Partida Rol por web

Pasó el tiempo. Miradas furtivas e intranquilas iban desde el doctor y sus ayudantes que no se habían movido de su puesto junto a Uriel, hasta la consola de comunicaciones que permanecía apagada. El ulular estridente de la alerta se entremezclaba con las monótonas señales acústicas que con su sonido plano perseveraban en confirmar la muerte de la fantasma.

Cuando por fin se abrió la puerta de la enfermería todos volvieron la mirada hacia esta. La figura blanca rematada por el cabello rojo fuego de Kerrigan no se demoró ni un instante en el umbral.

- ¿Dónde está?

- El cadáver de la fantasma se encuentra aquí, teniente Kerrigan. Aún mantenemos la monitorización.- dijo al tiempo que lanzaba una mirada significativa en dirección al piloto. - ¿Qué...

- Desconéctenla de inmediato. ¿Han recabado algún dato determinante acerca de las causas de su estado?

- Pensabamos que era una de las primeras bajas del ataque debido a las múltiples heridas que presenta, pero estos soldados sugieren que es portadora de algún tipo de virus que le ha provocado la muerte. No hemos tenido tiempo de obtener resultados clínicos ni analíticos acerca de esta hipótesis.

- En ese caso necesitamos más información. Realice una autopsia detallada doctor e informeme en cuanto esté listo el informe. Vosotros tres, seguidme.- La orden resultaba clara para los tres soldados. La teniente se dispuso a abandonar la enfermería, y esperaba que la siguieran. Los ayudantes médicos comenzaron a retirar los electrodos y vías del cuerpo de Uriel.

Refunfuñando y sin entender nada gruñí, patataleé y pegué puntapiés al suelo como un niño al que su madre le ha tirado a la basura su juguete roto.

- Pues si hay que ir se irá, pero no me puedo creer que con toda esta mierda de tecnología no podais hacer nada por nuestra amiga. - le repliqué a Kerrigan, mientras veía como esperaba a que la siguieramos.

Pero no estaba dispuesto a quedarme callado y acatar la orden de seguirla sin más, mientras el cuerpo de Uriel permanecía allí inerte, estaba dispuesto a gastar todos los cartuchos para intentar recuperarla. Así que continué insistentemente con mis réplicas.

- Agrgrgrgghff, la van a desconectar, así sin más?? por lo menos intenten hacer algo!!-

Si no quedaba más remedio que seguir a Kerrigan para tratar de hallar más información lo haría, pero ella me iba a escuchar protestando cansinamente por el trato que le habían dado a Uriel.

Kerrigan se detiene y se da la vuelta lentamente. El hermoso rostro muestra los labios apretados y las cejas bajas mientras fulmina al díscolo murciélago de fuego. Con frialdad repite su orden:

- La situación es demasiado crítica como para insurrecciones y mucho menos para rabietas infantiles. Su tarea es venir conmigo, y la del doctor averiguar qué mató a la fantasma. He dicho que me acompañen. Ahora.

La sensación alarmante de huída iba desapareciendo de mi percepción gradualmente hasta que llegó a un punto tan bajo que casi empecé a dejar de preocuparme por la llegada de esos apestosos zerg. La definitiva muerte de Uriel no me agradó, pero ciertamente tampoco llegó a traspasarme el alma, si es que tenía alguna, que, a estas alturas de la vida, empezaba a renegar de ella.

Cuando apareció la teniente Kerrigan dejé de manosear los objetos de la sala y me acerqué a un par de pasos de ella, junto al resto de mis compañeros. Me encontraba nervioso y no se me pasaría hasta que tomara un trago de ese preciado líquido destilado.

- La muchacha tiene razón, Nex. El pulcro doctor se encargará de averiguar esa información y el hecho de que estemos aquí no adelantará nada. - enseguida volví mi cabeza hacia Kerrigan, aunque continuaba hablando al firebat - Aunque habría que ver si luego nos lo contarían todo.

Con cierta despreocupación al respecto, ya que por ahora no podíamos hacer mucho más, comencé a andar tras los pasos de la teniente observando su deliciosa estética gimnasta.

Tras las palabras sosegadoras que me dirigió Connor, reflexioné durante unos minutos y me dí cuenta de que tenía razón, que poco podríamos hacer allí y que la muerte de nuestra compañera parecía algo que irreversible. Así que tomando una actitud un poco más madura dejé de patalear y decidí acatar las órdenesque había dictado Kerrigan.

- Sí, creo que continuar será lo mejor. - contesté a Connor

- Por lo de la información, no creo que haya que preocuparse, no veo porqué nos la iban a ocultar.- dije dirigiendo un gesto cínico a Kerrigan.

- No se preocupen. No será necesario desmenuzarla por completo para analizarla, de modo que quedará reconocible durante la incineración si sobrevivimos para organizar funerales. Retomaremos las pruebas en curso y comenzaremos análisis de tejido adicionales ahora mismo. Procederemos con las secciones más tarde, cuando tengamos resultados orientativos.

- Correcto. Ahora no perdamos más tiempo y siganme. Tengo varias preguntas que deben responder.

Resueltas las vacilaciones, Kerrigan aguarda a que salgáis con ella de la enfermería. Se lo está tomando con serenidad, pero claramente deben ser asuntos que le urgen si ha decidido ocuparse de ellos en medio de un procedimiento de evacuación.

Marron apretó los puños fuertemente. Su gesto de desfiguraba conforme la ira iba haciéndose con la consciencia del piloto. Los músculos del cuello cada vez se marcaban más y más hasta que Jonas decidió caminar decidido hasta colocarse cara a cara con Kerrigan.

—¿Quién coño eres tú que te crees con derecho a venir aquí con exigencias? —dijo en un elevado tono de voz a un palmo de la cara de la teniente—. Yo también tengo unas preguntas para ti y me temo que te toca responder a ti primero.

Jonas Marron se irguió frente a Sara Kerrigan y colocó las brazos cruzados frente a su enchido pecho.

—Ese tal Mengsk se ha cargado a uno de lo suyos —dice señalando a Uriel— ¿Qué coño está pasando aquí? ¿Quien mierda sois?

- Soy quien hace las preguntas, soldado. Comportate y nos llevaremos bien. - El tono de Kerrigan era normal, tranquilo. No se la veía amedrentada por la táctica del piloto y algo en sus ojos hacía ver un reto de desafío. - Todo lo que tienes que contar, me lo vais a contar tú y tus compañeros con todo detalle en otra parte. ¿Vais a venir?- Repite su pregunta una vez más, sin apartar la mirada de los ojos de Marron.

El piloto sonríe, carcajea.

—¿Y eso quien lo ha decidido? Yo no respondo una sola pregunta hasta que no se respondan las mías. Si los lameculos de mis colegas quieren hacerlo allá ellos... y por cierto, éste es tan buen sitio como cualquier otro.

A partir de ese momento Jonas Marron no movió un músculo, ni siquiera para mirar a los otros dos que venían acompañándole. Su mirada seguía fija en la de la fantasma examinando cada imperceptible movimiento en su inmutable gesto.

- No sé como esa actitud de gilipollas pudo valerte con los confederados sin valerte un tiro en la frente. Pero aquí nos encontramos todos en estado de sitio, y tenemos un asunto muy importante entre manos que resolver. Puedes cooperar o continuar con tu cruzada personal en un cubículo aislado de dos por dos.

Sin inmutarse ni un ápice ante la insubordinación de Marron Kerrigan mantenía la mirada desafiante de éste. Algo en sus palabras indicaba que no pensaba continuar perdiendo el tiempo.

Quedé atónito ante la revuelta del piloto. Aunque bien pensado, tenía toda la jodida razón. Después de habernos salvado en el desierto, aquellos rebeldes se habían comportado con lealtad, pero la caída de la operativo y la sucesiva información recopilada hasta el momento ponía en jaque al tal Mengsk y su cuadrilla. No, no eran de fiar. Sin embargo, pocas opciones tenían dadas las circunstancias.

- De aquí no se va a ir nadie a ninguna sala de dos por dos, mi querida teniente. - dije observando su cuerpo con cierta ansia viril - Pero creo que por ahora te seguiremos. Vamos Marron, allá donde vamos podremos informarnos de lo que le ha pasado a Uriel. No te parece?

El piloto mostró una ladeada sonrisa.

—¿De verdad crees que me importa lo que le haya pasado a esa zorra? ¡Qué va! Yo quiero largarme de aquí... cuanto antes mejor y olvidarme de todos estos payasos militarizados —dijo mirando directamente a Connor como si nadie más estuviera en la sala—. Nos va ayudar en eso la morena esta... 

Miró de soslayo el rostro de Kerrigan.

—¿Quién se han creído estos gilipollas para venir a dar órdenes aquí? Si quieren explicaciones... ese no es el modo

- Se ve con demasiada claridad que para ti no hay modo alguno que resulte bueno. Si queréis marcharos podéis hacerlo cuando queráis. Los Zerg se han abierto en abanico hace poco y están dominando una zona muy amplia. Por el momento tenéis respuestas que quiero y que resulta más sencillo que me contéis. En el momento en que esta base esté nuevamente a salvo seréis los primeros en abandonarla. Mientras tanto haced algo útil, aquí tienen un trabajo que hacer sin ser molestados.

Estas últimas palabras las pronunció contemplando brevemente el cuerpo de Uriel aún con armadura yaciendo sobre la mes,a mientras el doctor y sus subordinados se ocupaban de la tarea de averiguar las causas de su muerte entre miradas furtivas al grupo.

- Vamos.- Sin dar lugar a más discusiones Kerrigan abandonó la enfermería.

Arqueando una ceja me quedo mirando a Kerrigan tras el aviso que nos acababa de dar. Sus palabras habían sido claras, la decisión de marcharnos la dejaba en nuestras manos, pero nos arriesgabamos a ser unos mequetrefes ante las hordas de zergs que según decía ella ocupaba el exterior de la base. Había sonado más a amenaza que a aviso, pero no creo que se estuviera tirando un farol, sobre todo después de las evidencias que haíamos tenido de aquellas criaturas estaban invadiéndolo todo. Esta situación nos dejaba entre la espada  la pared o "colaborabamos" con ella o nosotros solos tendríamos que asumir los riesgos.

Yo no estaba tan seguro de la ignoracia de Kerrigan en cuanto a la información que nosotros conociamos, o por lo menos no del todo. Y así se lo expresé a la fantasma con la boca descolgada, los ojos entornados y gesto de tirado, mostrando una total desgana: - No creo que podamos aportarte demasiada información útil para ti o tus investigaciones, pero si preguntas a lo mejor... es un suponer... te podremos decir algo...-