Partida Rol por web

Granada, 1 de Enero de 1492.

El primero de los assamitas cayó fácilmente. Estaba ya malherido, probablemente por Álvaro Manrique o alguno de sus hombres, y sólo tuviste que cortar su cabeza con tu espada. El único problema es que al hacerlo, el acero se había quedado trabado en el tronco del árbol. A lo lejos, las llamas que ascendían más allá de los muros de Granada convertían la primera noche del año en un espectáculo aterrador. La ciudad estaba a punto de caer ante los cristianos, y con la caída de los infieles derrotaríais también al clan de los asesinos. Pero no podías distraerte. Sin espada, debías recurrir a tus garras para luchar contra el segundo de los assamitas, que saltó ágilmente desde detrás de la maleza. Tu respuesta fue instintiva, limpia y depurada, y de un golpe derribaste al vampiro en el suelo. La tentación de abalanzarte sobre él y consumirlo fue fuerte, pero te resististe recordando el entrenamiento al que te había sometido tu mentor, Álvaro Manrique de Lara.

Sin él, el príncipe Ventrue de Cantabria, no habrías sobrevivido. Él te explicó todo, te construyó de cero. Te salvó de la locura, de la extinción. Y de la Bestia.

Sobre todo de la Bestia.

Recuperaste tu espada del tronco y remataste de un golpe seco al segundo assamita. Al oir pasos detrás de ti, alzaste el arma instintivamente mientras girabas ciento ochenta grados. Detrás de ti, en la maleza, con la armadura ensangrentada y la espada tinta de rojo, Álvaro Manrique de Lara te sonreía.

-¡Pedro! Sabía que no tendrías ningún problema para acabar con esos dos. Están huyendo de la ciudad, amigo: esos despreciables sicarios están poniendo los pies en polvorosa. ¡Vamos, no te quedes ahí parado, a las puertas! ¡Tenemos una ciudad que reconquistar!

Y sin decir más, se giro en redondo y se dirigió con paso firme y una sonrisa desafiante hacia las puertas de la muralla. Hacia las llamas y la destrucción.

Y asi fui,detras suya con la seguridad de estar siguiendo a un amigo, dispuesto a dar mi vida por el y la cristiandad. Corri hasta ponerme a su lado estabamos tan cerca de consequir expulsar a los impuros de españa

La puerta que se abría ante el claro del bosque no era la más significativa de la muralla que protegía Granada, pero sin duda la más relevante para los vástagos que libraban su lucha paralela a la de los soldados cristianos. Mientras estos últimos luchaban por el día, por la noche se desataba otra guerra de conquista, cruel y sangrienta, entre vampiros.

Álvaro de Manrique avanzó hacia la puerta, que custodiaban dos assamitas y otro vástago al que, por estar en la oscuridad, no pudiste reconocer. Tu mentor levantó su espada y descargó un fuerte mandoble contra uno de los sorprendidos assamitas, que dificilmente pudo protegerse con su escudo, y devolver el golpe. El otro assamita, armado con un hacha, se dirigió hacia ti, mientras el tercer vampiro miraba la refriega sin intervenir.

Saco mi espada mientras digo
Arrepentiete pagano y reza a tu dios impuro, ya que estas a punto de sufrir la muerte defiitiva

A que dificultad,6 no?
Tengo las reglas un poco verde, a ver si las voy recordando mientras jugamos

Ataque=3+4+(1 * Especialidad)=8

Daño=4+4=8

Tiro un dado mas de daño por el exito extra en el ataque,no?

No tiramos iniciativa?

Otra pregunta con las reglas,los 10 se relanzaban,no?
En el daño los 1 tambien cancelaban un exito?
Esto es lo que pasa por llevar tanto tiempo sin jugar al vampiro.
Ok este turno lo jugamos asi.

Alzas la espada por encima de tu cabeza y descargas sobre el assamita un golpe con enorme fuerza, pero por desgracia el vampiro es más rápido y bloquea con el filo de su hacha, rechazándote. Parece asustado, pero mantiene tu mirada, y las manos asidas fuertemente en torno al mango del hacha.

Detrás de tí, oyes el acero de la espada de Álvaro golpear contra la de su enemigo, y las risas de tu mentor cada vez que su arma logra tocar a su oponente.

El tercer vampiro permanece sentado en el suelo, sin moverse.

Doy un paso hacia atras y le ataco lateralmente con la espada esperando darle en el pecho.
Quien sera ese vampiro que no toma parte en la batalla

En el ultimo momento intento parar el ataque dandome cuenta que es mas rapido que yo,consigo desviar un poco el hacha, pero no lo suficiente

Esta vez el vampiro es más rápido que tú, y con la energía que dan la desesperación y el miedo descarga con su hacha un fuerte golpe en el costado, pero entonces frenas tu ataque y logras desviar el hacha a escasos centímetros de tu cuerpo.

Tras de ti, las carcajadas de tu mentor son cada vez más audibles. Parece que ha cortado la mano izquierda de su asustado enemigo.

Con renovada ira ataco a mi contrincante, tengo que destruirlo dentro de poco si no a ver quien soporta las risas de mi mentor durante las próximas décadas.

-¡¡Maldito cobarde!! ¡¡PELEA, por la sangre de Cristo!!

Álvaro Manrique empuja al assamita de un fuerte golpe, mientras con otro tajo le hiere el muslo. El desventurado vampiro, con la mano izquierda seccionada, cae a pocos metros de tus pies.

-¿Es que ya no enseñáis a estos bastardos cómo se lucha? ¡Hace cincuenta años, un sarraceno de los vuestros podría haberme hecho sudar un poco!

Con un fuerte movimiento de tu brazo, descargas tu espada sobre el hombro derecho de tu enemigo, que ni siquiera intenta parar el golpe con su arma. Notas como el acero se hunde en su carne y llega hasta el hueso, antes de levantar bruscamente tu espada y prepararte para recibir su ataque. Pero el assamita ha quedado debilitado: el hacha es demasiado pesada para su brazo herido y cuando intenta golpearte en las piernas se queda corto. Con gran dificultad retrocede y te mira fijamente con odio.