Partida Rol por web

A las 20 horas, puntuales como un reloj, todos los compañeros a los que el destino les ha hecho ser partícipes de esta extraña investigación se reúnen en el restaurante del Hotel Roosevelt, el modernísimo y de recentísima construcción rascacielos de Madison Avenue, conocido entre los neoyorquinos como La Gran Dama de La Gran Manzana.

Y en el exquisito y exclusivo restaurante del modernísimo hotel que Vinacci escogió para albergar al grupo de Arkham, los 5 investigadores se reúnen para comentar, ante una excelente cena que consigue despertar incluso en el exquisito, exigente y afrancesado paladar de Vinacci un gran sentimiento de admiración.

Los camareros se afanan en atender con sus impecables modales a los numerosos comensales que hoy se dan cita en el restaurante. Y los bellísimos y bien escogidos acordes que un virtuoso pianista extrae de un piano de cola de madera de palisandro ubicado en un pequeño podio en un extremo del restaurante se combinan con los dorados destellos de las lámparas de cristal de Bohemia y el pálido color crema de paredes y manteles para crear una atmósfera relajada y tranquila.

EN efecto, Vinnacci no para de hacer comentarios acerca de la presentación de los platos, el sabor del pescado y el delicioso olor del zumo de uva que les han ofrecido. Por una vez parece disfrutar más con la comida que el propio Bauberg, a quien no para de atosigar con diversos comentarios sobre el origen y procedencia de algunos platos e ingredientes de los mismos. Si algo desconoce no duda en preguntar a los atareados camareros y, ante su seriedad y etiqueta, no hace sino sonreir y preguntar más todavía. Cada vez que el elegante pianista termina una canción el fotógrafo no vacila en volverse para dedicarle un corto aplauso.

Es, entre estas pequeñas conversaciones gastronómicas y tras ser servido el primer plato cuando Vinnacci, de un excelente humor, pregunta a sus compañeros si han encontrado algo más en la biblioteca.

Tomas se encuentra un poco incomodo ante tanta parafernaria y ambiente distinguido. Se siente torpe como un perro vagabundo en un concurso de pedigree, no sabe que cubierto debe de utilizar en cada ocasión, le dá reparo beber por no molestar al camarero que le rellena la copa cada vez que está vacia y no para de sudar debido a la tensión.
La comida debe de estar esquisita, pero el pobre Goldberg concentrado en quedar bien ni siquiera la saborea.

La pregunta de Vinacci es una tregua para poder relajarse un poco.

Alegrandose del buen humor de su compañero y disfrutando enormemente con el lujo que le rodea, Lindsey comenta...

Tal y como aventuraba, no hemos encontrado absolutamente nada. ¿Y ustedes han tenido más suerte?

Admira la musica que suena y se mueve dulce y suavemente al ritmo de la misma...

En efecto. Hemos descubierto que la fotografía que tenía Jackson corresponde a una foto del puerto de Shanghai.

Vinnacci se enciende un cigarro tras degustar su exquisita comida. Cuando el policia pone la foto sobre la mesa pone su dedo indice sobre ella y la hace girar violentamente.

- Shangai, China, Egipto, el África Negra... Esto no es un juego señores, tenemos que decidir si queremos seguir con esto o regresar cada uno a nuestras casas sin apenas vislumbrar la punta del iceberg. Bauberg, Marrow y yo sabemos de antemano que esto puede ser peligroso, hay toda una realidad oculta que el ser humano ni ha empezado a vislumbrar. Sólo un fogonazo de la misma puede llevarnos al reino de la demencia, quizás ninguno sobrevivamos...

Con el mismo dedo el fotógrafo para la fotografia antes de que caiga por un borde de la mesa

- Está la opción de volver a nuestras vidas, allí en Arkham queda mucho por hacer, leer y estudiar. Personalmente me lo tomaría como un fracaso personal y le debo mucho a un compañero fallecido...

Bauberg terminando el agua que aun le queda en la copa, agita la mano restando seriedad a las palabras de Vinacci.

Vamos compañero, no dramaticemos. Esto se está complicando pero no vamos a revelar el misterio de Santísima Trinidad, sólo y no es poco al asesino de un buen hombre.

Se limpia la comisura de los labios con la servilleta.

El problema es que sólo vemos una parte de toda esta historia inconexa. Debemos tirar de cada uno de los hilos que creamos nos puedan llevar a una pista y en alguna momento encontraremos la pieza del rompecabezas y al asesino.

Vinnacci sonrie y alza la copa hacia el gordo anticuario

-¿Entonces tu decides seguir adelante Bauberg?

¿qué van a revelar el misterio de qué? pregunta un perplejo Tyler sin captar el sentido de lo que está diciendo el intrépido francés y el anticuario judío.

En todo caso, mañana tendré un informe de los movimientos que ha habido en la tienda a lo largo del día y de la noche. Y habría que indagar mas sobre la expedición Carlyle. Ya saben que no están obligados a continuar ayudándome en esta investigación, aunque su ayuda es realmente valiosa y se lo agradezco de todo corazón dice mientras un asomo de duda aparece en su rostro. Demasiados lugares para cubrir. En NY están las espaldas bien cubiertas, pero, ¿en Shanghai? ¿En el África Negra? ¿En Egipto? está fuera de su jurisdicción. Por un instante se imagina a sí mismo viajando a esos distantes y exóticos lugares para resolver el caso y volver a recibir una medalla al mérito policial. Un asomo de sonrisa aparece por breves instantes pero poco después su semblante se ensombrece de nuevo adecuándose a la sobriedad de la situación.

Lindsey, en actitud indignada, comenta...

Señores, creo que no es el momento de desistir.

El hecho de que no hayamos encontrado una pista en firme de momento, no es motivo para renunciar. Por mi parte no estoy dispuesta a ceder.

Aparte de esperar noticias de los movimientos de la tienda. Me gustaría intentar contactar con Jonas Kensington para ver si nos arroja luz sobre lo que pretendía el difunto.

Por otra parte no veo inconveniente en explorar de nuevo la tienda si no hay noticias e intentar importar la estatua en caso de no encontrar más informaición.

¿Que otras opciones ven?

La expedición Carlyle. Mañana, en el correo de la mañana, llegarán sus recortes, ¿no es cierto, señor Bauberg?. La expedición Carlyle salió de Nueva York, ¿verdad? Ese es otro punto a investigar. Y con éste se me acaban las ideas. dice el detective mientras paladea con deleite un Filet Mignon muy hecho que pasa por ser una de las especialidades de la cocina del Roosevelt.
No se desanimen. El Departamento ha resuelto casos exitosamente con muchas menos pistas. Y tengo la corazonada de que vamos por un muy buen camino.

Bauberg asiente ante la aportación de ideas de sus compañeros.

Ese es el espíritu, no desistiremos. No olvidemos también a la Fundación Penhew, en los recortes de periódicos que usted cita hacen mención a ese organismo como promotor de la fatídica expedición.

El anticuario se recuesta en la silla de diseño moderno.

Es cuestión de tapar cada agujero de la madriguera hasta que veamos salir al conejo.

¿Supongo que no hay nada que podamos hacer por la noche salvo, descansar y relajarnos, aunque me siento tremendamente inquieta ante la idea de permanecer sin hacer nada para encontrar el motivo del asesinato...

Linsey intenta relajar los hombros y se pone a escuchar la música ya que acaba de darse cuenta de que no le ha prestado atención al lujo que la rodea.

Se pone a comer, al darse cuenta que aún no ha paladeado la comida.

¿algo mas que añadir o pasamos al día siguiente?

Vinnacci va sonriendo a medida que sus compañeros de viaje se muestran más decididos y animados. De un trago apura el resto de su bebida y se enciende un cigarro.

- Bien, creo que mañana podriamos investigar más acerca de la expedición y de los preparativos que hicieron antes de partir, Kengsinton igual tiene algo que decirnos, recortes de prensa y una tienda vigilada... No podemso decir que no tenemos nada que hacer la verdad, mañana será un dia igual o más ajetreado que el de hoy, nos conviene descansar.

Vinnacci se levanta y, colocándose su traje correctamente, dice a sus acompañantes

- ¿Qué les parece si buscamos un sitio donde poder degustar un poco de vino y escuchar algo de música?

Yo con su permiso y lamentandolo mucho, me marcho a dormir.

Buenas noches señores.

Bauberg está pensativo, casi ignora la despedida de la dama, pero antes de que se levante dice:

Un momento...acaba de decir usted que la expedición Carley salió de NY. Lógicamente partieron en barco y casualmente nosotros tenemos una fotografía de uno bastante grande, ¿no?. Sabemos cuando partió la expedición así que podemos contrastar las salidas del puerto de ese día con las iniciales que hemos podido ver en la foto. Es un punto por donde empezar, a partir de ahí podremos hablar con el armador o incluso puede que encontremos algún marinero que hubiera faenado a bordo del barco.

Vinnacci vuelve a sentarse, quitándose el sombrero de nuevo

- ¿Crees, Bauberg, que el barco amarrado en el puerto de Shangai puede ser el que uso Carlyle para sus expediciones?

El anticuario se frota las sienes resoplando, sin saber muy bien que decir.

No lo se, pero podría ser. Al fin y al cabo lo que buscamos son coincidencias como esta. Nexos entre las pocas pistas que tenemos. No me extrañaría nada que el magnate de Carlyle tuviera un barco, o si no la Fundación Penhew. El caso es que si podemos localizar el barco, podremos hallar a algunas personas que nos cuenten de primera mano que pasó en ese viaje, o al menos una parte, que hacía ese barco en Shangai y...

Bauberg se lleva una mano a la cara, dándose una ligera palmada en la frente.

Si seré idiota...

Murmura por lo bajo rebuscando en su chaqueta, finalmente mete la mano en un bolsillo y saca una caja de cerillas que reza:

Cita:

En la parte de atrás de la caja de cerillas hay unos caracteres en chino.

Esto estaba en el bolsillo del abrigo de Elías, siento no habérselo mostrado antes. ¿Ya van muchas coincidencias no?

Dice sin atreverse a mirar a la cara al policía.