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Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

Capítulo 3. Hogwarts

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25/05/2022, 19:54
Directora

La mujer que apareció delante de ti no necesitaba presentación, porque además de ser reconocida por ti, ejercía una poderosa atracción y fascinación que resultaban imposibles de ignorar. Además, su tono al hablar, calmado, lleno de confianza, dulzura y comprensión, conseguía que todas tus dudas quedasen disipadas al instante.

El hecho de oír tu propio nombre en sus labios terminó por crear aquella conexión mágica entre ella y tú, lo quisieras o no, aunque por nada del mundo te hubieras marchado de aquel lugar sin hablar con ella. ¿Cómo ibas a perder la oportunidad de hablar con la fundadora de tu propia casa?

A pesar de todo, y mientras te miraba inclinando ligeramente la cabeza con aquella sonrisa que iluminaba más que sus hermosos ojos y el suave rostro que los contenía, tardaste en poder liberarte de tu fascinación para poder responder y hablar.

Estabas hablando con Rowena Ravenclaw, algo que quizás no volviese a ocurrir en cientos de años, con nadie más.

Finalmente, empezaste a hablar, intentando recoger tus ideas y ordenarlas de una manera coherente, mientras una pequeña voz en tu interior desconfiaba de la figura que tenías delante. Pero no fue muy complicado deshacerse de ella, porque aquel rostro invitaba a confiar en él de manera absoluto.

Así que tras unos segundos, conseguiste empezar a hablar y explicarle todo lo que había sucedido. Le contaste todo lo que sabías de Shadefian, el primer cuerpo que apareció en el tren, el hechizo, la fotografía, y el chico de la enfermería. Además, también aplicaste tu propio razonamiento y le diste sentido a todo aquello, ya fuese cierto o no, estuviese más o menos cerca de la realidad.

Durante todo el tiempo que hablaste, Rowena no alteró el gesto ni dejó de sonreírte, transmitiendo esa sensación de confianza que tanto necesitabas y que iba aumentando a cada segundo que pasaba.

-Eres valiente, Michael Cramson, leal y muy inteligente. Reúnes todas las características que debe tener un auténtico miembro de mi casa. Me siento orgullosa de que alguien como tú haya sido escogido para formar parte de Ravenclaw. Seguramente es por eso que has logrado llegar hasta este lugar; muy pocos magos y brujas lo han hecho y cada una de las veces he descubierto a alguien especial, como lo eres tú. 

Aquellas palabras, dichas por la auténtica Rowena Ravenclaw, eran capaces de acabar con cualquier duda, sospecha y resistencia que tuvieses contra ella.

-En cuanto a lo que me dices, reconozco que el apellido me resulta familiar, pero ignoro de quién se trata. Sin embargo, ese hechizo... creo que estás en lo cierto y que tiene que ver con el tiempo. Recuerdo un nombre...  Grymanfly.... sí, eso es. Me temo que no puedo ayudarte más, pero quizás con la información que te he dado, puedas hallar la solución. 

Su rostro amable te recorrió de arriba a abajo y entonces, habló por última vez.

-Ahora debo irme. Te dejaré en el corredor que lleva a tu casa. Recuerda que la inteligencia es solo útil cuando sirve a un único propósito: ayudar a los demás.

Rowena entonces sacó su varita e hizo un rápido movimiento con ella. Todo volvió a oscurecerse y apareciste de pronto en la entrada de la sala común de tu casa, indemne. El lugar estaba vacío y silencioso, y no sabías cuánto tiempo había transcurrido, pero seguramente, todo el mundo estaría ya en la sala común y los dormitorios, y de ahí que no hubiese nadie más.

Aquel lugar mágico en el que habías estado... simplemente había desaparecido, y con él, la fundadora de tu casa.

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25/05/2022, 22:17
Úrsula Galloway

-Pues con raíces no sé... pero con ramitas y hojas por la cabeza estarías mono-le dijo sacándole la lengua y pasando por la puerta con el sello de su casa-Alondra estaba triste, pero ni diciéndole cosas para que se sienta bien cambia. Uff, como me ha mirado, en fin, ella sabrá qué le pasa, pero no me gusta ver a nadie triste-se encogió de hombros y entrecerró los ojos, deslumbrada por el brillante rojo y dorado del pasillo-Yo tampoco veo, deslumbra cantidad, ten cuidado al andar vayamos a que tengamos delante algo y nos caigamos...

Pero los colores de su casa empezaron a disminuir su fulgor hasta que los dos niños pudieron mirar a su alrededor con comodidad, distinguiendo a una persona que les estaba esperando más adelante. Abrió los ojos como platos porque no esperaba a nadie en aquel lugar y, más aún, a él. Entrecerró los ojos, crítica, pero los volvió a abrir cuando escuchó como el fundador de su casa se sabía sus nombres.

-Esto... yo pensaba que los fundadores fundaron el cole hace muchos años... ¿no?-le susurró a Colt sin quitarle el ojo de encima a aquel hombre-Es que... esta muy vivo, ¿no crees?-lo miró, incrédula. Pero fue el mismo Godric la que sacó de sus sospechas-¡Ahhhh! vale...

¡Estaba allí para ayudarles!. Miró a Colt ilusionada. Molaba eso de ser mago, ¡podías ayudar a la gente del futuro!

-Sí, más o menos...ummm-arrugó el ceño y levantó un dedo, algo más tenía que apuntar-Exacto. Hasta ahora han aparecido dos, así como si estuvieran muertos, una chica en el tren y hace un rato un chico en los pasillos del colegio. En las dos ocasiones, nadie ha visto al culpable, pero todos hablan de ese mago malo que todos parecen conocer, pero nosotros no porque somos sangre sucia según Alondra, muggles según nuestros amigos magos. Tanto la chica como el chico tienen una cosa en común y es que nadie parece conocerlos, no son del colegio pero si que van vestidos como si lo fueran. Quizás vienen del pasado, quizás vienen del futuro, pero parece que no son del ahora, de ningún curso-se encogió de hombros. No entendía cómo podía ser eso pero fíjate, estaba hablando con el fundador de su casa que debía estar muerto desde hace la tira de milenios-Encontré una foto de la chica del tren junto a su cuerpo, se la veía con más alumnos del cole en lo que parecía ser algo relacionado con el quidditch y habíamos venido arriba, a la sala de trofeos, a ver si encontrábamos alguna foto en la que ella saliera. Si teníamos suerte podríamos saber que venía del pasado, su nombre, cuando estuvo en el cole... esas cosas. Aunque me temo que, si ningún profesor la conoce... no va a ser exactamente del pasado o sí lo es... pero de un pasado muy lejano.

Hizo una pausa y tomó aire, para continuar sin ponerse morada-El problema es que hay un mago malo suelto que le está haciendo daño a los alumnos del cole, que ya ha caído uno de Slytherin y uno de Hupplepuufff y que lo mismo cae un Gryffindor después-se encogió de hombros-Necesitamos una pista como ha dicho Colt para que los profes puedan atrapar a ese mago malo... o saber quienes son esos dos niños... o algo... para poder estar los alumnos a salvo mientras-miró a Colt y le guiñó le ojo-Y ya que él le ha pedido volver a la común sin que nos pillen...¿puede hacer que tampoco pillen a Luna y a Ivy que andan en la sala de trofeos escondiéndose de la profesora Tauris?-señaló al techo con su dedo índice, aunque no tenía claro que ya la sala de trofeos estuviera justo encima de ellos en aquel momento.

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26/05/2022, 08:58
Directora

Después de la oscuridad y aquel flash de luz inmenso, apareció la figura de Godric Gryffindor delante de vosotros, haciendo que todo lo que había ocurrido antes, no tuviese ninguna importancia. Parecía un tipo bastante afable, duro cuando debía serlo, sin duda valiente, pues esa era una de las principales características de los miembros de aquella casa, pero al mismo tiempo, sencillo y bonachón.

Era igualmente sorprendente estar delante de él y que supiese quiénes erais.

-Desde el momento que entrasteis por esa puerta, conozco vuestros nombres y también un poco de cada uno de vosotros. A ti, muchacho, te gusta bromear pero eres valiente, tal y como ya os he dicho, y estás siempre dispuesto a sacrificarte por los demás. En cuanto a ti, jovencita, eres decidida y leal, y siempre apoyas a tus amigos. Y por supuesto, ambos habéis llegado hasta aquí porque sois auténticos Gryffindor.

Entonces Colton  le respondió, hablando a su manera, y empezó a divagar un montón, provocando en Godric una enorme risotada.

-Perdóname, es que no he podido evitar reírme con el relato de tus aventuras, muchacho. Pero sigue, continúa explicándome qué hacéis aquí. Hacía tiempo que no me reía tanto.

Después de aquello, Colton pasó a la parte más seria y el hombre también adoptó un gesto serio mientras escuchaba las explicaciones. Úrsula también añadió algunas cosas de su propia cosecha

-Hummmm. Lo que me contáis es bastante serio. Es cierto que los mayores a veces no prestan atención a cuanto les rodea, o se creen más listos de lo que son en realidad, pero para eso estáis vosotros, ¿verdad? Solo aquellos de corazón puro podrán encontrar siempre el verdadero camino, o eso es lo que dicen los antiguos escritos. Así que tengo plena confianza en que logréis ayudarles. Lo único que puedo deciros es que todo eso de los conjuros desalmizadores me resulta vagamente conocido. Había un mago que inventó una vasija en la cual ocultaba las almas de la gente, pero nunca llegué a tender bien cómo funcionaba, ni tampoco si de verdad había almas allí dentro. En mis tiempos, como comprenderéis, la muerte está a la orden del día y nadie hace un seguimiento de quien está y quien no. Pero si alguien está haciendo algo así, tendréis que tener mucho cuidado, desde luego.  En cuanto a lo de "sangre sucia", no le des más importancia de la que tiene, jovencita. Siempre ha habido y habrá, por desgracia, magos y brujas que creen en esa segregación que en realidad no tiene ningún sentido puesto que un mago es un mago, ¿verdad? Dejad que cada uno busque su lugar.

El hombre avanzó un poco para acercarse a vosotros.

-Pero volviendo otra vez a vuestro problema, me llama poderosamente la atención que haya atacado a chicos de dos casas diferentes. Puede ser por puro azar, por supuesto, pero también alguna de las muertes podría tener un motivo oculto., ¿lo habéis pensado? También hay otra cosa que tendríais que sopesar, chicos. Si estáis en el colegio y hay víctimas, ese mago está dentro, con vosotros, y solo hay una manera de que algo así suceda. Alguien no es quien dice ser. Después de todo, no se puede entrar ni salir del colegio de ninguna manera.

Después de deciros eso, sacó su varita.

-Y ahora, me temo que tengo que marcharme, pero no os preocupéis por vuestras aventuras. Os dejaré directamente en la entrada de la sala común, siempre que me prometáis... seguir siendo auténticos Gryffindor. Con vosotros, sé que mi casa marcha por buen camino y que haré un buen trabajo. No puedo ayudar a vuestras amigas porque no están aquí y mi magia está limitada a este recinto, pero estoy seguro de que lograrán escapar. Creo... que viendo como sois vosotros dos, ellas no se conformarán con esperar a que las pillen infraganti.

Godric os guiñó un ojo y en un abrir y cerrar de ojos, hizo un movimiento de varita que oscureció todo de nuevo durante unos pocos segundos, apareciendo después en la entrada de la sala común de vuestra casa, indemnes. El lugar estaba vacío y silencioso, y no sabíais cuánto tiempo había transcurrido, pero seguramente, todo el mundo estaría ya en la sala común y los dormitorios, y de ahí que no hubiese nadie más.

Aquel lugar mágico en el que habíais estado... simplemente había desaparecido, y con él, el fundador de vuestra casa.

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26/05/2022, 15:01
Kyle Goldfinch
Sólo para el director

Aquél supuesto Salazar Slyherin parecía ser real. Tenía miedo que fuese el asesino disfrazado o algo parecido. Con Alondra apretándome el brazo ambos estábamos visiblemente intimidados por él, cuando empezó a entrecerrar los ojos y a agitar varita, nos encogimos esperando lo peor.

Y entonces... TODA MI VIDA PASÓ FRENTE A MIS OJOS, o mi mente... como cuando dicen que vas a morir. Iba a morir, estaba claro. Todo sucedió rápidamente, como si me quitaran las imágenes de mi vida, ¿así es como muere uno?. No, no podía ser!! Mi padre, siempre ignorándome, siempre mirándome por encima del hombro. La veintena de sirvientas y asistentes que se hicieron cargo de mí mientras crecía, mi aburrimiento, mi soledad, los falsos niños amigos por conveniencia social, las fiestas sociales obligatorias a las que tanto quería ir de pequeño pero que luego detesté con toda mi alma, las cientos de novias temporales de mi padre, Rob. ROB, mi único aliado, amigo, hermano, primo, mi salvación. La única chispa real en mi vida, hasta que la magia apareció... los accidentes ridículos con magia... la carta, el callejón diagon, el tren, la niña muerta, Alondra, Ivy, Colton, Michael, Luna, Úrsula... las primeras dos clases... TODO. TODO apareció frente a mi a una velocidad frenética. Y con todo, las emociones. Las malas. Las buenas... las enormes ganas de ver por mis propios ojos la magia real. La decepción al ver como incluso los magos eran clasistas.

Y lo más importante. Mi madre.

La cara borrosa de mi madre. La imagen borrosa como sólo un bebé puede ver. Los largos cabellos de tonos castaños oscuros, rizados, rebeldes como mi pelo cada mañana. La imagen borrosa de una madre que nunca conocí, que nunca recordé. Hasta ahora que me estaban sacando mis recuerdos por la fuerza. Pero el recuerdo se iba, rodando con el resto del carrussel, demasiado rápido, y yo quería alcanzarlo de nuevo... me resistí, tenía que ir hacia atrás otra vez, hacia ese momento!! la cara de mi madre!! QUIERO VER A MI MADRE!! apreté tanto mis dientes que sentí dolor. Estaba muriendo o estaba vivo??

Y tan rápido como sucedió, se paró. Todo aquello acabó. 

Jadee como si me hubiera quedado sin aliento, casi caigo de rodillas. Alondra estaba igual, aún agarrada todavía más fuerte a mi brazo, como si soltarse de mí le fuese la vida en ello.

Y aquél hombre, Salazar Slytherin, nos reprochó como si nos escupiera en la cara. Y la verdad dolió. Y le miré con odio. Pero no pude reprocharle *COMO SI YO QUISIERA ESTAR EN LA CASA DE GENTE COMO TÚ!! - mi boca estaba pegada y mis dientes apretados. Aquella crueldad era palpable.

Pero respondió... y no nos mató. Y conocía a los Shadefian en su "tiempo". Y dijo que quizás estaba haciendo su trabajo... "limpiar de inmundicia el mundo mágico", y con un desprecio final, nos dejó en la negrura.

Y en un instante, estábamos en la entrada de nuestra Sala Común. Indemnes. Con Alondra aún cogida de mi brazo, paralizados. 

Hasta que me acordé que teníamos que respirar. Y entonces recordé a Ivy. Abrí mucho los ojos y abrí la puerta de mi sala.  *IVY?? HA VUELTO IVY??-   Si hubiese alguien ahí en ese momento esperando en la sala común, nos habría visto entrando, pálidos como la tiza y con Alondra agarrada a mi brazo como una boa constrictor.

Entonces miré a Alondra, ella también había sido criticada por Salazar. *El odio está bien. Te hará fuerte... - qué clase de frase cruel era esa?? y que era eso de "No tienes categoría para esta casa"... nos repudió a ambos cuando ella sí era una SangreLimpia???. Las palabras me salieron con un hilillo de voz. - Alondra... ess..tás bien?.

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27/05/2022, 00:48
Michael Cramson

Tras hacer aquella última pregunta en un tono casi desesperado, Michael se quedó mirando a Rowena Ravenclaw, esperando una respuesta que les diera a él y a sus amigos algo a lo que agarrarse en mitad del enigma en que se habían visto envueltos. Otros en su situación sin duda hubieran aprovechado para tener una conversación profunda y trascendental con la legendaria bruja que había contribuido a fundar Hogwarts. Pero en la mente de Michael no había nada más importante que dar sentido a la aventura que estaba viviendo junto a Ivy, Colton, Luna, Úrsula y Kyle.

La fundadora habló por fin con aquella voz cautivadora, y Michael puso toda su atención para no olvidar el menor detalle. Los elogios que Rowena le dedicó hicieron que su rostro se pusiera muy caliente, y tuvo que bajar la mirada azorado. No se tenía por nadie especial, y menos después de lo mal que había empezado en las clases... pero hubiera sido de mala educación contradecir a una bruja tan importante. Entonces Rowena se refirió a su duda, y Michael volvió a alzar la vista, muy atento.

La famosa bruja no pudo darle mucha información, pero le dijo que estaba de acuerdo con su teoría de que el tiempo tenía algo que ver en todo ese misterio. El corazón de Michael se aceleró al escuchar aquél apoyo a su teoría. ¡Al menos tendrían un hilo del que tirar! Y además, Rowena le dio un nombre, Grymanfly. Michael lo repitió varias veces mentalmente a fin de grabarlo a fuego en su memoria. ¿Qué podía significar? Pero antes de que tuviera tiempo de preguntar nada, Rowena Ravenclaw indicó que la entrevista debía terminar. Tras aquél floreo de varita, todo se desvaneció... y Michael se encontró pestañeando frente a la puerta de la Sala Común de Ravenclaw.

Miró a un lado y a otro, pero no había ni rastro de la fundadora de Hogwarts, ni de nadie más. El pasillo estaba desierto. Michael tardó un momento en poder reaccionar, aturdido aún por todo lo que acababa de pasar. ¿De verdad había hablado con Rowena Ravenclaw? Estaba tan atónito que no podía creerlo, y se pellizcó para asegurarse de que estaba despierto. Pero sí, todo indicaba que había sido real... 

Las piernas le temblaron, y tuvo que apoyarse en la pared del corredor, mientras notaba que el aire le faltaba. Se deslizó por el muro hasta acabar sentado en el suelo de piedra. De repente se sentía mal. Tras todas las emociones y la adrenalina de aquella tarde, ese momento de calma había hecho que las fuerzas le fallaran al fin. Pensó en sus amigos y amigas. ¿Habrían tenido una visión parecida con Godric Gryffindor y Salazar Slytherin? ¿Estarían bien Luna y Ivy? Notó que volvía aquel desagradable nudo en la garganta y que las lágrimas le anegaban una vez más los ojos. Se moría de ganas de volver a ver a todos y contarles lo que había pasado, pero era demasiado tarde para eso. No se sentía con fuerzas para recorrer solo el castillo de noche, si le pillaban se metería en otro lío gordo. ¿Y qué podía hacer, plantarse frente a las entradas de sus Salas Comunes para nada? No... sería mejor esperar al día siguiente.

Grymanfly. El nombre seguía volviendo a la mente de Michael sin que pudiera evitarlo, como si fuera lo más importante que había oído nunca. Y sin embargo, una voz en su interior le decía que quizá estaba pasando algo por alto... Pero no podía pensar con claridad. Sería mejor que anotase el nombre en un trozo de pergamino, por si acaso, y que se acostara cuanto antes. Se incorporó, y tras enjugarse las lágrimas con la manga de la túnica, se dirigió a la cabeza de águila que guardaba la entrada a la Sala Común de Ravenclaw.

Buenas noches —susurró—. Qui... quisiera entrar, por favor.

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27/05/2022, 09:06
(1S) Alondra Sparks

Aquel hombre era terrible. Por una parte, estar delante del fundador de mi casa era un honor difícil, por no decir imposible, de resistir. Aquel mago había sido el principio de mis padres y también el mío. Pero su manera de hablar y sobre todo, de mirar, con aquellos ojos que parecían... bueno, como si estuviesen muertos, me hizo temblar de arriba a abajo, aunque no me atreviese a decirlo.

Pero lo peor fue cuando entró en nuestras mentes. De pronto sufrí una especie de... no sé cómo explicarlo, enorme dolor de cabeza, como si se hinchase de golpe, y pude ver toda mi vida de la misma manera que viese la de cualquier otro, solo que era la mía, LA MÍA.

Y era terrible, muy terrible.

Me vi a mí misma sonriendo, pero también llorando ante el nivel de exigencia de mi madre, que una y otra vez me obligaba a hacer las cosas a la perfección, porque todo lo que no fuese así era un fracaso detrás de otro.

Fracasada, eres una fracasada, me repetía en numerosas ocasiones, hundiéndome y haciendo que me sintiese la peor persona del mundo. Y a su lado, mi padre no decía absolutamente nada, como si no fuese con él. Parecía estar de acuerdo... aunque no lo estaba. Era terrible volver a vivir aquellos momentos en los que odiaba a mi madre por hacerme aquello, y a mi padre por permitirlo, pero también rápidamente pasé a odiar a todos los que a mi alrededor tenían una familia que se preocupaba por ellos y los cuidaba, no como la mía.

Eso no podía permitirlo. Ellos eran unos perdedores, ellos, y no yo, pero ver aquello... fue lo más horrible que había experimentado en toda mi vida.

Parecía como si mi cabeza fuese estallar y abrí la boca para gritar, justo unos segundos antes de que todo se detuviera, igual que había empezado. Agotada, dolorida y llorando sin parar, caí al suelo de rodillas.

Después de aquello, nos despreció, a los dos. Dijo que yo era una niña estúpida, miedosa y llena de odio. Sí, tenía odio y en esos momentos le odiaba a él. Me limpié las lágrimas con el brazo y mantuve su fría mirada, aunque no durante mucho tiempo porque... porque era Salazar Slytherin y tenía que estar haciendo eso por mi bien, ¿no? Eso era. Seguro que quería motivarme, aunque no fuese capaz de darme cuenta de ello inmediatamente.

Dijo un montón de cosas a las cuales no presté atención porque todavía estaba recuperándome del dolor que sentía, físico y mental. Aquella experiencia había sido terrible y aún temblaba completamente.

Cuando volví a mirar a mi alrededor, me encontraba cogida al brazo de Kyle y delante de la entrada a la Sala Común de Slytherin. Ni siquiera me di cuenta de que me arrastraba hacia el interior, ni tampoco de que todavía no me había recuperado, hasta que Kyle se acercó a mí y me preguntó si estaba bien.

Sin fijarme en si había más gente a nuestro alrededor, me volví hacia él y le abracé con fuerza, llorando desconsoladamente durante no sé cuanto tiempo, sintiendo que no valía nada. Solo después de un tiempo, me di cuenta de que no podía hacer eso; no podía rendirme.

Así que me separé con violencia de Kyle y me dirigí a toda velocidad hacia los dormitorios. No quería que Kyle, ni nadie, me viese de aquella manera, porque yo era Alondra Sparks y los Sparks debíamos mostrarnos superiores a todos, me decía mi madre sin parar.

Los Sparks no nos dejamos llevar por las estúpidas emociones. Hemos nacido para ser los mejores y eso es lo que espero de ti, Alondra.

Y con las palabras de mi madre resonando en mi cabeza, entré en los dormitorios, sin fijarme si quiera en cuánta gente y quién había en la sala común.

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27/05/2022, 19:37
Colton Derrick

Sé quedo mirando a Úrsula y entrecerró los ojos. ¿Mono? ¿Él? ¿Aquello era una declaración? No, ¡no podía ser! ¿En que estaba pensando Úrsula? ¡Los amigos no podían decirse esa cosas! ¡Bajo ningún concepto!. Vale, se lo había dicho, pero, igual se le había escapado, así que no contaba, así que optó por no darle más importancia y le dijo
- ¿Mono, yo? Meh....Alondra siempre hace cualquier cosa para llamar la atención, es tan poco de fiar como un gremlim, adorables, pero luego lo mojas...y se vuelve rabiosa.... no te preocupes por ella...... y sí, hay que tener cuidado porque se ve menos que en la cueva de un oso.

Que no es que hubiera estado en la cueva de un oso nunca, y menos en una rojo y dorada, pero era para entenderse. Colton asintió con lo de los fundadores, al menos tenían que ser tan viejos como los papás de Ivy, aunque creía que mucho más porque el colegio parecía más viejo que Stone Henge. Cuando dijo que estaba muy vivo le dijo a Úrsula - Igual es un fantasma....

Pero no, era un reflejo, que mira que había visto reflejos suyos en el espejo, pero ninguno molaba como aquel, sonrió a Úrsula que se veía tan emocionada como él y claro, cuando Colton se emocionaba empezaba a hablar, y habló, habló y habló, al principio sin mucho sentido, pero parecía que el jefe de su casa no solo le conocía bien, a él y a todos, sino que tenía buen sentido del humor, porque él le hacía gracia, porque se reía en plan eres gracioso, no en plan, jijiji jajajaja, me estoy partiendo el culo de ti, que sino se hubiera llevado un tirachinazo entre ceja y ceja. Sonrió antes de decirle

- Y eso que no ha visto lo que pasó en el tren con Alondra, sino si que se hubiera reído... Wala, soy un auténtico Gryffindor, es una pasada, debe tener más memoria que un elefante, porque yo solo me sé unos cuantos compañeros....

Y así fue contando hasta que llegó al quid de la cuestión. Los asesinatos. Él pensaba que Godric le empezaría con el blablabla de los mayores, que si los niños no se meten en los asesinatos, que si tienen que comer verduras, que si no se obedece te lleva el coco, pero no, a Godric aquello de que persiguieran asesinos le parecía lo normal. Molaba, para ser un reflejo molaba mucho más que muchos profes vivos. Afortunadamente su amiga explicó todo lo que pasaba de una forma más o menos ordenada, y el dire pareció entenderlo todo.

Asintió, aquello era serio, era de las cosas por lo que su madre lo sacaría del cole a la velocidad de la luz de enterarse. Sonrió cuando dijo que los mayores a veces estaban empanaos y asintió con una sonrisa llena de picardía. - Por supuesto, nosotros estamos ahí para cuando los mayores no se enteran, es que, los mayores a veces solo piensan en base a sus experiencias, y como los niños no tenemos, pues lo hacemos con la imaginación...y claro...se nos ocurren cosas. Así que, si tengo el corazón puro, tendré acceso a la autopista de los escritos, me ha quedado claro - Solo esperaba que eso del corazón puro no fuera portarse bien y no liarla, porque sino tenía el corazón muy podrido - y claro que ayudaremos, puede estar usted tranquilo. mmmmm - Le sonaban los conjuros desalmizadores y les estaba poniendo en una pista, una vasija - Una vasija, yo he oído algo parecido, los liches hacen algo así, pero claro, no sé si aquí existen. Vigilaremos por si vemos alguna vasija sospechosa. - Solo acompañó de un gruñido la mención a la limpieza de la sangre mientras le escuchaba hablar sobre lo que podía ser - Tiene que haber un motivo oculto, porque si fuera en plan random, alguien conocería a los chicos muertos, y no creo que sea posible que dos de dos muertes sea de gente que nadie conocía... - Aquello hizo que mascullara. Claro, que tonto, el mago oscuro debía estar allí - Entonces no mata a distancia, sino, que está aquí... Entonces ¿Es invisible? ¿Hace algún encantamiento para que lo veamos como un niño?... ¿Es un profe? Porque el número de adultos es muy pequeño, y un niño no creo que sepa hacer esas cosas...- y entonces les anunció que tenía que irse - ¿Ya? Pero si acaba de llegar y se lo está pasando muy guay con nosotros.... Oh, bueno, muchas gracias por su tiempo, estoy seguro que lo esperan en un sitio muy importante... ¿No puede hacer nada por ellas? Mire que Luna también es Gryffindor... Nueno, en eso tiene razón, son chicas listas, seguro que se escapan, es que, son amigas nuestras....son las mejores, un día se las presentaré...

Les guiñó un ojo sin que pudiera acabar de contarle sus cosas y allí estaban frente sus dormitorios. Miró a Úrsula y le preguntó - ¿Entramos o vamos a buscar a Luna? Yo creo que lo mejor es que la esperemos porque no sabemos donde puede estar, y si nos pillan rondando igual lo que hacemos es llevar a los profes a donde se esconden.... - La sonrisa le salía de la cara - Ha sido.... muy guay, nuestro fundador es super enrollado... Estoy contento de haber caído en esta casa, y , y de tenerte de amiga, molas mucho Úrsula.

 

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28/05/2022, 12:27
Luna Ferlet

Ya está, lo había soltado.

Había resultado muy difícil hacerlo, más que nada porque aquel secreto traía consigo muchos temores. Recuerdo bien cuando me transformé por primera vez, no porque mantuviese mi consciencia, porque la perdí completamente, sino por lo que sentí al comienzo de transformarme y lo que me contaron mis mamás.

Un dolor inmenso me atravesó por todas partes, tirando de mi cuerpo en todas direcciones a la vez, como si de repente varias personas quisieran un pedazo de mí y no se conformaran con menos, y mis ojos casi se salieron de sus órbitas al comprobar los primeros indicios de cambio, el elongamiento de mis extremidades y la curvatura de mi columna.

Nada más supe, pues mi mente se perdió también en el salvajismo y no fui capaz de retener nada más ni tampoco fui consciente de lo que hacía.

Afortunadamente, era una niña y por ello, resultó sencillo controlarme, encerrarme y esperar a que se me pasara, pero mis madres supieron que aquello iba a necesitar de algo más que encontrar un lugar capaz de resistir mis intentos por salir.

La poción matalobos supuso un antes y un después, dado que gracias a ella fui capaz de comprender mejor lo que me sucedía, ser consciente de lo que era cuando me transformaba y actuar de manera humana.

Pero nada de eso evitaba que me viese a mí misma como un monstruo.

Una vez lo comprendí y pude verme tal y como era, fue incluso peor, porque nada de lo que mis mamás me decían podía aliviar aquel sentimiento que me invadía de que estaba maldita y que merecía morir.

Fueron dos años terribles, durante los cuales el tiempo entre luna llena y luna llena, pensaba en diferentes maneras de huir y acabar con mi vida. Era muy joven, pero tenía tanto miedo y sentía tanto desprecio por mí misma, que no soportaba la idea de transformarme cada mes.

Pero mis mamás siguieron insistiendo, diciéndome que no era tan grave y que si tomaba la poción, podría ser yo misma, lo que significaba que debía ser capaz de tener una vida normal, aunque con la llegada de la carta de Hogwarts, los miedos regresaron de nuevo.

¿Qué posibilidad tenía de ir al colegio siendo lo que era, un engendro terrible que podía suponer un peligro para todo el mundo?

La directora había dicho que con las debidas precauciones nada debía suceder, pero yo no estaba convencida completamente, y sin embargo, después de conocer a Ivy, había tanto por lo que merecía la pena esforzarse.

Y ahora, finalmente, aquel sentimiento de culpa que me había llenado por todas partes, la mezcla del miedo que sentía por la proximidad de mi transformación y el no haberle contado mi secreto, junto con el más que probable rechazo que podría sufrir, dejándome sola de nuevo, hizo que en mi cabeza la idea de escapar de allí y volver a casa, cobrase más fuerza.

Toda aquella aventura había estado muy bien, había sido emocionante, y al final habíamos encontrado algo que seguro que nos llevaba a descubrir lo que estaba ocurriendo con ese malvado mago. También el colegio estaba bien, y pociones se me daba genial, pero… yo era un monstruo, no podía estar allí.

-Soy un monstruo -volví a murmurar.

El rostro de Ivy pareció mostrar cómo se debatía en su interior, entre el horror de mi confesión, el estar al lado de un peligroso monstruo que era al mismo tiempo su amiga, y la decisión acerca de si salir corriendo de allí o marcharse muy lentamente, por lo que pudiera suceder.

Yo misma era capaz de mirarme a través de sus propios ojos y los hilos de sus pensamientos no me resultaban del todo incomprensibles, pues estaba claro que no estaba preparada para algo así, ni yo tampoco.

De hecho, no lo había aceptado, ni lo haría nunca. Cómo alguien podría tener como amiga a una licántropa como yo, que en cualquier momento se esperaba que saltase para morderle el cuello.

Sí, eso no iba a ocurrir jamás porque solo me transformaba cuando había luna llena y tomaba la poción sin falta, por muy asquerosa que estuviese, pero la gente no lo sabía y desde luego, había muchos prejuicios.

Mis mamás me lo habían dicho también.

Aunque ellas le quitaban importancia y repetían una y otra vez que podía ser normal, lo cierto era que dudaba que alguien pudiera verlo como algo sin importancia, porque lo tenía. ¿Por qué me había tenido que ocurrir a mí? ¿Por qué… no me había matado, en lugar de dejarme con vida y llevando aquella maldición?

-Puedes marcharte si quieres. Lo… entenderé. P-por eso no quería decírselo a nadie, porque tenía miedo de perderte. Pero… supongo que pensarás que es mejor estar lejos de algo como lo que yo soy.

Y es que no podía cambiar lo que era, ni tampoco dejar de sentirme como me sentía en aquellos momentos, como si de repente hubiese perdido mi habilidad para distinguir los colores y el mundo que me rodease solo pudiera ser visto en blanco y negro.

Me había dado cuenta por fin de que jamás podría ser una chica normal.

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29/05/2022, 12:51
Úrsula Galloway

Colt, como siempre, había contado las cosas a su manera pero el mago fundador de nuestra casa no era como el resto de profes ni los padres de Colt, él estaba escuchando con atención y se reía cuando algo le hacia gracia de lo que Colt contaba. Pero se reía de verdad de la buena. Y Úrsula con él porque su risa era super contagiosa. Era un buen mago, de los de verdad, de los buenos buenos.

-¡Oh!,realmente no le doy importancia, pienso como usted-le respondió a Godric cuando comentó lo de la sangre sucia-Además, viniendo de quien viene... pseeee -se encogió de hombros al pensar en Alondra.

Dejad que cada uno busque su lugar...

Úrsula no entendió muy bien aquello pero le sonó a algo profundo e importante. Supo que, con el tiempo, lo entendería bien, así que se guardó aquella frase muy bien guardada, decidida a no olvidarla jamás.

-Además de por eso, Colt, también yo creo que los mayores se complican siempre, buscan mil y una razones y no ven lo más simple. Es como si dijeran que la solución es lo simple, los demás mayores se fueran a reír de ellos. A los niños eso nos da igual porque si pensamos que algo puede ser, lo decimos y ya está-asintió a Colt, emocionada. ¡Godric pensaba que ellos podían ayudar!, ¡confiaba en ellos!. Era ilusionante que, aunque aquello pareciera una cosa de mayores, él los dejara seguir investigando y no los enviara directos a dormir. O a casa, que era otra opción. Pero, una de las cosas que dijo Colton en aquel momento, desvió su atención-¿Qué son los liches?-y mira que todo lo que hablaba Colt le sonaba, pero no aquello. ¿Que era un liche?.

-Un motivo oculto, sí, seguro que sí. Esas cosas no se hacer por hacerlas, ¿no?. Siempre hay una razón, aunque sea difícil de entender.... ummmm  y alguien dentro del colegio. Eso tiene sentido. Dentro del colegio y... ¡fue alguien que también estaba en el tren! porque allí mató a la primera chica. ¡Es una pista Colt!-Úrsula aplaudió de la emoción y lo miró con brillo en los ojos, eso podría descartar a muchas de las personas del colegio, tendrían que trabajar en ello. Entre todos lo conseguirían.

-Sí, yo también creo que no se dejarán pillar, Luna es muy inteligente e Ivy no se queda atrás, seguro que encuentran un buen sitio para esconderse y que no las vean-Úrsula sonrió enormemente y levantó la mano, solemne- ¡Prometo seguir siendo una auténtica Gryffindor, mago fundador Godrid!-prometió antes de que el mago los devolviera a su habitación-Muchas gracias por la ayuda, ¿podemos volver aquí mas veces? Me encanta hablar con usted-preguntó curiosa justo cuando vio que él movía la varita en el principio de un conjuro.

Y aparecieron en la puerta de su sala. Así, en un abrir y cerrar de ojos.

-¡Gualaaa! No se sentido nada y ya estamos aquí. ¡Es genial eso de ser mago y hacer estas cosas!. Nunca llegaríamos tarde a clase si supiéramos hacer ese truco. Ummm sí, mejor esperamos aquí a que vuelva. Bueno, aquí no, mejor dentro en la sala y la esperamos en los sillones, que si nos ven aquí fuera lo mismo también nos preguntan...-se quedó mirando a Colt al escuchar sus siguientes palabras. Le devolvió la misma sonrisa enorme y franca-Godric es guay y tu también. ¡Hacemos un buen equipo!. Gryffindor mola, cada vez me gusta más. Creo que esto nos va a gustar, Colt. Aunque niños como Alondra no crean en nosotros, pero le tenemos que hacer caso a Godrid. Cada uno debemos buscar nuestro lugar. Además, podemos ir pensando en qué profesores iban en el tren con nosotros y cuales no, así podremos descartar a los que no iban en el tren, por ahora, alumnos creo que podemos suponer que venían todos, ¿no?

Sin dejar de sonreír, le hizo un gesto a Colt para ir dentro y esperar a Luna hasta que llegara y los pusiera al día de lo que había sucedido al final en la sala de los trofeos.

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29/05/2022, 13:39
Directora

Alondra desapareció en cuestión de segundos y como afortunadamente no había mucha gente en la sala común, tampoco hubo que dar demasiadas explicaciones. No sabías muy bien cómo reaccionar ante lo que había ocurrido pero la actitud de Alondra te había parecido muy diferente a la que os tenía acostumbradas. Las duras palabras de vuestro fundador habían hecho mella en ella y se había derrumbado; era fácil sentir lástima por aquella chica, al menos en esos momentos, porque nadie se merecía que la tratasen así.

Seguramente no duraría demasiado y al día siguiente volvería a ser la engreída insoportable de siempre, pero mientras veías como huía entre sollozos, resultaba imposible no empatizar con su sufrimiento.

Mientras tanto, no había ni rastro de Ivy y tampoco parecía como si fuese a venir. 

Por otro lado, los elfos domésticos habían dejado un montón de comida en la mesa, por lo que podías cenar sin problemas mientras le dabas vueltas a todo lo que habías escuchado y te había ocurrido. Había muchas cosas que contar a los demás, pero claro, en esos momentos, la ausencia de Ivy era tu principal inquietud. 

Cuando te acercaste a preguntar sobre ello, nadie la había visto, pero tampoco habían oído nada acerca de un castigo. Esas eran buenas noticias, pero no podías asegurarlo todavía. Claro que si no las habían atrapado, ¿en dónde estaban? ¿Por qué no habían llegado?

Te quedaste despierto durante algún tiempo, con la idea de esperar a ver si llegaba, pero finalmente tuviste que irte a dormir. Estabas demasiado cansado; muchas emociones y mucho trabajo para ser el primer día de tu vida en Hogwarts. Seguramente no tardaría en llegar y a la mañana siguiente sabrías a ciencia cierta lo que había sucedido. Sí, seguro que sí, y como no tenías noticias, debía ser que se había escondido junto a Luna en alguna parte.

Eso debía haber ocurrido.

Así que te retiraste a los dormitorios con algo más de esperanza, dejando de lado el pesimismo que te había invadido en un principio. Todo iba a salir bien.

A la mañana siguiente, todo volvieron a ser prisas y más prisas. Tenías una nueva clase y muy poco tiempo para desayunar. Ignorabas si Ivy había vuelto, si bajaría o lo habría hecho ya, pero lo mejor era reunirte con los demás y esperar a que apareciese, porque además, había mucho de lo que hablar.

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29/05/2022, 18:53
Directora

Tras la sorpresa de aparecer en la puerta de vuestra sala común, no tardasteis demasiado en entrar.  A pear de no haber pensando mucho en ello, podía ser que Luna estuviese esperando dentro, o que la prefecta de Gryffindor os regañara por llegar tarde, pero no sucedió ninguna de las dos cosas. El lugar estaba bastante tranquilo, con unos pocos miembros de la casa hablando entre ellos tan distraídamente que ni siquiera repararon en vosotros. Para cuando os vieron, pensaban que acababais de bajar de los dormitorios.

Por otro lado, los elfos domésticos habían dejado un montón de comida en la mesa, por lo que podíais cenar sin problemas mientras le dabais vueltas a todo lo que habíais escuchado y os había ocurrido. Había muchas cosas que contar a los demás, pero claro, en esos momentos, la ausencia de Luna hacía pensar en lo peor. Por si acaso, Úrsula subió a los dormitorios de las chicas esperando encontrarla allí, pero no había ni rastro de ella y tampoco se atrevió a preguntar, por miedo a que pudieran castigarla al darse cuenta de que no estaba allí. 

Así que volvió a bajar, informó a Colton y ambos esperasteis durante un tiempo, mientras llenabais un poco vuestro estómago y hablabais de todo lo que había sucedido.

Finalmente ambos tuvisteis que iros a dormir. Estabais demasiado cansados; muchas emociones y mucho trabajo para ser el primer día de vuestra vida en Hogwarts. Seguramente no tardaría en llegar y a la mañana siguiente sabrías a ciencia cierta lo que había sucedido. Sí, seguro que sí, y como no tenías noticias, debía ser que se había escondido junto a Ivy en alguna parte.

Eso debía haber ocurrido.

Así que os retirasteis a los dormitorios con algo más de esperanza, dejando de lado el pesimismo que os había invadido en un principio. Todo iba a salir bien.

A la mañana siguiente, todo volvieron a ser prisas y más prisas. Teníais una nueva clase y muy poco tiempo para desayunar. Úrsula se despertó buscando a Luna a su lado, pero seguía sin aparecer. Ahora sí que estaba preocupada.  Sin embargo, aunque la castigaran, ¿tendrían que dejarle desayunar, no? Así que ambos salisteis a toda prisa en cuanto estuvisteis listos, en dirección hacia el salón.

Había que reunirse con los demás, hablar de todo lo que habíais averiguado... y ver si Ivy y Luna estaban bien.

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29/05/2022, 19:02
Directora

Tras la sorpresa de aparecer en la puerta de tu sala común, no tardaste demasiado en entrar.  Había muchas cosas en qué pensar, muchas emociones que digerir, y eso hizo que casi entrases de manera automática, sin darte cuenta realmente de ello. Lo normal era que Ivy y Luna estuviesen ya descansando y hablando por los... bueno, eso que les había prestado Colton, riéndose por el miedo que habrían pasado y sintiéndose muy bienpor haber podido sobrevivir a una aventura.

¿Pero y si las habían atrapado? Estabas seguro de que la profesora Tauris no solo era dura a la hora de dar las clases, sino también para impartir castigos.

El problema era que hasta la mañana siguiente no sabrías a ciencia cierta lo que había ocurrido. ¡Qué nervios!

La sala común estaba bastante tranquilo, con unos pocos miembros de la casa hablando entre ellos tan distraídamente que ni siquiera repararon en ti. Para cuando te vieron, pensaban que acababas de bajar de los dormitorios.

Por otro lado, los elfos domésticos habían dejado un montón de comida en la mesa, por lo que podías cenar sin problemas mientras le dabas vueltas a todo lo que habías escuchado y te había ocurrido. Había muchas cosas que contar a los demás, pero claro, en esos momentos, los nervios por todo lo sucedido y las ganas de hablar de ello con tus amigos, eran sentimientos demasiados intensos como para pensar y sentir nada más.

Durante un rato te quedaste en la sala común, comiendo un poco, pero finalmente tuviste que irte a dormir. Estabas demasiado cansado; muchas emociones y mucho trabajo para ser el primer día de tu vida en Hogwarts. Seguramente a Luna y a Ivy no les habría pasado nada; fijo que se habrían escondido en alguna parte.

Eso debía haber ocurrido.

Con aquel último pensamiento, te retiraste a los dormitorios con algo más de esperanza, dejando de lado el pesimismo que os te había invadido en un principio. Todo iba a salir bien.

A la mañana siguiente, todo volvieron a ser prisas y más prisas. Tenías una nueva clase y muy poco tiempo para desayunar, pero sobre todo, lo que querías era hablar con los demás...  y ver si Ivy y Luna estaban bien.

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29/05/2022, 19:09
Director

Notas de juego

Próxima escena, salón comedor, desayuno. No incluyáis a Luna ni a Ivy. Ellas todavía no aparecen.

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29/05/2022, 19:35
Colton Derrick

Hacían un buen equipo, eso no se podía negar. La verdad es que estaba muy contento de haber encontrado a Úrsula, porque había sido algo en plan el destino o así, porque de entre todas las personas del mundo que entraban en el callejón Diagon había tropezado con ella, y no solo eso, sino que después habían ido de compras juntos y se habían caído bien. Los dos a la vez. Aquello era improbable, como que los planetas que iban volando a toda velocidad no se chocaran los unos con los otros. Sonrió y asintió. Aquella había sido su primera travesura y habían conocido al señor Gryffindor en persona, y les conocía, y había dicho que eran buenos Gryffindors, dándoles su sello de aprobación. No estaba mal para el primer día, y ya se sentía menos mal por casi haber matado a sus amigos, además, no se lo habían tenido en cuenta porque habían entendido que había sido un accidente.

Siguió hablando con Úrsula esperando que llegara Luna, pero no llegaba y cada vez se preocupaba más. Intentó matar el tiempo mordisqueando algo de comida o hablando de lo que era un lich, que Úrsula parecía que no había jugado nunca a dungeons & dragons.

- Un lich es un no-muerto, un hechicero oscuro que hizo un pacto con la muerte y se quedó a caballo entre la vida y la muerte. Es superpoderoso, y para matarlo, fua, por lo menos necesitas un mago, un clérigo y cuatro o cinco paladines, pero, lo importante es como mata. Roba las almas de las personas y luego se alimenta con ellas, así que igual nos enfrentamos a un lich, aunque no he visto ninguno por aquí cerca, pero como son magos pueden ser invisibles....

Estuvieron hablando hasta que les obligaron a ir a dormir. Le hubiera gustado tener un walkie para ver si Ivy había llegado a la casa de Slytherin, pero no tenía forma, así que se prometió quedarse despierto toda la noche hasta que supiera algo de Luna, poniendo el oído por si escuchaba riñas en la sala común, pero nada, ni un ratoncito escuchó, y el sueño traidor acabó por vencerle. Se despertó de un salto, era de día, y tenía que enterarse que había sido de Luna e Ivy. Bajó corriendo de la sala común, olvidando ponerse uno de los calcetines y sin peinarse para no perder el tiempo. Estuvo esperando hasta que apareció Úrsula, pero venía sola. Colton apretó los puños y frunció el ceño, aquello era una mala señal, igual....no, aquello era demasiado terrible, no se podían haber muerto, no, imposible, igual se habían quedado atrapadas, o estaban en algún tipo de mazmorra. Fuera como fuese se enterarían más en el comedor que en otro sitio así que le dijo a Úrsula

- No creo que vaya que aparecer por aquí, pero igual aparecen para desayunar, así que.....allí nos enteraremos mejor y si no aparecen iremos a buscarlas, igual..... aunque las hayan pillado.... les permitirán desayunar, ¿No? Vamos.

Bajó al comedor a toda pastilla, mirando hacia atrás por si Úrsula le seguía y cuando llegaron le golpeó una realidad ¿Y si estaban en la enfermería? Igual era eso....pero no quería que su amiga se preocupara, se la llevó hacia la mesa de los leones y cuando se sentaron le dijo

- ¿Por qué no comemos algo? Después saldremos a buscarlas.....seguro que las encontramos en un pis pas. Por cierto, he estado pensando, hay otro monstruo en dungeons & dragons que se llama doppleganger...sí, es un nombre raro, pero, es alguien que puede copiar la forma de otro alguien así que.... ¿y si los estudiantes desconocidos fueran en realidad dopplegangers? y que cuando mueren recuperan su cara, y antes tienen cara de un estudiante conocido, y por eso eso nadie les presta atención..... yo creo que tiene mucho sentido.

Y es que a imaginación nadie podía con Colt.

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31/05/2022, 10:28
Kyle Goldfinch

Había sido una experiencia horrible. Tuve pesadillas toda la noche. Desde el abandono cuando yo era un bebé, hasta Alondra siendo asesinada frente a mí, una y otra vez, para luego yo correr desesperadamente por pasillos oscuros y escaleras resbaladizas sin salida. Todo bajo las risas del mago oscuro Shadefian junto a Salazar Slytherin, que resonaban estridentemente por los muros de las mazmorras, mezclándose con la risa de Colton que me miraba con autosuficiencia desde arriba, iluminado por una ventana, la única salida que no lograba alcanzar.  Y entonces me atrapaban!

Me desperté de un susto, con el corazón latiendo fuertemente, casi de infarto, todo sudado respirando agitado. No podía dormir más, corrí y me preparé antes que nadie, que algunos aún dormían. Me peiné mal, pero me peiné, y esperé en la sala común, pero no llegaba Ivy. Si hubiera pasado algo, o descubierto algo, habría aparecido ya, no? para hablar del tema?. Ansioso, y temeroso, salí de allí sin esperar a ver si aparecían ni siquiera las amigas de Alondra... ¿Qué dirán?

Cuando llegué al Gran comedor, hice un barrido rápido de todas las mesas, no veía aún a Ivy, ni rastro de Alondra, Michael no había llegado todavía, y en la mesa de Gryffindor... Ahí! Colton y Úrsula sentados comiendo... pero ni rastro de Luna... Dudé, pero al final avancé hacia allí. ¿Qué había pasado con el resto? un escalofrío me recorría la columna.

Entonces a medida que avanzaba, el escalofrío empezó a volverse un pinchazo, haciendo que mis pasos fueran más lentos. Parecía que Colton estaba hablando tranquilamente de... Dungeons & Dragons?... Cuando llegué detrás suyo, apenas me habían notado. ¿Pero qué habían vivido estos dos al atravesar su puerta?

...

Interrumpí algo bruscamente - Donde está Luna? ...y habéis visto a Ivy? está Michael bien?... - probablemente les sobresaltó un poco, porque hablé de repente sin saludar siquiera. Además el tono de mi voz era agitado, nervioso, y mi cara era más pálida que de costumbre, estaba visiblemente preocupado.

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01/06/2022, 12:29
Michael Cramson

Michael despertó sobresaltado. Aunque había tratado de relajarse un poco la noche anterior antes de acostarse, no había dormido demasiado bien. Cosa nada extraña, después de todas las emociones del día. Y además, todavía no sabía nada del resto de sus amigos. Recordar sus rostros le hizo saltar de la cama y vestirse a toda velocidad. Quería bajar cuanto antes a hablar con ellos, para saber qué había pasado después de que se separasen para cruzar las puertas mágicas. Y también se moría de ganas de ver a Ivy y a Luna, para saber si habían conseguido escapar de la profesora Tauris.

Cruzó la sala común de Ravenclaw casi a la carrera, sin detenerse a ver si James o Elektra estaban allí, aunque también esperaba que los dos estuvieran bien. Mientras bajaba las escaleras de Hogwarts hacia el Gran Comedor, iba pensando en tantas cosas a la vez que parecía tener un torbellino en la cabeza. Le hubiera gustado escribir una carta a sus padres tras su primer día, contándoles todo lo que había hecho en clase. Pero ahora no sabía muy bien qué decir, ni cómo contar lo que les había pasado. También pensaba en Keira. ¿Estaría bien su hermana? Tenía que buscar un momento para hablar con ella...

Michael llegó al Gran Comedor, en el que ya había muchos alumnos, y su mirada fue de la mesa de Slytherin a la de Gryffindor. Localizó enseguida a Colton, Úrsula y Kyle... pero Luna y Ivy no estaban allí. Sintió una punzada de preocupación, aquello no era una buena señal... Se acercó rápidamente a la pandilla y llegó justo a tiempo de escuchar cómo Kyle preguntaba por las chicas y por él mismo. Parecía tan preocupado como él. Michael no pudo evitar sonreír un poquito, Kyle le caía cada vez mejor.

Estoy bien —dijo, dando una palmadita amistosa a modo de saludo en el hombro del Slytherin—. Gracias por preocuparte, Kyle. ¿Cómo estáis vosotros...?

Por la pregunta que había oído formular a Kyle, estaba claro que ni siquiera él sabía nada de Ivy. Aquello no pintaba nada bien. Michael quería evitar ponerse en lo peor, pero cada vez le resultaba más difícil. Había mucho de lo que hablar, pero lo primero era enterarse de si Colton y Úrsula sabían algo de Luna o Ivy, así que esperó la respuesta de los Gryffindor junto a Kyle, mirándoles expectante.

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01/06/2022, 19:22
(1R) James Kelpis

Todavía tenía los ojos medio cerrados y la boca completamente abierta en un enorme bostezo cuando vi a Michael moviéndose como si hubiesen prendido fuego a los dormitorios o algo por el estilo, levantándose a toda velocidad y corriendo para ir a la sala común y, suponía, bajar a desayunar.

Ni siquiera pude articular una pregunta porque tardé muchos más segundos en cerrar la boca, pero no entendía cómo podía tener tanta hambre.

Después recordé que no había visto a Michael regresar junto a los demás cuando volvimos a la sala común y que al no encontrarle, llegué a la conclusión de que se había tenido que quedar en otro lugar.

Con esos amigos tan nerviosos que tenía, lo mismo habían decidido darse una vuelta por el castillo. ¡Y ya podían haberme avisado!

En cualquier caso, me vestí como si viajase en un barco de vapor y a pesar de darme cuenta de que me había puesto un calcetín verde y otro negro, no me detuve a cambiármelos, porque tenía sueño, hambre y mucha curiosidad, y las dos últimas cosas no iba a cambiarlas hasta que no llegase al salón.

Cuando llegué abajo, busqué a Michael con la mirada y lo encontré hablando con sus amigos en la mesa de Gryffindor, así que me acerqué a ellos de un salto.

-¡Eh, Michael, anoche no te vi en la sala común! ¿A qué hora volviste? ¿No estaríais dando un paseo por el castillo sin mí, verdad?

Lo pregunté sin estar seguro pero al ver las caras de todos… supe que había dado en el clavo.

-¡Joooooooo, tíooooos! ¿Y para qué? ¿Y por qué no me avisaste Mickey?

Pero había algo más en aquellas caras. Parecían preocupados por algo que no terminaban de decir entre ellos.

-Esto. ¿Ha ocurrido algo, verdad? ¿Estáis en algún problema? –pregunté entonces, muy serio.

Y de repente se empezaron a escuchar un montón de voces por todas partes, vítores desde Slytherin y maldiciones en la mesa de Gryffindor en la que estábamos.

Me volví hacia los relojes de arena y vi a qué se debían.

¡¡¡Gryffindor había perdido cincuenta puntos de golpe!!!

-¡¡Eeeh, os han quitado cincuenta puntos!! ¿Por qué? ¿Qué habéis… ? ¿Es por eso que estáis con esas caras? Bah, no es para tanto. Después de todo, lo que fácil se quita fácil se consigue después. No tiene tanta importancia –comenté, aunque la verdad era que se trataba de muchos puntos. ¿Por qué se los habrían quitado?

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01/06/2022, 20:09
Ivy Jade Connor

Y allí estaban ellas, escondidas de la profesora Tauris mientras sus compañeros podían estar jugándose el tipo por el castillo. Ivy no estaba tranquila, pero eso sí, deseaba con todas sus fuerzas volver a encontrarse con los demás, para contar al resto del grupo lo maravilloso que era aquella sala.

Lo que no estaba claro era lo que sucedería cuando Jade abriera la puerta que daba a las mazmorras. ¿Se cerraría el acceso para siempre? ¿O por el contrario tendría una vía de acceso directa hasta la séptima planta? No lo sabía, y la respuesta vendría en el futuro, cuando decidiese regresar a Slytherin.

Luna y Jade compartieron emociones. Un abrazo y un beso fue el preámbulo de un inicio de conversación que empezaría con la charla sobre qué nombre poner a aquel lugar.

- ¿La sala Azul?... - Quedó pensativa la pelirroja - Sería como asociar este sitio a Ravenclaw. Quizás podríamos decir que esto es como ir a la Luna, ya que está en una planta elevada, y es lo justo porque has pensado tú este lugar... - Sonrisa - Aunque puede que sea mejor consultar al resto del grupo, para que podamos sentir este sitio como propio, como si fuese un club secreto.

A Ivy le estaba gustando Michael, eso era más que evidente por la gran cantidad de sonrisas que realizaba cuando pensaba en él. Ahora eso sí, el secreto dicho a Luna sería guardado con celo, siendo Ferlet su mayor confidente.

- ¿Te gustaría estar con una chica en vez de con un chico? - El modelo de vida de su amiga no era algo a lo que estaba acostumbrada Jade. Ella inicialmente tenía en mente buscar un chico y formar una familia, pero claro, viendo la vida de Luna, ¿y si ella misma acababa casada con otra chica? - ¿Por qué una chica? ¿Tiene algo de diferente?... - Le preguntó con curiosidad. No le repelía la idea, más bien le interesaba saber el motivo. Pudiera ser que no fuera mala cosa incluso plantearlo en casa junto con sus padres.

Había otra cuestión importante para su amiga. Estaba nerviosa y dudaba de si contarle algo que se notaba, le preocupaba. La pelirroja no sabía de qué podía tratarse pero veía a Ferlet tensa, incómoda y le costaba hasta el articular palabras.

- ¿Hay algo que te preocupe? Luna, tú sabes que puedes confiar en mí... - Le dijo con suavidad mientras le tenía la mano cogida, mostrándose cariñosa y cercana - Te ayudaré con cualquier cosa que pueda estar haciéndote daño... - Se ofreció la joven aún sin saber qué podía ser lo que tanto le agobiaba.

Ivy escuchó la historia de Janice, por lo visto era una herbóloga muy conocida. Jade prestó atención al relato, conociendo que Luna fue al Tibet con sus madres y que les atacó un hombre lobo. El rostro de Connor fue de sorpresa e incluso de miedo, pues en los relatos de su abuela Joanna, siempre habían malvadas criaturas mágicas de por medio. Y de repente llegó la bomba lanzada por su mejor amiga.

- Tienes la...¿Licantropía? - Estaba con la boca abierta, impactada por la noticia, pero no le había soltado la mano - Pero, pero... No tienes pelo, ni uñas o garras... Y... Tú eres magnífica, Luna... No eres una bestia... - Fue lo primero que le pasó por la cabeza. Su amiga distaba mucho de ser una criatura mágica y así se lo hizo saber - ¿Te tuvieron que inscribir en el Departamento de Regulación? Me parece fatal... Tú eres como yo, Luna. No te deben tratar como a un animal... - Le salía una vena protectora que, sin duda, había heredado de su padre.

Estaba claro de que su amiga tomaba la poción Matalobos para no transformarse y que debía controlar mucho los tiempos para que no llegase una luna llena sin haber tomado el bebedizo.

- Deberíamos poner un calendario lunar en esta sala - Sugirió Ivy mirando a las paredes y el techo - Una señal visible para poder controlar cuándo debes tomarla... - Era tranquilizador saber que Luna era ella misma si tomaba la poción, y no perdía su humanidad frente a la bestia.

- No llores, por favor, Luna... - Jade le abrazó cuando su amiga se derrumbó, sintiéndose muy mal por el sufrimiento que portaba - No eres un monstruo. A cualquiera podría haberle pasado lo mismo que a ti - Ferlet le rechazaba para alejarla, pero la pelirroja no se dejaba convencer tan fácilmente - ¡Yo no me voy de tu lado! ¡Somos amigas, Luna! - Un toque de indignación en la voz - Y quien no quiera acercarse a nosotras, se lo pierde... - Jade tenía muy clara su prioridad - No te preguntes porqué te dejó con vida el hombre lobo. ¡Una suerte que lo hizo! Para tus madres y para mí... - Convicción en su voz, no perdiendo la calma ni cuando su amiga afirmaba que no tenía que haber ido a Hogwarts - Eres una bruja, Luna. Tienes que estar en el colegio, este es tu sitio. No otro lugar...

Y esperó que se calmase, la mantuvo a su lado, ambas tumbadas en el sillón mientras el tiempo pasaba. No había prisa alguna - ¿Siempre te transformas? ¿Incluso con la poción?... - La miró a los ojos, intentando saciar su curiosidad - Ya me has dicho que cuando lo haces sigues siendo tú, así que realmente no eres un peligro. Ni un monstruo... - Se mantuvo pensativa antes de cuestionar algo que realmente le preocupaba - ¿Te duele cuando pasa?... - Su sensibilidad era muy marcada

Hubo un instante de silencio entre ambas, roto quizás cuando Luna le dijo que podía irse si quería, pero Jade volvería a sorprenderla diciéndole algo - Gracias por contármelo y confiar en mí... - Seguía tumbada en el sillón, a su lado, triste por lo que implicaba aquella información en cuestión de sufrimiento para su amiga, pero sin correr, ni huir, ni mirarla como una bestia - Eres perfecta como eres, que nadie te diga lo contrario... - Sonrió levemente antes de indicar algo - Si quieres hoy dormimos aquí juntas, seguro que no quieres estar sola, ¿a qué no? - Y se mantuvo abrazada a su lado. La licantropía no sería algo que las separase.

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01/06/2022, 21:56
Luna Ferlet

Quizás Ivy tenía razón. Lo de Sala Azul recordaba demasiado a Ravenclaw; no es como si yo relacionase los colores con las diferentes casas, aunque al pensarlo me di cuenta de que en Gryffindor casi todo era rojo, por lo que sin duda alguna llevaba razón. Aunque lo que sugirió… pues no sabía yo si era lo mejor.

-Bueno, yo… tampoco quisiera que mi nombre fuese el único para la sala. C-creo que sí, que mejor será que consultemos con los demás y a ver lo que se les ocurre.

Al menos habíamos dejado resuelto aquello, permitiéndonos hablar de Michael. Me gustaba ver a Ivy tan animada y también que confiase en mí. Si le gustaba Michael, tenía que hacer todo lo posible para que estuviesen juntos, aunque sabía que eso era algo que al final no se podía forzar. Seguro que a Michael le gustaba Ivy pero… tendría que confirmarlo. Me lo apunté como nota mental por si en algún momento se daba la oportunidad de hablar así con él, aunque no fuesen demasiadas.

Obviamente, era lógico que hablásemos de mí después de hacerlo de ella, pero yo todavía no me había fijado mucho en nadie. Había muchas chicas atractivas en el colegio, pero había hablado con muy pocas y Ivy… ella era mi mejor amiga, nada más… y nada menos.

Ivy me preguntó con algo de sorpresa.

-Sí, claro. Igual que mis mamás. Ellas son muy felices y a mí me parece que las chicas son más… bueno, a mí me gustan más. Aunque no me he fijado en ninguna… todavía –dije, bajando la voz. No estaba acostumbrada a hablar de aquello con nadie. Ivy me preguntó lo que tenía de diferente y yo me encogí de hombros -. No sé, solo… me gustan más.

Pero yo era muy joven y lo sabía. Ahora mismo todos mis problemas se concentraban en el colegio y sobre todo, mi condición, que en esos momentos me decidí a contarle a Ivy. Era muy duro hacerlo porque sentía demasiado miedo en mi interior, pero se lo debía.

Ivy vio la preocupación en mi rostro y se acercó a mí para coger mi mano y tranquilizarme. ¡¡Era tan buena!! Y lo mejor era que sabía que lo decía de verdad eso de ayudarme con lo que fuese. Sabía que Ivy era la mejor amiga del mundo, pero me resultaba inevitable temerme lo peor, que se asustara de mí y me abandonara para siempre.

Así que finalmente, lo dije. Se lo conté todo, intentando que entendiese cómo me sentía, porque ni yo misma me aguantaba tal y como era. Era lo peor de todo, sentirme como si fuese algo tan horrible que no merecía ni seguir viviendo.

Cuando Ivy se enteró, se quedó muda y vi como abría mucho la boca y los ojos por la sorpresa, pero seguía cogiendo mis manos. ¿Es que no tenía miedo de mí? ¿No sentía asco por lo que era? Y entonces me dijo que era magnífica, que era una persona…, apoyándome, enfadándose por lo que había tenido que hacer.

Sus palabras me hicieron ver que no iba a dejarme, que parecía sentirse mal por mí, y que no me veía como yo lo hacía.

-Tú no crees… ¿qué sea horrible? –le pregunté, con lágrimas en los ojos, sin creerme lo que estaba pasando. Había soñado siempre con que Ivy lo comprendiese y me aceptase, pero no podía creerme que eso fuese posible -. Eres… y lo digo de verdad, eres y serás siempre mi mejor amiga. Siempre estaré ahí para ti, cuando me necesites, Jade. Te quiero mucho.

Y me eché en sus brazos, llorando a moco tendido sin poder detenerme.

Cuando por fin pude hacerlo, me limpié un poco los ojos y dijo que debíamos poner un calendario lunar.

-Buena idea. Es… genial. Gracias, Jade. Yo… lo tengo anotado y los profesores lo saben. Por eso vino a buscarme el jefe de Gryffindor, para tranquilizarme y decirme que no pasaba nada y que tendría la poción preparada y un lugar en donde quedarme.

Ivy intentó tranquilizarme e insistió que no era un monstruo, pero a mí me costaba aceptarlo del todo. Sin embargo, tenerla allí, después de saber lo que era, valía más que nada en esos momentos.

-Ni siquiera todos los sobresalientes del mundo harían que me sintiese más feliz de lo que me siento ahora, Jade, por ser mi amiga y quedarte conmigo. Muchas gracias.

Y lo mejor de todo fue además se enfadó y dijo que quien no se atreviese a acercarse iba a tenerlo difícil también con ella, y que había sido una suerte que hubiese sobrevivido. No necesitaba saber nada más que eso porque Ivy  acababa de demostrarme que era una amiga para toda la vida.

-Y-ya estoy mejor, no te preocupes. Eso solo… que me has hecho muy feliz –conseguí decirle, mientras me tranquilizaba.

Entonces me preguntó si me transformaba incluso con la poción.

-Sí, me transformo, y duele, pero como soy yo misma, puedo hacer cosas casi como si fuese normal. Es incómodo, pero puedo soportarlo. Además, son solo tres noches al mes, no es mucho. Y no, no soy peligrosa si me tomo la poción. Pero no puedo olvidarme nunca o de lo contrario sí que podría hacer daño a alguien. Mis mamás me enseñaron a estar siempre muy pendiente de eso, antes que de cualquier otra cosa.

Menos mal que Ivy se quedó conmigo y que incluso dijo que era perfecta. No lo era… pero ella conseguía que me sintiese así. Cuando me preguntó si quería que durmiésemos juntas allí… le dije que sí corriendo.

-Sí, por favor. Durmamos hoy aquí. No quiero ver a nadie más esta noche y este lugar… creo que me quedaría siempre aquí. Si no tuviera que estudiar –le dije, abrazándola, cerrando los ojos mientras ella me abrazaba a mí, y dejándome arrastrar por el sueño.

Jamás había imaginado que tendría tanta suerte al encontrar a Ivy y tener a una amiga como ella. Quizás otras niñas pudieran reaccionar igual que ella, pero me daba lo mismo. Para mí ella iba a ser siempre mi amiga del alma, única e inigualable, pasara lo que pasase, y estuviese con quien estuviese.

Ivy era y siempre sería especial.

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01/06/2022, 21:58
Directora

A la mañana siguiente, estabais ambas súper descansadas y os sentíais muy bien, como si hubieseis dormido toda la noche, y es que seguíais en la misma postura en la que os habíais echado, abrazadas una a la otra y con una sonrisa en el rostro.

Había un reloj en la pared, mostrando que ya era la hora de desayunar, lo que significaba que teníais el tiempo justo para asearos y bajar a tomar algo, antes de iniciar un nuevo día. También estabais deseosas de saber cómo les había ido a los demás, qué habría sido de ellos y si habrían podido escapar de la profesora Tauris. Seguramente, ellos también esperaban enterarse de lo que os había ocurrido.

Así que os dirigisteis a toda velocidad a vuestras salas comunes para arreglaros y después, sin perder tiempo, de regreso al salón para desayunar y hablar con vuestros compañeros.

Las dos llegasteis casi al mismo tiempo porque si bien Luna tenía que bajar escaleras para ir al salón, su casa estaba allí al lado, y para Ivy, ocurría justo lo contrario.

Ivy se cruzó con Alondra, que estaba saliendo en esos momentos de la sala común. Tenía los ojos hinchados, como si hubiese llorado, pero la miró con cierto desdén y no le dijo nada de nada.

Cuando entrasteis, visteis que ya estaban allí todos y que hablaban entre ellos en la mesa de Gryffindor, junto con James, el amigo de Michael, que se había acercado también.

Los rostros eran en general bastante serios, por lo que quizás estaban preocupados por vosotras.

Notas de juego

Ya podéis escribir con los demás.

Hay tiempo, tranquila.