Partida Rol por web

La ventana abierta os acerca no solo un gélido aire, sino también los sonidos de la noche neoyorquina, incluyendo por supuesto, sirenas de la policía.

Quizás sea una buena idea esperar y declarar ante la policía. Después de todo el asustadizo conserje tiene las descripciones de al menos 2 de vosotros y hablará de ello a la policía, y la policía os buscará, seguramente. Una huida puede ser difícil de justificar.

Dada la situación del hotel, muy cerca de Chelsea Park, posiblemente estén al llegar, pues la comisaria central de NY está muy cerca.

Vinnacci ignora los comentarios del señor Goldberg cuando escucha las sirenas de la policía acercarse en la lejanía. Acto seguido toma su cámara, se la pone al cuello y se acerca a la ventana de la habitación principal. Asomándose contempla la vista que desde allí se ve...

- Nos quedaremos entonces, ruego me disculpe señor Goldberg... Estoy algo nervioso - Confiesa con la vista perdida en el exterior mientras se seca el sudor de la frente con un pañuelo.

El anticuario sale del cuarto de baño con el semblante blanco y cetrino. Se apoya en la pared y trata de ser conciliador.

Tranquilícense todos. Aquí nadie tiene nada que ocultar y si podemos ayudar en algo a la policía deberíamos hacerlo, si así ayudamos a encontrar al asesino. En realidad todos de una manera u otra estábamos citados con el y es posible que lo que quisiera decirnos le haya costado la vida, como afirma el Sr...¿Goldberg? Ustedes le conocían, yo no, pero si era escritor apuesto a que Elías era aficionado a relatar lo que le pasaba, a tomar notas para luego darles forma narrativa. ¿Recuerdan que tuviese algún block de notas o cuaderno? si es así hay que encontrarlo antes de que llegue la policía.

Paul jugando a los detectives está tan perdido como un niño, pero al menos trata de seguir las pautas más típicas de las novelas policíacas.

Se acerca a la puerta y observa la cerradura, para ver si ha sido forzada.

A los pies de la cama hay una bolsa de lona, cuya cremallera está parcialmente abierta y deja ver en su interior ropa, pero parece que no le ha dado tiempo ni a deshacer el petate al pobre Jackson. Al parecer solo le dio tiempo a quitarse el abrigo y el sombrero y colgarlos tras la puerta que hay tras la puerta de entrada y no hay ningún bloc de notas al menos a la vista.

La cerradura no parece forzada.

La ventana desemboca directamente en una escalera de incendios de hierro fundido, que desemboca en un sucio y oscuro callejón, mal iluminado, que desemboca en la adyacente fashion Avenue.

El callejón se encuentra completamente vacío hasta donde alcanzas a ver desde tu posición, salvo por un par de cubos de basura metálicos.

Bauberg carente de pudor se acerca al abrigo colgado y comienza a rebuscar en los bolsillos. Mientras mira al resto con toda naturalidad.

Parece que el señor Elías facilitó la entrada al asesino. O este tenía una llave...Eso deja pocas posibilidades, o el asesino era conocido y de confianza o se hizo pasar por personal del hotel o es parte del personal del hotel.

Las cábalas del rechoncho anticuario quedan en el aire mientras rebusca en el abrigo.

Sr. Goldberg, busque en esa maleta, por favor.

Paul, Lindsey... - Dice Vinnacci señalando la ventana y entregando su cámara a la mujer - Creo que voy a bajar por esta escalera de incendios que hay pegada a la ventana. Volveré a subir en breve

-Srta Lindsey podría entretener a la policía mientras echamos un vistazo y avisarnos de su llegada. Si nos pillan rebuscando entre sus cosas se nos puede caer el pelo.-Dicho esto coloca la bolsa encima de la cama y la abre con cuidado y empieza a sacar su contenido intentando desordenar lo menos posible, pareciendo que Jackson lo haya dejado asi antes del incidente.

La chica mira a sus compañeros con algo de sorpresa, ¿realmente piensan rebuscar con tanto descaro? Sea como sea, no les queda otra, ciertamente.

Eh... bueno, yo me quedaré con la policía, sí. No hay problema de ello - les dice con tenue voz.

Mientras Vinacci comienza a descender por las escaleras de emergencia del hotel, que resuenan con un ruido metálico, Bauberg registra los bolsillos del abrigo de Elías. Mientras Goldberg comienza a deshacer la maleta.
Imagino que Marrow queda en la puerta preparada para lanzarse contra el primer agente queaparezca por la escalera o el ascensor para llorarle un buen rato.

En el bolsillo del abrigo encuentras una caja de cerillas con una decoración muy curiosa pues tiene unos rebordes dorados que enmarcan unas letras en inglés:
"Bar El Tigre Tambaleante"
10 Deng Long Jie.
Shanghai
Para encontrar amigos y diversión en Shanghai.

y en la parte trasera aparece un par de caracteres escritos en chino.

Algo resuena en su interior al moverla. Cerillas, posiblemente.

Extraes con calma y parsimonia los enseres del interior de la bolsa.
Ropa, y mas ropa. Y un libro no demasiado grueso. Una novela.

A Green Hat, por Richard Horton.

En su interior hay una hoja de papel. Se trata de una carta escrita a mano, pero con muy mala caligrafía.

"El Cairo, 3 de Enero de 1919.
Estimado Señor Carlyle"
(y continúa varias lineas mas...)

Una pasarela metálica rodea todo el perímetro del edificio. Situada bajo todas las ventanas que dan al callejón, tiene unas escaleras de descenso a apenas medio metro de la habitación de Carlyle.

Desde aquí se puede acceder a cualquier habitación que tenga en ese momento la ventana abierta.

Es de metal oscuro y resuena bajo tus pies con un ruido metálico a cada paso que das.

El callejón huele a orina de gato y a basura. Cuando estás a punto de dirigirte hacia los cubos de basura, te llama la atención un brillo muy cerca de la base de la escalera. Una bandeja metálica, y una botella de cristal* hecha pedazos al lado de ésta. Y un metro mas allá, una copa rota.

El callejón desemboca en Fashion Ave., unos 10 metros a la derecha de la escalera. Fashion Ave. es perpendicular a su vez a W23rd St. Puedes ver unas marcas de neumáticos, como de un frenazo, o de un coche que arranca precipitadamente y da un acelerón a unos 5 metros de la salida del callejón.

Desde la puerta puedes percibir ajetreo que suena desde los pisos inferiores. No es excesivo, dos puntos por encima de lo normal pero aún 8 puntos por debajo de escándalo por rumores de asesinato.

Un vistazo rápido al inerior de la habitación: Bauberg está mirando una caja de cerillas mientras el barbudo parece entretenerse abriendo un libro que acaba de encontrar en el petate de Elías.

Tomas parece que ha encontrado algo y lo guarda en su carpeta. Parece que tiene bastante y decide dejar de rebuscar por si acaso llega la policía. Deja la ropa más o menos ordenada y les dice al resto en un susurro:

-Creo que he encontrado algo, luego lo ojeamos en un lugar seguro.

Lindsey da unos pasos hacia afuera, para quedar en el pasillo. Antes de esto, se concentra y sujeta el tabique nasal con los dedos, haciendo presión. A lo mejor así le sale alguna lagrimilla, y pensando en la situación no es difícil que no salga.

Bauberg por su lado, asiente con la cabeza y se guarda también un pequeño objeto en el bolsillo interior de la chaqueta. Luego da unas palmadas al abrigo para dejarlo como está.

No me atrevo a registrar el cadaver, es mejor dejar ya las cosas como están, y disimular con la policía.

Para el anticuario, lo horrible de la situación no pasa de tener un cadaver en la habitación de al lado, pero algo en su tranquilidad y relajación dice que no es la primera vez que comete algún acto al margen de la ley.