Partida Rol por web

Jonas emitió una risotada que resonó en todos los comunicadores distorsionandose.

—Más les hubiera valido seguir en la otra dirección. Connor, demuestra que vales una ronda y cuando hagamos tierra invito a la primera. Preocúpate de tumbar a uno que con el otro puedo jugar un ratito —dijo antes de volver a reír.

Acto seguido la nave se estabilizó y, de súbito, hizo un movimiento de evasión dejando a tiro franco una de las naves dificultando a la otra alcanzarles.

—¡Toda tuya, soldadito!

Con el dedo preparado en el botón que me indicaba Brian podría ser el de lanzamiento de munición me mantego a la espera de que Connor se disponga a efectuar su disparo y a la espectativa por si fallara intentarlo yo con el nuevo juguetito que todavía intentaba controlar y descubrir sus habilidades. Absorto por la complejidad del Goliath trato de sacar algo de claridad mi cerebro entrenado marcialmente.

- Connor, voy a hacer todo lo que pueda por cubrirte. ¡El blanco es todo tuyo!

Levantando el rostro, cansado peor aún desafiante, Coogar miró a la operativo fantasma directamente a los ojos. Mirar en las profundidades de sus ojos castaños hacía pensar que su cuerpo quebrantado contrastaba fuertemente con la vigorosa voluntad que animaba su espíritu.

- ¿Qué sabe una herramienta de la voluntad de la mano que la emplea, fantasma? Yo lucho por la supervivencia de Antiga. Que la Confederación nos trate con la misma justicia que a Tarsonis y aceptaré su gobierno. Pero en este momento NUESTRO PROBLEMA son las criaturas de ahí afuera. Y son tus leales compañeros quienes además de negarte su ayuda están tratando de eliminarte.- la sinceridad fluye de él como las aguas en los saltos de una catarata, sin embargo sus últimas palabras intentan alcanzar un tono más cálido pese a lo funesto de su contenido- Te estas equivocando de bando. Dentro de esta nave, todos estamos contigo. Si nos alcanza un misil, iremos al mismo infierno.

La conversación queda interrumpida abruptamente por el brusco viraje al verse la fantasma forzada a luchar por mantener el equilibrio sin salir despedida. Brian, que andaba husmeando en los controles del Goliath subido a la cintura de éste de forma precaria, pierde el equilibrio y da con su metálico culo en el suelo de la nave.

Afuera, las naves maniobran con soltura. Los cazas demuestran su superior velocidad, que rebasa escasamente la del prototipo, situándose a distancia de tiro cuando Jonas efectúa un doble giro de finta y vuelve a reducir velocidad antes de colocar su nave entre uno de los Wraiths y el otro. el Wraith más alejado parece desconcertado, y se eleva en un intento de malograr las intenciones del piloto, pero en la resistencia atmosférica dificulta sus intenciones. Su compañero, que iba a quedar completamente expuesto a los nichos Goliath que emplea el prototipo a modo de torretas, demuestra mayor habilidad y ladeando las alas efectúa un descenso prolongado. Girando la nave encara sus cañones con efectividad, errando el blanco por muy poco. Al menos ha evitado la peligrosa línea de fuego que Connors emplea intentando interceptar su trayectoria.

Cuando comenzáis a pensar que el combate va a estar más reñido de lo esperado, los Wraith hacen gala de su nombre. Ambos se esfuman de los cielos difuminando sus contornos con las nubes gradualmente hasta volverse completamente invisibles a la vista y a los instrumentos.

Dentro de la cupula del Goliath, debido al grosor ya otros factores, la escucha perfecta de cualquier conversación que se estuviera manteniendo en mi entorno me resultaba bastante dificil, pero consigo escuchar algo de la conversación de Coogar y la fantasma como ambientación de fondo y sin perder de vista a nuestros atacantes. Un murmullo lejano captan mis oidos, algo como: - Y son tus leales compañeros quienes además de negarte su ayuda están tratando de eliminarte... Te estás equivocando de bando... Tras escuchar esto entiendo menos la situación, no entiendo nada, pero considero que no es un buen momento para ponerme a pensar sobre ello, ya habrá tiempo más adelante para hacerlo, o no, pero no quiero morir por el ataque de uno de esos Wraith.

De repente, la nave se agita con un brusco viraje y Brian que se encontraba encaramado sobre el Goliath que yo trataba de gobernar cae al suelo.

- ¿Estás bien muchacho? te iba a decir que la próxima vez estaré más hábil para intentar sostenerte, pero si no soy capaz de manejar esto...

Sigo con la mirada fija en el baile que estaban realizando los Wraith, hasta que estas se pieden de mi ángulo de visión, se esfuman, abro y cierro los ojos, pero ya no están ahí.

- Mierda, las hemos perdido.

Jonas comenzó a revisar los radares en busca de una señal.

—Mierda, mierda, mierda —masculló en un tono apenas perceptible.

—Estar atentos. Esos capullos deben estar ocultos por algún lado. Agarraos, voy a intentar despistarles.

La nave frenó en seco e hizo un par de giros bruscos en el aire intentando salir de las lineas de visión o disparo.

Aún con los escapes de la artillería pesada del goliath echando humo ardiente por la boca de salida, me concentré todo lo que pude a pesar de los bruscos movimientos de la nave prototipo para no perder de vista a los cazas Wraith que iban evaporándose con suma rapidez. Apenas pasaron unos segundos y mascullé una maldición al perderles completamente el rastro.

- Maldita sea. - gruñí tras las palabras del piloto que sonaban algo distorsionadas a través del comunicador interno de mi Goliath - No veo un carajo Marron. Estaré al loro ante cualquier jodido movimiento.

La señal se cortó y viré en repetidas ocasiones el cabezón del Goliath a lo largo de la apertura para la artillería. Mis dedos acariciaban los botones del mando principal que activaban los torpedos que pensaba mandar a esos cerdos confederaos en cuanto tuviera la más mínima señal de ellos.

La situación se vuelve peligrosa, esta vez la maniobra de Jonas para evitar ser alcanzado es si cabe aún más arriesgada que un impacto directo de misil, obligando a cada tripulante a sujetarse a algo para no salir despedido contra las paredes del habitáculo.

La compleja pirueta ejecutada por el piloto demuestra su utilidad. Desde su posición privilegiada con vistas al exterior, Firebat y sargento pueden experimentar el calor que deja tras de sí una pareja de misiles. Cegados por el humo blanquecino que tan cerca ha pasado sienten la detonación programada a unas decenas de metros de su posición. En los sensores, se aprecia como desde puntos diferentes cuatro mortales Gemini colisionan entre sí donde segundos antes se encontraba la nave. Cualquier piloto profesional habría recibido el impacto en su nave pese a realizar movimientos evasivos.

- Bravo Marron. - dije sin demasiado entusiasmo, pues aún quedaban cerca de nosotros los camuflados Wraith.

La única manera de visibilizarlos quedaba a merced de encontrar una infraestructura lo suficientemente amistosa como para poder comunicarnos y que nos ofrecieran esa imagen virtual que tanto necesitábamos.

Intenté buscar una frecuencia desde mi casco pero dudaba de poder conseguirlo.

- Alguno de vosotros tiene aliados en una posición cercana ? - pregunté sin mucha convicción. Realmente nos encontrábamos en apuros, hasta cuándo podría el piloto deshacerse de los Wraith sin que al final nos derribaran ?

Joder! ha estado cerca... Esos  misiles me acaban de dejar más calvo de lo que ya estaba! - Con la tensión en el cuerpo después de oir zumbar esos petardacos que han pasado casi rozando la nave, comienzo a intentar pillar alguna señal cercana, no sin mucho entusiasmo, ya que soy consciente de las dificultades de la tarea.

Buen pilotaje! Esto se ha convertido en un campo de misiles, hay que largarse, a todo gas Marron, a ver si nos libramos de ellos.

Girando a toda velocidad mientras las alas de la nave efectúan increíbles acrobacias con intención de distraer el fuego enemigo y evitar quedar fijado en el selector de blanco de los Wraith. En uno de tantos quiebros el azar y la persistencia combinados terminan en varios impactos de láser en el casco de la nave, que si bien tan solo la sacuden un poco, llevan a sus pasajeros a pensar que en cuestión de tiempo si nada cambia las cosas, resultaran derribados. En el frenesí de movimiento aéreo que Jonas provoca en su intento de evitar a sus perseguidores, quizás incluso de lograr que choquen entre sí, las múltiples señales de combate procedentes de la base que se halla debajo de vosotros (o por  encima, tal es la desorientación generada por las acrobáticas piruetas aéreas del piloto) se hacen eco en el monitor de campo a la entrada de la cabina de mandos de la nave.

El mundo se agita violentamente. Una nueva salva de misiles ha pasado muy cerca, e inevitablemente uno de ellos ha hecho blanco en la zona superior de la nave. Nexus y Connor, pueden contemplar desde su privilegiada posición exterior el infierno de placas de blindaje saltando medio fundidas ante sus ojos. Uno de los motores laterales, el izquierdo, ha perdido su blindaje y muestra ante sí un profundo boquete humeante. En el interior, tras el impacto que ha hecho tambalear el prototipo, un silbido anuncia la pérdida de presión en el habitáculo de transporte, a la cual sigue un sonido de metal desgarrado que termina por ceder y un hueco pequeño se abre el techo. Una corriente de aire comienza a extraer el oxígeno de la sala.

Coogar, cuyo asiento se encuentra prácticamente bajo la abertura, golpea un panel sobre su cabeza abriéndolo y dejando caer sobre su cabeza de enmarañados cabellos agitados por el viento una mascarilla respiradora que aplica tan rápido como le es posible sobre su nariz y boca. Cubriendo de vaho la superficie plástica y transparente de la mascarilla, vuelve a respirar con normalidad.

Brian por su parte suelta un improperio que queda ahogado por su visera al descender automáticamente. Al igual que en los trajes de combate mecanizados del resto, los sistemas de soporte vital actúan para conservar un medio donde sobreviváis sin problemas. En vuestras viseras aparece en una esquina un 100% verde parpadeante indicando el nivel de oxígeno disponible en vuestras armaduras. El novato, tras recuperarse de la sorpresa, emite un gruñido de satisfacción por el comunicador interno de radio y se acerca a Coogar sacando algo de su cinturón. Arranca con soltura el panel que abrió este para obtener su mascarilla y subiéndose al estrecho asiento emplea el panel para bloquear la vía de aire. La presión sujeta el panel mediante succión al techo mientras Brian se esfuerza en soldarlo en su posición con un soplete de plasma al tiempo que evita caerse con el constante vaivén de la nave.

Lo más cercano donde solicitar ayuda, si la información de Coogar es correcta, debe estar invadido de xenomorfos y encontrarse en ruinas. Por la dirección del ataque xenomorfo sobre DN-II, dirías que vienen del sur-sudeste. Las zonas habitadas más cercanas estaban allí, y habiendo únicamente civiles en la ciudad de Red Vine la carnicería debió ser terrible. Tal vez los mineros al norte de Holltown resistieran algo más, pero sería difícil de asegurar si así ha sido. La propia Holltown, de la que Coogar decía venir, debe haber sido arrasada y eso que era una ciudad de tamaño medio. Recuerdas haber estado allí por la mañana al traer de la zona a los "refugiados" de la revuelta antigana. Las fuerzas militares que aún se encontraban en el lugar eran mínimas comparadas con las que combaten bajo vosotros, pero aún así eran un contingente de potencia considerable.

Desalentado, consideras por un breve instante la posibilidad de ser salvados por las fuerzas rebeldes que se atrincheran en algún punto indeterminado más al norte de este lugar según los datos de la misión que se os acababa de asignar antes de desatarse este infierno.

- Mierda! - Exclama, sujetándose tras el impacto. - No van a seguir fallando mucho mas... Marron! Siguien invisibles los wraith?

El visor de su máscara comienza a transmitir información de complejos cálculos.

- Marron, cuando estén visibles si me pones en ángulo de tiro puedo abatir a uno. - Grita al piloto mientras avanza despacio al hueco que Brian ha dejado, junto a una de las torretas-goliath. Antes de colocarse, extrae un proyectil cilíndrico que sostiene entre sus manos unos instantes, después lo carga en el rifle. Con el arma fírmemente sujeta entre sus manos, se asoma junto al Goliath.

Por ahora es lo único que podía hacer, su ángulo era muy limitado y tampoco es que esta fuese una situación de combate para la que hubiese sido adiestrada. Tenía que improvisar.

Y eso la llenó de un miedo visceral durante unos segundos.

El piloto observaba los visores apresurado intentando evaluar rápidamente los daños.

—Nena, tu eres la que juegas a esconderte. Tu sabrás como hacer para que se muestren visibles. Si puedes verlos, dime la posición y te pongo a tiro aunque sea a ciegas —contestó a la fantasma.

Jonas valoraba la opción de volver a la base pero sabía que no se esperaba eso de él. Tiro de los mandos de la nave hacia atrás para elevar unos cientos de metros la altura.

—Voy a alejarme todo lo que pueda de este lugar, a menos que queráis volver a poner el culo. No creo que les interesemos tanto como para seguirnos más allá. Si se deciden a seguirnos... estamos jodidos.

Tras las palabras al grupo calibró la radio para volver a sintonizar esa transmisión de Razcjenko e intentó emitir por esa frecuencia.

—Troilo, maldito hijo de puta, si me estás oyendo ya me estás contando que coño pasa aquí. Me debes un par de cañas y tengo unos Wraiths persiguiéndome para eludir tu deuda. No me jodas, cuéntame que coño pasa.

Cegado por los destellos que relampagueaban ante mis ojos y algo mareado debido a los cambios de presión bruscos producidos por las evasivas maniobras del piloto, intento mantenerme en pie dentro de la estructura de acero del Goliath, lo cuál resultaba harto difícil, mis músculos se mantenían en tensión constante y yo había olvidado lo que era una situación relajada, pero todo esto me producía un subidón de adrenalina casi mayor que la que había generado en mi los stim packs.

- Ese puto destello me ha dejado ciego, ¡no consigo ver absolutamente nada!

- Jodidos puercos de mala madre !! - gruñí mientras me balanceaba violentamente debido a la reciente explosión.

Pude contemplar cómo la parte superior del prototipo pilotado magistralmente por Marron se iba desgarrando progresivamente mientras apenas podía hacer nada. Por suerte Brian estuvo lo suficientemente ávido como para actuar con rapidez y precisión, proporcionando a la nave el tiempo suficiente como para, al menos, poder escapar y huir a lugar seguro.

Entonces me pregunté a dónde ir exactamente. Si la información de Coogar era fiable, y no había pistas que indujeran a pensar lo contrario, aquellas asombrosas masas de xenomorfos venían de la ciudad del sur Holltown y avanzaron con rapidez hacia el norte, arrasando Red Vine y la estación minera del epicentro. Por las sagradas profecías, que deben haber pasado por un auténtico infierno, visto lo visto en la base DN-II.
Así que, hacia dónde ir ? El Norte parecía nuestra opción más viable, pero era una zona apenas explorada en la que abundaban los rebeldes. No tardé en preguntarme si nosotros mismos seríamos considerados rebeldes al abandonar DN-II con la nave prototipo: la intención de los Wraith lo confirmaba, y no había vuelta atrás.

- Marron !! - grité por el intercomunicador, mi voz apenas sería audible por los desperfectos causados por el impacto del misil, pero hablé tan alto que inundé el panel de control de escupitajos de saliva - Intenta huir hacia el norte, es el lugar hacia donde se dirigen los bichos, y hay que avisar a la población para preparar un posible rechace o una más que segura huída !!

Por muy rebeldes que, según los confederados, sean...