tienes cancer, no van hacer nada al respecto, es por llenar un papel y decir que estan haciendo su trabajo, y mostrar papeles...

Miro a los demás que ni me determinan y pienso. Extraño a mis amigos.

Bajo mucho la voz y me acerco a Laia para que solo ella escuche.

Te debes cuidar, la niña esa, señalo a Diana, dice que hay unas chicas que la amenazaron, pero sabes, si tienes problemas me dices, yo te defendere.

Noto como Erika se sonroja bastante, y se la dibuja una sonrisa constante, acto seguido se acerca y me besa intensamente; tengo que afianzar un brazo a la mesa o me tira de ella, pero me encanta su reacción...

La devuelvo el beso, saboreando sus labios y su lengua, tras un rato, Erika separa sus labios y me mira de forma muy característica, que hace que me entre un escalofrio. Luego me dice que por su parte podemos pasar todo el tiempo que deseé, y que más que mi compañia, lo que la gusta, soy yo...

-Y tú a mi, Erika, mucho...- La confirmo con una sonrisa sincera; Es curioso como una experiencia a priori desagradable, te trae a conocer a la chica de tús sueños....

-Te aseguro que me dejen o no, pasaré todo el tiempo que pueda contigo....- La prometo sellando la promesa con un beso, mientras la aprieto un poco a mi para sentirla....