Partida Rol por web

Las Crónicas del Cuentacuentos

Cuento nº 1: El Corazón de la Bruja

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21/12/2009, 17:20
Director

 

 

La primavera ha llegado al pueblo de Las 13 Rosas y con ella el gran festival.

Las hermosas calles adornadas con flores de los colores mas variopintos, y colores que jamás nadie hubiese podido soñar, están repletas de alegre música. Los niños corretean de aquí para allá entre las piernas de sus mayores, que se detienen en tenderetes de toda clase para ver lo que les pueden ofrecer. Y seguro que les pueden ofrecer mucho.

Más allá, no muy lejos de la fuente de la plaza mayor, en una de las esquinas, un anciano esta sentado cómodamente junto al fuego. Todos saben que es el cuenta cuentos y que cada año, mientras el festival de primavera dura, se sienta al lado de la fogata para contarles cuentos a los niños y así entretenerlos con una buena historia.

Niños y mayores comienzan a situarse alrededor, los mas pequeños sentados en el suelo y los mayores de pie o en alguna silla que hayan cogido de su casa.

El hombre los mira y sonríe complacido. Y parece que el mundo se va enmudeciendo cuando los presentes escuchan su hipnótica voz.

-Acercaos, acercaos... os contaré la historia de la bella Bruja de las Nieves, en las lejanas tierras del Norte, más allá del mar de las nubes... - dice el cuentacuentos a la gente que se congrega a su alrededor, al lado de la Posada de El Pirata Afeminado -. Hace mucho, mucho tiempo... en este mismo pueblo, en este mismo festival, los destinos de muchas personas fueron entrelazos sin poder volver atrás... para salvar al mundo de la Bruja... capturando su corazón...

De las llamas de la chimenea comienzan a verse imagenes de una aldea. La primavera parece que ha llegado a la aldea y con ella un gran festival.

Las hermosas calles adornadas con flores de los colores mas variopintos, y colores que jamás nadie hubiese podido soñar, están repletas de alegre música. Los niños corretean de aquí para allá entre las piernas de sus mayores, que se detienen en tenderetes de toda clase para ver lo que les pueden ofrecer. Y seguro que les pueden ofrecer mucho.

Notas de juego

Este es el primer post... no escribáis aun por que me falta escribir otro detrás de este...

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22/12/2009, 12:28
Director

 

La música llena las calles de la aldea. Mercaderes, nómadas y gitanos tienen sus tenderetes por todas las calles de la aldea, alumbradas por lámparas de aceite utilizadas especialmente para la gran fiesta mayor de primavera.

El ambiente es bastante entretenido. Artistas de calle, músicos, bardos, juglares, trobadores, acróbatas, bailarinas... se puede ver de todo en la plaza mayor.

Allí podéis ver la mayor concentración de tenderetes. También está la única posada de la aldea, seguramente atestada de gente por como está el ambiente en el exterior.

Sin duda, solo se respira emoción, entusiasmo y diversión.

Notas de juego

Ya podéis escribir... todos estáis en el pueblo, por un motivo u otro.

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22/12/2009, 12:48
Eólides

Andaba a paso firme por el bosque.Sus prendas negras se arrastraban por la tierra y la vegetación, como si flotaran.Su caydado, se clavaba cada vez que daba un paso, y dejaba un pequeño agujero por donde pasaba.No tenía tanto poder para poder expresarlo, pero sino, por donde pasara, desaparecería todo, muriéndose y purdriéndose.Pero de pronto, antes de salir del bosque, sus oidos élficos, escuchan a bastante gente y música, puede oler la diversión y felicidad no muy lejos de allí.Ssu provisiones se habían acabado y necesitaba comprar más, así que no tenía más remedio que soportar todas esas estupideces para poder comprar lo básico.Su camino era largo y costoso, pero el final merecerá la pena.Podrá expresarle todo el dolor que ha sentido a la bruja, y el rencor y la venganza le ayudaran.Le salían por todos los poros, y la verdad es que su aspecto no inspiraba mucha felicidad.Con piel pálida, ropas oscuras y joyas negras al igual que sus cabellos largos.

Sigue avanzando y llega a un pequeño pueblo.Intenta no mirar a los lados y evitar cualquier cruce de miradas.Sabía a donde tenía que ir, y pronto lo encontraria.Avanza por las pobladas calles, concentrándose para no volverse loco con tanta música, y felicidad.Esas gentes, ignorantes, no sabían lo que se avecinaba en un futuro, o alomejor si e intentaban camuflarlo con estúpidos bailes, cuentos, y música sin sentido.Pero no pueden evitar lo inevitable, igual que él no pudo evitar corromperse.Finalmente tras andar un par de calles, encuentra una taberna, igual de ruidosa que el pueblo entero.Se precipita hacia la puerta y la abre, provocando una grn sombra que entraba desde la entrada y se trasladaba hacia el interior.Entra dejando la puerta que se cerrase sola.Avanza hasta la barra y se sienta en uno de los taburetes, ocultándolo completamente con su capa.

-¡Tabernero!, algo de pan y queso...- le dice en voz alta, sino era casi imposible que le escuchara.Aún tneía cayado en mano.Era su objeto más preciado que recibió en su aldea, pero al igual que el, se había corrompido y podrido.

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22/12/2009, 19:22
Erhindïel

- Mmmm.... ¡pero qué rica está esta mazorca! ¿Está buena la tuya Teja??- tras un gruñido de satisfacción, la pequeña dríade se vuelve a recostar contra el árbol- Nuez, no comas tan deprisa, ¡deja algo para mí!.... Eres una ardillita glotona, ¿lo sabías? Luego acabas tan empachada que no quieres más que dormir...

Nuez hace caso omiso de la regañina mientras mordisquea concienzudamente la mazorca, agarrada al dorso de una de sus manos. Entonces ella coge la mazorca con la otra mano para apartarla de la ardilla que chilla indignada, y poder darle un buen par de mordiscos antes de devolverla a su alcance.

Observa desde su refugio el bullicio de la fiesta, llena de colores, música, risas, y de niños jugando. Los niños han sido una verdadera pesadilla.

Pensaba que al haber llegado a la aldea el día anterior, la gente ya se habría acostumbrado algo a su presencia. Pero con tantas personas venidas esa mañana para participar en la feria, no había sido así. Por lo visto no habían conocido nunca una dríade, cosa que no la sorprendió. Y se preparó para las preguntas y comentarios inevitables, que siempre le hacían con mayor o menor amabilidad, después de acostumbrarse a aquellos ojos todo pupila y a su extraño color de piel: ¡Pero si eres sólo una niña! ¿Cómo andas por ahí siendo tan pequeña?. Ya se sabía la respuesta de memoria: No soy una niña, soy una dríade, una habitante y protectora del bosque, y en cálculos humanos, rondo los 21 años.

Cuando oían las palabras "en cálculos humanos", los hombres elevaban las cejas curiosos, pero no se atrevían a preguntar a qué se refería. Se fijaban entonces en sus pequeñas y puntiagudas orejas, y una imagen de una especie de elfo con su rostro siempre terso a pesar de los siglos se les instalaba en la cabeza, y rápidamente cambiaban su forma de tratarla. En realidad era una pequeña broma privada. Las dríades son aproximadamente igual de longevas que los humanos, y envejecen a la misma velocidad. Pero no sería ella quién se lo explicara.

Los niños sin embargo eran otro asunto. Por mucho que les dijera que ya no quería jugar más, que ya era mayor para esos juegos, que tenía cosas importantes que hacer, y otras mil excusas que podrían servir con un adulto... los niños veían lo que veían y actuaban en consecuencia. Y lo que veían era a una personita de su altura y constitución, curiosa y sonriente, con una preciosa ardillita correteando por su cuerpo, y un fascinante y enorme tejón domesticado a sus pies. Y ya no había forma de sacárselos de encima.

En un principio no le importaba, gracias a su espíritu alegre y juguetón se divertía estando con ellos. Nuez era la que antes se cansaba de tanta atención y se escondía concienzudamente entre sus ropas hasta que acabara el bullicio, momento en el que podía verse asomar sus bigotes comprobando que no quedaban moros en la costa. Por su parte Teja, tenía paciencia con los niños, ya que se había criado en la aldea de Erhin rodeada de niños. Pero los cómplices niños dríades, no tenían mucho que ver con los revoltosos niños humanos. Para empezar, ¡nunca osarían tirarle de la cola! ¡o intentar subírsele encima a pares!. Teja sabía que no debía gruñirles, golpearles, ni mucho menos morderles, y los soportaba pacientemente hasta que las confianzas tomadas se pasaban de la raya, y no podía evitar soltarles un bufido o algún empujón. En ese momento Erhin se ponía seria, y rápidamente espantaba a los niños con decisión, pero sabían que la tranquilidad no duraría mucho, por lo que tenían que cambiar de lugar en la feria para retrasar el momento.

Por eso ahora se encontraban a los pies de ese árbol, apartadas un trecho del bullicio principal y resguardadas de las miradas por un lateral gracias a un montón de balas de paja apartadas allí.

Erhin terminó la mazorca y recogió la de Teja, que estaba limpia y reluciente, y se puso a excavar un pequeño hueco en el suelo para enterrarlas y evitar tirarlas por ahí. Teja la ayudó y en un momento tenían un agujerito perfecto para enterrar las dos mondas. Tras hacerlo se levantó del suelo decidida a seguir recorriendo la feria. Ya habían descansado bastante.

Esa mañana había salido disparada de la posada, excitadísima y con la intención de no perderse absolutamente nada de la feria que empezaba a despertarse. Y no pensaba permitir que un montón de niños traviesos la apartaran de su objetivo. De pronto, localizó un punto oscuro entre la multitud, y una ancha sonrisa iluminó su cara.

- ¡¡Vamos!!- le gritó a Teja, mientras echaba a correr hacia él.

 

 

 

 

 

 

Notas de juego

Sr. Hurón, si quieres conocerme de antes ese "punto oscuro" puedes ser tú :p.

Si no, será el cuentacuentos, y echaré a correr para escucharle un rato.

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22/12/2009, 20:16
Director

Notas de juego

Tengo bastantes puntos oscuros para ti... y como no escriba el sr huron, sera el elfo al que te encuentres... pero dejaré que al menos hoy escriba todo el mundo para situar el asunto...

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22/12/2009, 23:34
Blackheart

BlackHearth se giro al ver a su compañera Erhin...

Estoy bastante enfadado contigo, cuando sali de la tienda ya no estabas Erhin, toma, he comprado 3 bolsas para vosotras, una bolsa de nueces para nuez, mas dos bolsas de manzanas para ti y Teja.

Cuando te diga que esperes , espera, me ha tocado venir aqui, necesitamos un sitio donde pasar la noche ...¿entiendes?.

La verdad que BlackHearth tenia una paciencia desmesurada con la Joven Driade, apenas habían pasado 2 años cuando la conocio, fue en una aldea que estaba siendo atacada por una horda de criaturas de la oscuridad, Blackhearth pasaba por alli librando a la aldea de esas criaturas, estas tenian encerradas como si fuera una especie de animal a su compañera, la saco de alli, quiera o no, la joven Driade decidio seguir los pasos de BlackHearth, aunque le irritaba muchísimo que lo llamara Señor Tejón.

En fin, ya que apareces, he cogido habitación para los dos, se que no acostumbras a dormir en una habitacion de humanos, pero te aseguro que te encantara la sensación de un colchon blandito, la próxima vez dormiremos donde quieras, aunque la última vez que dormi en un árbol, me clave no se cuantas ramas en la espalda.

Blackhearth era un hombre bastante siniestro, con ropas oscuras , todo de negro, con un llamativo parche en el ojo izquierdo a modo de un corazón negro.No solia ser hablador, mucho menos tener compañeros de viaje, pero ya fuera el caso, si del jovial aspecto de su compañera, o la fuerza y energía que desprendía, la acepto sin decir nada.

Bueno, he dado dinero extra al posadero para que pueda estar con nosotros Nuez y Teja, a efectos desde hace dos años soys mi única familia.

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23/12/2009, 11:09
Ceamus

Ceamus llegó hace dos dias al pueblo, no tenia dinero humano y necesitaba provisiones para seguir su viaje. Al principio estaba en un callejon oscuro, algo triste porque no tenia ni idea de como conseguir el dinero. En la feria todo el mundo reia, comia y se divertia. Ceamus pensaba que quiza esa gente no pudiera volver a celebrar el año que viene...

En el callejon le entró nostalgia por su tierra, abrio su zurron vacio y lo acerco a su cara para captar el rastro de olor del queso y las mieles de su tierra. Entonces sacó la flauta de pan, muy comun entre los faunos, cerro los ojos y le vinieron las imagenes de su tierra y las melodias que oia de pequeño.


 

Cuando volvio a abrir los ojos, habia una multitud a su alrededor, mirandole atentamente. Un niño se adelanto y le tiro una moneda, luego una señora mayor, luego un soldado. Ceamus ya supo que podia hacer para conseguir dinero. Fue a la plaza del pueblo y empezó a tocar la flauta, la gente bailaba, reia, le tiraban monedas, y los que no tiraban monedas le invitaban a un trago o a un poco de carne.

 

 

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23/12/2009, 15:46
Posadero

El elfo desentona absolutamente en ese ambiente, pero nadie parece que repare en el salvo unos segundo, cuando ha entrado. Dentro de la abarrotada posada se hace difícil caminar y más cuando las camareras caminan de un lado para otro sirviendo la bebida y la comida que han pedido.

Un hombre, el típico posadero con barba y algo rechoncho, se acerca al elfo, aunque no sabe que es un elfo por que va tapado completamente.

-Bienvenido a mi posada, viajero, qué puedo serviros para complacer a vuestro paladar?

Escucha el hombre el pedido de tan extraña figura.

-Tan solo queréis pan y queso? Necesitaréis bebida para bajar la comida. Quizá un buen vino del lejano reino Taakar o quizá cerveza del reino enano...

Pronto comienza a sonar una melodía de un grupo de trobadores que se encuentran animando a la gente en la posada.

 

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23/12/2009, 15:58
Capitán Dark

Un hombre de actitud ebria, al menos aparentemente camina de un lado a otro de la posada lanzando gritos de ánimo con el rostro alegre y la mirada perdida entre la multitud cuando la música comienza a animar el ambiente parece cuando menos animarse del mismo modo que ella comenzando a bailar abriéndose paso por la posada hasta la barra donde libera de su abrazo tres pequeñas bolsas rojas atadas con una cuerda pequeña en la parte superior.

 

Dark el pirata cazatormentas, sonríe ante su pequeño botín desaciendo algunas monedas sobre la barra antes de guardar lo rapiñado entre los pliegues de su propia ropa, ocultos, como el mejor de los piratas a ojos ingratos. Sobre su cabeza su desmadejado y viejo sombrero lo representaba como el hombre que era, sus ojos inteligentes aunque sus movimientos antes habían aparentado una borrachera, o al menos un ligero adormecimiento. Sonriendo tiende las monedas al posadero de mirada rechoncha y hablando con su voz profunda pide un trago de su bebida.

 

-¡Posadero! ¡Una botella de Ron!-Sonríe esperando su pedido.

 

Mientras espera observa a la gente de alrededor y al tipo de su derecha, calculando con atención debajo de que pliegue o en que bolsillo podía llevar el tipo de la bara su bolsa de dinero.

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23/12/2009, 16:12
Eólides

Fijando su mirada en la del posadero, piensa en la bebida, pero nota un aura que no le gusta nada.

-Puede ir olvidándose de robarme sucio pirata....- dice aún con la mirada fija en el tabernero.

-Algo de vino sino le importa......- tras esto se gira al tipo.

-Y que le trae por estas tierras.Dinero, mujeres,brujas......- le pregunta al pirata que parecía llevar bastante dinero encima, seguramente robado.

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23/12/2009, 16:57
Cristhensen

Kiam habia llegado el atardecer anterior y se habia enamorado del pequeño pueblo, el era hombre de ciudad, pues pasaba mas desapercibido y sus habilidades eran mas efectivas pero le dijeron que no podia perderse el festival de primavera de "Las 13 rosas".

Y la verdad que mal no habia arrancado, se habia posicionado como Cristensen soldado del Ejercto de La Nueva Luna y asi habia conseguido cobijo en la casa del panadero, como tambien los cariños de su no tan agraciada hija, asi a la mañana siguiente, se puso su peto de cuero endurecido con una Luna Nueva en su pecho, lustro sus maltartadas botas y salio a difrutar de la primavera con Elen la pelirroja hija del panadero y algunas amistades jovenes del lugar.

Al llegar a la plaza escucho el sonido de una flauta, el sonido era peculiar, -Una flauta de pan-, exclamo como si las palabras se le hubieran escapado de su boca sin querer, -solo la pueden tocar asi los faunos-, le dijo al grupo tomando a Elen de su brazo para dirijirse donde provenia la musica, -Ven vamos!- le dijo a la muchacha con una sonrisa picaresca en sus labios, al ver a esta sorprendida por el cambio de temple del soldado.

Asi fue uno de los primero en generar una pista de baile alrededor del fauno y sin meditarlo mucho se puso a danzar con Elen y el resto de las amistades. Su danza no era muy buena pero lo compensaba con la elegancia nata que tenia al mover su cuerpo.

Los Faunos no eran ben vistos en las grandes ciudades y menos en Ankhar donde las veian como criaturas traiciones y codiciosas, pero el joven soldado habia aprendido desde muy chico a no dejarse llevar por las apariencias y gracias a ello habia llegado a conocer a otro fauno que le habia hecho dar cuenta lo equivocada que estaba su gente.

Sin mas siguio danzando para luego juntar unas monedas entre sus amistades y ofrendarselas al fauno una vez que laa musica se freno.

-Agraciados sean tus labios, cortes fauno, toma esta humilde ofrenda de las personas que han difrutando de tu musica-, con esto ultimo hace una leve reverencia y coloca unas monedas en la mano del fauno.

- Y ademas como creo que el dinero no puede costear semjante sonar he de invitarte con el dulce beso de una doncella de "las 13 Rosas"-, dice insitando con picardia a Elen a acercarse al Fauno y al notar un poco de resistencia aclama en vos alta, - Que me van a decir que en este pueblo no son agradecidos con la gente que sabe llenar de gracias sus calles-, esto lo dice sin malicia con la elevacion justa de la vos, acompañado de un tono jocoso.

 

 

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23/12/2009, 17:21
Cristhensen
Sólo para el director

Luego de juntar el dinero entre sus amistades resientes, se guarda desapercibidamente 2 monedas, mas la que habia atinado poner èl, pensando, "Leram siempre decia, no ser codicioso, la codicia es el enemigo numero uno de cualquer buen bribon".

Notas de juego

bueno me guardo 2 monedas, de no poder hacerlo las dejo caer, como si solo fuuera torpeza

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23/12/2009, 18:23
Nathan Cross

Al contrario que todos y contrastando con la alegría del pueblo, aparece un tipo bastante siniestro por aquellos lares.

Un tipo enlutado en negro, sombrero de ala ancha, pañuelo oscuro rodeándole el cuello, un jubón azul oscuro de cuello alto bajo su gabardina negra y robusta, sus pantalones eran oscuros también,con algunas correas y bolsillos donde guardaba sus objetos misticos y extraños y sus botas erande caña alta, que hacían ruido metalico al caminar, por las espuelas afiladas que portaba, asimismo, más arriba también había ruido metalico, por sus dos cinturones entrechocar, la vaina de su peligrosa e inmisericorde espada chocaba levemente con cada paso que daba.

Pocas veces el pueblo tenía la visita de esos individuos tan oscuros, y cuando las tenía...pasaba algo. Siempre pasaba algo.

Las fosas nasales del cazador se movieron, captando el olor a magia. Odiaba esos lugares ya que con tanta criatura magica contaminaba su sentido más característico.

El tipo se detuvo ante un espectaculo callejero, lo observó durante un rato, sin mostrar ni alegria ni espanto, pero al parecer, si que le gustó, pues dejó caer una moneda de su abultada bolsa en la cesta.

Se colocó mejor el petate que tenía a la espalda y miró a su alrededor, buscando la posada.

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26/12/2009, 21:28
Capitán Dark

El joven de cabello rizado no puede evitar sonreir ante el comentario despectivo del tipo de bastón, aunque realmente fuera un atrevimiento demasiado fuerte el meterse con él en una taberna como aquella, por lo que le resultaba graciosa la actitud del forastero por lo que soltando otra moneda sobre la barra emite una pequeña orden al tabernero para que se cobre de los dos pedidos.

 

-Supongo que un poco de todo, Dinero, mujeres guapas, brujas imponentes, gigantescas tormentas, fiesta... todo lo que traiga una bonita diversión-libera una pequeña sonrisa torcida.

 

Toma un sorbo de la botella que el posadero le había servido con calma sobre la barra cobrándose del importe de ambas cosas, dejando la barra sin un chelín, haciendo un movimiento de costumbre ajeno al resto de la gente se da la vuelta dejando ambos codos apollados en la barra quedando con el rostro fijo en el recién llegado fijándose en sus rasgos exóticos.

 

-Lo que sería aún más interesante, ¿Qué trae a un elfo tan lejos de sus queridos bosques?-Sonríe de nuevo- Y perdone mi atrevimiento

 

Bebe un nuevo sorbo esperando la respuesta de su contertulio mientras marca el ritmo al que los bardos tocaban su melodía en la taberna y revisa con actitud pasiva el trasero de una de las jóvenes camareras que pasan por su lado la cual se vuelve lanzándole una sonrisa juguetona, a la que el pirata responde con un ademán risueño sin moverse de su posición.

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27/12/2009, 11:56
Ceamus

No te preocupes caballero, mi funcion ha terminado por hoy, creo que mejor seria retirarse.

(Me preocupa haber enfadado a algunos feriantes, aquellos a los que les aparté la clientela por mi musica, seria mejor ir acompañado hasta la posada).

(A Cristhensen). - ¿que os parece si vamos a la posada y nos tomamos unos tragos?, el dinero ganado es solo metal, prefiero invertirlo en buen vino , la lluvia roja que hace que germinen buenas historias en una mesa.

 

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27/12/2009, 20:39
Bella

Hay un corro rodeandola, suena una música alegre de fondo mientras ella baila una de sus danzas típicas.  Sonreia mientras bailaba, guiñándole el ojo a algunos hombres. La gente se animaba y sobretodo los niños al ver a la cabra que tambien hacía su número. Los padres se acercaban con los hijos para que estos se divirtieran viendo a la cabra mientras ellos se recreaban la vista con la zingara, cuyas ropas dejaban poco a la imaginación (en esa época). Lleva una cinta en el pelo, su vestido era bastante escotado y su la falda más corta de lo que normalmente llevan las mujeres.

Cuando el espectáculo termina, se inclina saludando a su público y la gente echa el dinero en una cesta. Se fija en un tipo de negro que se quedó un buen rato mirándola. Una vez han repartido el dinero entre el músico y ella, sigue al hombre.

- Necesitais compañia..?? Puedo serviros de guía.. o incluso calentar vuestra cama en esta noche fría.. - dice a sus espaldas.

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27/12/2009, 21:38
Eólides

-Hum....¿Bosques?....se equivoca pirata.Yo no tengo ni bosques, ni familia ni hogar.Solo soy una triste parte de lo que era.Solo a sobrevivido todo el mal que había en mí, y le doy gracias, porque gracias a eso me mantengo vivo y podré cumplir mi cometido.Ahora sino le importa, creo que tiene compañía- se levanta del taburete.

-¡Tabernero!, me voy a situar en esa mesa, traigame mi pedido allí- dice algo arisco- necesito estar solo...- mumura negando levemente con la cabeza.Pero antes de maarcharse...

-Gracias por molestarse en pagar tal miseria...- difinitivamente se marcha a una mesa, apartado un poco de todo el jaleo que había.Se sienta e intenta meditar un poco, haciendo que esos ruidos desaparezcan de su cabeza, cerrando los ojos y concentrándose en sus recuerdos más oscuros.

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28/12/2009, 00:03
Capitán Dark

El pirata deja de sonreir ante las palabras del elfo hasta que éste dice que va a marcharse agradeciéndole un tanto irónicamente su invitación, con su sonrisa de costumbre el joven de cabello rizado recoloca sus sombrero y mueve la mano en señal de despedida para después coger de la cintura a la joven que antes le había sonreído dejando sobre una mesa la bandeja que portaba se disponen a salir al exterior.

 

-Cómo sea, cómo sea, suerte en el festival-Dice tanteando la cintura de la muchacha de ojos rasgados.

 

Sus pasos conjuntos les conducen fuera de la algarabía del local saliendo a un batiburrillo de calles mucho más pobladas, pero lógicamente ligeramente más tranquilas que el cargado ambiente de la taberna, arrojando la botella a un lado camina agarrado de la joven lanzandole pequeños pellizcos o cariñosas miradas lascivas. Entre tanto su mirada no se topa con la del tipo de negro hasta que se estrella fuertemente contra él, despertando las carcajadas de la camarera que lo acompañaba. El muchacho rascandose la cabeza queda sentado en el suelo con el sombrero entre las manos observando al tipo serio de negro al que perseguía una joven... que pensándolo bien tampoco resultaba mal agraciada, lamentablemente el pirata no podía decir lo mismo del tipo de negro y su mirada.

 

Colocándose en pie mira a los dos que se habían detenido y a su propia acompañante para después colocarse el sombrero con una sonrisa y quedar allí parado observando a la pareja con la que acababa de estrellarse, entre las manos del pirata brillaba un pañuelo rojo oscuro que... mirándolo bien segundos antes tampoco era suyo.

 

-Lamento la molestia forastero...-Dice con una sonrisa

 

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28/12/2009, 00:25
Cristhensen

Cristensen logra que su acompañante de el beso esperado por todo el publico que se habia juntado y entre vitoreos y risas fue cuando el fauno decidio hablar:

Cita:

-No te preocupes caballero, mi funcion ha terminado por hoy, creo que mejor seria retirarse.

-Pero seas timido mi buen Fauno, es una cualidad que o esperaba de tu gente-, le dice mientras le da una jocosa palmada en la espalda como muestra de amistad.

Cita:

- ¿que os parece si vamos a la posada y nos tomamos unos tragos?, el dinero ganado es solo metal, prefiero invertirlo en buen vino , la lluvia roja que hace que germinen buenas historias en una mesa.

El joven miliciano, mientras escuchaba a la criatura, pone el dedo gordo de su mano derecha por detras del cinturon, mientras que su mano izquierda descansa en el pomo de su espada corta, que sobresalia por su flanco izquierdo a la altura de su cintura. Pudiendo notar asi, la bella funda de aquella arma, que sin duda ha vivido notables batallas.

-Tu que dices dulce jazmin, acompañamos a nuestro nueva amistad...-, sonrie, - De seguro tendra picaresca historias que contar, jejjejje!

Con estas palabras logra sonrojar levemente a la hija de la panadera, mientras se le escapaba una leve risilla de sus labios.

Ahora mirando al fauno nuevamente, -Disculpe señor, pero no he de seguir a desconocidos a ningun lado, mi madre que bien sabia era siempre me lo recordaba-, se pasa su mano derecha por su pelo oscuro, que se deslizaba sin inconveniente entre sus dedos, -Mi nombre es Cristhensen de Feld-Roth, Explorador de la Nueva Luna-, al nombrar su rango saca pecho con mucho orgullo, -y con gusto lo acompañaria a unas copas mientras las historias fluyen en compania de las agradables mujeres de este lugar-.

 Y asi espera la respuesta de Ceamus, mientras mira a su alrededor para ver quien mas se les une.