Partida Rol por web

Las Guerras del Hambre

[02] La Llegada a Transbordador de Al-Qasr

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03/01/2024, 13:20
Kannara

Kannara se sintió un poco mejor que antes. Le gustaban las personas felices y sin duda este muchacho lo era.

-¡Encantada de conocerte, Yusuf! Soy Kannara. Tienes una tienda estupenda y eres muy agradable -le dijo mientras curioseaba aquí y allá-. Buscamos antiveneno, sí, vamos en busca de aventuras peligrosas y necesitamos estar protegidas de cualquier eventualidad. Ya sabes...

Se detuvo finalmente en el mostrador, apoyó los codos y miró a Yusuf con una sonrisa, buscando contagiarse con su jovialidad.

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04/01/2024, 13:18
Toshizoo Hijikata
Sólo para el director

—Es una larga historia, mi señora, pero guarda relación con el interés que el frío ha despertado en mí desde que comencé a probar las delicias de la magia —se aceleró por la emoción y, al percatarse, frenó—. Disculpadme, iba a disertar sobre cuántas satisfacciones y esfuerzos me ha reportado el estudio del frío, alejándome de vuestra pregunta.

Se disculpó sin sentir vergüenza, creyendo que ella entendería su desliz. Cambió el peso de un pie a otro y, acariciando a Yukinko con la mandíbula, lo instó a acercarse a la maga.

—Lo cierto es que lo busqué a raíz de rondarme la cabeza adentrarme en los secretos de los eruditos elementales. ¿Sabéis algo de ellos? Parte de mi viaje se debe a esta causa —admitió, pero en lugar de bajar la mirada, la alzó y llenó de aire su pecho, más seguro con cada palabra pronunciada—. ¡Ojalá hubiera podido visitar su plano natal, pero mis habilidades aún no me permitirían afrontar una expedición semejante con garantías —reconoció su debilidad como si fuese algo natural, algo que, con el tiempo subsanaría.

Se aclaró la garganta, repentinamente seca, y sonrió antes de proseguir.

—Lo que nos lleva a su segunda pregunta, pues fue mi último mentor quien me ayudó a comunicarme con Yukinko y averiguar si querría trabajar conmigo.

Acarició al paraelemental con afecto mientras este, aún vacilante y aturdido por el calor, comenzaba a moverse hacia Fatemé. La gratitud brilló en los glaciales ojos de Toshizoo, tan inusuales en su pueblo.

—Aunque al principio pareció pensárselo, acabó aceptando al ver mi compromiso con el frío. Lo que quizá no esperaba es que siguiéramos aún en estas tierras tan ardientes —añadió rascándose la cabeza—. Pronto volveremos a hollar lugares más acogedores, amigo. 

Tras recibir una mirada entre pesarosa y agradecida de Yukinko, Toshizoo volvió a dedicarle toda su atención a su anfitriona. 

—Comencé mis estudios en mi tierra. Allí aprendí los rudimentos del Arte, pero, por lo visto, mi maestra no podía enseñarme más o creyó conveniente enviarme fuera. Desde ese día, que agradezco, me probé a mí mismo en campo abierto y, con el tiempo, acabé aquí, siendo aceptado por el gran Zaman, por lo cual me siento profundamente honrado.

Sacó un pequeño dije sin importancia, regalo de su maestro, y lo.observó un momento antes de ofrecérselo a la maga.

—Esa, grosso modo, es mi historia. He tenido suerte y gentes diversas me han ayudado a llegar hasta aquí —el recuerdo de una sonrisa acudió a su mente, pero desechó la punzada de nostalgia con su férrea disciplina—. Solo espero poder alcanzar mi objetivo y visitar los planos interiores como se merecen y así poder encapsular parte de ese hielo en este pequeño amuleto, regalo de Zaman. Un... acicate, como podéis ver. 

 

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04/01/2024, 16:59
Yusuf al-Amin

Gracias, gracias, mis queridas amigas.

Yusuf asintió, sin perder la sonrisa.

...Ya sé —apostilló a lo dicho a Kannara.

Sin dudar un instante, el utumi se subió a un pequeño taburete y cogió cuatro viales de la estantería y los dispuso en una pequeña mesa que hacía las veces de mostrador. Eran frascos de cerámica tosca, sellados con cera rojiza. Carraspeó e hizo una floritura con la mano en dirección a los viales.

—Permitidme presentaros este tesoro de nuestras tierras áridas. Como suele decirse, no juzguéis el contenido por la humildad del continente. Esto, mis hermosas flores del desierto, es la garantía de protección contra el veneno de las temibles escorpícoras. ¿Qué lo hace tan especial? Ah, escuchad. Este vial contiene el secreto de generaciones, la sabiduría acumulada de los beduinos del desierto. Las hierbas son recolectadas al amanecer, las esencias hervidas con el conocimiento de nuestros ancestros, todo encerrado en este modesto frasco de cerámica. Con cada gota de este líquido verde como los cactus en floración, tendréis la salvaguarda contra las insidiosas criaturas híbridas que pueblan estas tierras inhóspitas.

»¿Y qué precio por tan valioso recurso? Para vosotras, intrépidas aventureras, una oferta especial: sesenta piezas de oro por cada frasco, doscientas cuarenta en total, a cambio de vuestra seguridad en este vasto y desafiante territorio. ¿Qué decís, valientes buscadoras de tesoros? ¿Os lleváis con vosotras la esencia que conecta con la tierra y sus secretos curativos?

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05/01/2024, 10:20
Fatemé

Zaman de Brindol, el Maestro Vidente...

Fatemé escuchó atentamente tus palabras mientras compartías tu historia y tus aspiraciones. Aunque su lealtad a los Sabios de Nebukasir y su desconfianza hacia la Cofradía del Ojo Eterno eran fuertes en ella, no pudo evitar sentir la dualidad de emociones al considerar la situación.

La rivalidad enconada entre los Sabios de Nebukasir y el Ojo Eterno estaba arraigada en diferencias filosóficas y prácticas en el estudio de la magia. La pureza y la conservación de la esencia de la magia eran los pilares de los Sabios, mientras que la Cofradía del Ojo Eterno abrazaba una actitud más pragmática, donde todo valía en la búsqueda del conocimiento y el poder mágico.

Sin embargo, la amenaza de los gnolls sobre el Transbordador de al-Qasr pesaba sobre Fatemé. Vuestro grupo estaba ayudando a defender su hogar, y la realidad de la situación chocaba con las diferencias ideológicas. Fatemé miró el pequeño dije que Toshizoo le ofreció con el eco de la historia de su maestro Zaman.

—Tu historia es intrigante, Toshizoo, y tus motivaciones son nobles. El deseo de explorar los planos interiores y encapsular parte de ese hielo es un anhelo hermoso —comentó Fatemé, sopesando sus palabras con cuidado antes de continuar—. Y no puedo ignorar la realidad que enfrentamos aquí en al-Qasr. Los gnolls amenazan nuestro hogar, y vuestra ayuda es valiosa.

Fatemé extendió su mano para tomar el pequeño dije y lo examinó con atención. La joya parecía simple, pero llevaba consigo el peso de la conexión con Zaman y las aspiraciones de Toshizoo.

—Aprecio el gesto y entiendo la importancia de los lazos maestro-discípulo. La magia es un camino complejo, y cada uno sigue su propio sendero. Aunque nuestras cofradías tengan diferencias filosóficas, no puedo dejar de reconocer la necesidad de unir fuerzas contra una amenaza común.

Fatemé devolvió el dije a Toshizoo con una mirada reflexiva.

—Si estáis dispuesto a ayudarnos a proteger al pueblo de al-Qasr, la rivalidad entre nuestras cofradías deberá esperar —continuó, suponiendo que sabías a qué se estaba refiriendo entre líneas—. La magia, en su esencia, busca el equilibrio y la armonía. No siempre es fácil, pero a veces, los hechizos más poderosos se tejen cuando se unen fuerzas diversas. Estoy... preparada para dejar de lado las diferencias ideológicas por el bien común. ¿Y tú? ¿Estás listo para empezar el aprendizaje o quieres hacer alguna otra pregunta antes? —preguntó, observando la respuesta en tus ojos.

 

He aprovechado la coyuntura para actualizar la información sobre sendas organizaciones. Para tu referencia:

El Ojo Eterno

El Ojo Eterno, una joven pero poderosa cofradía de magos en Utuma, ha surgido como una fuerza innovadora y dinámica. Su emblema, un ojo rodeado de brumas, simboliza la búsqueda constante de la claridad y la visión en un entorno mágico lleno de secretos y misterios. Fundada recientemente, esta cofradía ha prosperado gracias a su estrecha relación con los Príncipes Mercaderes, quienes la subvencionan y a cambio reciben asesoramiento en asuntos mágicos. Sin embargo, esta conexión con el poder político ha suscitado críticas y suspicacias, ya que los Príncipes tienen estrechos lazos con los gobernadores arkadios imperiales. Esta asociación ha llevado a que los miembros del gremio sean percibidos por algunos como vendidos al poder extranjero, generando tensiones y desconfianza en ciertos círculos.

El liderazgo de la Cofradía del Ojo Eterno recae en el círculo interior, compuesto por siete magos excepcionales, los más poderosos e influyentes de la cofradía. Conocidos por sus extravagantes y excéntricas demostraciones públicas de poder, estos miembros del círculo interior no solo son maestros en el arte de la magia, sino que también son figuras de renombre y prestigio en la sociedad de la Utuma costera.

El Ojo Eterno es tanto un gremio para el intercambio de conjuros y recursos entre practicantes de magia como una academia abierta a aquellos con el talento y los recursos para participar. A diferencia de las cofradías más antiguas y tradicionales, la actitud del Ojo Eterno hacia la magia es eminentemente pragmática: para ellos, todo vale en la búsqueda del conocimiento y el poder mágico. Esta mentalidad ha atraído a aquellos dispuestos a experimentar y explorar límites en el uso de la magia, generando tanto admiración como críticas por su enfoque poco convencional y transgresor.

Esta cofradía, con su juventud y su enfoque innovador, se encuentra en una encrucijada entre la tradición y el progreso, entre el pragmatismo y la ética. Su ascenso meteórico y su estrecha relación con el poder político prometen un futuro lleno de oportunidades y desafíos, moldeando no solo el mundo de la magia, sino también el curso de los acontecimientos en Utuma y más allá.

Los Sabios de Nebukasir

Los Sabios de Nebukasir, venerados custodios del saber arcano, son una cofradía mágica arraigada en la historia de Utuma. Su símbolo, un triángulo negro con jeroglíficos dorados, invertido en reverencia hacia la deidad del conocimiento, a veces les otorga el apelativo de la Pirámide Invertida.

La actitud de los Sabios hacia la magia refleja un respeto conservador por su pureza. Abrazan la magia en su forma más íntegra, abogando por su preservación sin alteraciones a través de la metamagia. Este celo por mantener la esencia de la magia intacta les conduce a un constante estudio y salvaguardia de las prácticas ancestrales, rechazando las manipulaciones que alteren su naturaleza original.

La jerarquía dentro de esta cofradía está estrechamente entrelazada con la Iglesia de Nebukasir. Cada Sabio es, al menos, un devoto ferviente del Arquitecto, y muchos ocupan posiciones de autoridad y responsabilidad dentro de la estructura eclesiástica. Esta conexión les confiere no solo un estatus destacado en la sociedad mágica, sino también un poder considerable dentro de la esfera religiosa.

Como devotos del patrono utumi de los artesanos, los Sabios de Nebukasir se especializan en la creación de objetos mágicos. Su destreza en la forja de artefactos encantados es legendaria, y su legado se remonta a tiempos ancestrales cuando abastecían con sus creaciones a las poderosas legiones del dios-faraón. Esta habilidad no solo ha perdurado en el tiempo, sino que se ha refinado y enriquecido con el paso de los siglos, convirtiéndolos en artífices insuperables en el arte de combinar magia y artesanía.

La influencia de los Sabios de Nebukasir no se limita solo a la esfera mágica, sino que se extiende a la política, la religión y la sociedad de Utuma. Su conservadurismo en cuanto a la magia y su estrecha relación con la Iglesia de Nebukasir les otorgan un papel crucial en la preservación y control del conocimiento mágico, aunque esto también les sitúa en una posición de conflicto con otras cofradías y corrientes de pensamiento más progresistas en el estudio de la magia.

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05/01/2024, 14:49
Toshizoo Hijikata
Sólo para el director

—Si le soy sincero, nada podría importarme menos que el trasfondo político que sé salpica todo, incluso la magia. Acudí a Zaman porque me fue recomendado, no tanto por afinidad, aunque existan en ciertos contextos. A mí solo me interesa la magia —algo en sus últimas palabras, sin sonar a mentira, traslucía otra verdad subyacente—. Os ayudaremos. Por mi parte, me intriga qué magia puede haber detrás y quiero templar el frío acero de mi arte. Pero aunque no quisiera, o me separo de mis compañeras o, sí o sí, habré de ayudar a casi cualquier criatura en apuros.

Como siempre que se ponían en juego las diferencias filosóficas entre sus principios, nacidos de cuanto vivió en los bosques y montañas de su tierra, y los de sus compañeras, Toshizoo se agitó, algo inquieto: no se avergonzaba de sus creencias, pero le violentaba chocar con un mundo que, a su parecer, era excesivamente bueno y, por tanto, propiciaba el auge de quienes abusaran de esa bondad.

Tras recobrarse, prosiguió:

—Creo que, en aras de la Magia, todos deberíamos unir fuerzas, pero pese a mi juventud, no soy tan ingenuo como para no entender ni valorar estas diferentes posturas y la influencia que ejercen en el desarrollo y devenir de la propia Magia —hizo una pausa y su mirada se perdió más allá de Fatemé—. No soy un idealista, pero soñaría feliz con un mundo en el que el conocimiento y la magia unieran a las gentes, que después seguirían hollando sendas distintas. Quiero creer que es esto más importante y que, sin aparcar esas diferencias, tanto entre los amigos, como los amantes como los colegas de profesión, todo será siempre un eterno gatear. Pero... hemos sido hechos para discrepar, para separarnos por cosas, a menudo, nimias. —sonrió triste, sscudió la cabeza y la determinación brilló en su mirada.

—Estoy listo para respetar su credo y esforzarme para aprender lo que tenga a bien compartir conmigo. Gracias.

 

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05/01/2024, 13:59
Tebe

Ah, por supuesto, el sobrecargo a aventureros y a jovencitas sin experiencia. Ya se temía que un mercader profesional fuera menos generoso con sus precios que Fatemé. Tebe sonrió, asintiendo apreciativamente a los viales.

-Valioso, sin duda. Y sin duda el esfuerzo necesario para conseguirlo justifica cada moneda pagada por estos viales, y si en otras ciudades otros mercaderes, menos escrupulosos con lo que venden, anuncian sustancias de similares propiedades por precio inferior, seguro que es porque la calidad de los otros es proporcional a ese precio. Y sin embargo...-Tebe suspiró con tristeza, y no poca teatralidad-tras el viaje hasta aquí, nuestros fondos son sólo adecuados para esas inferiores reproducciones. Vergüenza me da abusar de la tan reconocida generosidad en el pueblo de Yusuf al-Amin, pero... teniendo en cuenta que vamos por encargo de los líderes de este pueblo para mantener su seguridad...y teniendo en cuenta que si fallamos en mantener abierta la Senda Divina, los generosos mercaderes en el transbordador pronto se quedarán sin mercancías, sin clientes, y quizás sin la vida, si las horda llega...Vergüenza me da pedirlo, repito, pero la necesidad me obliga. ¿Quizás podríamos tratar este intercambio no como una venta normal, sino como parte de tu generosa contribución a los esfuerzos contra los gnolls, y hacernos un precio especial de digamos...160 piezas de oro por los cuatro frascos? Sin duda, tal generosidad en proteger al pueblo será recompensada por los dioses. Y apreciada por los habitantes del transbordador.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto un punto de inspiración en Cunning Insight y me doy un +5 a Persuasión.

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06/01/2024, 13:10
Kannara

Kannara se quedó mirando los viales con ojos brillantes, fascinada por el relato de Yusuf. Le encantaban las historias y le encantaba la palabrería del vendedor, le recordaba mucho a los suyos, siempre tan agradables en el trato y siempre contando relatos fantásticos de las cosas más mundanas.

-Guau... -exclamó con la boca abierta-. Son unos alquimistas increíbles, el frasco es lo mejor de todo, sin duda, me encanta el acabado... y el color...

Tebe expuso los problemas y le pareció igual de sensato lo que decía Yusuf que lo que decía su amiga.

-Pero Tebe, ¡estos frascos son muy valiosos! Pero tienes razón, estamos escasas de recursos, estabamos a punto de llegar al transbordador cuando nos atacaron unos gnolls. Y no estoy hablando de uno o de dos, ¡eran una veintena! Mira, mira -se apartó la manga de la clavícula para que viera una cicatriz reciente del combate contras las bestias-, gasté mis últimas gracias de Iral en evitar la muerte. Estamos reabasteciéndonos como podemos. Seguro que lo entiendes, Yusuf -y le hizo un puchero que, normalmente, funcionaba con Nakar.

Tiro Persuasión para ayudar a Tebe, no hace falta pero me apetecía xD

- Tiradas (1)
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07/01/2024, 12:00
Brisa del Amanecer

Brisa del Amanecer observaba al vendedor con una ligera sonrisa. Era agradable de escuchar. No sabía lo que esos viales costaban en otra parte, así que el precio no le pareció mal si eran tan buenos como decía. La joven centauro en realidad no creía que les estuviera engañando, pero aunque no diera demasiado valor al dinero sí comprendía que era necesario gastarlo con sabiduría.

—Los espíritus buenos siempre se sienten complacidos y premian a quien es generoso. — añadió.

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07/01/2024, 12:32
Yusuf al-Amin

El mercader inclinó la cabeza con respeto ante la elocuente solicitud de Tebe, sopesando cada palabra con la destreza de quien ha negociado entre culturas diversas. Tras tomar una pausa dramática, asintió con una sonrisa amable antes de alzar una mano en un gesto teatral.

—Entiendo vuestras preocupaciones, valerosas y aún más bellas aventureras. Vuestra misión es noble y la seguridad del pueblo es de suma importancia para todos nosotros aquí. Pero debéis comprender que los tiempos han sido difíciles para nosotros, los transbordanos. Las incursiones de los gnolls nos han obligado a tomar medidas adicionales para garantizar la protección de nuestras mercancías y de aquellos que vienen en busca de ellas.

Suspiró con pesar, hundiendo los hombros en un gesto que mostraba que también él compartía la carga de la responsabilidad.

—Los costos de contratar guardias adicionales y reforzar las defensas de mis caravanas han elevado los precios de nuestros bienes. No es por codicia, os lo aseguro. Es por la necesidad de proteger lo que es nuestro y mantener abastecidos a quienes, como vosotras, nos visitan en estos tiempos de peligro constante.

Se mesó la barba cuidada, como si meditara largamente sobre el asunto.

—Vuestra petición de un precio más bajo es justa, dadas las circunstancias. Podemos llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso. Os propongo esto: ciento ochenta piezas de oro por los cuatro frascos. No puedo bajar de ahí sin emprender el camino a la ruina de mi negocio. Y como muestra de gratitud por vuestro esfuerzo, un pequeño obsequio. Bisutería de nuestra artesanía local, un recuerdo modesto pero sincero de este intercambio entre amigos.

Yusuf observó a Tebe con ojos perspicaces, tratando de captar la esencia de su estilo en busca del complemento perfecto. Abrió un pequeño cofre de madera y, entre la variedad de joyas ornamentadas, sus dedos se posaron en un par de pendientes de pata de una delicadeza inusual, adornados con pequeñas gemas incrustadas de color verde que resaltarían el tono de los ojos de la arkadia. Con una sonrisa gentil, se acercó a Tebe y le ofreció los pendientes.

—Estos, querida viajera, resplandecerán con tu valentía y determinación. ¿Qué opináis?

Yusuf colocó los pendientes detrás de la oreja de Tebe, permitiendo que sus compañeras pudieran apreciar mejor el efecto. Con un gesto suave, hizo un ademán para que las otras aventureras pudieran dar su aprobación. Una vez obtenido el visto bueno, Yusuf abrió el cofre ornamental y lo presentó a las aventureras con un gesto elegante.

—Por favor, elegid una pieza para vosotras mismas. Que esta muestra de artesanía local sea un símbolo de nuestra conexión en este encuentro entre viajeros y el espíritu de nuestras tierras.

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07/01/2024, 13:11
Fatemé

Fatemé escuchó con atención tus palabras, notando la sinceridad en tu voz y la pasión que te movía. Sin embargo, mientras escuchaba, sus propios valores y creencias resonaban fuertemente en su mente, y se preparó para expresar sus pensamientos con asertividad.

—Toshizoo, comprendo tu pasión por la magia y tu deseo de templar el frío acero de tu arte. Pero no puedes divorciar la magia de las personas que la practican ni de la sociedad en la que viven. La magia no existe en un vacío; está intrínsecamente ligada a quienes la utilizan y a la realidad que la rodea —comenzó Fatemé, su voz amable pero firme—. Tu visión de un mundo donde el conocimiento y la magia unan a las gentes es hermosa, pero la realidad es menos idílica. No todas las personas deberían practicar las artes arcanas, no todas las sendas deben ser holladas, no vale cualquier acercamiento. No podemos utilizar la magia como una herramienta, como un martillo que cogemos cuando nos hace falta, lo usamos un rato y lo dejamos cuando hemos terminado. La magia no puede ser tratada así.

Fatemé miró fijamente a Toshizoo, con una determinación tranquila en sus ojos.

—Tú muestras respeto por las criaturas en apuros. La magia también es un ser vivo, un flujo de energía que merece ser respetado y amado por lo que es. No podemos transformarla a capricho, exprimirle el poder y descartarla cuando hemos acabado. No podemos aprovecharnos de ella cuando la necesitamos y cambiarla contra su naturaleza. Debemos trabajar en armonía con ella, respetando sus leyes y su esencia.

Suspiró, consciente de la complejidad de la situación. Sonrió.

—No obstante, sí podemos trabajar juntos para proteger al pueblo de al-Qasr, ¿verdad? Centrémonos en el arte de la magia que tanto nos une y separa a la vez—concluyó Fatemé, llevando la conversación a un cierre natural para avanzar hacia la enseñanza del hechizo que buscabas aprender.

Extrajo de su bolsita de componentes una pequeña bola de guano de murciélago y un pellizco de azufre en polvo, mostrándotelos.

—El hechizo de bola de fuego requiere tres componentes: somático, verbal y material. La parte material son estos elementos aquí —explicó Fatemé—. La bola de guano de murciélago y el pellizco de azufre en polvo.

Luego, se centró en los otros dos componentes del hechizo.

—Ahora, comenzaremos practicando las palabras mágicas. Es crucial que sean pronunciadas con precisión. Las palabras son: "Suh kali Jalaran" —dijo Fatemé, articulando claramente cada sílaba para que captaras la pronunciación exacta—. Intenta repetirlas después de mí, asegurándote de pronunciarlas correctamente.

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07/01/2024, 14:18
Toshizoo Hijikata
Sólo para el director

Toshizoo sintió que, como de costumbre, el mundo no entendía nada de lo que quería comunicar. Por fortuna o por desgracia, con el tiempo iba, poco a poco, acostumbrándose; si eso acababa años después amargándolo o liberándolo, aún no lo sabía, pero, ciertamente, estaba cansado de tantas confusiones. Suspiró ante las palabras de Fatemé y sonrió con cierto pesar, asintiendo cuando ella habló de colaborar.

—Por supuesto. Daré lo mejor de mí para ayudaros. 

Dio un paso al frente, dispuesto a entregarse a la magia.

Aunque solo sea para demostrar que es justamente de esto de lo que hablo —pensó el drache mientras observaba con atención los gestos de la maga.

Desechó cualquier réplica, cualquier intento de aclarar su postura porque recordaba demasiado bien que, normalmente, la gente se perdía aún más: cuando alguien decidía que esto o aquel eran de una determinada manera, daba igual las herramientas usadas para intentar refutar semejante aseveración, nacida siempre de un prejuicio. Lamentó que su utopía fuera imposible por cosas como esta y, desechando la cuestión, olvidándose de todo salvo de los gestos y las palabras arcanas, intentó repetirlas con la inflexión adecuada, vacilando un poco al principio, alargando o acortando algún fonema como era de esperar.

—Suuh... kali Jalran.

No experimentó la afluencia de la magia, pero ya contaba con ello. Como su determinación siempre fue fuerte y, por fortuna, aprendía rápido, no se desanimó y siguió intentándolo bajo la tutela de Fatemé.

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09/01/2024, 13:49
Tebe

Tebe cogió los pendientes entre sus manos, y se las llevó al corazón, haciendo una inclinación ante Yusuf.

-Tus palabras son justas, y tus obras delatan tu comprensión y magnanimidad. Es un esfuerzo para nosotras, por supuesto, pero no podemos permitir que los mercaderes sean perjudicados. 180 piezas de oro, entonces, y llevaremos con orgullo estas piezas en nuestro viaje, para recordarnos a quién debemos el apoyo que nos ayudará a ir y volver sanas y salvas.

Intentando no mostrar cómo de llena estaba su bolsa, sacó las 180 monedas de oro y las posó en el mostrador, para después coger los viales y guardarlos con cuidado para evitar cualquier daño. El duelo verbal había sido un buen entretenimiento, pero la necesidad que tenían de los viales era real, y bien podían significar la diferencia entre volver o no.

-Espero que esta no sea la última vez que nos veamos, y que en el próximo encuentro, las circunstancias sean más propicias, tanto para nosotros como para el transbordador-le dijo a Yusuf, apartándose hacia la puerta, para dejar que Brisa y Kannara aceptaran si querían una de las fruslerías que les ofrecía, o la siguiesen hacia la salida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Percepción para ver si las joyas tienen algo notable.

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10/01/2024, 21:58
Brisa del Amanecer

Brisa se acercó tímidamente y recorrió con la mirada las joyas. Sus dedos acabaron cogiendo un anillo para el cabello. Era un cilindro ancho de hueso exquisitamente pulido con unos intrincados grabados muy parecidos a los que decoraban la casa de Fatemé.

Es un bello símbolo, amable Yusuf. Lo acepto gustosa.

Se giró y agarró su cola, que se mecía suavemente. Separó con los dedos un mechón y lo introdujo en el anillo, que sujetaba con la otra mano, hasta que quedó fijo. Sacudió la cola varias veces, haciendo sonar el anillo de hueso con los otros abalorios que ya llevaba en ella, cada uno con un significado.

Siempre que lo vea me acordaré de Yusuf y cómo nos ayudó. Que los espíritus buenos te acompañen y te ayuden siempre.— agradeció con una sonrisa al amable vendedor, tras lo que se dispuso a acompañar a Tebe.

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13/01/2024, 13:58
Kannara

Kannara estaba encantada con las joyas, las estuvo observando durante un buen rato, deleitada con la sencillez tradicional de los abalorios.

-Eres un alma generosa, Yusuf; gracias a personas como tú, lo hermoso y lo bueno perseveran.

Eligió un amuleto para llevar al cuello, un objeto que tenía forma de lágrima con un pétalo enroscado. Era lo menos ostentoso que había de entre lo que quedaba. Lo observó durante unos momentos, pensando en Nakar y en el amuleto que las bestias le habían robado a su cadáver. Intentó no ponerse triste pero recordar el amor perdido, la mayoría de las veces, la dejaba más exhausta que un combate a muerte donde impartía justicia.

-Gracias, de corazón. Volveremos a tu tienda cuando regresemos del bosque para hacerte saber que nos fue bien. Y te traeremos cosas que puedan ser de tu interés para tu tienda. Debes seguir siendo como eres, Yusuf.

Le habría dado un abrazo, pero los humanos a veces reaccionaban de formas diversas a las muestras de cariño, de modo que no lo hizo.

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13/01/2024, 18:34
Fatemé

Fatemé escuchó con atención tu primera tentativa, identificando los matices de tu pronunciación.

—Lo estás haciendo bien, Toshizoo. Pero permíteme hacer una pequeña corrección. Recuerda que en la primera palabra, "Suh," debes hacer hincapié en la consonante al principio, como un golpe fonético que despierta la magia. Piensa en ello como el chasquido brusco de la leña al prender —explicó la maga, con suavidad.

Hizo una pausa antes de continuar.

—Ahora, en la tercera palabra, "Jalaran," es al revés. Deja que la consonante inicial fluya suavemente, como el humo que se eleva después de la explosión. No necesitas marcarla tanto, simplemente déjala fluir como si estuvieras liberando la energía acumulada —añadió—. Otra vez.

 

Puedes narrar un lapso de tiempo en el que Toshi hace varios ensayos, si te parece bien.

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13/01/2024, 18:38
Kweku

Después de despediros de Yusuf y obtener las indicaciones para llegar a la forja de Kweku, el herrero del pueblo, lo hallasteis en el rincón más recóndito del pequeño edificio. Kweku, un enano Utu de músculos imponentes que parecían esculpidos en su oscura piel de basalto, centraba su atención en su arte. Envuelto en un mandil desgastado y gruesos guantes de piel que llevaban las huellas del trabajo arduo, trabajaba incansablemente.

La bandana negra anudada en su cabeza mantenía a raya el sudor, revelando un rostro endurecido por la labor diaria. En sus manos fuertes, el acero ardiente cedía, tomando forma bajo su buen hacer. Cada puntiaguda flecha que emergía de su yunque llevaba consigo el sello distintivo de su destreza, destinada a convertirse en un arma para ayudar a la milicia del pueblo a defenderlo de los merodeadores gnoll.

Pero más allá de la destreza en su arte, lo que destacaba eran los intrincados tatuajes de mithril líquido que marcaban su piel. Cada línea y espiral contaban la historia de su conexión con los espíritus de la tierra y el mithril, el metal precioso del Pueblo Robusto, que fluía en las entrañas de las montañas de Utuma con un distintivo tono amarillo. El calor de la fragua hacía destellar y pulsar los tatuajes de Kweku, como si la esencia del mithril líquido en su piel respondiera al llamado de las llamas.

La bandana negra también servía para enmarcar sus refulgentes ojos dorados, revelando el poder que fluía a través de él. Sus ojos, una vez oscuros como era frecuente en su pueblo, ahora brillaban con un fulgor dorado, testigos de la conexión espiritual y el dominio sobre el mithril que marcaba su ser.

Kweku detuvo su labor. Sus músculos tensos se relajaron momentáneamente mientras posaba sus ojos dorados en vosotras, las recién llegadas. El calor de la forja quedó suspendido en el aire mientras, con la piel oscura resplandeciendo bajo el fulgor de la luz, se enjugaba frente con los gruesos guantes de piel. El silencio se apoderó del taller, solo interrumpido por el sutil crujir del metal aún caliente, mientras Kweku aguardaba pacientemente para reanudar su trabajo una vez que revelarais el propósito de vuestra llegada.

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14/01/2024, 22:44
Toshizoo Hijikata
Sólo para el director

Toshizoo asintió a las observaciones de Fatemé, sintiéndose levemente orgulloso por, al menos, haber iniciado con buen pie y no haber fallado en todo. Sabía que esto podía llevarle un tiempo, pero estaba dispuesto a intentarlo, tentando, como bien sabía, la paciencia de su improvisada mentora, como ella hiciera en su día, cuando fue aprendiz: era parte del ciclo y de la relación pupilo-maestro. Sonrió, llenó sus pulmones de aire y, tras exhalar, conminándose a la calma, recuperó la concentración.

Durante un tiempo indeterminado, que le parecieron días, Toshizoo se esforzó no solo por efectuar la pronunciación adecuada, sino que, cuando fue dominándola, hubo de hacer lo propio con los gestos, los cuales, en cierto modo, solían ser más complicados que las palabras o, al menos, así a él se le antojaban. 

Los componentes bien los sabía, pero como su intención no era ejecutar el conjuro, sino aprender a formularlo correctamente, desterró los pensamientos intrusivos cuando aparecieron: ardía en deseos de sentir la oleada arcana invadir su cuerpo y poder canalizarla hasta formar la esfera de llamas. 

Insistió aún un poco más en los gestos y los vocablos, armonizándolos lo mejor que supo: un fallo podría resultar fatal.

—Suh kali Jalaran —recitó al fin, acompañando cada fonema de la gesticulación correspondiente, aún no de la forma perfecta, pero muy próximo a su objetivo.

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14/01/2024, 22:30
Brisa del Amanecer

Brisa del Amanecer se acercó al enano y le saludó con una inclinación, doblando sus patas delanteras.Le gustaban los tatuajes que llevaba. Por lo que ella sabía, las pinturas en el cuerpo y los tatuajes hablaban de la conexión con los espíritus, y eso era bueno.
—​​​​​​​Te saludo, Kweku del pueblo enano. Me llamo Brisa del Amanecer.— saludó con una mano en el pecho —Trabajas el metal sin forma y lo conviertes en algo bello. Me agrada. A los espíritus de la tierra les complace que se usen con respeto los regalos que nos ofrecen.

»Además ayudas al pueblo para luchar contra los gnolls bestias de plaga. Nosotras también ayudamos al pueblo a luchar contra las bestias de plaga. Por eso hemos venido. Deseo cambiar monedas por una ballesta y las varillas afiladas que arroja. También traemos la piel de hierro que quitamos a un gnoll de plaga que matamos y que ahora alimenta la tierra. Tiene magia. ¿Tal vez te interese, Kweku el herrero? — preguntó con una sonrisa amable.

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14/01/2024, 23:44
Tebe

Tebe dejó que Brisa tomase las riendas (sin intento de doble sentido) de la conversación. Viendo al enano y su actitud, probablemente el estilo sincero de Brisa sería más de su agrado que los duelos verbales y los regateos.

Ayudó a Kannara a sacarse la mochila, y sacó las armas y armadura que la centauro había mencionado para que el herrero las examinase.

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17/01/2024, 19:38
Kannara

Kannara se acercó junto con Brisa para hablar con el enano y así verlo más de cerca. Había visto tatuajes tribales en su pueblo pero nunca unos tan extraordinarios como los que estaban hechos con mitrhil líquido.

-Mis disculpas, Kweku, pero estoy apreciando la belleza de tus tatuajes. Es fascinante su color y lo que representa para ti. Soy Kannara, bendecida por Iral, y hemos llegado al Transbordado después de cruzar acero e impartir justicia sobre los gnolls.

Permitió que Brisa le mostrara las armaduras.

-No lo queremos pero quizá puedas aprovechar los materiales para hacer algo hermoso. ¿Reconoces la fabricación? ¿Es posible que los gnolls lo hayan forjado o crees que ha sido un botín robado a su portador?