Partida Rol por web

El viaje transcurre de manera tranquila. Tres días os dijeron que duraba el viaje para compensar el movimiento de translación en los cálculos de viaje y tres días duró.

Los torbellinos multicolor de la Deriva no os dieron ninguna sorpresa. La pequeña nave esta bien equipada y adaptada para un viaje corto como aquél, por lo que tampoco sufrísteis mucho las consecuencias de el reducido espacio, sobre todo teniendo en cuenta que habíais llegado hasta la estación en un transporte con filas de asientos.

Al salir de la Deriva pudísteis ver el verde planeta, el Salvaje Castrovel, cubierto de una capa frondosa de selva allá donde mirárais. Desde el espacio a penas se podían distinguir las luces de las ciudades en la cara oscura.

Un pitido os indica que hay una comunicación entrante. Apretáis el botón y aparece en pantalla la cara de una elfa. El radar indica que dos cazas se os acercan por la derecha.

-Nave THA-101, indique asunto y destino.- Corto, conciso. El mensaje dejaba ver las pocas ganas que tenía esa persona de contactar con un humano.

Tres días habían pasado. Stuart estiró su cuerpo desperezándose en su asiento, setenta y dos horas sentado no era algo que se pudiera disfrutar, ni mucho menos. La pequeña nave tenía solo la disponibilidad justa de asientos y espacio para cuatro tripulantes sentados en asientos dispuestos de dos en dos; Stuart escogió su lugar al lado de Gendo, a modo de copiloto, le hacía sentir mejor poder ver todos los controles de la nave y atender las lecturas que arrojaba, y ni Edariel ni CT parecieron querer disputar el lugar.

— Gendo… ¿Recuerdas cuando recogimos nuestras cosas en la estación minera? Ya sabes, cuando me regañaste por ser una “rata cobarde”. — Empezó Stuart, en cierto momento. — En ese momento no te dije nada… pero lo estuve pensando y de verdad te mereces oir esto. — Entonces Stuart le da una palmada en el hombro, en gesto de camaradería. — Te luciste. De verdad. En momentos como esos sacas a relucir esa madera de líder que tienes, ya antes lo había visto… ya sabes, sueles pensar bien bajo la presión de los tiroteos, pero ahora me sorprendió esa faceta de líder inspirador o motivador. ¡Jajaja! — Mientras soltaba unas pocas risas, se voltea hacia atrás para mirar a Edariel — Quién lo diría, ¿No? Ya me había acostumbrado a que el de la inspiración del grupo fueses tú, pero parece que estas siendo una buena influencia para Gendo. — Entonces, aun sonriendo pero ahora cambiando a una sonrisa de complicidad vuelve a voltear a Gendo — Además hay que decirlo. Lindo detalle el de dejar de hablar mientras te lo sacudías, ya es una mejoría.

***

Por fin tuvieron frente a sus ojos al verdoso planeta Castrovel, se veía hermoso desde ese, paradisiaco; no podía haber mayor contraste con el “mundo desértico” que acababan de dejar.
Repentinamente una comunicación entrante los asalta. La excitación puso a Stuart al borde del asiento, eran muchas cosas sucediendo muy rápido luego de tantas horas monótonas inmóviles en una capsula.

— Aquí THA-101. — Se apresuró Stuart a responder a la transmisión, al ver el rostro de aquella elfa que ya de buenas a primeras se veía no muy amistosa Stuart se aclaró la garganta antes de seguir. — Somos trabajadores contratados por la Corporación Thaima, refuerzos para el equipo de prospección número tres. Nos dirigimos a la plataforma destinada a ese equipo. Solicitamos permiso para aterrizar. Cambio.

Edariel permaneció callado prácticamente los tres días que duró el viaje.
La cercanía a su planeta natal lo hacía estar más distante incluso de lo que ya era habitualmente, hasta el punto de pasar la mayor parte del tiempo meditando en su asiento.

El reencuentro con su padre era necesario para descifrar el colgante que portaba, pero para ese encuentro necesitaba prepararse mentalmente.
Su progenitor nunca habría aceptado aquella vida de aventuras, de ir vagando de un lugar a otro, siendo casi un mercenario.
Pero Edariel tenía ahora la suficiente fuerza para convencerlo... o al menos para dejarle claro a su padre que aquella era la vida que quería.

Cuando la silueta verde del planeta apareció ante ellos, el elfo sonrió. Era la segunda vez que la veía, la primera había sido al marcharse un par de años atrás. Ahora estaba de vuelta.
La comunicación de una elfa hizo que se pusiera tenso. Por el momento dejó que Stuart tomara las riendas, pero estaría atento por si era necesario intervenir.

La pantalla se había congelado. Era obvio que la elfa lo había hehco a drede y estaba pidiendo permiso a su superior para derribaros o echaros a patadas de allí. Finalmente la imagen volvió a cobrar vida.

-¿Qué motivos traen a un... ysoki, a nuestro planeta?.- Estaba siendo desagradable. No os pasó por alto el hecho de que casi dice rata, en vez de ysoki, ni tampoco que lo llamó "nuestro planeta" cuando es el planeta natal de los lashunta y formídos siendo los elfos unos agregados.
Las credenciales transmitidas eran válidas y estabn en regla.

La pantalla se congelo. Stuart se acomodó un poco en el asiento, relajándose un poco ya que suponía que simplemente aquella se había puesto a revisar documentación para asegurarse de que todo estaba en orden. Cuando esta regresó, Stuart volvió a ponerse algo nervioso al ver que no les autorizaban a aterrizar sino que le formulaban una pregunta y empezó a temer que esa elfa fuese alguien demasiado inquisitivo o meticuloso e iniciara allí mismo algún tipo de interrogatorio.

— ¿Perdón? — Atinó a decir Stuart primero mientras acababa de asimilar lo que había detrás de aquella pregunta. Entrecierra un tanto sus grandes ojos negros algo molesto pero el tiempo que había pasado en Akiton le hicieron ver la imagen que muchos tenían en la cabeza cuando alguien pensaba en un ysoki. — No todos somos ladrones o contrabandistas, ¿Sabe? Algunos estudiamos geología… entre otras cosas. ¿Necesita información adicional a la que le he dado? Cambio.

La elfa pareció sonreir detrás del casco al oir las palabras de stuart, ¿o tal vez era una mueca de asco?. Fuera lo que fuera contestó de inmediato. -Nunca he mencionado tales cualidades.- dijo sin rastro alguno de emoción en su voz. -¿Debo dar por sentado que, al mencionarlo para evitar mi pregunta, si lo es?.- Ahora si que estaba claro. La elfa había visto esa laguna en tu contestación y quería aprovecharse de ello. Posiblemente le dieran la enhorabuena por arrestar a un sospechoso de contrabando y latrocinio.

Ha Stuart entonces le quedó claro que existía una intención de parte de aquella de complicarle la vida de alguna manera; se tensionó por lo delicada que podría volverse la situación, si aquella persona tenía la libertad de abusar del poder que le daba su puesto, pero el fastidio que le causaba la actitud de aquella se le impuso.

— Oh, perdón… — Dijo usando un tono sarcástico a la vez que soltaba un suspiro de hastío — Fue mi error inferir cosas solo porque me señaló exclusivamente a mí para volver a preguntar lo mismo que ya he respondido. Seguramente usted es ajena a la situación de pobreza de Akiton, y a los prejuicios aparejados a este. — Entonces Stuart hizo un repaso mental rápido de las condiciones en las que se encontraban: al menos hasta donde sabían las autoridades de la Estación Absalom no los buscaban sino solo la pandilla de las Serpientes de Morob y ahora se les sumaban esos Caballeros Infernales. — Estamos en regla, si quiere detenernos para revisar nuestros comprobantes. — Al menos podía estar bastante seguro de ello por su lado y el de Gendo ya que ambos se criaron en la misma zona de la misma Estación, no podía estar tan seguro de lo inmaculado de los historiales de Edariel y CT… aunque Stuart disimuló una mueca de preocupación al recordar que el androide decidió cambiar su nombre, vaya a saber por cual asunto de su pasado, aunque intentó decirse a si mismo que seguro no tendría que ver con problemas legales.

El viaje a Castrovel es tranquilo y eso es bueno. Pilotar una nave es siempre entretenido y me gusta tener los controles en la mano para sentir esta nave. Saber que llevo una tostadora por la Deriva es... estimulante, hace que cualquier mierda de viaje se disfrute y esta no es la excepción. Ya finalizando el viaje, Stuart llega como copiloto, lo que es bueno porque siempre contar con un buen copiloto como mi amigo ysoki es un apoyo que me permite un poco de relajo.

Pero en ese momento se pone a hablarme acerca de cuando estuvimos en la estación. Me da las gracias y me elogia, mientras habla de lo mismo con Edariel. Le miro fijamente, así como al elfo en momentos, para finalmente replicarle:

 - "¿Estás drogado?"

Entrecierro los ojos, intentando entender si me están tomando el pelo, es una broma con mucho sarcasmo o si se pusieron de acuerdo con orejas puntiagudas acerca de esa mala broma de yo como líder. No olvido que fue precisamente Edariel quien empezó con esa mierda en la Belussian así que no podrán burlarse de mí tan fácilmente. De seguro que se coordinan en sus intentos.

Pero entonces llegamos a Castrovel y rápidamente una elfo nos habla desde un caza. Nos pregunta y Stuart se comunica para que me mantenga en el pilotaje. De pronto la pantalla se congela y al rato pregunta desagradablemente por los asuntos de ysoki en el planeta. Alzo las cejas, visiblemente molesto por su actitud pero Stuart le responde nuevamente, por lo que me aguanto las palabras. Stuart, nuevamente muy veloz, le responde finalmente. Aprieto el botón para callar nuestro micrófono y le hablo a mis compañeros:

 - "¿Que se cree esta frígida de mierda? ¿Que puede tratar mal a nuestro ysoki? ¡Que no! ¡A Stuart solo lo podemos tratar mal nosotros! ¡Si vuelve a decirte algo, se las va a ver conmigo!"

La piloto no es capaz de escuchar mis palabras pero claramente es capaz de ver como mi rostro se comienza a poner rojo y mis labios se mueven como una ametralladora escupiendo munición furiosa. Me importa una mierda a que sus cazas nos estén apuntando, los haré mierda si se les ocurre hacer algo, aunque tenga que abordarlos para patearles el culo.

De pronto el movimiento solar inbuye la cabina de luz. La pantalla fotosensible aplica inmediatamente el protocolo de tintado del cristal sin apenas percibirlo, pero la elfa parece darse cuenta de algo. Sus ojos se desviaron de stuart hacia arriba, detrás de él, mirando al elfo que permanecía detrás, en las sombras de la cabina hasta que la luz del sol lo iluminó.

Los segundos parecieron minutos de espera mientras la elfa intentaba dilucidar, o tal vez reconocer al elfo.

-THA-101 puede continuar.- La imagen de la piloto desapareció de la pantalla holográfica volviéndoos a dejar a solas en vuestra nave.

Stuart se percató del gesto que lucía ser... ¿Meditativo? Y le mantuvo la mirada mientras la veía como observaba algun lugar en la esquina de la pantalla, como si hubiese dejado vagar sus ojos mientras pensaba. Tras unos momento finalmente les dió la autorización y cortó la comunicacón.

— Ok. — Dijo entonces Stuart satisfecho. — Creo que si la tristeza y la amargura matara a los elfos… a esa no le debe quedar mucho tiempo, ¿No? Jajaja… además Gendo no puede estar equivocado, no conozco a más nadie que sepa más de hembras frígidas, ¡Jajaja! — Pero en mitad de su última cargajada se apresuró en añadir dirigiendose a Gendo — ¡Y no! No vayas a decir que ahora yo soy una. ¡Ja! Te atrapé en el aire. — Se recostó en el respaldo de su asiento y estrechó sus manos en actitud relajada. Pero enseguida sus ojos fueron a dar a un lado, y luego al otro, atendiendo a una duda que se le planteó. — Oigan… ¿Acaso el “cambio y fuera” cayó en desuso o algo así? No vaya a ser que la elfa se metió conmigo porque le recordé a su abuelo...

Por suerte para sus alargados oídos, nos da una respuesta afirmativa y así me ahorra decir las palabras que se merecía. Lo bueno es que nos deja pasar y con eso basta pues no me interesa seguir peleando con esa mujer.

Escucho lo que dice Stuart y me río de como detiene una posible broma:

 - "¡Ja ja ja ja! ¡Esa está buena! No se me había ocurrido."

Me sigo riendo de lo que dice el ysoki, a veces se le ocurre cosas divertidas. Pero lo importante es continuar:

 - "Bueno, sigamos a ver si podemos llegar rápido a nuestro destino. Tengo ganas de ganar dinero."

Aprovechando que los cazas me han dado permiso, acelero en la dirección que debemos avanzar para llegar a nuestro destino y así terminar con el viaje para comenzar realmente con nuestro trabajo.

Edariel observaba tenso la conversación entre Stuart y la piloto elfa.
Estaba claro que no quería dejarlos pasar, sabía esa actitud; todos los que no sean elfos son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
Por suerte el (o la) Ysoki consiguió mantener la calma y seguirle el juego a la elfa, haciéndole ver que tenían todos los permisos en regla.
Diferente fue la reacción de Gendo, comenzando a perder los nervios ante lo que era un claro abuso de poder.

Edariel no quería intervenir en aquella ocasión, pues significaría revelar su llegada antes de hora. No obstante, si debía hacerlo para evitar hostilidades, lo haría.
Quizás sin darse cuenta su figura apareció en la imagen de Stuart, justo detrás de él. Y de alguna manera aquello pareció ser suficiente para que la piloto los dejara aterrizar.

Escuchó las bromas que Ysoki y humano se intercambiaron pero esta vez no sonrió; era probable que le hubieran reconocido o como mínimo sabrían que un elfo viajaba a bordo de esa nave.
El momento del reencuentro estaba cada vez más cerca.

Bien hecho Stuart, no has caído en su juego. le dijo a su compañero en un tono distante, menos afectivo de lo habitual.
La nave se introdujo en la órbita de Castrovel y pronto llegaron a ver de cerca las selvas del planeta verde.
Suspiró. Pero sin darse cuenta, también sonrió.

Gendo aprieta el sistema de localización de coordenadas mientras acelera adentrándose en la atmósfera de Castrovel.

El exhuberante verdor del planeta se interrumpido únicamente por el azul de sus lagos y las cadenas montañosas que recorren su superficie. Un paraíso letal de muerte primigenia y selvática.

Pasáis por encima de una ciudad élfica con sus múltiples edificios estilizados y grandes palacios de colores, adornados con oro y plata. La ciudad se encuentra en un alto de difícil acceso y rodeada de una alta muralla y tan gruesa que podría aterrizar en ella un transporte medio sin interrumpir el tráfico. Los árboles de su interior dan cobijo y sombra, frutos y madera en un conjunto de perfecta armonía entre lo natural y lo artificial con numerosos canales que recorren la ciudad influyéndola de vida.
Es Ei, la capital de Sovyran, el continente elfico de Castrovel y hogar de Edariel Telfalas.

Dejáis atrás la ciudad adentrándoos en la jungla. Una tormenta repentina comienza a dejar caer la lluvia impidiendo la visión. El sistema de rastreo de señal os conduce hacia donde está el puesto de prospección número tres.
Unos focos os dan la bienvenida entre el aguacero, que cesa casi de inmediato, tan repetino como comenzó.

Alli podéis ver un área delimitada mediante una valla de energía de tres metros de alto conetada a ocho postes de soporte, una medida eficaz de control ante intrusiones no deseadas. Un edificio principal de forma hexagonal sirve como centro de comunicaciones y zona de trabajo principal. A su derecha tres casetas más juntas y una caseta aislada a la izquierda del edificio principal.

Una plataforma de aterrizaje contiene otro transporte del mismo tipo y modelo que el vuestro. Cuando aterrizáis, tres figuras salen a recibiros.

-Soy Darbus, jefe de prospección del equipo número 3.- El humano os tiende la mano nada mas salis de la nave.

Estos son Grant Randower, nuestro geólogo y Kehess Úrhulu, nuestro guía espiritual de la naturaleza y eplorador.

-Hola. Bienvenidos.- Dice el humano.

  -Sed bienvenidos.

El regreso a Castrovel ya era un hecho y los ojos de Edariel brillaron con una luz especial cuando las selvas de su planeta natal aparecieron ante ellos.
Pero su expresión sonriente por el regreso a casa se volvió en otra más abstraída cuando los bellos edificios de Ei se dibujaron tan cerca de ellos.
Allí se había criado, allí estaba la Corte Élfica, y allí estaba su padre.

La nave pasó de largo prosiguiendo su ruta, pero la mente del elfo se había quedado en el lugar que acababan de ver.
Era su oportunidad de librarse de la losa que había estado cargando todo este tiempo; el miedo a la incomprensión.
Estaba seguro que su modo de vida no sería comprendido ni aceptado por su progenitor ni probablemente por nadie de Ei. Pero ahora ya no tenía ningún miedo a ese rechazo.
De haber podido, hubiera ido corriendo hacia allí, pero se había comprometido con aquella misión y esperaría a cumplirla para regresar a su casa.

Una vez aterrizaron y la pareja de humanos, más aquel Shirren, les saludaron, Edariel hizo lo propio en su habitual sonrisa.
Edariel Telfalas. Encantado de conoceros. El robot nos puso en antecedentes pero agradeceríamos cualquier información.
¿Se sabe algo sobre los autores? ¿Sería posible hablar con alguno de los supervivientes a los ataques? preguntó el elfo, esperando solucionar aquello lo más rápido posible.

El clima húmedo, con lluvia persistente a intervalos, tan típico de las junglas era esperable pero aun así sorprendía verlo de primera mano. Stuart era la primera vez que veía tantos árboles juntos.
Cuando pasaron volando por una ciudad bastante impresionante, Stuart reconoció el estilo caracteristico de la arquitectura elfíca que ya había visto en alguna de las muchas lecturas que su curiosidad le llevó a realizar en los bancos de datos disponibles al público.

— Esa ciudad es elfíca, ¿Verdad? — Preguntó a modo de introducción a lo que tenía en mente dirigiendose a nadie en particular mientras contemplaba la ciudad a través de la ventanilla de la nave — Que sofisticados. Por toda esa filosofía de vida muy ecologista cualquiera diría que vivirían más como en árboles gigantes criados desde su nacimiento para moldearlos de tal forma que los usaran como edificios, haciendo que desarrollaran un tronco hueco por ejemplo... pero supongo que eso no es compatible con su concepción de "alterar lo minimo posible la vida natural". Que interesante esa arquitectura tan estilizada y refinada combinada con esa forma de pensar más "de apego con lo natural". Pero ahora entiendo de donde viene su fama de altaneros o estirados... — Entonces desvía su mirada hacia Edariel agregando — Que dicen de la mayoría de ellos.

Cuando llegaron al puesto de prospección bien delimitado y descendieron de la nave, el calor del ambiente enfatizado por la humedad del ambiente los golpeó... tomando desprevenido al menos a Stuart que primero tuvo que acostumbrarse a un calor sofocante pero seco y ahora enfrentaba uno igual de asficciante pero humedo.

— Ufffff... oh, hola. De verdad que este es un recibimiento estupendo comparado con el recibimiento elfíco. Soy Stuart... solo. — Entonces sus ojos se fijan en el shirren y su atención es completamente absorvida por él. — Это круто! Вы ширрен! У меня не было много возможностей установить отношения с кем-то из вас, но это всегда привлекало мое внимание. — Comenzó a decirle Stuart, en la lengua de los shirren, con mucho entusiasmo a la vez que se acercaba a él. — Мои специальности больше направлены на инженерные и компьютерные технологии. Это удовольствие. — Hace una pausa entonces para tenderle la mano esperando que se la estreche. — У меня также есть несколько исследований в различных фактических и формальных науках. Но я думаю, здесь это не будет иметь большого значения. Мы все будем делать любую работу, которую нам приказали, верно? Во всяком случае, я надеюсь, что мы можем быть друзьями. Можете ли вы рассказать мне немного о том, что вы делаете с «духовным руководством»?

Las junglas de Castrovel son bien agradables de ver, lo concedo, pero mientras sobrevolamos Ei, lo que a todos le parece una maravilla arquitectónica, una perfecta mezcla entre lo natural y lo artificial y bla, bla, bla... para mí está empapado del mal gusto que me dejó la elfa piloto de hace unos minutos. Arrugo el entrecejo mientras los edificios pasan por debajo nuestro y lo único que sale de mi boca es el parafraseo de las palabras de Stuart:

 - "Altaneros Y estirados."

Dejándose sonar más como una corrección que como repetición, denotando con fuerza la "Y" entre los adjetivos en vez de una "O". Yo no miro a Edariel sí, primero porque no quiero que nos matemos por desviar la vista, segundo porque el gorro le quedará a quien le quepa.

Aterrizo con cuidado en la pista de aterrizaje del terreno de prospección. Suspiro, feliz de haber llegado y con ganas de ganarme mi ración, como corresponde a todo buen mercenario.

Al bajarme, acepto la mano de quienes me saludan mientras le respondo:

 - "Gendo Koyima, un gusto."

Escucho las preguntas de Edariel, mirándole de reojo por un milisegundo cuando pronuncia su nombre completo. No me parece la mejor estrategia para quien no estaba feliz de venir a donde su familia.

"Quizás, en el fondo, desea la reunión más de lo que la rehuye."

Stuart comienza a hablar con el shirren y mi mirada se posa en su peluda cabeza. Mi expresión comienza a arrugarse más a cada palabra de ese idioma que no entiendo hasta que una vena de tres afluentes se marca con intensidad en mi sien y mi color se pone más rojo de lo normal. No me contengo y doy un coscorrón en su cabeza antes de espetarle:

 - "¡ÉL DIJO SED BIENVENIDOS! ¡DOMINA NUESTRO IDIOMA PERFECTAMENTE PERO NOSOTROS NO EL SUYO! ¡DEJA DE HABLAR COSAS QUE NO ENTIENDO, MALDITO MALEDUCADO!"

Le digo con el puño en alto, mientras casi puedo ver el vapor saliendo de donde le di el golpe e ignorando por un momento a nuestra comitiva de bienvenida.

EL Shirren estrecha la mano de Stuart cuando se la tiende al punto de ver en primera persona el coscorrón que Gendo propina al Ysoki.

-Мне приятно снова говорить на моем родном языке с кем-то знающим. Sin embargo,- dijo volviendo al idioma común, -será mejor para todos si nos entienden al hablar. Todos hacemos nuestro trabajo por el bien mayor y lo que mi colega define como "guía espiritual" no es sino una definición de dar consejos útiles por el bien de nuestro grupo.

-Exacto.- Intervino el jefe de prospección. -Por desgracia,- dijo mirando al elfo con cierta reserva, -no sobrevivió ningúno del equipo de prospección número cinco. Os lo habrán contado, ¿verdad?. De la noche a la mañana su campamento, exactamente igual a este, ya que son estándar, fue atacado y no se encontró a ninguno de los cadáveres.

-De hecho tenemos un problema mayor.- Continuó Randower. -El segundo geólogo ha desaparecido mientras examinábamos un terreno al norte de aquí. No hay rastro de él, aunque hemos hallado sangre suya cerca del lugar de la desaparición. Esto ha sido hace dos días. Ya se ha comunicado a la corporación y nos dijeron que la ayuda estaba en camino.- Unas gotas comienzan a caer mientras pronuncia la última frase. -Será mejor refugiarnos y continuar la charla en el complejo principal.

Les seguís hacia el edificio hexagonal situado enfrente de la plataforma de aterrizaje.

Al entrar podéis ver claramente un edificio prefabricado, con muebles estructurados y ensamblados para diversos propósitos de campo. El comedor dispone de una mesa grande anclada al suelo y varias sillas metálicas plegables.
Una pequeña cocina, muebles para la vajilla con cierre y un equipo de transmisión y radar activo las veinticuatro horas.