Partida Rol por web

Las Guerras del Hambre

[03] Explorando el Bosque de los Gigantes

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14/09/2024, 09:46
Narrador

Tiyya, tras sujetar a Toshizoo con firmeza antes de que el mago se lanzara de cabeza a por los libros que tanto lo fascinaban, se dedicó a la meticulosa tarea de buscar posibles trampas, consciente de que el peligro no solo acechaba en la superficie, sino también en los secretos bien guardados.

La beduína se agachó, estudiando las cerraduras de los nichos. Después de un examen cuidadoso y satisfecha de que no había trampas visibles, sacó su ganzúa y empezó a trabajar. La cerradura del primer nicho cedió con un clic metálico. Cuando abrió la puerta de hierro, descubrió diez cofres de hierro, cada uno grabado con un símbolo triangular cubierto de jeroglíficos de Nebukasir. El contenido, sin embargo, fue menos misterioso de lo que los signos antiguos sugerían. Con paciencia, fue abriendo los cofres uno por uno.

Seis de ellos contenían monedas en cantidades nada desdeñables: oro, plata y platino, suficiente para financiar una pequeña campaña o incluso para comprar el favor de mercenarios. Los otros cuatro cofres eran más curiosos. Tres contenían notas de crédito, selladas por el clero de Ahurasheer la Mercante, pero todas estaban expiradas desde hacía mucho tiempo, sin valor práctico en la actualidad. El último cofre contenía algo mucho más importante: el certificado de propiedad de la Alcazaba de la Senda. Tiyya lo estudió detenidamente antes de guardarlo. Quien poseyera ese documento tendría el control legal sobre la torre.

Después de que Tiyya abriera el segundo nicho, Toshizoo, controlando a duras penas su impaciencia, se acercó finalmente a los libros del segundo nicho. Su mente ansiosa devoraba cada palabra, cada página, buscando fragmentos de conocimiento que pudiera aplicar a su propia magia. La mayoría de los textos trataban sobre la historia de la torre, detallando cómo había servido como baluarte estratégico antes de caer en manos de los gigantes. Pero lo que realmente captó su atención fue una pequeña colección de tomos esotéricos que hablaban de la senda de un erudito elemental, centrándose en la magia ígnea de los efreet. Aunque la temática principal era el fuego, Toshizoo percibió con entusiasmo que los principios podían ser adaptados a su propia afinidad con la magia del frío.

La guerrera beduína, después de observar que el mago estaba absorto en su descubrimiento, procedió a abrir el tercer nicho. Este albergaba un amplio baúl, cuyo contenido era una mezcla curiosa y valiosa. Lo primero que encontró fue la calavera de un dragón joven. Junto a la calavera, había dos docenas de dientes de gigantes de piedra. Más abajo, halló un camisote de mallas hecho de mithril dorado, tan reluciente como resistente, una obra maestra de la herrería. Al lado de este, descansaba un bastón de madera de olivo adornado con plumas de shedu. Pero lo más desconcertante era el guantelete armado de gran tamaño. Estaba hecho de dientes y garras de terrarón, y su diseño tosco y primitivo parecía representar una boca llena de dientes caninos.

 

Día 3 de la aventura, Djinsdag de la primera semana de Hummidos. 10:50 de la mañana, 28 °C . No llueve.

Más Botín
-2.500 pp
-2.100 po
-120 ppt
-Certificado de propiedad de la Alcazaba de la Senda
-Registros históricos sobre la Alcazaba de la Senda
-Manual del erudito elemental xD
-Calavera de dragón
-24 Dientes de gigante de piedra
-Camisote de mallas de mithril (sin identificar)
-Bastón de madera de olivo y plumas de shedu (sin identificar)
-Guantelete armado tamaño grande (sin identificar)

Toshizoo: 18/18 (Armadura de mago mayor +6 CA, 4 horas 20 minutos)
Kannara: 30/44 (+5 TS Veneno 20 minutos)
Brisa: 38/38 (piel robliza +2 CA, 10 minutos)
Javinus: 26/36 (Piel robliza +2 CA, 10 minutos)
Tiyya: 39/39

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14/09/2024, 18:33
Toshizoo Hijikata

En cuanto Toshizoo tuvo el ejemplar entre sus manos, dejó de prestar atención a cuanto lo rodeaba. Durante sus muchas horas de estudio, a menudo, había deambulado peripatéticamente por la biblioteca pertinente o en algún jardín, por lo que, seguramente, seguiría al grupo sin separarse del libro. 

No obstante, mientras ojeaba el tomo, haciéndose una idea de su contenido general antes de entrar en materia, pronunció un «gracias» sincero a quien había desvelado el secreto que buscaba, todo ello sin separar la vista de las páginas cuyos caracteres parecían cantar un himno en su mente. 

Si alguien se fijara en sus dedos, los vería temblar ligeramente. Sus rasgos, a veces, se tensaban y su respiración, normalmente tranquila, se agitaba al compás de aquella canción silenciosa que sólo él podía escuchar.

Notas de juego

Sería gracioso que siguiere al grupo y tropezare. 

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14/09/2024, 19:53
Tiyya

Tiyya pasó revista rápida a todo lo que era de utilidad y lo metió en la mochila para subirlo a la superficie. Iba a avisar al extranjero de que lo dejaba solo pero, dándose cuenta de que las únicas palabras a las que haría caso ahora tenían que haber sido escritas por gente que llevase muerta una generación, decidió dejarlo a lo suyo.

Una vez fuera, extendió su capa en el suelo, distribuyó las cosas que había encontrado sobre ella, y se sentó delante para examinarlas con más atención.

Se había apartado un poco de la chamana. Si estaba intentando hablar con quien entendía era una amiga de ellos que había muerto, dudaba que la difunta tuviera interés en hacer nuevas amistades a aquellas alturas. Pero había acabado cerca de la iralesa. El patio no era tan grande, después de todo.

-Deberías coger esto-le dijo, empujando hacia ella el guantalete que ya había reconocido como uno de aquellos que aumentaba las fuerzas de los guerreros, para luego seguir examinando el resto sin alzar la vista-. Tienes aspecto de ser alguien que sabe sacarle partido. Y cuando se va a buscar venganza, hay que asegurarse de que sea el otro quien acabe muerto y no tú. La persona llamada Tebe de la que hablábais, ¿la mató la escorpícora esa por la que preguntabas?

- Tiradas (9)

Notas de juego

Intento identificar con mi habilidad Utumi, pero sólo lo consigo con el guantelete.

Usar objeto mágico, imagino que no hace nada.

He intentado Buscar una pista de qué son, si es que hay algo inscrito en ellos.

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15/09/2024, 10:58
Kannara

La iralesa se había sentado, más calmada pero igual de dolorida, mientras asimilaba la repentina desaparición de Tebe. Miró a Tiyya como si la viera por primera vez. En realidad, es la primera vez que se daba cuenta de su existencia. Thoshizo no estaba, Brisa andaba tirando tierra al aire y Javinus parecía desentenderse de todo porque a fin de cuentas al hombre le daba igual todo y estaba ahí porque se lo habían pedido.

Miró el guantelete y lo tocó con el palito que llevaba en la mano, como si el artefacto fuese un gusano rollizo y quisiera comprobar que respiraba o se movía. Pero solo era un guantelete.

--contestó a la beduina, sorbiendo por la nariz-. Es amiga nuestra y quiero ir a rescatarla. Nuestro objetivo era esta fortaleza porque nos dijeron que había un tesoro pero en la Senda Divina nos cruzamos con una peligrosa banda de gnolls que estaba atacando una granja. Después fuimos al Trasnbordador donde nos comunicaron que había incursiones frecuentes. Así que fuimos a ver a Javinus para que nos guiara a través del bosque hasta... no sé muy bien hasta donde. Nos desviamos hacia esta fortaleza que estaba, aparentemente, vacía.

Mientras hablaba, hacía dibujitos en la piedra con la arena acumulada, y terminaba de explicarle a Tiyya todo lo que sabía, que no era mucho. Cogió el guantelete y se lo puso, imaginando que con él le rompía el cráneo a la buitresa que había escapado.

-Yo me llamo Kannara y soy una sacerdotisa de Iral. ¿De dónde vienes tú y cómo has llegado aquí sin encontrar ningún gnoll?

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15/09/2024, 19:50
Tiyya

Las preguntas de la iralesa ya las había contestado antes, pero se abstuvo de señalarlo. No le costaba ver que los sentimientos de dolor que la llenaban dejaban poco espacio para percatarse de nada más. Asintió al oír mencionar las incursiones. Algo sabía ella de eso.

-Por esos ataques estoy aquí, también muy tribu los ha sufrido. Soy Tiyya, una de los protectores de la tribu de los Zirid. A veces eso significa luchar por ellos, a veces, acercarme sin ser vista para averiguar las intenciones de los que entran en nuestro territorio. Y así es como he llegado aquí, escondiéndome entre entre la vegetación, las piedras y las sombras. Aunque creo que el que llegáseis aquí antes que yo ayudó. Otros tuvieron menos suerte-señaló al beduino, meciéndose al extremo de una cuerda-.  No debió de ser una pelea fácil la que tuvisteis, si los gnolls tenían una escorpícora ayudándoles. Tu amiga murió contra un enemigo temible, intentando salvar a centenares de personas. Hay muertes peores, aunque la pérdida sea la misma.

Señaló al resto de objetos delante de ella.

-No sé si hay algo más que pueda ayudar. El guantelete está bien construido para hacer daño, pero necesitaríamos tener mayor tamaño para poder usarlo. El alfajón y el camisote son mágicos, así que probablemente merezca la pena usarlos si no tenéis cosas mejores. Y el alfajón tiene una cámara para varitas. La varita, por los adornos, debe tener algún hechizo de fuego. Y el bastón debe estar relacionado con Osirakar el oráculo, aunque no sé como. ¿Algo de aquí te ayudaría a matar a esa bestia?

Notas de juego

Guantalete armado = +1. Para uso de criaturas grandes

Pistas sobre que pueden ser los otros objetos, no identificados definitivamente:

El cristal que decora el alfajón simula una piedra agrietada

La varita tiene un diseño en la empuñadura como de plumas o lenguas de fuego

camisote adornado con runas en alfabeto térraro

Bastón tiene jeroglíficos que representan versos sagrados de Osirakar el oráculo.

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16/09/2024, 05:20
Brisa del Amanecer

Para cuando Tiyya regresó, Brisa del Amanecer ya había concluido su ritual y canturreaba en un estado meditativo. Tebe podía estar tranquila, que aunque la estuviesen devorando, su espíritu estaba a salvo. Abrió los ojos al ver que ponía en el suelo varios objetos como si estuviera en un bazar.

—Oh, yo tampoco me presenté. Mi nombre es Brisa del Amanecer, chamana de la tribu de los Ardhi Nyekundu.—dijo orgullosa — Hablo con los espíritus y ellos me dan su favor si así lo desean. —levantó un brazo abarcando el cielo —Rezo al Padre Sol y a la Madre Luna, y también al equilibrio entre la Vida y la Muerte. Las bestias-de-plaga no respetan el equilibrio, y por eso deben ser eliminadas.

»Tebe era piel-rosa, pero era amiga. Su muerte nos apena, pero también nos da fuerza para continuar y que no sea en vano.

Observó los objetos y sus ojos se detuvieron en el bastón con jeroglíficos.

¿Quién es Osirakar el oráculo? No lo conozco. ¿Es también un chamán? Debe ser famoso si le pone su nombre a ese palo.

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18/09/2024, 16:11
Tiyya

-Osirakar es uno de los dioses adorados en las ciudades del norte. Hablan de él como si pudiera conocer el futuro y los guiara tras la muerte- contestó Tiyya, consiguiendo que sólo un ligero tono de su desprecio hacia las decadentes creencias de los de las ciudades fuera perceptible en su voz.

Miró a las que se habían presentado como Kannara y Brisa.

-Sé que acabamos de conocernos, pero si puedo preguntar, ¿qué vais a hacer ahora? Entiendo que quieres ir a vengar a tu amiga. Pero, ¿y después? ¿Vais a seguir luchando contra estas incursiones? Brisa habló antes de ir al puente a detenerlos allí, y si tenéis algún plan para eso, o para detenerlos de alguna otra forma, me gustaría participar, si me lo permitís. Tengo confianza en mis habilidades, pero no soy una ilusa. Sé que sola probablemente no llegue muy lejos. Y vosotros habéis perdido un miembro de vuestro grupo. No puedo reemplazarla, pero ayudaros en su ausencia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Saber Naturaleza: 5 rangos, +2 Inteligencia, +5 Collector of Stories

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18/09/2024, 19:04
Toshizoo Hijikata

Toshizoo emergió a la superficie con el tomo en sus manos. Devoraba las palabras con fruición, pero algo del parlamento que estaban manteniendo sus compañeras con Tiyya logró despertar su interés. Enarcó una ceja y dejó escapar el aire de sus pulmones con cierta resignación.

—¡Qué cabezotas! —pensó.

Le costaba mucho entender ese afán por arreglar lo que ya no podía ser arreglado, uno que veía en algunos magos que, según las leyendas, habían intentado modificar con sus hechizos el mismo paso del tiempo. Pero aún le parecía más absurdo dirigirse a una muerte segura solo para... ¿para qué? ¿Acaso no tenía derecho la criatura a alimentarse? ¿Acaso no lo harían miles de larvas una vez fuera sepultada? ¿Tenían más derecho ellas que el noble e inteligente depredador, uno que, para más inri, bien podría despacharlos incluso sin el cansancio físico y moral, teniendo a su disposición todas sus habilidades? Suicidas... Conforme más se adentraba en los secretos de las criaturas elementales —de las cuales parecía contener aquel volumen cierta información—, más distante se sentía de quienes supuestamente eran cómo él. Sin embargo, y a pesar de sus reniegos internos, aún seguía siendo lo suficientemente humano para, si tomaban ese rumbo, no abandonarlas a su suerte y, en la medida de lo posible, ayudarlas en la estúpida misión que parecían dispuestas a acometer, como si no tuvieran suficientes preocupaciones ya, y él, tantos conocimientos en sus manos que ser desentrañados. 

—No pararéis hasta que vayamos, ¿no? —dijo intentando sin mucho éxito disimular su desagrado—. ¿Cuál es el plan? ¿Y para qué?, ¿esto ayudará a las gentes sobre las que se cierne la horda?, se ahorró decir—. ¿Pensáis robarle el cuerpo de Tebe o vais a luchar por él? Porque os debo recordar lo que pasó hace un rato y que, al menos yo, no tengo ya mucho con lo que ayudar. Podemos perder a más gente o caer el grupo al completo.

Se detuvo un instante, sostuvo con el índice una página del libro que la brisa intentaba pasar y prosiguió:

Y... ¿cómo pensáis encontrarla? ¿Algún medio mágico para rastrear a una criatura que vuela?

 

Notas de juego

Porque sí, en el mapa sale, pero sabemos la dirección y sentido en que marchó, pero no qué hizo después ni tenemos una tarjeta de visita. Habría que rastrearla y salvo que fueran cayendo trocitos de Tebe del cielo, como las miguitas de pan del cuento... 

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18/09/2024, 21:38
Brisa del Amanecer

Brisa del Amanecer miró a Kannara, dudando.

Pues... Bueno, yo vi hacia donde se fue. Fue hacia allá. —señaló hacia donde creía recordar que se marchó con Tebe —Si vamos hacia allí daremos con su guarida, ¿no?

Le parecía bastante lógico.

—Pero si se esconde mucho puede que no la encontremos, y tenemos mucha prisa. Quizás sea mejor hacer otra cosa. Al fin y al cabo, Tebe se unirá a la tierra de un modo u otro.

​​​​​Después observó más de cerca el palo con extrañeza y desconfianza, sin acercarse demasiado.

¿Un dios que sabe el futuro y guía a las almas tras la muerte? Qué tontos son los norteños. Eso no puede ser. Los únicos que hacen esas cosas son los espíritus. —se apartó — Me gustará que nos acompañes. Será bueno. Pero no sé aún dónde iremos. No sé cómo los podríamos detener en ese puente. Debe ser una horda muy grande de hombres-hiena...

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20/09/2024, 18:55
Kannara

-Vayamos al Transbordador -sugirió Kannara, porque nadie tomaba la decisión. Ella no era ninguna líder, pero ya que no le habían hecho caso cuando había propuesto ir hacia el nido de la criatura, y con el tiempo que habían tardado mirando chucherías, la criatura ya estaría haciendo la digestión de Tebe, tenía la certeza de que tampoco le harían caso si proponía ir al Transbordador-. Avisemos de lo que se viene para que al menos puedan evacuar si es necesario. Después volveremos al puente a planear cómo detenerlos.

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22/09/2024, 10:03
Javinus

Javinus se limitó a observar la indecisión que dominaba al grupo con un aire de desinterés y decidió intervenir en el momento justo para evitar que os perdierais en sus propias dudas.

—Bueno, si la idea es ir al Transbordador, mejor empezar a movernos —dijo con una mueca que podría parecer una sonrisa sarcástica. No había mucho en sus palabras, ni promesa de éxito ni ánimos vacíos. Simplemente, el recordatorio práctico de que el tiempo no estaba de vuestro lado—. Seguidme, que no es un camino que se recorra solo.

Sin más dilación, comenzó a caminar con paso seguro hacia el sur, tomando la Senda Divina, y sus perros lo siguieron poco después. A diferencia de los senderos retorcidos que habíais tomado el día anterior, la calzada de Nebukasir ofrecía un alivio inesperado: lisa y bien trazada, con piedras grises que formaban un patrón casi perfecto bajo vuestros pies. Mientras caminabais, el sol filtraba su luz a través del follaje del bosque de los gigantes. Olivos retorcidos y encinas robustas salpicaban el paisaje, sus sombras proyectándose sobre vosotros como largas manos estiradas, buscando tocar las antiguas piedras.

La caminata fue silenciosa, casi solemne, rota solo por el ocasional crujir de hojas bajo vuestros pies y el suave susurro del viento. No había señales de los gnolls ni de la escorpícora que había matado a Tebe, pero Javinus llevaba el arco preparado, atento a cualquier cambio en el entorno.

Después de una hora de camino, el paisaje comenzó a cambiar. La calzada descendía suavemente hacia un valle profundo, y pronto os encontrasteis frente a una vasta extensión de agua negra que reflejaba el cielo como un espejo oscuro. A lo lejos, los troncos de los árboles sobresalían de las aguas como dedos nudosos, muchos de ellos ya muertos, sus ramas sin hojas. Aquí y allá, charcas cubiertas de algas formaban remolinos verdes y espesas nubes de insectos zumbaban en el aire cálido, llenando el silencio con su monótono ajetreo.

El gorjeo constante de las ranas y el canto distante de los pájaros acuáticos acompañaban su avance mientras la Senda Divina os llevaba directamente hacia el borde de la inundación. Al llegar, vieron una pasarela desvencijada hecha de gruesos tablones de madera, unidos entre sí con cuerdas cubiertas de musgo. La estructura se extendía a lo largo de más de cien metros, apenas un metro por encima de la superficie del agua.

Estabais cruzando la pasarela cuando Javinus detuvo el paso y levantó una mano, señalando al frente. Al otro lado de la pasarela, junto al río, había un carromato semihundido e inclinado hacia un lado. Había cadáveres devorados flotando junto al carro, medio sumergidos en las aguas oscuras, gnolls por su aspecto. Las moscas zumbaban a su alrededor, y una sensación de inquietud cayó sobre el grupo como un manto.

 

Pero qué desgraciados sois con las tiradas, dios mío...

- Tiradas (5)
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22/09/2024, 10:44
Hidra del Aguas Negras

El silencio se rompió con un chapoteo que resonó con fuerza en el agua quieta a vuestro alrededor. No fue un simple ruido natural, y sentisteis la vibración extraña que precedía al peligro. Sin embargo, fue un gruñido bajo, seguido de un silbido aterrador, lo que congeló la sangre en las venas de los aventureros.

Del agua, a pocos metros de la pasarela, algo enorme y oscuro comenzó a emerger. Primero fue una cabeza, levantándose sobre un cuello largo y sinuoso. Luego, una segunda, una tercera... hasta que seis cabezas semejantes a cobras gigantes, con colmillos afilados y ojos brillando de una astucia cruel, se elevaron por completo, cada una moviéndose con independencia y escudriñando los alrededores, buscando a su presa: vosotros. Las lenguas bífidas de cada cabeza salían y se retraían al unísono, probando el aire. Sus escamas brillaban con un resplandor húmedo y aceitoso, y su aliento era una mezcla nauseabunda de moho y carne en descomposición.

 

Día 3 de la aventura, Djinsdag de la primera semana de Hummidos. 11:50 de la mañana, 30 °C . No llueve.

Los diversos Piel Robliza y el antídoto han expirado. Os recuerdo que debéis estar a nivel 6 antes de empezar el combate.

En el carromato hay cositas.

¡TIRAD INICIATIVA! Si alguien saca 16 o más puede actuar inmediatamente.

(16) Javinus: 26/36
(15) Hidra del Aguas Negras: ilesa

Toshizoo: 18/18 (Armadura de mago mayor +6 CA, 3 horas 20 minutos)
Kannara: 30/44
Brisa: 38/38
Tiyya: 39/39

- Tiradas (2)
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22/09/2024, 10:42
Tiyya

Aunque la senda de los gigantes era un camino más fácil, Tiyya había asumido que iba a ser más peligroso, en las circunstancias. Aunque esperaba que "en las circunstancias" iba a significar alguna patrulla gnoll, no un hidra.

-Una hidra. Una bestia mágica-susurró- Difícil de matar. Por cada cabeza que cortemos, saldrán dos en su lugar.

Tiyya empezó a retroceder. Y a sacar sus cuchillos, por si no les dejaba esa opción.

- Tiradas (2)

Notas de juego

(16) Javinus: 26/36
(15) Hidra del Aguas Negras: ilesa

(14) Tiyya: 39/39

Toshizoo: 18/18 (Armadura de mago mayor +6 CA, 3 horas 20 minutos)
Kannara: 30/44
Brisa: 38/38
 

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22/09/2024, 15:28
Toshizoo Hijikata

Toshizoo avanzaba ojeando el libro, desentrañando sus misterios y prestando poca atención al paisaje por el que la senda discurría, salvo para evitar salirse de ella. Cuando el grupo se paró de repente, se sobresaltó y a punto estuvo de maldecir, pero al levantar la vista de las páginas repletas de caracteres, vio la expresión de sus camaradas y decidió tragarse su reniego.

Algo ocurría, por lo que guardó su tomo en un morral impermeabilizado y miró en derredor para comprobar qué ocurría.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Así se evidencian mejor sus tiradas.

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23/09/2024, 01:52
Brisa del Amanecer

Brisa del Amanecer observó a la bestia emerger del agua. Jamás había visto tal cosa, y le pareció realmente terrible.

—Un monstruo del pantano que devora bestias-de-plaga devuelve el equilibrio al ciclo natural... Pero no lo hace si devora a cualquier viajero. — reflexionó la centauro. En aquel momento estaba especialmente aguda, y añadió: — Si le crecen las cabezas al cortarla, entonces no cortemos ninguna. ¡Los espíritus nos protegerán!

Comenzó a trazar unos floridos movimientos con los brazos mientras llamaba una vez más a los espíritus de la naturaleza.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Convoco 1 cocodrilo :I

Si el nivel 6 es efectivo desde ya, lo invoco con la dote Augment Summoning, que al menos viene un poco más fuertecito. En línea de esto, con los puntos de golpe que tiré en el off tendría 44pg (pero no sé si todo esto se aplica después de dormir!)

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24/09/2024, 19:46
Kannara

Kannara escuchó a los demás y se encogió de hombros.

-Se va a quedar con las ganas de comernos, ya volveremos a por ella cuando tengamos tiempo. ¡Vamos, corred!

Retraso acción hasta después de Toshizoo para evaluar la situación.

Desempatando con la Hidra, Kannara 15, Hidra 8, así que Kannara va antes. No sé lo que va a hacer Javinus pero Kannara retrasa acción hasta que todos hayan echado a correr.

(20) Brisa: 38/38
(16) Javinus: 26/36
(15) Hidra del Aguas Negras: ilesa
(14) Tiyya: 39/39
(12) Toshizoo: 18/18 (Armadura de mago mayor +6 CA, 3 horas 20 minutos)
(11) Kannara: 30/57

- Tiradas (3)
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02/10/2024, 08:29
Narrador

Os alejasteis corriendo por la pasarela resbalando de vez en cuando por la humedad del musgo, con los gruñidos furiosos de la hidra y los chasquidos de las mandíbulas del cocodrilo convocado por Brisa resonando a vuestras espaldas. Ninguno os atrevisteis a deteneros o mirar atrás. Sabíais que, debilitados como estabais, cualquier vacilación podría significar vuestro fin.

Os permitisteis unos minutos para recuperar el resuello cuando los sonidos de la batalla murieron a vuestras espaldas antes de reanudar vuestro camino por la Senda Divina. El aire húmedo del pantano se tornaba más seco a medida que avanzabais hacia el sur, dejando atrás la extensión inundada por el Aguas Negras. Los árboles, que antes se alzaban dispersos como testigos silenciosos de la invasión, fueron dando paso a las colinas bajas y secas del sur. Poco a poco, el terreno dejó de ser húmedo, y el camino bien pavimentado que seguíais, diseñado y mandado construir por el dios-faraón Nebukasir, reapareció ante vosotros.

Tras casi dos horas de marcha bajo el implacable sol del mediodía, llegasteis a Transbordador de Al-Qasr. El calor hacía que el aire vibrara sobre las casas de barro y adobe, y el sonido del agua del cercano río de las garzas os dio una sensación momentánea de alivio. El pueblo, aunque modesto, tenía una atmósfera bulliciosa aún a aquella hora central del día, con habitantes que se movían de un lado a otro en sus quehaceres diarios, buscando la sombra, ajenos al peligro inminente que se cernía sobre ellos.

Cubiertos de sudor y polvo, no perdisteis tiempo en dirigiros hacia la Vieja Aduana, un edificio robusto que dominaba el paisaje del pueblo. Sabíais que allí encontraríais al capitán de la guardia, Farid, para discutir cuál sería la mejor forma de proceder.

Con cada paso que dabais hacia el edificio, un oscuro presagio se cernía sobre vuestros corazones. Aquello no era el fin, sino apenas el principio de una lucha mucho mayor. El destino os reservaba aún muchas pruebas, y, aunque los primeros compases de la defensa contra la horda habían comenzado, el verdadero enfrentamiento estaba por llegar. Pronto os tendríais que enfrentar algo mucho peor que bestias del pantano o merodeadores en el caminos. Pero, por ahora, teníais que advertir a los habitantes del peligro.

Con suerte, todavía había tiempo para prepararse.

O no.

¿FIN?