Partida Rol por web

En cuanto Vyktor entró en la sala, el gato salió despedido hacia la puerta. Nadie se fijó muy bien en qué momento, pero para cuando el gato llegó a la puerta, ya no era un gato, era un hombre asiático pequeño.

-Tranquila, tía, deja de teatralizar... Estos de aquí no saben quién es el Dr Amber ni de qué supone esto para nosotros. Pero con el cariz que están tomando las cosas quizás me vengan bien.

Algo le pareció gracioso a Vyktor. Si la transformación del gato lo había sorprendido, no lo aparentaba.  

- ¿Tienes planeado usarnos? Debo imaginar que esto es una trampa, ¿No? Porque si no, no sabría explicar ese arrebato de confianza en ti mismo. - Hace una pequeña pausa. - Aunque supongo que sea o no una trampa... Estamos aquí porque estábamos en el peor lugar y en el peor momento, ¿Que es lo deberíamos saber? 

Kavi se acercó al único sitio que no distribuía alcohol y había jaleo no policial en el barrio chino. ¿Sería allí?

A través de la ventana vio a la pareja a la que había conocido en el baile.. y más gente

Dentro de la casa se empiezan a escuchar voces y gritos.

"Dr. Amber de nuevo, eh... Ese hombre parece un experto en crearse enemigos." 

Vyktor empieza a esparcir su sombra por la sala, en la oscuridad del lugar es prácticamente imposible darse cuenta de ello. 

Me ato un pañuelo delante de la cara, y entro por la ventana más alejada de las voces. Trato de no ser vista y escucho.

Decido seguirles a una distancia prudencial aprovechando mi conocimiento de la zona y habilidades de sigilo.

Hablan con un hombre un instante y entran en la casa. Dentro se escuchan gritos.

Escuchas voces de hombres:

-Tranquila, tía, deja de teatralizar... Estos de aquí no saben quién es el Dr Amber ni de qué supone esto para nosotros. Pero con el cariz que están tomando las cosas quizás me vengan bien.

- ¿Tienes planeado usarnos? Debo imaginar que esto es una trampa, ¿No? Porque si no, no sabría explicar ese arrebato de confianza en ti mismo. - Hace una pequeña pausa. - Aunque supongo que sea o no una trampa... Estamos aquí porque estábamos en el peor lugar y en el peor momento, ¿Que es lo deberíamos saber? 

(Se ríe)

-Yo no os quiero utilizar para nada. Pero robé esto para alguien que ahora al parecer no me puede o no me quiere ayudar. Cree que se le va a descubrir. Puedo dároslo a vosotros y desaparecer a cambio de no revelar nunca mi identidad. O puedo huir y que no lo encontreis nunca.

Su tía seguía temblando al lado.

- En otras palabras... Os contrataron pero os traicionaron. Y ahora, ¿Quieres librarte del botín dándoselo a los primeros imbéciles que has encontrado? Dime, ¿Donde tengo que firmar mi sentencia de muerte?

"¿Que tipo de broma es está? ¿Nos ha tomado por imbéciles?"

Después se lo pensó.

"Por otro lado, quizás Aedalus diera buen uso de esa cabeza... Conocer hasta que punto llega la teconología de esta ciudad podría ser útil para cuando tenga que defenderme de ella. Pero no pienso arriesgarme por alguien como Aedalus... De hecho, no creo que nadie quiera arriesgarse a ser descubierto en esta sala."

Aquello le pareció divertido a Vyktor.

"En el momento en el que cojamos esa cabeza seremos cómplices, y tan siquiera los héroes querrán devolverla por miedo a ser juzgados..."

La situación se estaba volviendo interesante.

"En todo caso, esto podría convertirse en una bella obra de arte." 

Las sombras de Vyktor seguían creciendo en la sala. 

Decido colarme y seguir observando los acontecimientos.

Miro a mi alrededor sopesando mis posibilidades de entrar, coger la cabeza y huir. 

No sabes dónde está la cabeza. La mujer está en las escaleras, frente a ella, en empalizada los tres del baile.

Al lado de la mujer pero abajo de las escaleras el hombre chino joven que habla.

Mantengo la posición tratando de no hacer ruido. Lista para saltar o huir en función de cómo siga la conversación

Colarte... entras a la cocina por una ventana adyacente, te quedas en la sala de al lado oyes las voces.

Lo primero que oyes, voz de hombre:

- En otras palabras... Os contrataron pero os traicionaron. Y ahora, ¿Quieres librarte del botín dándoselo a los primeros imbéciles que has encontrado? Dime, ¿Donde tengo que firmar mi sentencia de muerte?

-Aquí

Se abre una puerta en la sala de la que veis salir una figura alta, tez morena, rostro tapado por una máscara traje negro y capa ondulante que blande un revolver de color dorado con incrustaciones, la cual está apuntando a la cabeza del hombre que acaba de hablar.

(Esta inicial presentación se hizo en tercera persona por facilidad narrativa)

-Me vais a decir qué está ocurriendo, dónde está la cabeza, quien ordenó su búsqueda y el porqué debería decir a la policía que aquí no ocurre nada antes de que entren en diez minutos. Quién pudiera pensar que la fiesta duraría tanto.

Observo que hay varias damas en la sala.

(pausa)

-Myladies (leve reverencia)

Cato se quedó como paralizado, manos en alto y ojos exorbitados.

Los presentes en la sala notaron un cosquilleo subiéndoles por la espina dorsal, un miedo irracional que se apoderaba de ellos de repente. ¿Sería por el arma? Aun con toda la tensión nada había sido una amenaza seria hasta entonces.

"Esto es ridículo..." Es lo primero que piensa Vyktor cuando ve aparecer al nuevo invitado.

La situación se estaba volviendo subrealista por momentos, y todo parecía indicar que dentro de nada se iban a encontrar de nuevo en medio de una emboscada. La cabeza de ese robot era de interés pero... No el suficiente como para jugarse la vida propia. El espectáculo debía terminar ahora.  

Las sombras ya estaban listas, ahora solo quedaba destapar el tupido velo que rodeaba la sala.